Princesa Restante – Tomo III – Capítulo IV: Algo azul.

Traducido por Mochi

Editado por Sakuya


Cuando despertó esa mañana, el aire seco le recordó a Leti donde estaba. No era Solvelle. Ella estaba en Illstra.

—Buenos días, Su Alteza. ¿Cómo se siente hoy?

La dama de compañía que Illstra le prestó, estaba preocupada por su salud porque la princesa terminó mojada anoche. Leti le aseguró que estaba bien y comenzó con sus preparativos matutinos.

Letí instruyó a la dama de compañía y a las otras sirvientas que vestido preparar y con qué accesorios iría acompañado.

La dama de compañía cuidadosamente la cepilló, peinó y aplicó aceite perfumado en su cabello para retocar. Mientras todo esto se estaba haciendo, Leti recordó algo e inconscientemente buscó a alguien a través del espejo del tocador.

—También… —comenzó a hablar Leti mientras se giraba para atrás, pero paró en seco cuando volteó.

—¿Princesa? —preguntó la dama de compañía que había parado de arreglarle el cabello.

—No es nada. —dijo Leti mientras regresaba a mirar al espejo.

¿Qué estoy haciendo? Sólo han sido dos días desde que Duke se fue.

Estaba a punto de hablar con él cuando se volteó como de costumbre.

Ella estaba molesta porque se le olvidó que Duke se fue y quien fue quien lo hizo irse, o para ser más precisa, el hecho de que tenerlo a su lado era tan natural, era lo que la enfadaba.

—¿Nos permite conocer sus planes para el día de hoy, Alteza?

Leti vió afuera para ver el sol brillar sobre Illstra. Enlistó en su mente las cosas que tenía que hacer y se deshizo de las que ya había completado. Basándose en lo que quedaba, hoy era un buen día para salir y visitar el pueblo, algo que había perdido prioridad debido a los eventos recientes.

—Hay un muy buen clima afuera. Iré a dar una vuelta y visitaré la ciudad del castillo. Por favor llamen a Craig después.

♦ ♦ ♦

Salieron a visitar la ciudad del castillo de Illstra esa tarde.

La mayoría de la gente en Illstra duerme en la tarde, durante el tiempo cuando el sol está en su auge. Llamaban esta costumbre como la siesta. Una campana suena para marcar el final de ella, justo como sonaba ahora. Leti, cubierta por un velo, caminaba por la ciudad del castillo con Craig siguiéndola.

—Esta energía es verdaderamente parte de Illstra. Todos los ciudadanos son alegres y optimistas.

Leti observaba los alrededores detalladamente mientras caminaba. La capital era un cofre lleno de rumores y chismes. Tendrá que revisar sobre las palabras que escucha con frecuencia alrededor.

—Su Alteza, ¿tiene algún destino en particular?

—Por ahora llámame ‘mi señora’ porque ‘Su Alteza’ está demasiado fuera de tono. Sobre mi destino, no tengo. Solo planeé ver los alrededores para observar los precios y recolectar algo de información a través de los chismes actuales.

Como ya estaba en Illstra, es mejor que aproveche esta oportunidad para recopilar personalmente información sobre algún alboroto o guerra y los posibles efectos de las tarifas de Northruth.

Parecía que Leti solo miraba casualmente los puestos, pero en realidad estaba revisando los precios de los productos discretamente. Los precios eran ligeramente más elevados que los de su anterior viaje, pero seguían siendo cambios dentro de la cantidad razonable. Normalmente, cuando se ponen en curso preparativos para la guerra, el precio del trigo, el alimento básico, subiría con facilidad. Sin embargo, mientras checaba los precios, notó que no tenían mucha diferencia a los de antes.

Y, para terminar, pensó Leti mientras ponía su atención en un puesto vendiendo joyas. Paró frente de el.

—Este es un hermoso amber. El diseño y la técnica del artesano son espléndidos. —Leti elogió al producto que tenía la apariencia más costosa en el aparador.

Normalmente, cuando una chica joven, que parece de origen noble, muestra interés en un artículo caro, el vendedor le comienza a contar una detallada descripción del producto para convencerla de comprarlo. Sin embargo, el vendedor de esta particular tienda gruñó ante los halagos de Leti.

—Bueno, ese fue hecho en Northruth. Es bueno, pero…

—Ya veo. Entonces, ¿qué tal el que le sigue?

—Ahora, este fue creado en un taller de Illstra. Aquí, mire con atención. Observe estos finos detalles del diseño, —describió entusiasmado el vendedor para después llamar a otro cliente—. ¡Señor! Venga a ver. ¡Tengo muy buenos productos aquí de muestra!

Un hombre alto cubierto por una capucha se paró al lado de Leti y agarró el broche que había captado su atención hacía un momento.

—Oh, esto es de Northruth.

Leti volteó a ver la cara del hombre a su lado al reconocer su voz.

—Duque Nor…

El hombre la detuvo fanáticamente.

—¡¿Oh, si no eres la hermana de mi mejor amigo?! ¡Qué coincidencia! ¡No, creo que es el destino! ¡Señor, deme algo que le quede a la hermana de mi mejor amigo!

El hombre no era otro que August Karlzen Northruth. Este hombre, también conocido como el Duque Lobo Plateado, acaba de tirar su dignidad para mantener en secreto su identidad. El dueño de la tienda le dio al Duque Northruth un broche.

—¡Aquí tienes, joven! ¡Te deseo éxito!

Cualquiera que viera a un joven comprar joyería para una dama, sin negociar por el precio a pesar del costo, pensaría que él está comprando un regalo para cortejarla.

—Aquí, toma esto. —Duque Northruth le pasó a Leti el broche y después le tomó la mano— ¿Entonces nos vamos? —Y la arrastró lejos de la multitud antes de que ella pudiera decir algo.

Craig miró a Leti en forma de pregunta, pero ella se negó con la cabeza. Estaba dispuesta a dejar que el duque hiciera lo que quisiera por ahora.

Duque Northruth paró de caminar después de llegar a un callejón oscuro y soltó—: ¿Por qué estás aquí?

—Debería ser yo quien diga eso. Tú fuiste quien interrumpió mi visita al pueblo al llamarme ‘la hermana de tu mejor amigo’. No sabía que el Príncipe Friedhelm y tú eran mejores amigos. Estoy segura que lloraría de felicidad al escuchar sobre esto.

—¡Eso solo fue una excusa random! ¡Hubiera sido un problema para ambos si se hubieran enterado de nuestros nombres! Así que dije eso para prevenir que…

—Illstra y Solvelle están en buenos términos. A diferencia de ti, los ciudadanos no me tienen rencor por un problema con las tarifas. Podría ser llamada por mi nombre y no habría problema.

La calidad de los productos de metales preciosos elaborados en Northruth era exquisita, y esta característica no era limitada a los metales preciosos. Ellos normalmente importan materia prima y lo transforman en hermosos objetos de calidad, listos para exportar.

Estos productos lentamente se expandieron en el mercado de Illstra y ya eran considerados como un peligro para los productos hechos localmente. Ahora, si los impuestos para Northruth bajan, entonces era razonable que los habitantes de Illstra temieran lo que podría pasar con su sustento.

Si la identidad del Duque Northruth era revelada en medio del mercado, la atmósfera definitivamente se volvería hostil y en el peor de los casos, podría suceder una huelga. Cualquiera desearía ocultar su identidad ante esas posibilidades.

—Ahora que hemos aclarado esto, ¿nos vamos a un lugar a comer algo y continuar con esta conversación? Estoy cansada de toda esa caminata que hicimos, ya que ni siquiera te molestaste en acortar tus pasos para igualar el ritmo de una dama.

Leti llevó al duque y a Craig a una casa de té.

La mayoría de las tiendas en Illstra están cerradas durante la siesta, pero como están en la capital, varias tiendas cerca de la calle principal se mantienen abiertas durante este tiempo para atender a los turistas. El grupo fue recibido con una dulce sonrisa de parte de la tendiente.

Leti se quitó su velo revelando su belleza. Similarmente el Duque Northruth, parado a un lado de ella, era un joven apuesto que irradiaba un aura salvaje. Su forma de vestir y sus modales, eran señales obvias de que pertenecían a la clase social alta y parecía que eran una joven pareja en medio de una cita.

—¿Ustedes son una pareja? ¿Deberíamos preparar una mesa aparte para vuestro acompañante?

El duque parecía irritado ante la hospitalidad mostrada por la tendiente, pero Leti sonrió y le agradeció por su consideración.

—August es el mejor amigo de mi hermano. Por favor preparen una mesa para tres.

Leti se refirió al Duque Northruth por su primer nombre sin siquiera dudarlo. El duque se congeló por un momento cuando la escuchó llamarlo de esa manera tan íntima.

—Tu fuiste quien creó este escenario cierto, ¿o acaso ya te olvidaste?

—Ah, cierto. Deberías estar agradecida que, en consideración a tu caballero, no nos hiciera novios.

Su comentario le hizo recordar el escenario que ella misma creó, que ella y Craig eran amantes. Ellos debían actuar como tal, al menos en frente del Duque Northruth.

—También tengo algo más por lo que agradecerte, Princesa. Gracias por su dramático recuento de lo sucedido ayer, que le dio a todos los invitados de la boda. —gruño el duque mientras miraba a Leti con los ojos de un lobo queriendo morder el cuello de su presa.

