Traducido por Maru
Editado por Sharon
Alguien rompió a llorar tan pronto como Frey terminó de hablar. Era Median. Quizás no podía creerse que se había convertido en una criminal.
—¡Su Señoría! ¿Es realmente cierto? ¡Podrían ser testigos comprados!
La voz de Mielle, fingiendo estar enferma, llenó la sala del tribunal.
A pesar de que fue ella la que compró a sus testigos…
—Hemos realizado la investigación de forma tan estricta que cualquiera puede estar convencido de ello. Si desea comprobarlo, puede realizar una solicitud más tarde. Respecto a la posibilidad de alucinógenos, las tres deberán someterse a una investigación separada más tarde.
Fue entonces cuando Wendy, que se dio cuenta de lo ridículo que era el caso en el que había estado involucrada, comenzó a llorar. Sólo ahora entendió lo injusto que era asumir una acusación falsa. Sólo después de enfrentarse al mismo caso supo que era un castigo.
Qué mujer tan tonta.
—¿En cuanto al castigo por los alucinógenos…?
—Déjamelo a mí.
Como si hubiera esperado la pregunta de Aria, Asher respondió con una sonrisa. Lo más probable es que nunca habrían soñado que el trabajo que el Partido Aristocrático gastó intentando rastrear e investigar al príncipe heredero sufriría un revés coo este. Si Asher se involucraba, la situación no terminaría con facilidad.
—Finalmente, los cargos contra Mielle Roscent.
Y comenzó la frase que había esperado. Mielle miró a Frey con una expresión muy nerviosa. Su mirada pálida era tan seria que podría colapsar de inmediato.
—Escuché que estaba allí solo cuando el conde cayó por las escaleras, y un testigo determinó la presencia de una dama de cabello dorado en la escena del crimen.
Los ojos de Frey se agudizaron después de una breve pausa. Mielle se tragó el aliento y Aria tomó la mano de Asher estaba esperando que Mielle fuera castigada severamente.
—Por la presente confirmo que es la verdadera criminal que intentó matar al conde Roschente, por ello la sentencio a veinte años de prisión.
¿Veinte años en prisión? Era un castigo duro para una dama aristocrática. Temblando por las palabras de la jueza, Mielle saltó de su asiento al escuchar la sentencia. Intentó correr hacia Frey, pero los guardias la detuvieron.
—¡No! ¡No soy yo! ¡Fue ella! ¡No sea ridícula!
Más de una docena de guardias la rodearon y le impidieron moverse a cualquier lugar, como si Frey lo hubiera ordenado antes de la sentencia.
—¡Su Señoría! Tengo algo que decirle. ¡La familia del condado retira esta acusación…!
Caín, que estaba desconcertado por la decisión más severa de lo esperado, salió tarde, pero Frey negó con la cabeza.
—La ejecución de la sentencia comienza hoy. Si tiene alguna objeción, espero que lo haga más tarde, y este es el final del juicio.
No hubo piedad detrás de eso cuando se volvió con frialdad.
La noticia del intento de asesinato de su padre por Mielle se extendió rápidamente por todo el imperio.
♦ ♦ ♦
—¿De verdad vas a volver a la mansión? —preguntó preocupado Asher, y Aria asintió.
—Sí, ahora es mi casa.
Aunque Mielle fue castigada, parecía preocupado porque Caín todavía estaba en la mansión. Fue porque Caín había perseguido a Mielle que había sido arrastrada y había mirado a Aria y Asher varias veces. La mirada estaba tan llena de espíritu asesino como la de Mielle.
Asher no soltó la mano de Aria y la persuadió de nuevo:
—¿Por qué no vas a mi villa? Hay una en la capital y otra en el bosque. Si eso te resulta inconveniente, buscaré un lugar.
No era que sus preocupaciones no tuvieran sentido. Mielle ya la había incriminado, por lo que no sabía qué peligro le sobrevendría. Podría ser una buena opción salir de la mansión, como dijo Asher.
—No. Mi madre todavía está en la mansión, y estoy segura de que los empleados de la mansión están preocupados.
Aria sonrió con amargura y usó la presencia de la condesa como excusa. Asher no pudo responder aunque trató de decir algo.
—Lamento molestarte, pero la verdad es que aún no terminé a la perfección con Mielle, así que debo quedarme en la mansión. De esa manera, puedo obtener información más rápido y cómo castigarla.
