Vida en el campo – Capítulo 16: Malvaviscos y amargura

Traducido por Jenei

Editado por Sakuya

Corregido por Beemiracle


[Aine]

—Ey, despierta.

—Nn…

—¡Te estoy diciendo que despiertes!

—¡Hu…! —Sentí una gran fuerza en mi mejilla, y cuando abrí los ojos encontré a mi hermano al lado de la cama—. ¡¿L-Leichel?! B-Buenos días, hermano.

—Días…

—¡Qu…! ¡Te he mostrado una apariencia tan desagradable! Me voy a cambiar así que por favor, espera abajo.

—Prepara el desayuno.

—¿Ah?

—Incluye el café, también. —Y con esas breves instrucciones, me dio la espalda y salió de la habitación.

Escuché sus pasos mientras bajaba la escalera.

¡Desayuno y café! 

No tengo ni idea de cómo terminó así, pero debo prepararme. Me quité el pijama rápidamente, vestí una ropa informal y bajé las escaleras.

Salí del jardín y corté las hortalizas con las tijeras apropiadas. Después de eso, conseguí los huevos recién puestos del señor Gen.

Volví corriendo al interior de la casa y rápidamente corté las verduras recogidas antes de servirlas en un plato.

¡Con esto, la ensalada está lista!

Mezclé los huevos del señor Gen con mantequilla y lo cociné. Si estamos hablando de desayuno, tiene que ser huevos revueltos, ¿verdad? ¡Si lo cocinas por menos de 5 minutos, entonces está hecho!

Mientras preparaba el café, coloque el pan de mantequilla salada que preparé en una olla y lo horneé. Oyendo la voz de Leichel fuera de la casa, arreglé los platos en la parte superior de la mesa.

—Leichel, ¿qué piensas…?

—No está mal.

Al oír sus palabras, solté un suspiro de alivio. Él me ignoró y siguió comiendo en silencio.

—La próxima vez que vengas a comer, por favor envía un mensaje primero. Por eso el desayuno esta vez es muy simple.

—Entonces, hazlo mañana también.

—M-Mañana…—dije en voz alta sin pensarlo.

¡Nunca pensé que él también vendría mañana!

Leichel frunció las cejas al oír mi voz. Sonreí por reflejo y dije que lo prepararía.

—Muéstrame tus dedos.

—¿Eh? ¿Dedos?

—Date prisa.

—¡S-Sí!

¿Por qué mis dedos?

Se los mostré de mala gana. Cuando lo hice, me cogió las manos y las observó de cerca.

¡¿V-Va a decir que están sucios?!

Temí que pudiera empezar a lanzarme comentarios, pero Leichel no dijo nada y soltó mi mano, haciéndome sospechar por su comportamiento.

—¿H-Hay algo…?

—Nada. ¿Alguna vez te mordió esa tortuga?

—¿Eh?

—Hace un rato tu tortuga salió del estanque. Traté de tocarla, pero abrió su boca e intentó morderme.

Pude sentir la sangre drenarse de mi cara.

¿No es una ofensa capital? ¿No será castigado Kamekichi…?

—¡¿T-Te lesionó ?! —pregunté aturdido, pero se rió.

—Tú, ¿quién crees que soy? ¡Soy el hombre que se convertirá en el rey! ¡Por supuesto que lo eludí!

Miré a mi hermano con los ojos ensanchados. Esa podría ser la primera vez que lo veía reírse con tanta fuerza.

—Probablemente confundió mis dedos con comida. Es como su dueño que no sabe hacer nada más que comer. ¿No dicen que las mascotas se parecen a sus dueños? —rió de nuevo.

¡Qué grosero!, pensé mientras me mordía los labios.

—¡No soy un gran comedor!

Mirándome, se rió aún más.

—Hermano —lo llamé, y dejó de reírse para mirarme.

—¿Qué pasa? —preguntó. Siendo sujeto a su mirada fija, dudé si debía continuar.

—No… Eso…

—¿Qué es? Si tienes algo que decir, dilo.

—A-Aunque hasta ayer, me mirabas como si fuera un insecto. Hoy… de alguna manera se siente diferente…

—¡Un insecto, dices!

Mi hermano me miró con los ojos muy abiertos, luego se echó a reír a carcajadas. Esta persona, ¿era del tipo que se ríe con tanta facilidad?

Cuando empecé a verlo asombrado ante su risa desconocida, me dio una expresión seria.

—¿No eres mi hermano menor? No hay forma de que seas un insecto.

—H-Hermano…

—Pero creo que eres estúpido.

Una risa salió de su garganta.

Así que pensaba en mí como su hermano pequeño. Esta persona, desde que nací, siempre tuve la sensación de que me trataba como un error.

De repente, mi pecho se sintió caliente.