Leti inclinó la cabeza hacia un lado y le preguntó al Duque Northruth a que se refería con eso. Esta reacción irritó al duque y la exagerada actuación de recordarlo que hizo después lo molestó aún más.

—Esa no fui yo. Yo sólo le dije a la criada Illstriana que pisé mal y caí en la fuente y, casualmente el Duque Northruth estaba ahí.

—¡Cómo si eso fuera cierto! ¡La historia de Su Alteza de caerse en la fuente por accidente, ahora se ha transformado en una nueva trama donde el Duque Northruth es sorprendido por un insecto en una rosa y accidentalmente empuja a la Princesa Leticia a la fuente, pero, aun así, ni siquiera le ofreció ayuda para levantarse!

Las sirvientas estuvieron extremadamente preocupadas por su salud cuando la vieron empapada de cabeza a los pies anoche. Se enojaron con el Duque Northruth quien no la ayudó aún cuando presenció lo sucedido. Dado que el duque en primer lugar no tenía una opinión favorable entre las criadas de Illstra, ellas jugaron a ¨pasar el mensaje¨, añadiendo un detalle ahí y allá. La historia que el Duque Northruth compartió era la versión más reciente. Este chisme se esparció por el Castillo Real de Illstra como un incendio forestal al siguiente día y, la gente que sabía de la historia se rió del error del Duque Northruth.

—Esto puede que sea algo bueno. Puede que te encuentren más accesible después de escuchar sobre este lado tan encantador tuyo.

—¡No lo es! ¡No odio los insectos!

Leti entrecerró los ojos al escuchar esto. Si Duke estuviera aquí, él la describiría como un lobo acechando a su presa.

—¿En serio? Yo en verdad pensé que sí, basándome en una historia que escuché sobre tu infancia. Cuando tenía ocho, fuiste sorprendido por un insecto y caíste en un río, casi te ahogas. Después de ese incidente, demostraste un temor extremo al agua, llegando al punto que casi lloras cada vez que el Príncipe Friedhelm trata de empujarte. ¿Es difícil tenerles miedo a ambos, los insectos y el agua?

—¡¿Qué?!

El Duque Northruth claramente perdió la compostura por la historia, pero Leti, quien la contó, continuó divulgando su historia oscura.

—Entonces, el siguiente año te uniste entusiasta al Príncipe Friedhelm en una caza de fantasmas y cuando se encontraron uno, gritaste, ‘¡Madre!´

—No, no lo hice.

—Y cuando cumpliste once, te tiró tu caballo y saliste volando. Me interesa saber cómo se sintió volar. Por favor, dime si aún lo recuerdas esto. Durante tu décimo tercer año, tuviste tu debut en el mundo social. Invitaste a una joven dama, quien también debutaba, a bailar, pero ella te rechazó porque quería bailar con el Príncipe Guido. ¿Lo recordé correctamente?

La narración de Leti sonaba dulce y aun así ella se divertía a cuestas del Duque Northruth.

—Su Alteza, tal vez podría darle a Su Excelencia un descanso. Yo también estoy en mi límite.

Leti no estaba segura de cuán serias eran las palabras de Craig, pero seguían siendo un acto de ayuda para el Duque Northruth. Aun cuando sus labios estaban ligeramente curvados.

—¡Ese Fritz! ¿Por qué tiene que compartir cada cosa con su hermana menor?

—Para proteger la dignidad del Príncipe Friedhelm, permíteme decir que él no fue la única fuente de mis historias.

Debido a que también recibió algo de información de su otro hermano, el Príncipe Guido. Él fue quien le dijo sobre salir volando del caballo y le comentó que fue asombroso. Leti recordó haber deseado haberlo visto personalmente.

—Bueno, entonces te concederé un descanso y guardaré el resto de las historias para la próxima. —cedió Leti.

—Creo que no deberías andar sola por la ciudad sin tus guardias. Poniendo de un lado las amenazas contra tu vida, no estás acostumbrada a este tipo de clima cálido. Los veranos de Solvelle en la Capital son similares en temperatura, uno querría ir a un lugar más fresco.

—Lo tendré en mente, pero esto es también parte de mi trabajo, justo como lo es para tí, supongo.

En el pasado, Leti hubiera dicho que esto no era más que un capricho de una princesa, pero ya no podía usar más esa excusa. Ella ahora debía actuar como una reina para ser reconocida y aceptada. Leti puso una expresión como diciendo ‘por supuesto’.

—¿Entonces has escuchado sobre las infames olas de calor de lIIstra? Dicen que este año son bastantes severas.

—Habrá víctimas si llega a cruzar la cordillera de montañas y, aun así, realmente no hay nada que podamos hacer una vez que desciende de las montañas.

—Cierto. Lo más que podemos hacer es esperar que haya víctimas y tener listos a todas horas equipos de apoyo para mandar como soporte.

Una cadena de montañas divide Solvelle e Illstra. Esta es la razón de la interacción limitada entre los dos países. En otras palabras, ir a la guerra con el otro sería una hazaña, por lo que continúan en términos amistosos entre ellos.

Por esta cordillera inclinada, ir directo a IlIstra usando esta ruta, es muy peligroso. Por eso, para ir a Illstra desde Solvelle, se evitan las montañas, así creando dos rutas: una en dirección al sur y la otra al norte.

La ruta sur solo es tolerable para viajar por ella durante el invierno porque de primavera a otoño hay amenazas de olas de calor o aire extremadamente caliente. Un clima así es demasiado para los habitantes de Solvelle, ya que están acostumbrados a tener nieve en el invierno. La ruta norte pasa por Northruth primero y después va al sur otra vez hacia Illstra. Leti tomó esta ruta para este viaje.

Normalmente Solvelle y Northruth están protegidos de las olas de calor por esta cadena de montañas. Sin embargo, una vez cada pocas décadas, las olas de calor suben por las montañas y descienden del otro lado.

—Entonces, ¿cómo te fue con tu verdadero propósito de revisar los precios? —preguntó Leti ya que ya estaban hablando de asuntos de negocios.

—No estuvo mal, digo yo. Ya lo viste por ti misma, ¿o no lo hiciste, Princesa?

Los productos de alta calidad de Northruth estaban siendo vendidos por precios razonables. El hecho que estaban en exhibición significaba que había demanda de ellos.

El Ducado de Northruth era de territorio chico y no tenía muchos recursos naturales. El país nunca podría prosperar con solo la agricultura, por lo que se fijaron en ´ser diestros´ y vender sus productos a otros países con un valor agregado al de las materias primas solas. Es un buen modelo que Leti casi quería imitar.

—Los tiempos cambian. Si simplemente seguimos de esta misma manera, Northruth por siempre será tratado como el ‘Estado Estancado’

Ambicioso. Friedhelm una vez describió al Duque Northruth así. Lo más probable es que no permita que su vida termine siendo simplemente el Duque de Northruth. Él peleará en guerras a través de todo el continente y ganaría más tierra y poder.

—No has cambiado nada desde que eras chico. —dijo Leti, sus palabras sonaban como si tuvieran una pizca de envidia dentro.

—¿Friedhelm te dijo algo más?

—Me dijo cuál era tu sueño de la infancia.

—¡Ese bastardo! ¡Y a mí sólo me dijo mentiras!

El interés de Leti fue captado por ese último comentario y se preguntó qué mentiras le habrá dicho el joven Friedhelm para burlarse del joven duque.

—¿Qué mentiras te dijo?

—Una era que su hermana menor, la Princesa Leticia, era una niña dulce con leche aún en sus labios y que jugaba con muñecas.

—Oh, ya veo…

—¿Dónde está la ‘niña dulce’? ¡Eres claramente una abeja reina que le gusta jugar con hombres mayores!

—Quiero decir más sobre esto, pero por ahora, sólo permíteme decirte esto. Llámame cuando decidas darle una paliza a mi estúpido hermano mayor. Estaré encantada de unirme.

¿Qué es lo que estaba pensando ese idiota? ¿Cómo pudo permitir que otros países tuvieran esa imagen tan juvenil de la princesa de Solvelle? ¡Inaudito! ¡Definitivamente lo haré llorar una vez que regrese a casa! Leti juró mientras su ira hacia Friedhelm continuaba hirviendo dentro de ella.

—Entonces, ¿le has preguntado al Príncipe Friedhelm cuál era su sueño de la infancia?

Si el Duque Northruth le contó a Friedhelm su sueño, entonces naturalmente Friedhelm habría compartido la misma información.

—Sí. Dijo que todos los niños en Solvelle soñaban con ser uno, aunque nunca he entendido por qué. ¿Quieres saber qué es?

—No, no me interesa.

Craig, quien había escuchado silenciosamente la conversación hasta ahora, golpeó ligeramente la parte de atrás de la mano de Leti debajo de la mesa y escribió algo en ella con su dedo.

Hombres de Northruth en la entrada.

Leti no movió su cabeza para confirmar esta información y simplemente siguió el ejemplo de Craig y le escribió ‘entendido’ en la parte trasera de la mano. El duque Northruth parecía asqueado por esa breve e íntima conversación que compartió el par en frente de él.

—Por favor permítanme decir esto. ¡Hagan esa clase de cosas cuando estén a solas!

—Oh —sonrió Leti.

Leti y Craig simplemente estaban intercambiando advertencias, pero el Duque Northruth pensó que hacían un pequeño juego de amantes con sus manos debajo de la mesa.

