Traducido por Gorrión
Editado por Nelea
Corregido por Sharon
Quedaban cinco días para la reunión.
La calle principal de la Capital Demonio, Taitas, estaba muy ajetreada.
Frunciendo el ceño, la Mayor General Keity Fostar chasqueó su lengua silenciosamente.
—Realmente, incluso aunque se celebra un importante reunión… Ahora que lo pienso, es muy temprano para el mercado… ¿Qué está ocurriendo aquí?
Keity se estiró para sacar la cabeza por la ventana.
Al parecer los Demonios de la Capital estaban reunidos.
Es más, parecían estar mirando algo al final de la calle.
Observaban mientras susurraban entre sí, esperando lo que se acercaba. Sus miradas se dirigían a los puentes de la Capital.
—¿Qué es? ¿Viene alguien hoy?
—… Bueno, ¿no lo sabes? Como siempre, la habilidad de Keity para reunir información es inútil.
Una voz aguda sonó tras de Keity. Girándose con una expresión melancólica, pudo ver a una chica de pequeña constitución sentada con elegancia tras ella.
Su mano que sostenía un abanico que escondía parte de su rostro estaba ligeramente cubierta de piel de leopardo.
—Fiore Panther. No importa lo amigas que seamos, hay cosas que no se deben decir… Aunque no pueda negarlo.
—Mayor General Keity Fostar, esa actitud de aceptar los errores sinceramente es admirable.
Fiore escondió su sonrisa con el abanico.
Como Noble, tomaba partido en el centro político. Ella era la mejor amiga de Keity y en la que más podía confiar, además de ser parte de los protectores de Charlotte.
—Entonces, Keity. ¿Quién diablos habrá llegado?
—Esa persona es…
—¡Oh, ahí está!
Fue justo en el momento en que Keity abrió la boca.
Alguien en la multitud levantó su voz, ahogando sus palabras. Como inducida por aquella voz, la multitud fijó sus ojos y empezó una especie de alboroto.
Ella volvió rápidamente la mirada hacia la puerta, y notó el grupo de caballos que pasaba en ese momento.
—Esa… Es la bandera de la Tercera División… Ah, debe ser la Mayor General Riku.
Keity cruzó sus brazos satisfecha.
Aunque Riku Barusak era humana, ella realmente era una nueva estrella, poseyendo un gran poder. Por su actitud en Deurofoi y en la fiesta de jardín, no parecía gustarle Charlotte.
No apreciaba ese aspecto suyo, pero no sólo habían cumplido un trabajo juntas, sino que fueron ascendidas a Mayor General en la misma fecha. Era una existencia a la que había que prestar atención.
—Ah, qué persona más prominente. Ser capaz de avanzar en su carrera tanto en sólo un año… Hey, Fiore, ¡también deberías venir a verla!
Haciéndole un gesto a Fiore para que se acercara, Keity giró su mirada hacia el grupo de Riku.
Con las armaduras de los caballos brillando, Riku y sus soldados se acercaban de manera decidida. Como todos eran militares, su figura montando a caballo quedaba muy bien.
Con su pelo rojo aleteando ligeramente, su galante figura avanzando era realmente digna y no perdería ante nobles u otros altos mandos militares.
Ella agarraba las riendas con un solo brazo con más habilidad que cualquiera, y mantenía su alabarda mucho más grande que ella en su espalda como si fuera natural.
Era posible entender de un sólo vistazo la razón por la que Riku Barusak fue promovida a Mayor General siendo tan joven.
Aunque los Demonios que la habían recibido no eran pocos a primera vista, no sería exagerado decir que en su sociedad la fuerza era lo que dictaba todo orden.
Muchos de los Demonios tenían una mirada frustrada, reconociendo su capacidad, o dudosa, preguntándose si realmente era tan fuerte. Querían confirmar si una humana realmente era capaz de ascender a Mayor General.
Pero, por supuesto, entre la masa de gente…
—¡Un ser humano como tú! ¡No seas tan arrogante!
—¡Maldita humana ascendida, sin motivo!
Había Demonios que mostraron su hostilidad directamente.
Pero Riku no se dejaría llevar por algo como abuso verbal. Por el contrario mostró una sonrisa burlona.
Quizá esa fuera la razón por la que era pudo conseguir esa posición.
Yendo junto a sus quince subordinados, su figura era magnificente en todos los aspectos.
—Ah, digna de elogio. ¿No lo crees, Fiore?
Ante la pregunta de Keity, Fiore también se asomó ligeramente por la ventana. Aunque su boca estaba siendo tapada por el abanico, mirando el lateral de su rostro se hacía evidente que estaba tramando algo.
—… Esto es malo.
—Diciendo eso… ¿Hay algún problema?
Pérdida, Keity inclinó su cuello hacia un lado.
—No importa cuanto lo mire, no hay nada por lo que avergonzarse.
—¿Has visto sus subordinados… ? Los que están a su alrededor son ex-subordinados de Zerrik.
Cerrando su abanico, Fione señaló dirección justo detrás de Riku.
Tornando sus ojos en esa dirección, Keity fue capaz de ver que realmente había soldados con el rostro feroz de un oso.
—Saamon Makkenji. Era la mascota favorita de Zerrik. También hay otros entre la multitud.
—¿Significa eso que la Mayor General Riku se ganó su lugar entre los subordinados de Zerrik?
Los ojos de Keity se abrieron de par en par.