—Je…

—Qué pasa con esa cara antiestética… Pfft…

—¿Tienes que reír de esa manera?

A partir de entonces, Leichel se rió durante un rato. Hasta ayer, la forma en que se reía era como si estuviera burlándose y subestimándome. En este momento, su risa está llena de bondad.

Cuando pensé por qué se volvióasí, me acordé del acontecimiento de ayer. Ya veo, Leichel se preocupa por mi.

—Hermano, podría ser…

—Aine.

—¡S-Sí!

—Sólo tienes que hacer el desayuno con tu cara aturdida. No pienses en cosas innecesarias —dijo y bebió el café.

Por cosas innecesarias, ¿estaba hablando de Yuan?

—Em… Yuan…

—Ese tipo está en el templo reflexionando sobre sus acciones.

—El templo…

—Está bien. Planeo renovar su ética.

Lo olvidé porque desde que Leichel llegó por la mañana estuve yendo de un lado para otro, pero acabo de recordarlo. Ayer estuve a punto de ser devorado.

—No planeo dejar que ustedes se vean ni siquiera una vez a partir de ahora, así que estate a gusto.

—Eh… ¿Ni siquiera una vez…?

—En efecto. Es peligroso. Esto también es por tu bien.

—Por mi bien…

¿Así que esto significa que ya no puedo encontrarme con Yuan…?

Me pregunto si mi cara se estaba poniendo triste, porque. Leichel chasqueó la lengua. Cuando levanté la cara reflexivamente…

—¡¿Ngu?!

—Traje esto especialmente. Come —dijo, colocando malvaviscos en mi boca a la fuerza. Siempre quise probarlos desde que era joven, pero Yuan y Leichel los acaparaban.

—Es delicioso, hermano.

—Por supuesto. Aquí.

—Nn…

Pensé que había terminado de comer pero me ofreció más, así que abrí mi boca y lo puso adentro.

¡Tan bueno!

Para igualar los malvaviscos que se derriten rápidamente, Leichel siguió alimentándome.

Como era de esperar, sería malo si esto continúa.

—H-Hermano, mis disculpas por haberte molestado. Me alimentaré por mi mismo.

—Está bien. Esto es más divertido que alimentar a la tortuga.

¿Estoy siendo tratado como una tortuga?, pensé, pero no pude resistir los malvaviscos que me lanzaba.

♦ ♦ ♦

[Leichel]

Después de regresar del lugar de Aine, volví al Castillo y me dirigí a pie al templo.

Anoche, después de que Marius lo sacó del lugar y se detuvo a pensar, Yuan palideció. Su expresión parecía decir que todo había terminado.

Al principio, estaba planeando lanzarlo a la cárcel, pero parece que soy demasiado blando cuando se trata de la familia. Al final, vacilé y lo envié al templo.

—Pastor, por favor guía a esta oveja perdida por el camino correcto. ¿No es tu trabajo? —le dije, y el pastor sonrió y asintió con la cabeza.

A la mañana siguiente, eché un vistazo para ver cómo estaba, y me encontré a Yuan de rodillas y rezando.

Es una persona seria.

Me acerqué a Yuan y puse mi mano en su hombro.

—Hermano…

—Es difícil creer que eres el digno Gran General. ¿Cómo estás? ¿Te has renovado después de haber enfriado tu cabeza toda la noche?

—¿Aine me odia…?

Sin contestar mi pregunta, Yuan me miró con una expresión como si estuviera a punto de llorar.

Es un poco asqueroso que un adulto me mire estando arrodillado, así que retrocedí un poco y retiré mi mano de su hombro.

—No, no estoy seguro. Pero su rostro después de recordar el evento de ayer parecía asustado.

—¡Aah~! ¡Hermano Aine! Quiero arrodillarme y pedirle perdón ahora… ¿Qué debo decir…?

—¡No puedes! ¡No permitiré que te encuentres con Aine! —le dije, y Yuan se cubrió la cara con ambas manos.

—Hermano, qué cosa tan horrible de tu parte…

—Este es el castigo por el crimen que cometiste. Solo acéptalo.

—Durante ese tiempo, Aine… a mi hermano Aine…

Yuan me fulminó con la mirada. Me harté y solté un suspiro.

—Tus celos son antiestéticos, Yuan. Además, a diferencia de ti, sólo veo a Aine como un hermano menor.

—¿Hermano menor? ¿Tú, que hasta hace poco lo veías como un insecto?

¡Incluso este tipo está hablando de insectos! Para que Yuan y Aine me vieran así, debí haber sido una persona horrible. Vamos a arreglar esto a partir de ahora, pensé mientras Yuan sostenía su cabeza.