—Entonces haremos justo eso. Espero que disfrutes el resto de tu día, Duque Northruth.

Ya discutió todos los temas que ocupaba como la siguiente reina de Solvelle, así que ya no tenía razón para quedarse. Dejó al duque en la tienda con Craig siguiéndola detrás de ella. El calor del sol era abrasador aún con su velo, por lo que decidió regresar al castillo, no vaya ser que se convierta en una princesa desmayada en medio del camino.

—Craig, recuerda esto. El sueño del Duque Northruth era que no terminaría como sólo el Duque de Northruth. Él es una amenaza para Solvelle —advirtió Leti a Craig como el Vicecomandante de la Orden Real de Caballería. El problema con el Duque Noerthruth era que su ambición no era sólo de decoración, él tenía el suficiente conocimiento e inteligencia para seguir adelante.

Pero, tal vez, yo soy quien es ambiciosa. Para que me guste alguien así, creo que tengo mal gusto.

Los ojos del Duque Northruth estaban llenos de tanta ambición que le recordaba al Rey León Alexander. Esta pudo haber sido la razón por la que su estimación del duque se volvió tan suave.

—¿Te sorprendió la ambición del Duque Northruth? —preguntó Leti volteando hacia su acompañante al ver que ha estado callado por un tiempo.

—No, lo encuentro apropiado de Su Excelencia. Lo que me sorprendió era el sueño de Su Alteza, Príncipe Friedhelm. Pero de nuevo, ahora que lo pienso, aún Su Alteza fue un chico justo como yo.

Leti se preguntó cuál era este sueño universal entre los niños de Solvelle utilizando a su hermano mayor como base.

—¿Es volverte rey?

—Si todos los chicos quisieran ser rey, entonces las guerras nunca hubieran parado en nuestro país. —se rió Craig.

—¿A sí? Aunque yo creo que el sueño de todas las niñas es convertirse en una princesa.

Así que estaba en lo incorrecto. No era volverse rey, pero ella no podía pensar en nada más que su hermano quería a parte de eso.

—Solía tener el mismo sueño una vez, pero resultó imposible para mí. Pero he llegado a aceptarlo y finalmente me di cuenta que quiero apoyar a los jóvenes para que logren sus sueños.

Leti sintió como en verdad el tiempo pasó al escuchar esas palabras.

Igual que su padre tomó el primer paso para reconciliarse con Craig, Craig también dio un paso para adelante, pero seguía dependiendo de él si continuaba o no.

—Bueno, entonces, ¿qué hacemos con el hombre que mandó Su Excelencia? ¿Tratamos de perderlo?

Un hombre los había estado siguiendo desde que se fueron de la tienda donde dejaron al Duque Northruth. Craig no sentía que el hombre planeara hacer algo y que no tenía nada que ocultar tampoco.

—Entonces hagamos que informe algo que haga que el Duque Northruth baje su guardia contra nosotros. ¿Qué tal hacer lo que las parejas hacen usualmente? ¿Tienes alguna sugerencia? —Leti le preguntó a Craig, quien caminaba con medio paso de distancia detrás de ella justo como un tendiente debería.

—He estado lejos de ese campo por ya mucho tiempo… Haber… ¿que tal tomarse de las manos?

—Bueno, esa es una linda sugerencia que no me esperaba que viniera de quien pensé Craig Barde sería. —Leti sonrió, regocijo evidente en sus ojos. Estiró su mano hacia el caballero, diciéndole que la tomara.

—¿Cómo se siente?

—Si mi esposa y yo hubiéramos tenido una hija, ella probablemente sería de tu edad, y así se sentiría escoltarla. Todo ese tiempo que ha pasado, es suficiente para que creciera así de grande. —Y ese no es poco tiempo notó Craig.

Entonces, aún hay esperanza.

♦ ♦ ♦

Varias personas llamaron a Leti cuando llegó al castillo a descansar. Todos estaban preocupados por ella cuando escucharon que cayó en la fuente. Aceptó todas las visitas con una sonrisa gentil mientras recordaba la expresión agria del Duque Northruth cuando le contó sobre la historia que se difundió.

—Ahora veo los méritos de mostrarle a la gente cortesía adecuada —murmuró Leti.

Cada visita creía, sin ninguna duda, que el Duque Northruth tenía la culpa de lo que pasó. Esto la hizo notar que tan importante era el comportamiento normal de uno. El Duque Northruth, la mayoría del tiempo, era hostil hacia todos por lo que lo tratan sólo como ‘un mero duque de una región de una región pobre’.

Pero Leti, de cierta manera, envidiaba esa actitud. Era prueba que era un amenazador reformista que impulsaba sus ideas en el mundo.

—Princesa Leticia, un mensaje de su Alteza Real, Príncipe Victor. Pregunta si podrías encontrarte con él en el jardín de rosas.

Normalmente, ella hubiera rechazado esta invitación, pero pensó que esta podría ser su excusa para una reunión estratégica, así que decidió ir a visitar el jardín esa noche.

—Lamento haberte llamado aquí tan tarde Princesa. Hubiera ido a su habitación, pero… —se disculpó Victor.

—No, no importa. Hablar en un lugar privado es como decirle al duque que sospeche de nosotros.

El jardín de rosas mostraba una diferente clase de belleza en la noche, comparada con cómo se veía ayer con el ocaso. La luz de la luna y la luz que salía de las ventanas del castillo iluminaban las rosas. El jardín mostraba una personalidad distinta durante la mañana, la tarde y la noche. Leti estuvo satisfecha al presenciar este fenómeno.

—Me gustaría iniciar nuestra reunión estratégica inmediatamente, pero la verdad es que solo quería verla Princesa. —bromeó Victor.

Sus palabras sonaban casuales, pero en verdad estaba preocupado cuando escuchó el rumor con el Duque Northruth. Su gentil consideración era algo admirable, era debido a esto que era naturalmente amado por la gente.

—Parece que unos extraños rumores han estado por ahí, pero no les des importancia. Simplemente di un paso en falso en mi negociación.

—¿Te importaría decirme los detalles?

—Claro que me importa. Yo no podría simplemente discutirlo con el próximo rey de un país extranjero.

Illstra es un amigo, pero es un amigo, un país diferente. Cualquier país siempre consideraría priorizar sus propios beneficios. Pueden volverse enemigos en el futuro.

—Hablamos de ser un heredero digno de ser elogiado y que debo trabajar duro para ser alguien como tú —explicó Leti, indirectamente refiriéndose a la verdad detrás de los rumores que el Duque Northruth y ella estaban hablando de política entonces.

Victor ya no se aferró al tema después de escuchar esto. Tuvieron un acuerdo silencioso de no hablar más de eso así que cambió el tema de conversación.

—¿Dónde conseguiste este broche? Basándose en el estilo de la artesanía, ¿fue hecho en Illstra no?

El broche que Leti había prendido en su vestido estaba fuera de lugar con su atuendo actual. Era inusual ver a Leti en un conjunto tan descoordinado ya que siempre se viste impecablemente desde su vestido hasta sus accesorios.

—El Duque Northruth me dio esto para pagar mi silencio. De casualidad nos encontramos más temprano hoy cuando salí a visitar el pueblo. Casi lo llamo por su título.

Victor entendió a lo que se refería a pesar de la breve explicación.

Riendo Victor dijo—: Lo hubieras llamado en voz alta en ese momento y en ese lugar. Eres una princesa tan amable al perdonarlo con solo un broche. Tal vez yo también debería buscar algo que pedirte que guardes en secreto y así darte un anillo que adorne tu dedo anular.

—Se lo estarás dando a la persona equivocada.

Leti, como siempre, descartó los intentos de coqueteo de Victor.

—¿Qué pasó con tu compromiso con la princesa de Kielf?

Victor ya tenía una prometida y solo estaban esperando un buen momento para casarse. Sin embargo, ese momento nunca llegó, así que Victor seguía disfrutando su vida como príncipe.

—¿Quién sabe? La situación política de Kielf ha estado inestable recientemente y no ha habido ningún desarrollo desde entonces. Gracias a eso, mi hermano menor, Saverio, se casará antes que yo. —explicó Victor, su voz no tenía ni una pizca de envidia ni de decepción. Lo dijo claramente, ya que lo que decía eran sólo hechos.

El monarca está casado con su país. Leti y Victor, ambos heredarán sus respectivas coronas en el futuro. Entendían completamente que el matrimonio era solo parte de su ‘trabajo’ como rey y reina de sus propios países.

—Si mi compromiso con la princesa de Kielf se rompe, ¿tal vez podamos discutir el nuestro otra vez? Ya me había rendido antes, pero tal vez, esta vez…

—Tendrás que rendirte esta vez también —terminó Leti—. Solvelle y Illstra son dos países grandes. La corregencia es una fantasía.

Ambos eran monarcas. Casarse entre ellos solo llenaría sus días de problemas interminables. Incluso si llegara a ser que ellos se amaran, no pueden casarse mientras están atados a sus países.

—¿Entonces qué tal sobre matrimonio con el Duque Northruth?

Leti sonrió con ironía mientras Victor trataba de obtener respuestas de ella. Él probablemente tenía curiosidad sobre quién sería la persona con la que se casaría la futura reina de Solvelle.

—Definitivamente no. Ya se negó una vez.