No había pasado mucho tiempo desde que la Segunda División de Zerrik había sido absorbida. Aun así, Riku se ganó su respeto por completo y tenía suficiente confianza como para traerlos aquí con ella.
—En otras palabras, eso significa que esta chica tiene poder sobre todas las Divisiones, excepto la Primera, liderada por Chalotte-sama.
Con Fiore abriendo elegantemente su abanico, se escuchó un pequeño sonido.
—Por lo que has dicho antes, Riku Barusak tiene sentimientos negativos sobre Charlotte-sama, ¿correcto? Si dejamos esto pasar y somos atacados por ellos, no podremos oponernos.
—Espera un segundo Fiore. ¿Estas diciendo que Charlotte-sama podría perder?
—Sí. En una lucha directa, ella perdería.
Ante la sincera respuesta de Fiore, la cara de Keity palideció.
—Aunque todavía necesitamos pruebas concluyentes para acabar con él, al parecer Gortoberuk se reunió en secreto con algunos miembros del Parlamento. Además, eran Demonios que no tenían buena impresión de Charlotte-sama… Parece que planean hacer algo en estos cinco días antes de la reunión.
—¡¿Q-Qué dices?!
Keity estaba temblando.
Muchos de los guardias personales de Charlotte habían muerto en Derufoi, y el único superviviente… Keity, había ascendido de una vez.
Por el bien de Charlotte, y por el de sus camaradas caídos, debía acabar con los brotes de la revolución antes de que germinaran. Mientras hacía una conmoción, Keity se apresuró a la puerta.
—N-No hay manera de que pueda dejar esto así. ¡Necesitamos reportar esto inmediatamente a Charlotte-sama!
—Espera Keity. No hay razón para ir a ciegas.
Fiore la agarró antes de que pudiera salir corriendo a toda velocidad. Deteniéndose por el llamado de su amiga, Keity la miró dudosa.
—P-Pero, algo tan importante…
—Es obvio que lo reportaremos. Ese no es el problema.
Con el sonido del abanico cerrándose, Fiore se giró a la ventana.
—Es el momento de derrotar al enemigo. ¿No aprendiste la importancia de esto en la Academia Militar?
—Eso… Eso es así.
—Planean hacer su movimiento en la reunión… En otras palabras, tenemos cinco días. Desde otra perspectiva, no pueden actuar abiertamente hasta entonces. Además, esto puede resolverse si lo reportamos en la reunión. ¿No es mejor preparar más cartas sobre la mesa?
—… Entendido, un excelente punto de vista de esta situación.
De acuerdo con Fiore, Keity se sentó en una silla cercana.
—Pero, ¿tenemos oportunidad de ganar?
—Los Demonios que Gortoberuk ha contactado en secreto son solo diez. Además, él solo dejó su residencia con una sonrisa dos veces. Incluso si tienen la mayoría del Ejército en su poder, debido a las pérdidas en la reciente guerra, los únicos de categoría General que participarán en la reunión serán Riku, Gortoberuk… y tú; solo vosotros tres. En otras palabras, es noventa contra cuatro. Incluso si Gortoberuk consigue poner de su lado a esos diez, serían ochenta contra doce. Será una gran victoria para nosotros.
Pero como si hubiera alguien más que debía añadirse, Fiore continuó sus palabras en tono tranquilo.
—Sin embargo, tengo una preocupación… En caso de que estén pretendiendo destronar a Charlotte-sama, ¿a quién pretenden poner en su lugar?
—Debería ser alguien del linaje de los dragones…
—Eso no tendría sentido —respondió Fiore mientras jugaba con el abanico cerrado en su mano. —Para comenzar, la Raza de los Demonios se jerarquiza con la fuerza. Eso es lo mismo en la selección del Rey Demonio. Se cree que solo porque los Dragones poseen más fuerza que otros Demonios, su destino es gobernar. Pero incluso si es alguien más, siempre y cuando sea alguien que ha sido reconocido por ser fuerte, estaría bien incluso si no tiene las características de un Dragón.
En este momento, excepto por Charlotte y Leivein, los Demonios Dragón estaban en declive. Era difícil creer que todos estuvieran contentos si alguien asumía el trono solo por ser de la misma raza.
—Entonces, la única adecuada para ello… ¡Ah!
En la mente de Keity, la imagen de una persona afloró.
Alguien que tenía una fuerza incomparable en el ejército y bastantes seguidores; sólo quedaba una persona así.
—P-Puede ser…
Ante el susurro de Keity, Fiore arrugó el ceño.
—Parece que lo has entendido… Sí… Pienso que Riku Barusak está planeando convertirse en el siguiente Rey Demonio.
Riku Barusak estaba planeando hacer eso.
No había manera de que un humano pudiera convertirse en Rey Demonio Provisional. Pero, pensando bien sobre la terrible velocidad con la que había avanzado rangos, y también, tras juzgar como los subordinados de Zerrik iban obedientemente tras ella, no podían descartarlo.
—¡No hay manera de que podamos perdonar esto! ¡Tenemos que hacer algo!
—… Está bien siempre y cuando lo entiendas.
Fiore mostró una sonrisa mientras se abanicaba.
—En los siguientes cinco días, haremos las preparaciones para la reunión. Primero de todo… Debemos advertir a más Nobles sobre los que ya han cambiado de bando.
—¡Sí! ¡Definitivamente los detendremos!
Keity y Fiore se dieron un apretón de manos. Todo era por el bien de proteger a Charlotte, el Rey Demonio Regente.
La reunión comenzaría con el atardecer del quinto día.