No quiero hacer trampa – Prólogo

Traducido por Keiserax

Editado por Sakuya

Corregido por Yukiro Saori


Estoy paseando en medio del pueblo mientras tomo el sol bajo la agradable luz cálida y suave.

Madre dice que hará mermelada, porque las frutas rabo van a madurar pronto. Me gustan mucho, tanto la fruta como su mermelada. Por eso, estoy feliz cantando una canción improvisada.

—Lalan, lan. —Madre también canta mientras cocina, pero nunca la he escuchado tararear la misma canción dos veces.

—Es improvisación —me dijo cuando le pregunté la razón.

—¿Qué es “improvisación”?

—Es algo que viene a tu mente sin planificarlo —les dijo a mis dos hermanos mayores y a mi hermana mayor. Después pellizcó la mejilla de mi hermano mayor y dijo—: Como el castigo.

El castigo de madre es incomparable. Hermano mayor, ¿qué has hecho?

En este momento madre, mi hermana mayor y mi abuela están trabajando para teñir la ropa tejida a mano. Padre, mis hermanos mayores y el abuelo están en los campos de trigo. Como la más pequeña, y para no molestar en su trabajo, también estoy trabajando, jugando energéticamente. Me pregunto si tendré que ayudarlos cuando sea mayor.

Cuando llegué a las afueras del pueblo, me reuní con Kuga, quien estaba cargando leña.

—Buenos días Kuga —saludé inclinando mi cabeza. Padre dice que los saludos son importantes.

—Oh, Mira, es bueno que siempre saludes. Aunque tus hermanos son mayores, lo haces bien. Gai también es mucho más joven que sus hermanos… Pero él es diferente, ¿huh?

No sé por qué, pero acarició mi cabeza con su mano firme. Yay, me siento alabada.

Kuga es el único herrero de la villa Ilga. Él puede tomar prestado el poder de los espíritus de fuego para poder usar la magia. Cuando era joven, tenía trabajos como exterminar monstruos o recoger materiales para medicinas, sin embargo, heredó el negocio familiar después de ser malherido.

A pesar de que pienso que pelear con monstruos da miedo, quiero usar magia. Me encantaría reunirme con los espíritus. Me pregunto cómo se ven. ¿Serán brillantes? Parece que solo aquellos con ojos especiales pueden ver a los espíritus. Kuga dice que él no puede verlos.

—¿Estás paseando sola hoy?

—Sí. Gai está jugando hoy a la pelota en el terreno baldío.

Gai es mi amigo de la infancia, a menudo juega conmigo.

—Tal vez, porque de vez en cuando Gai quiere jugar con niños. ¿Estarás bien sola?

—Estoy bien. Aunque mi cuerpo es frágil, puedo dar un paseo por mi cuenta. Además no es que Gai pueda estar siempre conmigo.

—¿Es así? Sin embargo, incluso si se ha vuelto caluroso, el viento sigue siendo helado. No te vayas a casa tarde ¿escuchas? Ahora adiós. Todavía tengo trabajo por hacer —dijo Kuga mientras entraba a la casa.

Los adultos siempre me han emparejado con Gai como un conjunto. Me pregunto si es porque nuestras casas están una al lado de la otra, y que hemos estado juntos desde que nacimos.

Mis hermanos y hermanas mayores solían jugar conmigo a menudo, sin embargo, ahora están ocupados ayudando a mis padres, así que ya no pueden hacerlo.

—Vamos a ver cómo va Gai. Será solo una mirada. Después de eso, me iré a casa.

Yo, que me he vuelto un poco solitaria, cambié mi rumbo. Voy a dar una mirada al terreno baldío y entonces me iré a casa. Porque Kuga dijo que Gai quiere jugar con niños de vez en cuando. No me puedo volver un obstáculo para él.

Si corro respirar se vuelve doloroso, así que solo caminé con paso rápido. En ese lugar hay ocho niños y una famosa chica poco femenina. Todos están corriendo alrededor felizmente.

Ahí no hay niñas.

Es un poco interesante, sin embargo ya que no puedo correr, no puedo jugar a la pelota.

—Vámonos a casa.

Cuando giré mi cuerpo, escuché las palabras de Gai.

—¡Cuidado!

♦ ♦ ♦

Desperté confundida por el techo de madera granulada.

¿No eran los techos de los hospitales blancos? Quiero decir, ¿no debería haber luces fluorescentes?

La cama también es dura.

Aparentemente, estoy dentro de una habitación sombría con paredes de madera, en la parte superior de una incómoda cama. Sintiéndome extraña, inspeccioné mis alrededores y vi una vela en la mesa.

¿Tal vez este no es el hospital?

Sin embargo, ¿no debería haber muerto después de ser golpeada tan duro por ese auto? No importa cómo, seguro tengo graves lesiones. Yo no hago ejercicio físico y odio la leche, así que mis huesos deben estar débiles. Uno podría haberse roto y perforado mis órganos internos… eso es tan desagradable. Dejemos de imaginarlo.

De todos modos, ya que estoy consciente, eso debe significar… ¡Estoy salvada! No obstante, ¿por qué no estoy en un hospital? Además, por alguna razón, a excepción de mi cabeza, no siento dolor en mi cuerpo.

Haciéndome estas preguntas mientras me levantaba de la cama, sentí unos pasos ruidosos acercándose a la habitación. Y con un fuerte ruido, la puerta se abrió.

—Perdón, Mira.

La primera cosa que dijo el pequeño niño fue una disculpa. Al ver su cabello y ojos rojos, lo comprendí.

—La reencarnación en otro mundo realmente existe…

—¿Está bien tu cabeza?

Por ahora, voy a tirarle esta almohada dura.

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