—¿Se negó? ¿A un compromiso con la Primera Princesa de Solvelle?

—Bueno, yo estoy agradecida de que lo rechazara.

Este tema comenzó a ser discutido después de que ella tuviera su debut social. Los asuntos internos del Imperio de Kielf ya habían estado inestables en ese tiempo y Solvelle sintió los posibles peligros que podría traer. Para fortalecer los lazos del país con el ‘estado amortiguador’ Northruth, pensaron en comprometer a Leti con el joven duque.

Leti ya se había preparado. No era una mala propuesta, y aun así el Duque Northruth la rechazó sin pensarlo dos veces. En ese momento, Leti estaba preocupada de que tuviera la culpa, que él encontró algo faltante en ella como princesa, por lo que se negó a tener un compromiso.

Ahora sé lo que él pensaba en ese tiempo. No era debido a ella.

—Oh, ¡Su Alteza! ¿Qué hace usted aquí?

Leti y Victor inmediatamente se pusieron en guardia cuando escucharon la voz que cortó su conversación.

—¡Duque Northruth!

El jardín de rosas tenía una estructura similar al de un laberinto así que cuando recorría sigilosamente el jardín, Craig y los guardias de Victor no lo notaron hasta que él estaba justo detrás de Leti y Victor.

Leti sabía cuál era el propósito del duque al venir al jardín a estas horas. O vigilaba a Victor o sospechaba de ella.

Ella recordó toda la conversación que tuvo con Victor para revisar si dijeron algo que los podía descubrir, afortunadamente, no había. Estaban a salvo por ahora, aún si el Duque Northruth escuchó su conversación desde el inicio.

—Lamento si interrumpí su discusión —se disculpó Northruth— ¿Era sobre algo importante? —No se veía ni con una pizca de remordimiento.

—Si lo era. Escuché que la Princesa Leticia cayó en la fuente así que le estaba preguntando por su salud. Dicen que el hombre que estaba con ella en el momento fue asustado por un insecto, la empujó hacia la fuente y ni siquiera la ayudó. No sabía que un hombre tan desvergonzado existía. —dijo Víctor de forma sarcástica con una sonrisa radiante.

El Duque Northruth miró a Leti pidiéndole que corrigiera la historia, pero ella decidió ignorarlo.

—Muy bien entonces, permítanme retirarme por hoy. Tengan una bonita noche. —dijo Victor mientras decidió irse por ahora. Cuando dio su espalda al Duque Northruth y vió hacia Leti, él plasmó con su boca ‘Por Favor mantenlo ocupado’.

Leti sonrió para mostrarle a Victor que entendió su petición de distraer al duque por un rato para darle tiempo de checar a la novia sustituta, Nicola.

—Estaba preocupada sobre ti cuando nos separamos hoy, pero parece que estás bien —dijo Leti.

Pero si en verdad hubiera estado preocupada, ella mandaría una criada a preguntar por él después de regresar al castillo por la tarde. Ella no lo hizo, esto probaba que sus palabras eran solo decoración.

—Gracias por sus amables palabras.

‘Amables’ fue recalcado. Esto era suficiente para que Leti juzgara que él escuchó la conversación que ella tuvo con Victor por un buen tramo de tiempo. En serio nunca debe realmente bajar la guardia alrededor suyo.

—¿Estaban hablando de parejas de matrimonio no?

—Es un asunto importante para cualquiera que cargue el peso de su propio país en sus hombros. ¿Tal vez ya debería comenzar a buscar a su Primera Esposa?

Ninguna de las actuales cuatro esposas del Duque Northruth tenían el título de Duquesa de Northruth. Solo obtuvieron los títulos de Segunda, Tercera, Cuarta y Quinta Consorte del Duque de Northruth. Esto significaba que aún no tenía un heredero oficial.

Estoy segura que tienes estándares particularmente altos. Leti estaba segura que estaba buscando a una princesa de un reino que podía apuntar al trono después. Ella estaba revisando la lista de las familias reales de los países vecinos para ver si alguien cumplía con los estándares del duque cuando él se acercó a ella de repente.

—Parece que exijo mucho de mi esposa y no puedo encontrar a alguien que cumpla todo.

Como pensé, comentó en silencio Leti mientras simplemente sonreía.

—Me gusta que mi mujer sea lista. Ella estará parada junto a mí después de todo.

—Uno puede llegar a esa conclusión si miran a tus esposas actuales.

Una esposa con solo un bonito rostro sería carente para él. Él quiere que su duquesa sea alguien que entienda de política y economía y que pueda aplaudirle por sus reformas. Además de eso, la mujer también debe satisfacer su naturaleza ambiciosa. Esa mujer podría ser…

—Su Alteza es sorprendentemente lenta.

Leti parpadeo dos veces ante la sonrisa irónica del Duque de Northruth. Ella repitió su conversación en su cabeza y rápidamente buscó en su memoria algo que mereciera el comentario.

Mientras ella estaba ocupada revisando el intercambio, el Duque Northruth extendió su mano y recogió una rosa.

—Princesa, tu belleza es nada comparada con esta rosa.

El tallo de la rosa no podía ser cortado fácilmente con unas tijeras, pero él recogió la flor con solo sus dedos.

—Pero, supongo, que puede servir como un complemento —continuó el Duque Northruth mientras insertaba la rosa entre su oreja y su pelo.

El aroma de la rosa y el ligero toque de los pétalos confundieron a Leti aún más. Ella subconscientemente tomó un paso hacia atrás buscando espacio para aclarar su cabeza, pero el Duque Northruth tomó un paso hacia enfrente.

—No solo eres hermosa, pero también lista y puedes cargar el peso de tu país en tus hombros. Quién hubiera pensado que mi esposa ideal había estado tan cerca de mí todo este tiempo y la había pasado por alto hasta que te ví, Princesa, hablando con el Príncipe Victor. Qué revelación tan tardía.

Leti finalmente entendió el significado de ´lenta´ y la rosa. Él dijo que ella era lenta, bueno él estaba tarde por ella. ¡Por qué este hombre! Él fue quien rechazó casarse conmigo una vez. En el momento en que notó que yo era la heredera y futura reina, ¡ahora viene a cortejarme! ¡Respeto su fuerte voluntad, pero esto es inaceptable!

Hombre ambicioso. Así es como Friedhelm describió al Duque Northruth una vez. Él no tenía planes de quedarse como ‘El Duque de Northruth’ toda su vida. Esta era la razón por la que rechazó matrimonio con la ‘primera princesa’ de Solvelle. Si se casa con ella, las conexiones de Northruth con Solvelle se fortalecerán, nada más que eso. Pero si se casaba con ‘la princesa heredera’ de Solvelle, él sería el esposo de la futura reina y sería otorgado poder, es decir que obtendría autoridad sobre el gran país de Solvelle.

—Los cuatro príncipes del Imperio Kielf y el Reino de Illstra, el octavo príncipe del Imperio del Este, localmente, el heredero de Marquis Kleinschmidt. Si te interesa, te puedo decir todos los nombres de mis candidatos a marido, pero te advierto, tomará tanto tiempo que puede que te sientas abrumado de todos los nombres que mencionare.

Leti mostró claramente que él solo era uno de los muchos posibles maridos en perspectiva y que el matrimonio con él ha sido un tema ya cerrado. Pero ella mantuvo una sonrisa en su rostro mientras recitaba los nombres de algunos hombres para mantener la atmósfera ligera.

—Creo que te has olvidado de incluir un hombre en tu lista, Princesa.

Leti tomó un paso hacia atrás para poner distancia entre ellos y entonces sintió algo rascando su espalda. Antes que pudiera maldecir bajo su aliento, se encontró acorralada por el duque. Atrás de ella había una pared hecha de arbustos de rosas.  Si empujaba más, las espinas esperaban por ella.

¿Debería pegarle en la nuca con la Espada del Caballero para dejarlo inconsciente? ¿O debería pegarle en el estómago? ¿Qué debería hacer? Mi paciencia tiene su límite.

Mientras pensaba en la mejor manera de enseñarle una lección al duque, sus ojos se encontraron.

Estás dispuesto a ayudarme, preguntó con sus ojos y entonces recordó que dijo que encontraba la atención que el Duque Northruth le daba a ella, era incómoda en el mejor de los casos. Él también estaba al final de su paciencia igual que ella.

Entonces hazlo. Leti inclinó los ojos y volteó al Duque Northruth. Esto era suficiente para que él entendiera que le había dado permiso. En ese exacto momento, el aire en el jardín de rosas se volvió cargado. Se sentía peligroso.

Sorprendido por la presencia escalofriante que sintió, empujó a Leti para distanciarse de ella y se giró a mirar que pasaba. Leti ya se esperaba el movimiento repentino del duque por lo que estaba preparada y mantuvo su balance elegantemente a pesar de ser empujada.

—Su Excelencia, ¿podría detener su coqueteo ahora por favor?

Craig Barde de la Orden Real de Caballería de Solvelle exudaba un aura amenazadora mientras se acercaba silenciosamente a la espalda del Duque Northruth. No escondió su disgusto ante él. Si tuviera colmillos, en este momento los estaría mostrando.

—¡Por qué tú! ¿Sabes a quién le estás hablando con tal descaro?

—No es más que natural que un caballero proteja a su princesa. No puedo simplemente ignorar esto.