—Es sólo una cuestión de tiempo antes de que la vista cambie de un hermano menor a un material de amor…

—¡Eso no sucederá! ¡Te dije que soy diferente de ti!

—¡Bien entonces! ¿No encuentras lindo a Aine?

—Lindo, dices…

En ese momento, el recuerdo de Aine comiendo malvaviscos esta mañana me vino a la mente. Cuando le di de comer, abrió su pequeña boca ampliamente, con una expresión suave mientras disfrutaba del sabor.

Mi expresión se suavizó sin darme cuenta, y Yuan lloró como si hubiera sido golpeado por un rayo.

—¡Lo pensaste!

—¡D-De ninguna manera! ¡Idiota! ¡De todos modos, haz algo por esa desesperación tuya! ¿Entendido?

—¡H-Hermano! ¡Nuestra charla no ha terminado todavía! ¡Hermano!

Haciendo caso omiso de Yuan que estaba haciendo una rabieta, salí del templo.

Lo de los malvaviscos no debería haber ocurrido. En ese momento, algo salió mal con mi cabeza. Le alimenté con esos malvaviscos que le encantan para desviar su miedo y para que olvidara la mala conducta de Yuan.

Sin embargo, diferente de mi objetivo, después de ver Aine comiendo deliciosamente los malvaviscos de mi mano, se convirtió en una fijación y terminé alimentándolo más.

¡Él es mi hermano menor y un idiota que sólo sabe cómo comer!

—Su Alteza Leichel —se acercó Carl mientras meditaba al pasar por el pasillo.

—¿Qué pasa?

—He oído que el banquete de esta noche ha sido cancelado, pero…

—Porque Yuan será inútil allí. No habrá problema si se cancela por un día.

Carl parecía como si estuviera pensando en algo.

—¿Significa que algo salió mal entre la reunión de Su Alteza Yuan y Su Alteza Aine? —dijo.

¿De dónde sacó este tipo de información? No debería haberse filtrado, pero, ¿lo escuchó de padre?

—No hay nada malo. No es algo que deba preocuparle. Estás excusado.

En realidad, no pienso mucho en Carl. Él es el tipo que le gusta preocuparse por todo. No es ideal hacerle saber de este incidente. Pensando esto, le di una breve respuesta y lo despedí.

—Como pensé, Su Alteza Aine tiene… —murmuró tan inconscientemente.

♦ ♦ ♦

[Aine]

—B-Buenos días, Leichel.

—Buenos días.

—También te levantas temprano hoy.

—Lo has preparado, ¿no?

—¡S-Sí!

—¿Es así? —dijo. Entró en la sala de estar y se sentó en una silla.

Es temprano hoy también, ¿eh? ¡Todavía son las 6 en punto! ¿Es un hombre viejo?

Es lo que pensaba, pero debe tener una reunión para despertarse tan temprano.

Entonces será mejor que me prepare, pensé mientras volvía a la cocina.

—¿Qué planeas hacer ahora? —me preguntó cuando terminamos de desayunar mientras recuperaba el aliento.

—¿Yo? Trabajar en el campo por la mañana y hacer tareas domésticas en la tarde…

—Te ayudaré.

—¿Hah?

—Yo también trabajaré en el campo… Prepárate antes de terminar de beber mi café.

—E-Em, hermano… ¿No tienes una reunión?

—Es una orden, Aine. ¡Date prisa y ve!

—¡S-Sí!

Cuando recibí su mirada aguda, mi cuerpo se movió por su cuenta. Esta es una reacción lamentable.

Después de terminar de comer, limpié la mesa y estaba a punto de subir las escaleras al segundo piso para prepararme, pero recordé de algo, así que me volví para encarar a mi hermano que estaba sentado en el salón.

—U-Uhm, Leichel, te ensuciarás mientras trabajas el campo. Lo siento por ofrecerle la mía, pero por favor cámbiate a una ropa de trabajo adecuada…

—No te preocupes. Usaré el que recibí de Crash. Tú eres demasiado pequeño —dijo, y sacó la ropa de trabajo de una bolsa en el suelo.

Era diferente a la que imaginaba. Tenía un bordado dorado sobre la tela de seda, con piedras preciosas incrustadas en varias partes, haciéndola lucir viva.

Eso definitivamente no vino de Crash… 

Me pareció problemático hacer un tsukkomi, por lo que sólo elogié.

—Eso es agradable… Yo, también me voy a cambiar, ¿bien…?

—Cámbiate en 30 segundos.

—¡S-Sí!

¡Imposible!

—¿Qué tenemos?

—C-Comencemos con el regado, Hermano.

—Mu, ¿regar dices? ¿Cúal?

—Vamos a regar estas fresas.