Veinte años de prisión. Era un castigo severo para la noble dama, que era menor de edad. Estaba claro que la sentencia se basaba en la premisa de una apelación. Además, al final del juicio, Caín había dicho que cancelaría los cargos. Así que no importaba cómo, haría cualquier cosa para sacar a Mielle. No era tan difícil para los nobles. Y otro problema era que no era tan fácil para un joven aristocrático y menor de edad salir de casa sin motivo.
—Espero que te conviertas en una adulta pronto —dijo en un tono triste, como si recordara todos esos problemas.
No era como si sucedieran otras cosas buenas cuando ella creciera. Aunque se había dado cuenta de muchas cosas en su experiencia pasada, podía ver lo que él quería por el calor que mantenía sus manos juntas. Parecía querer estar con Aria lo antes posible.
—Entonces podré protegerte, manteniéndote a mi lado. Puedo presumir de que seas mi pareja.
—¿No es eso lo que estás haciendo ahora?
Hoy había estado moviéndose por la capital con un carruaje espléndido. Asher se rio un poco de ella.
—Es difícil de negar. Pero espero que haya un lugar donde pueda estar oficialmente contigo… para que no tengas que actuar de forma extraña.
Aria, quien recordó su toque frente a todos hoy, perdió el habla con los ojos bien abiertos. Le dio poco de vergüenza.
—¿Por qué mencionas esas palabras de nuevo y me avergüenzas? —Si alguien que no fuera Asher la hubiera interrogado, habría podido lidiar con eso con facilidad. Sin embargo, no podía hacer eso porque su oponente era Asher, como de costumbre… Así que dijo secamente—: No lo volveré a hacer.
—No, puedes hacerlo, pero espero que lo hagas cuando no haya nadie.
—No lo haré.
—Por favor.
—No, ni siquiera voy a hablar más.
—Lo siento. Está bien cuando hay personas, así que haz lo que quieras.
Finalmente, Aria, aliviada por su tierna sonrisa y disculpa, sonrió. Fue una sonrisa que mostraba la alegría de haber logrado lo que había esperado durante mucho tiempo.
♦ ♦ ♦
—No puede cancelarlo porque la prueba ya ha finalizado.
—Entonces apelaré. Te daré la fianza, así que libera a Mielle —respondió Caín avergonzado, ya que nunca había esperado un castigo tan grande.
¿Cómo se atreve la corte a negarse con tanta dureza? Si fuera el conde quien tenía una amplia red personal, habría sido más fácil lidiar con las cosas, pero esta vez el conde era una víctima, y Caín solo un noble ingenuo que se había graduado recientemente de la academia.
Por supuesto, podría resolverse fácilmente, pero Frey se interpuso en el camino. Además, la situación tenía las huellas del príncipe heredero.
Caín apretó los dientes y pidió una entrevista:
—Mielle nunca había estado en un lugar como este antes, así que creo que debería comprobarlo. Ella todavía es joven.
—Entiendo. Tendrá que completar el papeleo para que pueda venir conmigo.
No pudo verla hasta completar un documento bastante complicado.
Era un lugar humilde en comparación con la mansión, pero era una prisión para la nobleza, por lo que no había nada extraño en encontrar que la única falla era su estrechez.
—¡Hermano…!
—Mielle.
Caín se acercó a Mielle, quien lo saludó con lágrimas en los ojos. Tenía los ojos hinchados como si hubiera estado llorando todo el tiempo desde el juicio, así que él se apresuró a entregarle un pañuelo.
—Bueno, ¿qué se supone que debo hacer ahora…?
—Te sacaré, así que no te preocupes.
En respuesta a la promesa de Caín por salvarla, Mielle comenzó a llorar en voz alta. Vio que ella no podía dar una respuesta adecuada y simplemente exprimía las lágrimas; parecía estar en un estado mental muy inestable.
El guardia miró hacia adentro porque había oído que ella podría haber tomado un alucinógeno.
Mielle, que había encontrado algo de estabilidad en el consuelo de Caín, comenzó a maldecir a Aria de nuevo.
—¡Mi vida es… por esa mujer vulgar…! ¡Tengo miedo de lo que todos pensarán de mí en el futuro…! Agh… ¿cómo conservaré mi imagen? ¿Qué pensará Oscar? ¿Qué voy a hacer si se rompe el compromiso?