El Duque Northruth llamó a Craig descarado, pero él ni siquiera sacó su espada. Craig simplemente con su presencia antagonista, fue suficiente para apartar al Duque Northruth.

—Craig —llamó Leti y le tiró la rosa que el duque le puso en su oído.

Craig silenciosamente blandió su espada y rápidamente cortó la rosa en un golpe demasiado rápido para verse a simple vista.

La rosa cortada le pegó al Duque Northruth antes de caer al suelo. Craig ya había vuelto a enfundar su espada en su vaina produciendo un sonido metálico. Esto trajo al Duque Northruth devuelta a sus sentidos.

—Una corona me queda mejor que una rosa. Por favor, discúlpenos.

Leti sostuvo el brazo de Craig mientras salían del jardín. Cuando pasaron al lado del duque, ella le deseó las buenas noches y mostró una sonrisa triunfante.

Cuando estuvieron fuera de la vista del Duque Northruth, Leti soltó el brazo de Craig.

—Eso fue espléndido. Me gustó —halagó Leti al estar satisfecha con lo que vio.

Sin embargo, Craig, sonrió sarcásticamente y dijo—: Yo creo que fue demasiado.

—Demasiado es lo necesario para ese hombre. Pensó que podría ganarme así de fácil con unos pocos cumplidos.

Se separaron esa tarde en esa forma tan agresiva, pero en el momento en que nota que casarse con ella era ventajoso, inmediatamente cambia de postura. Uno hasta podría admirar su rapidez en tomar acción.

Tal vez uno tiene que ser así para ser un reformista, pensó Leti. Ella tendrá que considerar cuidadosamente qué hacer con esta situación. Un matrimonio con el Duque de Northruth no era para nada malo. Por eso fue considerado anteriormente.

—Seré cuidadosa desde ahora y evitaré quedarme sola con el Duque Northruth. Tú también deberías quedarte a mi lado lo más posible. Oh, se me olvidó que ser vistos juntos debe ser en frente de él.

Su historia falsa de ser amantes aún era aplicable. Esa clase de cosas tienden a olvidarse.

—Creo que, para gente como Su Excelencia, es mejor negarse claramente y no dejarles esperar nada.

—Haré eso la próxima vez. Ya no tengo que actuar como la gentil y amable princesa.

Leti tomó algunos pasos más largos para adelantarse de Craig.

—El tiempo para cambiar esa imagen ha llegado. Tengo que hacer que todos me vean como la fuerte futura reina de Solvelle. —dijo Leti. Se giró mirando hacia Craig, sus ojos diciendo que lo sabía todo, y le preguntó—: ¿Tu opinión sobre mí ha cambiado después de conocerme?

Craig ya no vio sentido en fingir ignorancia y levantó sus manos en derrota.

—No puedo entender ni por qué ni cómo eres llamada la ‘Princesa Restante’ en la Capital.

—Porque he actuado como una hasta ahora, la hermosa princesa perfecta con un gran corazón, pero ya no puedo ser más la Princesa Restante porque seré la reina.

Sus ojos rebosaban de una resolución firme, ojos que Craig había visto en su antiguo amo. Estos ojos le hicieron creer que ella será una reina sabia.

—Su Alteza, pongamos la examinación en pausa por ahora, Tenemos que enfocar nuestros esfuerzos por Solvelle y cómo deberíamos enfrentar a Su Excelencia, el Duque de Northruth.

—Siento que nada es imposible contigo apoyándome —sonrió Leti.

—Debería haberle dado una mano antes, siempre he tenido este mal hábito de concentrarme mucho en lo que está enfrente, que tiendo a perder de vista toda la imagen. Y pensé que ya había madurado…

—Pienso que ya eres lo suficiente maduro.

—No es sobre mi edad…

—Me sorprendí que no te negaste a ser mi examinador. Estoy segura que Su Majestad también se sorprendió. Él decidió seguir con este plan aun sabiendo que sería rechazado al final.

Johannes pudo haber ayudado a convencerlo, pero, aun así, fue Craig quien aceptó la petición de su enemigo.

—Tal vez eso es por el tiempo que ha pasado y no porque he madurado. Desde que llegué aquí a Illstra, esos días parecen más y más lejos en el pasado.

Craig se había negado obstinadamente a dar ese paso adelante, pero en el momento en que lo dio, los demás fueron fácilmente. Cuando recuerda esos tiempos, ahora podía decir ‘Cierto, todo está en el pasado’.

—Creo que tener a Su Alteza dándome órdenes de un lado a otro me distrajo.

—Oh, ahora sí estás hablando.

La relación entre Leti y Craig se volvió un poco más cercana. Ahora podían intercambiar chistes.

—Cómo estás dispuesto a cooperar conmigo, tengo una petición. Hay un caballero en la Orden que deseo tener en mis Caballeros de la Mesa Redonda. ¿Estará bien que me lo lleve después de la boda?

—Creo que deberías pedir el permiso del Comandante Johannes y no el mío.

—Ya hablé con Johannes así que debería decírtelo a tí después, ¿no es así?

Craig asintió con la cabeza ante el respeto de Leti al protocolo ya que ella pidió ambos, el permiso del Comandante y el del Vicecomandante.

—Será un honor ser parte de los Caballero de la Mesa Redonda de Su Alteza. Estaré encantado de darle al seleccionado.

—¿En serio no te importa a quien elija?

—Un hombre no retrocede en su palabra. Por favor elija a quien deseé.

Craig la acompañó hasta su habitación y Leti le deseó buenas noches. Una vez dentro, sonrió. Ella se había estado conteniendo hasta estar sola en su cuarto.

—No me deberías haber dado tu palabra para comprometerte, Craig Barde. No me importará, incluso si lloras luego —dijo Leti justo como la villana de una historia diría.

♦ ♦ ♦

Leti visitó la Habitación del Rey Caballero. Ella normalmente le pregunta a Duke cuando tiene que saber algo sobre ‘hombres’. Sin embargo, él no estaba presente en el momento, así que no tenía otra opción más que preguntarle a otros conocidos, las reencarnaciones del Rey Caballero.

—¿Cuánto tiempo toma en sanar el corazón lastimado de un hombre? —preguntó Leti con Craig en mente.

Él se separó de su amo, pero el tiempo que pasó había apaciguado la furia que sintió. ¿Qué tanto sentía sobre el pasado? Justo ahora, Leti sentía que estaba sólo a unos pasos de llegar hacia él. Sin embargo, si ella calculaba mal, su ‘gran plan teatral’ habría sido para nada.

—Corazón…

Había tres reyes en la habitación y pensaron sobre un ‘corazón’ distinto a la relación amo-sirviente a la que Leti se refería.

—Una vida. Especialmente si es por alguien a quien juraste ser compañeros de por vida.

—Una vida. Especialmente si es por alguien con quien ya te habías casado.

Los dos reyes en la Habitación hoy eran el Rey Administrativo, Karlheinz y, el Rey del Corazón Roto, Ludgar. Ambos tenían experiencias amargas con las mujeres.

Leti se sintió mal por poner la atmósfera pesada con su pregunta. Ella pensó que estaba siendo considerada cuando seleccionó este tiempo donde el Rey León, Alexander, no estaba presente ya que la importancia que le dió a su relación con sus ayudantes lo llevó a su derrota. El Rey de Una Sola Mano, Oswald, tampoco estaba presente debido a que el príncipe heredero pensó que era su aliado, aunque tal vez en el caso de Oswald no era una relación amo-sirviente, lo traicionó.

—Por favor disculpen mi ambigüedad. No me refería a las relaciones con mujeres sino con hombres. —clarificó Leti.

—¿Ah? ¿Ese tipo? ¿Cómo entre amigos o entre amo y sirviente?

—Sí, un corazón lastimado por la traición de su amo.

—Pero como reyes, pienso que entender los sentimientos de nuestros ayudantes es difícil. —reflexionó Ludgar.

—Entender los sentimientos es algo bueno, pero no debemos atascarnos en hacer sólo eso. Somos monarcas y nunca debemos ser un sirviente.

—Las palabras de un gobernante sabio son difíciles —dijo Leti.

—¿Es así? —Karlheinz respondió mientras sonreía serenamente.

—Creo que la Reina Leticia también es una gobernante sabia.

Las palabras de Ludgar eran relativamente creíbles ya que conocía la vida de Leti como parte de la historia. Sin embargo, eran sólo ‘relativamente’ ya que él no provenía originalmente de Solvelle.

—Bueno, gracias por el cumplido, pero justo ahora, soy una princesa que le gusta tener a hombres mayores sirviéndole durante el día.

Ludgar hizo un sonido con incredulidad.

—¡Por favor, déjame servirte también!

—Dije que me gustaban los hombres mayores ¿no? Te consideraría si hubieras nacido unos cientos de años antes.

—¡No pidas lo imposible! Tsk, me iré a casa y buscaré un nuevo amor.

Realmente sólo viene cuando es rechazado.

Ludgar se despidió y después desapareció. No se veía como un rey, sino como un simple chico buscando amor.

—Ni siquiera puedo imaginarlo como el rey que cambiaría al mundo. Siento que escucho cuentos de hadas cuando escucho historias sobre él. —comentó Leti.

Karlheinz probablemente compartía la misma opinión, pues le dio a Leti una sonrisa satírica mientras levantaba la mirada de su libro.

—Pensé que no te gustaba escuchar sobre el futuro.