♦ ♦ ♦

[Leichel]

Como hace calor, me puse el sombrero que pedí ayer. El sol brillaba tanto que sentí que iba a derretirme. Inesperadamente, la agricultura podría ser un trabajo serio.

Aine me enseñó con paciencia y delicadeza cómo hacerlo. No estoy familiarizado con estas plantas llamadas fresas pero florecen blancas y hermosas. Entonces me pasó la regadera llena de agua.

—Cuando se habla de fresas ¿te refieres a estas flores blancas?

—No, Leichel. Es el fruto.

—¿Esto?

—Sí. Es una fruta roja redonda que tiene un aspecto lindo. También sabe dulce y es muy deliciosa —rió Aine.

Que esta flor blanca produzca deliciosas frutas, qué misteriosa flor, pensé mientras la miraba. Pero… 

—Te gusta mucho, ¿eh?

—¿Eh?

—Pareces muy animado haciendo agricultura. Muy diferente de hace dos años.

Así es, muy diferente a cuando solías luchar por la sucesión. Dos años atrás, hacías un alboroto solo para probarte a ti mismo.

Cuando lo dije, Aine rió con los ojos entrecerrados. Él también quitó sus ojos de mí y miró las flores.

Mi corazón hizo un ruido de golpe ante sus acciones.

—Es porque no tengo talentos como tú o Yuan. Aun así, empujé mi suerte y seguí luchando por la sucesión. Pensé que vivía en un sitio estrecho. Pero ahora, estoy muy contento no sólo con ser capaz de cultivar, sino también por ser capaz de vivir con mi familia —sonrió Aine. Sin darme cuenta, quedé aturdido.

Hermoso, eso es lo que sentí.

Aine lentamente abrió la boca.

—Por eso, hermano. Quiero disculparme con Yuan.

Olvidé respirar por un momento ante sus palabras.

¿Disculparte con Yuan?

Aine ignoró mi expresión de asombro y siguió hablando.

—Podrías pensar que no encontrarme con Yuan es lo mejor, pero creo que es lo contrario. Desde ese momento, estuve pensando que podría haber un motivo. Que tal vez haya una razón para ello, o algo así. Ese día, Yuan estaba muy cansado. Si no hubiera encontrado una molestia levantarme de la cama e ir a hablar en la sala de estar, algo así podría no haber ocurrido. Yuan podría tener sus propias preocupaciones-.

—¡¿Eres estúpido?! —grité, incapaz de tolerar sus palabras por más tiempo. Aine se sorprendió tanto que sus hombros se estremecieron—. ¡¿Qué “circunstancias”?! ¡Casi fuiste violado! ¡Él es el tipo que lamió el culo de su hermano mayor! ¡¿Todavía planeas defenderlo?!

—Decirlo de esa manera…

—¡Es la verdad!  ¡Si fueras violado pero la otra persona tuviera “circunstancias”, ¿estarías bien con eso?!

En ese momento, su mirada vagó alrededor. Mi visión está enrojeciendo de ira.

—No puedo entenderte. ¿Por qué es tan baja tu autoevaluación? ¿Todavía te consideras de la realeza?

—Yo, yo solo… Solo quiero vivir felizmente con todo el mundo, hermano. En cuanto a mí, mientras lo aguante, todo el mundo se llevará bien…

—¿Así que eso significa que estás bien con ser jodido?

El rostro de Aine se volvió visiblemente azul.

—Tu cara se ve desagradable… —dije con franqueza.

Arrojé la regadera en una esquina y dejé ese lugar. En la esquina de mis ojos, puedo ver vagamente el cuerpo de Aine temblando.

Me fui al Castillo sintiéndome indignado.

Una vez más me dirigí hacia el templo y cuando abrí la puerta, vi a Yuan arrodillado, ofreciendo una oración al igual que ayer.

Notando mi comportamiento anormal, Yuan se puso de pie y se acercó a mí.

—Leichel ¿qué pasa?

—Ese tipo dijo quería disculparse contigo.

—¡¿Aine?!

Al instante, Yuan alzó la voz con deleite. Con solo verlo mi ira volvió a burbujear.

—Él dijo que si tenías tus propias circunstancias te perdonaría. ¡Es ridículo!

—¡Hermano! ¿Qué quieres decir?

—A partir de hoy, reanudaré el banquete. Prepárate.

—¡Hermano!

La última imagen del rostro de Aine, cuando parecía ¿a punto de llorar, parpadea en mi mente.

Solo disculparse… No hay necesidad de pedir disculpas porque eres la víctima. Por otro lado, Yuan tiene toda la culpa. ¿Por qué te acompañé en los últimos dos días? ¿Estoy enojado porque está pasando por alto mis intenciones, o porque la virilidad de Aine casi fue manchada por otro hombre?

Sacudí la cabeza y borré tales pensamientos.

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