Princesa Restante – Tomo IV – Prólogo

Traducido por Mochi

Editado por Sakuya


Hace mucho tiempo, los dioses existían en este mundo. Uno de ellos, un dios llamado Cristhian, bajó a la tierra de los hombres.

Cristhian transformó sus propios poderes divinos en trece espadas. Una de las espadas, la Espada del Rey Caballero, la usó él mismo mientras el resto de las doce espadas fueron entregadas a doce personas que juraron su lealtad y que lo protegerían. Las doce espadas serían llamadas más tarde como ‘Las Espadas Prometidas’. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo IV – Prólogo”

Princesa Restante – Tomo III – Epílogo

Traducido por Kaavalin

Editado por Sakuya


Leti estaba esperando que cierto rey visitara la Habitación del Rey Caballero. No había nadie ahí hoy y la habitación se mantenía en completo silencio. Se sentó en la silla, balanceando los pies, una postura bastante indecorosa para una princesa.

—El rey arrasó con la batalla junto con la lluvia. —Leti recitó inconscientemente el poema que había escuchado de Karlheinz, el Rey Administrativo—. El rey creó cielos tempestuosos que se cernieron sobre el campo de batalla. Nubes de humo y explosiones, lluvia escarlata, innumerables truenos. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo III – Epílogo”

Princesa Restante – Tomo III – Capítulo V: Felices por Siempre

Traducido por Mochi

Editado por Sakuya


Un baile fue llevado a cabo para celebrar la víspera de la alegre boda. No era tan grande como el banquete para después de la boda, pero el hecho que la novia y el novio no estuvieran presentes significaba que los invitados podían concentrarse en socializar.

Leti, con Craig a cuestas, entró al salón de baile. Esta noche no habría negociaciones difíciles. Su única tarea era sonreír y difundir su dulce encanto, lo cual era bastante simple. También le daba una buena oportunidad para comenzar a crear sus propias conexiones con el resto de los invitados de la boda. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo III – Capítulo V: Felices por Siempre”

Princesa Restante – Tomo III – Capítulo IV: Algo azul.

Traducido por Mochi

Editado por Sakuya


Cuando despertó esa mañana, el aire seco le recordó a Leti donde estaba. No era Solvelle. Ella estaba en Illstra.

—Buenos días, Su Alteza. ¿Cómo se siente hoy?

La dama de compañía que Illstra le prestó, estaba preocupada por su salud porque la princesa terminó mojada anoche. Leti le aseguró que estaba bien y comenzó con sus preparativos matutinos. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo III – Capítulo IV: Algo azul.”

Princesa Restante – Tomo III – Capítulo III: Algo viejo

Traducido por Mochi

Editado por Sakuya


—¿Mandaste a Duke a la búsqueda de la princesa Charlotte?

Para cuando Craig visitó la habitación de Leti a la mañana siguiente, Duke ya se había ido hace mucho. Probablemente él estaba rastreando los caminos hacía Northruth tal como Leti le había ordenado.

—Si el hombre con el que se fugó Charlotte está en verdad relacionado con el Duque de Northruth, entonces estoy bastante segura que se dirigen hacia allá. Le ordené a Duke que revisara por la ruta principal y que preguntara por los alrededores sobre una pareja escapándose. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo III – Capítulo III: Algo viejo”

Princesa Restante – Tomo III – Capítulo II: Algo nuevo

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


El calor era mayor en Illstra en comparación con Solvelle. Sin embargo, el aire era seco, por lo que aún podías refrescarte si te refugiabas en una sombra. En general, era un buen lugar para alojarse.

Leti, por supuesto, había preparado su guardarropa para adaptarse al clima de Illstra. Para hoy, llevaba un vestido de corte imperio hecho con seda color marfil. La falda contenía bastantes pliegues para acentuar la cintura y tenía bordadas delicadas rosas amarillas en la seda que caía libremente. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo III – Capítulo II: Algo nuevo”

Princesa Restante – Tomo III – Capítulo I: Algo prestado

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


La boda entre el tercer príncipe de Illstra, el Príncipe Saverio y la hija de un duque de Solvelle, Charlotte, se acercaba rápidamente. Su historia de amor había comenzado cuando el príncipe Saverio se enamoró a primera vista de la dama Charlotte durante una de sus visitas a Solvelle.

Charlotte es prima de Leti. Ella es la viva imagen de las encantadoras princesas de los cuentos de hadas, tanto en apariencia como en personalidad. De rizos dorados, misteriosos ojos amatistas, un rostro inocente y palabras soñadoras. La suavidad de sus rasgos y su personalidad amable, a veces la hacían parecer más joven que Leti, poseedora de una belleza sofisticada; a pesar de que Charlotte fuera, de hecho, mayor por tres años. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo III – Capítulo I: Algo prestado”

Princesa Restante – Tomo III – Prólogo

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


El prometedor novato de la Orden de Caballería Real, Astrid Gale, se dirigía a la Villa Real, la residencia de la primera princesa de Solvelle, Leticia L’Cruselle. Este lugar generalmente era pacífico y silencioso, pero últimamente había sido ruidoso y ajetreado. Astrid era muy consciente de la razón por la cual este hogar normalmente sereno se encontraba tan vivo.