—Sobre mí misma como la Reina Leticia, no me gusta. Aún el Rey Oswald, quien es mi bisnieto, sigue siendo un ‘algún día’ para mí y no sólo un futuro. Pero yendo tan lejos como el Rey Ludgar ya se escucha como un cuento de hadas.

—Ya veo.

—¿Has escuchado algo sobre él?

—De hecho, sí. Un poema que escuché de un rey después del Rey Ludgar. Era un poema bastante intrigante que recordé fácilmente.

Karlheinz cerró su libro y lo puso en la mesa.

—El rey salió a la batalla acompañado de la lluvia…

Uno solo ocupaba escucharlo una vez para acordarse. Era así de memorable.

♦ ♦ ♦

Leti despertó en medio de la noche porque creyó escuchar lluvia. Pero no lo era, sólo era el sonido de las hojas. No pudo evitar comenzar a recitar el poema que escuchó en la Habitación del Rey Caballero.

—El rey salió a la batalla acompañado de la lluvia… —pero no continuó—. Recitar este poema en medio de esta tierra seca, no le puede hacer justicia.

Este poema era digno de ser recitado durante un callado día de lluvia. Leti comenzó a esperar con ansias la llegada de un tiempo así y volvió a irse a dormir.

♦ ♦ ♦

Mientras Leti y Craig estaban teniendo dificultades lidiando con el Duque Northruth, Duke estaba teniendo bastantes resultados localizando a Charlotte. Sólo era cuestión de tiempo para encontrarla.

—Tu historia inventada parece que es la verdad, Duke.

Duke asintió ante el comentario de su colega. Mientras más información recolectaban de la joven pareja en fuga, sus caras pierden más su color.

Duke formuló una historia donde el marido era un estafador, mientras buscaban información sobre ellos. Ahora, la información que han recolectado hasta el momento, está dando más y más credibilidad a la historia falsa de Duke. Un testigo dijo que vio a una joven novia vender sus pertenencias personales en una casa de empeños y que la pareja estaba discutiendo cómo dividir el dinero.

—Si ese es el caso, entonces toda esta misión no será completada con sólo devolver a la Princesa Charlotte. Esto será una gran investigación para Illstra y Solvelle.

Duke estaba priorizando estas cosas primero. Lo primero era devolver a la Princesa Charlotte al castillo antes de la boda. Segundo, era que ella completara la ceremonia de bodas y, finalmente, dejar que Leti haga lo que quiera. Así que ¿en dónde caería capturar una organización de fraudes amorosos?

—¿Quién hubiera pensado que el ‘La Princesa Charlotte está siendo engañada’ de Su Alteza, el Príncipe Saverio, sería verdad? Dime, Duke, ¿a dónde dirigiremos a nuestros caballos a continuación?

Duke pensó en donde sería el siguiente posible destino de Charlotte después de escuchar el llamado de sus colegas.

—Chequemos la casa de empeños en el siguiente pueblo grande, puede que la princesa haya vendido otras de sus pertenencias ahí. También deberíamos mandar una carta a Su Alteza Real y al Vicecomandante, informándoles de nuestra situación actual. Podríamos escribirla en código para que nadie más la pueda entender en caso que caiga en manos ajenas.

El grupo de Solvelle de Duke apenas iniciaba su camino hacia al siguiente pueblo cuando tuvieron dos encuentros. El primero fue con el equipo de Northruth.

—¡Hey! El grupo de Northruth —susurró su colega mientras entraban al pueblo.

Los tres Caballeros Reales de Solvelle rápidamente se escondieron en el callejón trasero para ver lo que el otro grupo estaba haciendo.

El equipo de Northruth parecía estar preguntando sobre la pareja en fuga igual como Duke y compañía estaban haciendo desde el inicio. Se veían como si no pudieran obtener información y se estaban preparando para dejar el área.

—¿Qué fue eso? Se veían como si también los estuvieran buscando. ¿Qué no la Princesa Charlotte, supuestamente, se está dirigiendo hacia Northruth por refugio?

Duke encontró extraño lo que hicieron los hombres de Northruth, pues basado en la teoría de Leti, el hombre con el que se fugó Charlotte tenía conexiones con el Duque de Northruth y era por eso que él sabía sobre el escape. Sí ese en verdad era el caso, los hombres del Duque de Northruth no deberían estar buscando a Charlotte. Ya que ella sería quien iría hacia ellos, solo tenían que esperar. Su especulación previa sobre la situación ya no era solo una especulación. Ahora parecía ser la verdad.

—¿Y si Su Excelencia en verdad sólo se encontró accidentalmente a la Princesa Charlotte sin saber que ella se había fugado con un estafador?

Entonces, aún podían asegurar a Charlotte antes que el Duque Northruth lo hiciera.

Duke y los demás caballeros salieron apresurados de su escondite en el momento en que se fueron sus enemigos, pero se tropezaron con un joven al salir.

—¿Estás bie-? ¿Eh? —Duke comenzó a preguntar si el muchacho se encontraba bien, pero se sorprendió al ver que ese chico compartía la misma cara que Victor. Su mente ya comenzaba a pensar en razones de porque el Primer Príncipe de Illstra estaría aquí, hasta que notó que no era Victor, sino—, ¿Príncipe Saverio?

—¿Son los Caballeros Reales de Solvelle? ¿Están buscando a la Princesa Charlotte? ¿Ya la encontraron?

Duke y los otros caballeros usaron sus mejores esfuerzos para calmar al agitado Saverio y le dijeron que aún seguían buscándola. Entonces, le pidieron que regresara al Castillo Real de Illstra primero, ya que ya estaban bastante seguros que tenían sus rastros identificados.

—¡No! ¡Me uniré a la búsqueda de la Princesa Charlotte! ¡No me iré a casa, al castillo, a menos que ella esté conmigo!

Al final, Duke y los otros caballeros perdieron ante el entusiasmo de Saverio y aceptaron. Uno de los caballeros fue enviado para dejarle a Leti la carta que contiene la última información sobre su búsqueda y el hecho que encontraron a Saverio. El resto del grupo, Saverio, Duke y el otro caballero, continuarán buscando a Charlotte. Ya estaban cerca de alcanzarla. Sólo otro día de viaje a caballo y de seguro lo logran.

Estamos ahora muy cerca del territorio de Northruth. Ellos tienen todas las ventajas de saber la disposición del terreno y su número. Incluso si conseguimos a la Princesa Charlotte primero, ellos podrían fácilmente quitárnosla.

También tenían que proteger a Saverio. Si el grupo de Northruth decide robarse a Charlotte, proteger a ambos, la Princesa y el Príncipe, será difícil.

—Busquen por cualquier jovencita con cabello rubio y ojos morados —instruyó Duke a su colega, mientras decidía crear un pequeño acto.

♦ ♦ ♦

Cuatro días antes de la boda, Leti recibió un mensaje de Victor, llamándola.

Cuando llegó a la catedral donde la boda se llevará a cabo, el lugar parecía caprichoso con el piso lleno de todos los patrones dibujados por la luz pasando por las vidrieras. Adentro estaba Nicola, la dama de compañía y otros ayudantes junto a Victor.

—Lamento llamarte aquí, Su Alteza. Estamos ensayando la ceremonia de bodas.

—¿Pensé que Nicola sería quien actuaría como la novia ese día?

Habían decidido, durante su anterior reunión, que Leti atendería a la boda como la Primera Princesa de Solvelle, así que no tenía idea del porqué llamarla a este ensayo.

—Bueno, ya ves, algo inesperado sucedió.

Leti miró a Nicola, quien estaba parada en medio de la alfombra roja siendo apoyada por las criadas, y la vio tropezarse soltando un grito después de tomar unos cuantos pasos.

—Ya entiendo.

—Aprecio su astucia Princesa. Para mostrarte mi gratitud, por favor acompáñeme a un té después.

 —Y yo lo admiro por su obstinación, Príncipe Victor.

Nicola no podía ni tomar tres pasos sin vacilar y perder su equilibrio gracias al volumen y longitud del vestido. ¿Cómo se podría esperar que caminara elegantemente?

Leti no pudo evitar contener su suspiro. Entendía que Nicola fue elegida en base a su parecido en rasgos con Charlotte y su conocimiento de Solvellio. Ahora, sus antecedentes como hija de un comerciante les está causando retraso. Ella no sabía cómo caminar usando algo como un vestido de novia.

—Después de practicar un rato, ella finalmente logró caminar tres pasos sin caerse.

—Esto es malo. Charlotte puede caminar naturalmente en el vestido sin problemas. Cualquiera que vea a Nicola caminar así, fácilmente se dará cuenta que ella no es Charlotte.

—Sí, concuerdo. Estamos tratando de preparar algo en caso que suceda, pero ¿podrías intentar enseñarle si es posible?

—Veré lo que pueda hacer, pero solo quedan tres días completos antes de la boda. Ella tendrá que practicar esos días para no ser una vergüenza para los invitados.

Leti se acercó a Nicola y miró al vestido.

—Sé que caminar con este tipo de vestido es difícil, pero puedes intentar pensar de esta manera.

Leti podía caminar elegante sin importar que largo o voluminoso sea su vestido, todo gracias a su entrenamiento de por vida como princesa. Y ella recuerda particularmente una acción necesaria para hacerlo.

—Nadie puede ver debajo de la falda.