Maldijo a Aria, enumerando cada una de las cosas que había perdido. Le estaba pasando toda la culpa.
—¡Además, definitivamente estaba en la mansión! ¿Cómo llegó a la siguiente ciudad? ¡Tú también la has visto!
—Sí… la vi.
Como de costumbre, llegó a la mansión y comprobó la habitación de Aria. Aparentemente, las luces estaban encendidas en la habitación de Aria, y recordaba haber visto su silueta también. También creía que ella en realidad no se había escapado porque él siempre la había estado observando.
Así que había confiado en las palabras de Mielle de que había estado con Aria en el momento en que el conde había caído. Debido a que Mielle había estado del mismo lado, no había pensado que fuera mentira. Si Aria no hubiera estado realmente en la mansión y Mielle hubiera estado haciendo un espectáculo sola, no le habría pedido ayuda exclusivamente a él. Era lo que siempre hacía.
Así que no tuve la menor duda sobre lo que dijo Mielle, y no tomé ninguna medida…
No había dudado de que a Mielle le iría bien por su cuenta.
Siempre había sido elogiada por su astucia. Aunque no había pasado mucho tiempo con ella desde que ingresó a la academia, Mielle siempre había sido una niña a la que alguien alagaba.
Por supuesto, debía mirar con los brazos cruzados porque el príncipe heredero se había adelantado. Era posible que si hubiera hecho un movimiento precipitado, asumiendo la acusación verdadera. También esperaba que el príncipe heredero y Aria presentaran alguna evidencia porque dijeron que habían estado en un país lejano.
Cuando vio el rostro de Mielle, pensó que era bueno quedarse con los brazos cruzados. En primer lugar, todo lo que había querido obtener de esto era el poder real de la mansión.
Caín había tenido la intención de salvar a Aria, que estaría en un rincón como criminal y dar una impresión favorable, pero era solo complementario, y no el propósito original.
—¿Por qué no le dijiste al juez que la viste? —le preguntó Mielle con ojos brillantes ante un rayo de esperanza al escucharlo.
—Mielle. Como te dije, es peligroso testificar que tú y yo la vimos al mismo tiempo. El juez preguntará por qué estábamos todos allí frente a la habitación de Aria en primer lugar.
—¡Se puede decir que fue una reunión familiar!
—¿Por qué la familia se reunió frente a la habitación de Aria? Además, es extraño decir que tuvimos una reunión familiar que nunca antes habíamos tenido. También será complicado explicar por qué nuestra madrastra no estaba allí.
Cuando le contestó a Mielle, que estaba tratando de persuadirlo de nuevo, ella volvió a llorar.
—Examinaré la evidencia de nuevo. Solicitaré una apelación y una fianza, así que no te preocupes, y espera un minuto.
—Lo entiendo… hermano. Y tengo un favor más que pedirte. Espero que la señorita Isis venga a verme… tengo algo que decirle.
—Ya veo. Se lo entregaré.
Caín, quien salió de la prisión, miró directamente a la evidencia presentada por Aria. Además de la nobleza designada por la corte, lo seguían dos guardias. Desafortunadamente, no había nada extraño en ello.
Si hubieran presentado pruebas de un solo lugar, él podría hacer algo, pero habrían presentado certificados de paso por varias ciudades y finalmente por el Reino de Croa. Un certificado de pasaje de otro país… Era imposible que fuera falsificado.
Además, estaba marcado como un momento en el que uno no llegaría a menos que se moviera con mucha velocidad. Habría suficiente tiempo si el príncipe heredero se mudaba solo, pero no había tiempo extra para moverse con Aria, que no estaba acostumbrada a viajes de larga distancia.
—No puedo discutir…
No había manipulación en esta evidencia perfecta. No, era una prueba minuciosamente planificada que no podía ser refutada. Dijeron que eran vacaciones, pero no pasaron tanto tiempo en la ciudad. Luego de observarlos mucho tiempo, cubrió los archivos.
—¿Lo ha terminado? Si tiene alguna pregunta, ¿le gustaría que se la explique?
—No, gracias. Solicitaré una apelación y la fianza primero.
—Ya veo. Tomará un tiempo porque tiene que pasar por el juez. Venga conmigo.
La solicitud se completó de acuerdo con las instrucciones, pero la única respuesta de Frey fue una negación, y llegó después de un día como si quisiera decir que no había lugar para revisión.
«Su edad es aún joven, pero cometió un delito grave y existe el riesgo de una segunda infracción, por lo que rechazo su solicitud de libertad bajo fianza. Volveré a programar y le informaré sobre la apelación en una fecha posterior»
Caín, quien lo leyó, arrugó el documento y lo tiró al suelo.
¡No puedo creer que haya rechazado la fianza! ¡Es la nobleza del imperio liberar a un hombre bajo fianza, incluso si mata a una persona! Estaba claro que el príncipe heredero había hecho algo.
Para empeorar las cosas, incluso Isis expresó su intención de no ver a Mielle. Faltaba poco para el día del viaje al Reino de Croa, y dijo que estaba ocupada, pero ya no parecía querer continuar su relación con Mielle y la familia del conde Roscent.
—¡Si mi padre estuviera bien…!
Si hubiera estado bien, habría persuadido al duque para que llevara a Mielle de alguna manera. Sin embargo, el conde estaba en coma a manos de su propia hija, y otros nobles, que habían pensado que era un crimen vergonzoso, se apartaron completamente de sus ojos.
Era una vergüenza de su parte darse cuenta del gran poder que tenía su padre, sólo después de haberlo llevado al infierno. A pesar de que había obtenido el poder, no lo había utilizado correctamente.
¡Aria siempre me ignora!
De alguna manera los sirvientes y doncellas de la mansión se ocupaban de Aria como si fuera de vidrio, mientras ella actuaba como si tuviera el poder de la familia.
Era demasiado tarde. Aria, no Mielle, debería haber sido la culpable. Pero ya no podía ponerle la falsa acusación, ya que ella se había preparado y refutado por completo.
Por el contrario, se ganó el nombre de “pobre señorita” y la simpatía y el amor de todas las personas como si fuera venerada. Aunque de origen humilde, incluso hubo mucha opinión pública de que su carácter y sabiduría eran perfectos para ser la esposa del príncipe heredero. Incluso entre el Partido Aristocrático, nadie se atrevió a refutarlo. Incapaz de contárselo a Mielle, estaba furioso en la cama cuando se oyeron los gritos de una mujer en la habitación del conde.
—¡Llamad al médico de familia! ¡Llamad al médico de familia! ¡Deprisa!
Quien gritaba con una expresión sorprendida era la condesa. Si estaba armando un escándalo así, el conde estaba muerto o despierto.
¡¿No me digas…?! ¡No he logrado nada todavía!
Con el miedo de asistir e incitar a lo inmoral y la idea de tener que pagar por ello, no pudo evitar que todo su cuerpo temblara. Sin embargo, tenía que confirmar lo que había sucedido en la habitación del conde, por lo que abrió la puerta con miedo.
Caín abrió mucho los ojos. Había escuchado que había una alta probabilidad de que su padre no se despertara, pero el conde, que parecía incapaz de recobrar el conocimiento durante toda su vida, estaba mirando la puerta con los ojos bien abiertos.
Todo el cuerpo de Caín tembló como si fuera a precipitarse y destrozarlo por su crimen. Sin embargo, el conde no dijo nada, solo lo miró en silencio.
Caín, que había estado aterrorizado por el conde durante tanto tiempo, se acercó a él lentamente, sin ningún movimiento, y lo llamó con voz temblorosa.
—Padre.
Sin embargo, el conde aún no tenía respuesta. Tampoco hubo movimiento, excepto simplemente mirarlo con todas sus fuerzas, aunque parecía muy antinatural.
¿Quizás…?
—¿No puedes hablar? —preguntó, como si se diera cuenta de ello.
El conde cerró los ojos una vez y luego los abrió. Parecía ser un signo de afirmación.
—¿No puedes mover tu cuerpo? —le preguntó, y esta vez, el conde volvió a cerrar los ojos y los abrió. Desafortunadamente, mantener los ojos abiertos parecía ser el límite. Caín se tragó un suspiro de alivio al verlo.
—Bueno, me alegro de que te hayas despertado así. ¿Te sientes mal en alguna parte?
Incluso cuando se le preguntó torpemente, el conde parpadeó una vez y envió una señal de que estaba bien. Afortunadamente, no parecía tener ningún arrepentimiento por Caín. Debido a que se despertó después de mucho tiempo y abrió los ojos, parecía sentirse incómodo.