La señora de la villa, Leti, había decidido mudarse a una de las alas del Palacio Real.

— ¡Oh! Este es un hecho inusual. No entraste a través de la ventana. ¿Estás, tal vez, enfermo? ¿O finalmente aprendiste tu lección después de las innumerables veces que mi hermana te reprendió? Jajajaja. —se rio Leonhardt, tercer príncipe de Solvelle y el hermano menor de Leti, cuando vio a Astrid de pie junto a la entrada de la Villa. Su saludo rebosaba con la personalidad excéntrica del príncipe.

El joven caballero se inclinó para saludar al príncipe y sacó una carta del bolsillo de su pecho. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo III – Prólogo”

Princesa Restante – Extra: Emocionante romance desventurado

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Leticia L’Cruselle asistía a una escuela normal de Italia. Siempre se iba directo a casa, sin detenerse en ninguna parte, aunque al llegar no haya nadie para darle la bienvenida.

La familia de Leti estaba compuesta por ella, su hermano menor y su madre. La última había fallecido cuando Leti aún era pequeña y su hermano actualmente asistía a una escuela en el extranjero como estudiante de intercambio.

Un amable policía una vez le dijo:

—No eres una estudiante de intercambio y aun así te ves como una. —Le dijo esto porque estaba preocupado de que Leti se encontrara viviendo sola. Seguí leyendo “Princesa Restante – Extra: Emocionante romance desventurado”

Princesa Restante – Tomo II – Epilogo

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Leti y Duke se encontraban sentados uno frente al otro con el tablero de ajedrez en medio. Estaban compartiendo un momento de tranquilidad. El silencio era perturbado a veces por el sonido producido al mover las piezas y las quejas de Leti al terminar la partida en empate.

—Mi padre me ha dado permiso para ser la mediadora por el Gran Monte y la negociadora con Northruth.

—Esos son roles bastante impresionantes que desempeñar. Pero, ¿no te estas apresurando? Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo II – Epilogo”

Princesa Restante – Tomo II – Capítulo IV: Abandono

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Leti envió a Duke, carta en mano, a Guido. La carta era breve, esta contenía el deseo de Leti de hablar en privado y los detalles sobre la hora y el lugar donde deberían reunirse.

♦ ♦ ♦

—Buenos días, Príncipe Guido, —saludó Leti —Te ves bastante pálido. ¿Dormiste lo suficiente anoche?

— ¿Cuál es el asunto? —Preguntó Guido, yendo directo al grano. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo II – Capítulo IV: Abandono”

Princesa Restante – Tomo II – Capítulo III: Ataque a la descubierta

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Duke caminó rápidamente hacia el pasillo que conducía a la habitación donde había dejado a su ama. Astrid, quien estaba de guardia junto a la puerta, vio venir a su superior e inclinó la cabeza. Supuestamente debería haber un caballero de las Valquirias con él, pero este no estaba a la vista.

— ¿Y Su Alteza?

—Dentro de la habitación. Ella me dijo que la notificara a su regreso. —informó Astrid. Seguí leyendo “Princesa Restante – Tomo II – Capítulo III: Ataque a la descubierta”

Princesa Restante – Tomo II – Capítulo II: Pieza tocada, pieza movida

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Tres días habían pasado desde el incidente del círculo mágico y, en este momento, Leti estaba llevando a cabo una clase privada en su habitación.

—Ser el Caballero del Primer Puesto de los Caballeros de la Mesa Redonda tiene un importante significado. Los caballeros honorarios del rey son diferentes de los demás caballeros porque ellos tienen atribuciones militares. Con una especial mención al Caballero del Primer Puesto, porque él tiene la autoridad de dar órdenes como representante del rey. En otras palabras, en vez de un caballero, tú eres más como el General de más alto rango en el reino.

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Princesa restante – Tomo II – Capítulo I: Apertura

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Se decía que el Rey Caballero Christian, el primer rey de Sommevesle y sus caballeros, se congregaban siempre alrededor de una mesa redonda, simbolizando la igualdad de todos los miembros. Esto fue pasado de una generación a otra y se creé que es el origen de los Doce Caballeros de la Mesa Redonda.

Un Rey Caballero, Caballeros de la Mesa Redonda, eran claras representaciones de la particular fascinación de Sommevesle con los caballeros. Y en un reino como este, no era de sorprender un Torneo de Artes Marciales, donde lo caballeros contendían entre sí regidos por un estatuto.

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Princesa restante – Tomo II – Prologo

Traducido por Kavaalin

Editado por Sakuya


Era una noche tormentosa. Fuertes vientos huracanados estremecían las ventanas y el sonido de la intensa lluvia se mezclaba con el estruendo de los truenos. El resplandor de un relámpago iluminó la habitación por un momento a pesar de las pesadas cortinas que cubrían la ventana.

El Segundo Príncipe de Sommevesle, Guido, tenía diez años esa noche. Aunque era lo suficientemente grande como para manejar la tormenta, los impredecibles truenos y relámpagos todavía asustaban al joven príncipe, lo que le dificultaba dormir. Este simplemente se acostó en su cama y mantuvo los ojos cerrados, esperando a que amainara la tormenta.

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