La razón por la que Leti podía seguirle el ritmo a la velocidad de caminata de Duke con su postura recta, era porque estaba haciendo pasos rápidos escondidos debajo del vestido donde nadie puede verlos. Haciendo esa clase de movimientos rigurosos con una cara seria, era parte de ser la dama perfecta.

—Para esta clase de vestido, caminar normalmente es casi imposible porque la parte de enfrente tiene una tendencia de atraparse en tu pie. Cuando camines, recuerda patear el vestido fuera de tu camino desde adentro. Está hecho para aguantar tanto.

—¿Patearlo, Su Alteza?

—Sí. Intenta caminar de esa manera ahora.

La tambaleante Nicola hizo como Leti le dijo. Pateó el vestido fuera de su camino y tomó un paso, pero las capas de seda ni siquiera titubearon.

—¿Cómo fue?

—Oh, sí, es más fácil caminar de esta manera.

Ahora, todo lo que queda es que pueda caminar elegante mientras lo hace. Sólo la práctica puede hacer eso.

La dama de compañía es suficiente para juzgar si la caminata de Nicola es lo suficientemente elegante y estable. Ahora debemos irnos antes de que el Duque nos encuentre aquí.

Ese hombre era astuto. Si consigue información de que están teniendo ensayos en la catedral, él vendría corriendo alegremente hasta aquí. Si supiera que Leti está aquí, él sabría que ella está involucrada en el incidente de la novia sustituta de Charlotte. Ella quería evitar eso lo más posible.

Leti estaba a punto de llamar a Craig para decirle que se iban cuando notó que sucedía una conmoción fuera de las puertas cerradas de la catedral y pensó que escuchó una voz familiar.

—¡Déjenme pasar!

Sí vino. Leti y Craig se escondieron inmediatamente detrás de la sombra de uno de los pilares de la catedral.

—Duque Northruth, la catedral actualmente está fuera de los límites para las visitas.

Victor apresuradamente salió a saludar al duque y a distraerlo para esconder a Nicola mientras las sirvientas ponían rápidamente el velo para esconder su cara.

—Yo debería ser quien se queje. Le dije a tus guardias múltiples veces que vengo con una petición de Su Eminencia y no me dejan entrar. ¿Están escondiendo algo aquí?

—Por favor, perdone la falta de modales de mis guardias. ¿Podemos saber cuál es la petición de Su Eminencia?

—Él quería saber si la Princesa Charlotte ya había completado sus Cuatro Algo.

Los Cuatro Algo: algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul, era una de las tradiciones de bodas siendo observadas. La tradición dice que, si la novia usa todos estos objetos durante el día de bodas, ellos vivirán felices por siempre.

El algo viejo es usualmente el anillo de la madre o abuela de la novia. El algo nuevo puede ser un nuevo par de guantes o el velo. Algo prestado puede ser el pañuelo de un amigo deseando felicidad a la pareja y un moño azul atado al ramo puede ser algo azul.

—¿No me dirán que los Cuatro Algo aún no están completados?

—Claro que ya está completado.

—¿Puedo ver las cosas que han sido preparadas? Sé que el algo viejo es usualmente el anillo de la madre de la novia. Su Eminencia me pidió que recolectara el anillo para que lo pueda bendecir con agua bendita.

La dama de compañía de Charlotte miró hacia la dirección de Leti con una mirada preocupada. Leti notó el problema con esa única expresión. ¡Charlotte se fugó con el anillo en su dedo!

Podían hacer fácilmente algo sobre el pañuelo prestado, el algo azul y el algo nuevo, pero el algo viejo, un anillo con el nombre de la madre o abuela de la novia grabado, no podía ser producido por Illstra de inmediato.

¡Pueden tener uno preparado, pero no en este momento! Leti pensó desesperadamente como salir de esta situación. El Duque Northruth no era alguien que podían darle una excusa aleatoria y sacarlo.

—¿Hay algún problema? ¿Fue el anillo olvidado en Solvelle?

—No, Su Excelencia, pero…

El Duque de Northruth estaba casi hostigando a la dama de compañía de Charlotte para conseguir lo que quería. Leti estaba a punto de salir de las sombras cuando Craig la detuvo.

Craig puso un dedo en frente de sus labios, silenciosamente pidiendo a Leti que se quede atrás y observe. Caminó silenciosamente hacia el Duque Northruth.

—Su Excelencia, el anillo está conmigo. La Princesa Charlotte me encomendó que se lo guardara por hoy, ya que tendría un ajuste para sus guantes y tenía miedo que lo perdiera por la necesidad de tener que ponérselo y quitárselo varias veces.

En la mano de Craig estaba un pañuelo blanco doblado limpiamente. Parecía que tenía un anillo, pero el Duque Northruth tenía la sospecha de que estaba fanfarroneando.

—Craig Barde. Muéstramelo.

Craig asintió en silencio y abrió el pañuelo, revelando un anillo femenino de plata.

—El nombre de la madre de la Princesa Charlotte está grabado dentro. ¿Sabe Su Excelencia el nombre?

—¿Está Su Alteza Real consciente de esto?

—Estoy en contacto personalmente con los padres de la Princesa Charlotte.

—No soy lo suficientemente estúpido para creerme eso. Dile esto a tu princesa: piensa cuidadosamente qué lado vas a tomar.

El duque tomó el anillo y dijo que lo tomaría prestado por un rato, luego giró usando sus talones y se fue caminando.

Leti lo vio irse desde la sombra del pilar y finalmente fue capaz de liberar el aliento que se había estado conteniendo. Fuimos capaces de engañarlo esta vez.

Pero esta sería la última. Tener al caballero de Leti presente durante el ensayo era particular. El duque podía deducir fácilmente que Leti lo planeó.

Por lo menos pudimos salir de esta. No hay nada más que pueda hacer ahora, que prepararme para enfrentarme al Duque Northruth de frente.

Leti se animó a sí misma mientras tomaba un paso fuera de la sombra del pilar una vez que el Duque Northruth salió de la catedral.

—Nos salvaste de un apuro ahí, Craig. No había anticipado que Charlotte se fuera con el anillo.

—Todo fue una coincidencia, Su Alteza. Pero debido a eso, Su Excelencia sabe sobre tu involucramiento en esto. Por favor, perdóneme.

—No me importa —aseguró Leti—, pero si lamento lo de tu anillo. Ahora debe ser puesto por Charlotte o Nicola durante la ceremonia de bodas y ellas no están relacionadas contigo.

Leti inmediatamente entendió de donde provenía el anillo que Craig presentó al duque, ya que tenía el mismo nombre que la madre de Charlotte. El anillo era…

—El anillo de tu difunta esposa. Lo siento, pero ¿podrías prestárnoslo hasta que se termine la ceremonia? El Duque Northruth ya lo vio y ahora debe ser usado como el ‘algo viejo’.

—Es un honor ser de utilidad. Esta idea rápida también es gracias a ti, Su Alteza.

—¿Gracias a mí?

—Hasta recientemente, olvidé que tengo el anillo conmigo. Fui capaz de presentar el anillo porque Su Alteza me recordó a mi esposa.

—Ya veo, pero creo que no hice algo para ser agradecida.

Leti fue con Victor y explicó la situación después de obtener el permiso de Craig. Victor le agradeció a Craig profundamente por su ayuda.

♦ ♦ ♦

Leti llevó a Craig al Jardín Real cuando el cielo comenzaba a volverse rojo. Ella decidió primero disfrutar una caminata alrededor del jardín antes de regresar a su cuarto, por lo que tomó la ruta larga.

—Estaba sorprendido que Su Alteza sepa el nombre de mi esposa.

—Memoricé el árbol genealógico de todas las familias con título. Puedo decirte el nombre de tu hermano mayor, su esposa y hasta los nombres de tus sobrinos y sobrinas. —respondió Leti a Craig, quien caminaba unos cuantos pasos detrás de ella. Ella poseía conocimiento esperado de la realeza.

Craig vió a Leti como si mirara a alguien a través de ella y habló.

—Su Majestad era así también. Nunca olvidaba lo que veía o leía una vez.

Su Majestad y Craig tuvieron una caída en el pasado y desde entonces, Craig nunca puso ni un pie en la Capital. Decidió mantenerse en las líneas fronterizas. Esta historia era suficiente para que cualquiera infiriera que había un antagonismo sucediendo entre ellos. Han pasado décadas desde entonces. Craig ahora era capaz de traer el tema de Su Majestad por sí solo.

—¿Son los miembros de la realeza criaturas difíciles de comprender? —naturalmente preguntó Leti, no sorprendida por su opinión, ya que era normal, y ella era única, fuera de lo común.

Ella, que aceptó que su padre tenía tres esposas como un simple hecho.

—No, creo que ya he comenzado a entenderlos hasta cierto punto. Ya no puedo decir que no entiendo, aunque quiera. Ya no soy tan joven. —la voz de Craig sonaba con una pizca de arrepentimiento.

—¿Te arrepientes del pasado?

—Tal vez —dijo pensativo—. Si pudiera regresar al pasado ahora, podría haber actuado de manera diferente, pero mi yo más joven aún haría lo mismo. Simplemente no puedo aceptar la decisión de abandonar personas a su muerte.

La estrategia que usó Su Majestad entonces, dividió a Craig. Su razón le decía que era lo correcto, pero sus emociones no le permitían estar de acuerdo.

