Princesa Restante – Tomo II – Epilogo

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Leti y Duke se encontraban sentados uno frente al otro con el tablero de ajedrez en medio. Estaban compartiendo un momento de tranquilidad. El silencio era perturbado a veces por el sonido producido al mover las piezas y las quejas de Leti al terminar la partida en empate.

—Mi padre me ha dado permiso para ser la mediadora por el Gran Monte y la negociadora con Northruth.

—Esos son roles bastante impresionantes que desempeñar. Pero, ¿no te estas apresurando?

—Lo estoy.

Las subsiguientes conversaciones ocasionales, entre el caballero y la princesa, también eran tediosas, yendo desde política hasta asuntos exteriores, todo lo cual era conocimiento necesario para el futuro Caballero del Primer Puesto de los Caballeros de la Mesa Redonda.

— ¡Su Alteza! ¡He completado mi misión! —Astrid, el subalterno de Duke, interrumpió la paz entre ellos. Este estaba entrando otra vez por la ventana cerrada, con la parte superior de su cuerpo ya dentro de la habitación.

—Creo haberte dicho que entraras a través de la puerta principal, —lo regañó Leti.

Para Duke, esta era la cuarta vez que veía a Astrid entrar por la ventana, pero parecía que esto era bastante frecuente basado en la reprimenda de Leti.

—Por favor, perdóneme. Pensé que debía entrar por aquí, ya que era una misión secreta.

—Aun así, entra por la puerta principal.

La misión que Leti le encomendó a Astrid era purificar las impurezas dejadas por los círculos de maldición. Le había pedido que fuera a todos los sitios y usara el poder de la Espada de la Luz para purificarlos. Ya que Astrid no era su caballero, no estaba en posición de darle órdenes, así que decidió que esto sería una misión y que Astrid recibiría una recompensa a cambio.

—Su Alteza, tiene un visitante, —llamó una sirvienta. Leti respondió que estaría allí en un minuto.

Le dijo a Astrid que esperara un momento mientras ella saludaba al visitante y dejó la habitación.

Duke, ahora solo junto al tablero de ajedrez, dirigió su mirada hacia su jovial subalterno.

— ¿Qué te pidió Su Alteza que hicieras?

Duke sentía curiosidad por saber cuál era la misión que su ama le había pedido hacer a Astrid en lugar de a él, su caballero.

Astrid respondió con una sonrisa al pensar en su respuesta y asintió una vez había pensado en una.

—No tengo ganas de decirlo.

— ¿Qué?

—Un secreto entre Su Alteza y yo es una ventaja para mí. El comandante también me dijo que usara mis ventajas para venderme, así que debería guardármelo para mí.

— ¿De verdad? —Fue la respuesta entrecortada de Duke. No podía nombrar al sentimiento que estaba brotando dentro de él.

Sin embargo, lo reconoció como la misma sensación que había sentido antes. Durante esa vez cuando Leti cayó enferma y él pudo ver las huellas de Astrid quien había salido por la ventana. Cuando su subalterno le dijo a Leti que había elegido a su amo.

Duke aún no podía darle un nombre a este sentimiento, pero se había dado cuenta de algo.

—Creo que te odio, Astrid.

— ¡Y yo lo idolatro, superior!

— ¿De verdad? Bueno, gracias.

Si los rivales de su amo eran el Rey León Alexander y el Rey Administrador Karlheinz, entonces, tal vez, su rival era Astrid.

[Traducido por Reino de Kovel]

Este mocoso impertinente. Duke no pudo evitar estar de acuerdo con la descripción que una vez le dio Friedhelm al joven caballero.

—Perdón por hacerte esperar. El visitante ya se fue, —dijo Leti cuando volvió a entrar en la habitación.

—Su Alteza, si necesita un caballero temporal otra vez, por favor solo llámame. ¡Prometo hacer mi mejor esfuerzo!

—Lo tendré en cuenta y te llamaré si es necesario. Aún tengo que preparar tu recompensa, así que te la entregaré una vez que esté lista.

Leti no encontró ninguna necesidad en ser cuidadosa con Astrid, quien conocía su secreto como la reencarnación del Rey Caballero y, Astrid estaba usando esto para su completa ventaja.

— ¿Por qué esa cara? —preguntó Leti al ver la expresión en el rostro de su caballero.

—No es nada. —fue la desganada respuesta de Duke.

Leti no le preguntó nada más y silenciosamente volvió a sentarse frente a Duke junto a la mesa de ajedrez.

Duke moduló las palabras, “¡Vete a casa!” a Astrid quien respondió con un mudo, “¡No perderé!”

—Por favor, discúlpeme, Su Alteza, —dijo Astrid y una vez más salió de la habitación por la ventana. Oyeron el sonido de sus botas golpeando el suelo y el eco de sus pasos mientras corría.

—Él nunca se cae, —lo felicitó Leti sin quitar los ojos de la batalla en curso sobre la mesa de cuadros.

—Su Alteza, ¿le ha preguntado a Astrid el nombre de su amo elegido?

—No, pero es alguien que estuvo presente en la fiesta de cumpleaños de Cornelia. Él mismo lo dijo.

—Por supuesto… —dijo Duke y movió una pieza.

Ahora era el turno de Leti de hacer un movimiento y Duke el de observar. Parecía encontrarse mirando a su oponente cuando lo devolvieron a la realidad con el sonido de una pieza en movimiento. Vio una mano negra salir de la espalda de Leti.

—Oye, no muevas piezas por tu cuenta, —la regañó Leti y tocó a la mano para que volviera a esconderse. La Mano Negra se retiró detrás de Leti y desapareció.

— ¡Hey! ¿Qué fue eso?

—Pensaba eliminarlo permanentemente, pero cambié de opinión y decidí mantenerlo como mi nueva mascota. Será un guardián excepcional una vez entrenado.

— ¿Una mascota? …No. Voy a fingir que no vi nada. Sí, no fue absolutamente nada.

Duke recordó haber visto esas desconocidas manos negras antes en esta habitación, pero decidió no pensar demasiado en ello. Con mucho gusto se enfrentaría a cualquier enemigo humano con un cuerpo tangible, sin embargo, cualquier cosa más que eso, estaba fuera de su área de dominio.

—Es tu turno ahora.

Duke despejó su mente de los pensamientos que lo molestaban y reunió su ingenio para concentrarse una vez más en la partida. Decidió mover su caballo (1) para proteger a su reina.


  1. En japonés el ajedrez mantiene los nombres ingleses de las piezas, por lo cual el caballo se llama knight (caballero) lo cual tiene un trasfondo muy significativo en esta novela.

[Gracias Joyce por recomendar esta novela en tu blog, nos alegra que disfrutes de nuestras traducciones σ(≧ε≦o)  ]

♥ ❤ ♥

12 respuestas a “Princesa Restante – Tomo II – Epilogo”

  1. Empecé a leer cerca de las 1 a.m y ya son las 9.30 a.m…. adiós a mis horas de sueño, pero no me arrepiento!! No señor!!
    La novela es muuuuuy buena, lei el manga pero se desvía completamente lo más probable para acortar la historia pero esto es muchisimo mejor.
    Gracias por el magnífico trabajo de traducción.

  2. Tch! Alcance la novela y…. Esta tan buena!!!! XD

    Las adoro por traducir! Muchísimas gracias!

    Espero con ansias el próximo capitulo y hay algo que me dejo intrigada… Luego les preguntaré.

    Cuando actualizan?

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