—A medida que fui envejeciendo y llegué a estar en la cima, finalmente me di cuenta que hasta yo, en la misma situación, sólo podría hacer la misma decisión. Ya no puedo criticar a Su Majestad por su elección.

Él ya perdió su juventud, su juventud que le permitía ver solo lo que estaba frente suyo. Tener una perspectiva más amplia suena admirable, pero también significaba que perdió la virtud de su corazón.

—Una pregunta para tí, nuestra joven futura Reina. ¿Qué decisión hubieras tomado si estuvieras en el mismo predicamento?

Tensión nacía entre las tierras y una guerra total con un imperio vecino no era algo lejano a la realidad. Craig le preguntó a Leti qué hubiera hecho en ese caso. ¿Dividiría el ejército para salvar a la aldea y al pelotón ahí? ¿O consideraría la imagen completa y los abandonaría?

—¿Es esa una pregunta para mi examen?

—No. Es… una pregunta personal. Estoy buscando el camino que me pueda guiar al lugar que busco.

Se le fue dada otra oportunidad para pensar algo que podía hacer ‘ahora’.

—Entiendo que Su Alteza pueda pensar que estoy muy tarde para preguntar eso, pero ya ve, no soy un hombre noble. Mucho tiempo ya ha pasado desde el incidente y nunca hice esa pregunta.

Él tenía miedo que después de mucho pensar, se arrepentiría de la decisión que tomó.

—Si en verdad fuera noble, no hubiera desahogado mi ira con Su Majestad. Hubiera culpado mi impotencia para salvarlos.

Craig le dijo a Leti que él era una persona de lo más egoísta y severa.

—Ir solo con mis hombres era como suicidio. Confiaba que él entendería mi deseo de ayudar, que me ordenaría que fuera y salvara la aldea con más hombres. No lo hizo. Me sentí traicionado y furioso.

En su enojo, él rechazó la mano del Rey y nunca lo volvió a ver desde entonces.

Craig sintió dolorosamente lo joven e inmaduro que era en ese entonces.

—Entonces, ¿por qué no dejaste la Orden?

Craig alzó su cara al escuchar la pregunta de Leti.

—Pudiste haber roto todos los lazos con mi Padre, irte de la Orden en tu enojo y vivir pacíficamente en tu pueblo natal. Y, aun así, ¿por qué seguiste en la frontera? ¿Es porque querías expiar por lo sucedido y prevenir que la misma tragedia se repitiera?

Leti hizo algunas conjeturas en lo que dijo, pero esto era porque pensaba que Craig quería ser un ‘verdadero caballero’ más que nadie, así que se quedó en la Orden.

—Padre supuestamente estaba haciendo preparaciones para heredar el trono en ese entonces. Su corazón ya era tal de un rey. La razón por la que ni siquiera te explicó su decisión, era porque él esperaba ser culpado por ella.

—¿Esperaba?

—Sí. Un rey lo carga todo. Él no te dirá ‘Yo cargaré tu culpa’, porque es una segunda naturaleza para él, algo tan natural que ni siquiera podría haber pensado en esas palabras.

Si su padre le hubiera dicho esas palabras a Craig, tal vez no se hubieran separado, pero Leti solo podía teorizar y solo podía responder esto.

—Yo también quiero ser un gobernante así.

Así debería ser ella.

Craig estaba siendo atraído por Leti. Ella parecía estar soltando una fuerte resolución de sostener al país en sus hombros. Verla de esa manera, hizo que él también necesitara mirar con ansias el futuro.

—Debo esta oportunidad de enfrentar mi pasado a ti, Su Alteza. Me hiciste recordar sobre el anillo de mi esposa.

Él tenía el anillo consigo como recuerdo de su esposa, pero nunca le recordó la cara de su difunta esposa, ya que estaba cegado por la ira. Siempre eran los ojos de su antiguo amo lo que recordaba.

—Una vez que la escolte, Su Alteza, segura de regreso a la Capital, visitare a mi esposa. Ya es  muy tarde, pero quiero enfrentar su muerte lentamente.

—¿Vas a retirarte de la Orden?

—La furia que sentí entonces ya no arde dentro de mí. Lo único que queda es mi sueño roto.

La puesta de sol pintaba a Craig en un tono rojo, pero no era un rojo carmesí de sangre o enojo, ahora era un color gentil y cálido.

—Su Alteza, todos los chicos de Solvelle tienen solo un sueño.

Friedhelm y Guido también compartieron el mismo sueño hace mucho tiempo. Y eso era…

—Ser un caballero de la mesa redonda. Yo quería ser un miembro de los Caballeros de la Mesa Redonda.

No había ni una pizca de remordimiento en su voz. Craig no se arrepiente de tirar ese futuro, pero los sentimientos que tuvo en ese entonces, cuando aún se aferraba a ese sueño, aún permanecían dentro de él, sentimientos que ahora podía describir como nostálgicos.

Ellos dos se quedaron mirando al otro silenciosamente hasta que ese silencio fue roto por el llamado de un caballero de la Orden.

—¡Su Alteza Real! ¡Vicecomandante!

Ambos regresaron a la realidad por el llamado obviamente urgente del caballero.

El caballero salió a buscar a Leti y a Craig, ya que aún no habían regresado al cuarto de Leti. En cuanto los encontró, inmediatamente les dio la carta que fue encargada de entregar.

La carta estaba dirigida a ambos, Leti y Craig, y aunque el remitente no puso su firma, Leti sabía por la letra que provenía de Duke.

—Puede que tengan algunas noticias —dijo Leti mientras abría la carta.

La carta parecía llena de garabatos al principio, pero en realidad estaba escrito en un código utilizado por la Orden. De esta manera, aún si Northruth la llega a encontrar, no la podría entender.

—Oh, ya veo.

Leti fue capaz de decodificar la carta aún sin pedirle ayuda a Craig, y se la pasó a él después de terminar de leerla. Craig se quedó sorprendido.

—Un compañero cercano de ajedrez siempre me enseña cómo leer el código anualmente cambiante de la Orden Real de Caballería. Puedo leer esto por mi cuenta.

—La Orden deberá revisar su sistema de manejo de información —comentó Craig mientras sacudía su cabeza.

Él pensó que la fuente de Leti era Duke, o otro joven caballero atraído por su belleza, pero no. Su fuente no era otra que el líder de la Orden, Comandante Johannes  Müller.

—Basándome en la carta, nuestra lucha inicia de ahora en adelante. Bueno, nosotros no perderemos.

Leti recordó la cara del Duque Northruth y se juró a sí misma que haría esa arrogante cara retorcerse en humillación.

♦ ♦ ♦

—Un anillo de plata con el nombre correcto. Esto es probablemente un memento de alguien cercano a Craig Barde.

Cuando Leti y Craig estaban ocupados leyendo la carta de Duke, el Duque Northruth estaba ocupado examinando el anillo en su mano.

Ahora, ¿por qué sabía el Duque de Northruth que el anillo del algo viejo de Charlotte no estaba aquí? Eso era porque los vio.

En su viaje hacia Illstra, se encontró con un carruaje atorado en el lodo, cuyos pasajeros eran una joven pareja. La esposa estaba usando un viejo anillo plateado y tenía un aire de una señorita de los círculos altos. El marido era guapo, pero sus modales, a lo mucho, eran de la clase media. Él escuchó al marido casi llamar a la señorita ‘princesa’ antes de parar en el último sonido y cambiarlo por ‘Charlotte’. Esto era suficiente para concluir que esta pareja se estaba escapando por la diferencia de clases sociales. En ese momento, el duque no pensó mucho de ese pequeño episodio. Sólo sentía pena por la dura vida que los esperaba y continuó su camino hasta llegar a salvo a Illstra.

Cómo fue invitado a la boda como amigo de Solvelle, pensó en saludar a la novia después de llegar. Sin embargo, después de hacer lo posible para dar el saludo de cortesía, fue rechazado. Y cuando inquirió sobre ello, solo dijeron que Charlotte estaba muy ocupada con las preparaciones de la boda.

—Actuaron tan extraño que noté que escondían algo.

Fue durante ese tiempo donde recordó a la joven pareja que se encontró en el camino y como la señorita era referida como la ‘Princesa Charlotte’. Inmediatamente notó lo que estaba sucediendo y mandó a sus hombres a buscar evidencia sobre esto, mientras él actúa como la distracción para ocultar sus movimientos.

—¡Lord August! ¡Ha llegado una carta urgente!

El Duque Northruth inmediatamente abrió la carta sellada con cera roja. Contenía información que sus hombres ya habían encontrado y asegurado a la Princesa Charlotte. También podían llegar con ella casi a tiempo para la boda.

—Era imposible encontrarla antes que yo, sin siquiera saber la dirección por la que se fue.

Illstra no tenía ni idea de con qué clase de hombre Charlotte se fugó, ni a dónde se dirigía durante su búsqueda. En cambio, el duque los vio en la ruta principal dirigiéndose a Northruth, así que al menos tenía una guía sobre qué ruta tomarían.

—¿Y ahora que harás Princesa Leticia?

Para la bella y secretamente inteligente futura reina de Solvelle, estate preparada, que tu corona será mía para tomar. El Duque Northruth sonrió como si fuera el villano de una historia.

Una respuesta en “Princesa Restante – Tomo III – Capítulo IV: Algo azul.”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido