Traducido por Herijo
Editado por Sakuya
Cuando llegué a la escuela el día del festival atlético, Iwamuro me susurró que fuera con él. Quería que revisara su piel. Extendí la mano y toqué su rostro con el dorso.
Mmm, suave y flexible.
Le dije eso y me agradeció felizmente antes de volver con los demás chicos. Tal vez ahora, para él, ya era imposible volver atrás.
♦ ♦ ♦
En los eventos principales me relegaron a animar solamente. Mis amigos y yo estábamos viendo desde dentro de una carpa para evitar el sol. Tal vez debería haberle pedido a Iwamuro un poco de protector solar.
La gente había estado comentando cómo el Emperador canalizaba su frustración, por no poder competir en la batalla de caballería, entrenando a su equipo para la carrera de relevos. Deben haber sido ciertos los comentarios porque su equipo pasaba el bastón como una máquina bien aceitada y ganaron el primer lugar por mucho. De hecho, era un poco aterrador cómo parecían un tipo de ejército…
En cuanto a las chicas de nuestro grado, Tsuruhana lo hizo realmente bien. Ya podía verla presumiendo por un tiempo.
Finalmente llegó el momento de la carrera de tres piernas, así que me dirigí a la línea de salida y me amarré a Ikoma. Fue entonces cuando me di cuenta de que Wakaba estaba en la línea de salida conmigo.
¿Entonces ella también estaba compitiendo? En el mismo grupo que yo, además. ¿Era buena en deportes?
Decidí no preocuparme por eso. No tenía tiempo para enfocarme en los demás. Habíamos entrenado bastante duro para esto, así que quería el primer lugar si era posible.
—¡Daré todo de mí, Reika!
Ikoma también estaba muy emocionado.
Con la señal de salida, los dos salimos disparados mientras cantábamos al unísono. Escuché a una pareja caer detrás de nosotros. Estábamos cerca de la línea de meta. ¡Estoy apuntando al primer lugar!
Pero justo cuando la victoria estaba al alcance de nuestras manos, una pareja nos sobrepasó por detrás y se llevó el premio.
Debido al impacto, dí un mal paso y tropezamos, quedando en el segundo lugar. Levanté la vista y vi a Wakaba con la bandera del primer lugar.
—¡Lo logramos! ¡Primer lugar!
Wakaba parecía muy emocionada, pero la cara de su compañera gritaba —¡oh no!— e intentaba frenéticamente detenerla.
—¿Eh? ¿Por qué? —preguntó Wakaba, desconcertada.
Su compañera susurró algo en su oído, y luego Wakaba miró en mi dirección. ¿Hm?
La chica se alejó y desapareció entre la multitud.
—Lo siento, Reika. No puedo creer que te haya decepcionado…
Ikoma parecía desanimado e increíblemente frustrado. ¿Eh? ¡No tienes que tomarlo tan en serio!
—No estaba destinado a ser. Simplemente había una pareja más rápida que nosotros dos.
—Pero…
—Intentemos hacerlo lo mejor posible en nuestro próximo evento. Todavía tenemos el lanzamiento de pelota, ¿verdad?
—Sí…
Nunca me había importado especialmente ganar en un festival atlético, pero supongo que a algunas personas sí.
Resulta que ese mismo evento de lanzamiento de pelota resultó tener a Wakaba, una vez más apareció y compitió, pero no pudo controlar su lanzamiento y golpeó a alguien de otra clase que corría cerca.
La víctima era Afrodita, quien causó un gran alboroto gritando:
—¡MI MAAAANOOO! ¡MI VIDA COMO VIOLINISTAAA!
Lo cual terminó con Wakaba disculpándose frenéticamente. Mientras ella estaba ocupada lidiando con Afrodita, terminó en último lugar.
Mis condolencias.
♦ ♦ ♦
Por la tarde, finalmente llegó mi carrera de disfraces.
Mi disfraz consistía en un vestido gris, leggings grises y una diadema grande de orejas de ratón. No teníamos guantes de ratón, así que usaba unos de gato en su lugar. Por seguridad, llevaba zapatillas deportivas en los pies. Por esa misma razón, no me permitían llevar una calabaza en la otra mano, así que la convertí en una mochila. En comparación con mis compañeros de equipo, que obviamente eran Cenicienta, un príncipe y una hada madrina, mi disfraz se sentía un poco más vago…
Ahora llevando también una peluca rubia, Iwamuro se acercó para mostrarme cómo se veía. Sus labios y mejillas estaban pintados de rosa.
Mencioné que tenía brillo labial y le pregunté si quería un poco.
—¡Definitivamente! —fue su respuesta. Así que terminé parada frente a un miembro del Club de Judo de más de 170 cm mientras se arrodillaba frente a mí con los ojos cerrados y los labios fruncidos.
—¿Eh? ¿Se suponía que debía hacerlo?
Iwamuro había escalado los escalones de la feminidad mucho más rápido de lo esperado. Me aseguré de usar un brillo labial extra brillante para él y no fui tacaña con ello. Mm, mm. Eres completamente lindo.
Él se paró frente al espejo y luego hizo unos cuantos pucheros de pato. Regresa a nosotros, Iwamuro…
Por alguna razón, cuando llegó mi turno para correr, los vítores de la multitud se convirtieron en un parloteo ruidoso. Cuando miré a la audiencia, algunos incluso apartaron la mirada, incómodos. ¿Por qué? ¿Era raro?
—¡Reika-sama! ¡Eres tan digna!
Serika, Kikuno y mis otras amigas comenzaron a animarme de manera extraña.
Al final no obtuvimos el primer lugar, pero nos convertimos en el tema de conversación de la escuela. Cenicienta parecía estar disfrutando todo el tiempo. Le regalé un brillo labial con purpurina.
Después de muchos otros eventos, finalmente llegó el momento de la batalla de caballería.
Los participantes de mi clase eran algunos de los chicos más fuertes, incluido Iwamuro. Aunque en su interior era una doncella. ¿Estaría bien?
Cuando algunos de los equipos más populares pasaron por la puerta, los vítores parecieron estallar aún más. Cuando los de primer año salieron, el querido acosador recibió muchos vítores de las chicas. Se suponía que era mi Vicejefe de la Aldea, pero era popular. De alguna manera, eso era realmente frustrante.
Sin embargo, el que recibió la mayor cantidad de vítores fue mi adorado Tomoe. Aplaudí como una loca por él. ¡Hazlo lo mejor posible, Tomoe!
La batalla fue aún más intensa que en la escuela secundaria. Creo que fue debido a la gran diferencia de físico y poder.
Pero a pesar de eso, el querido acosador seguía luchando al mismo nivel que nuestros senpais, arrebatando cintas de cabeza a derecha e izquierda. ¡Oh camarada! ¡Lleva gloria y honor a nuestra aldea!
Pensando en la doncella que era Iwamuro, lo busqué preocupada, pero encontré a una persona completamente diferente al chico que había usado felizmente el vestido de Cenicienta.
Estaba rugiendo un grito de guerra mientras cargaba contra sus enemigos. ¡Hazlo lo mejor posible también, Club de Judo!
Mientras todo esto sucedía, el equipo de Tomoe estaba derribando a todos, acumulando victorias sin esfuerzo alguno.
¡Eres tan increíble, Tomoe!
¡Por primera vez en mucho tiempo, pude escuchar O Fortuna rugiendo en mi cabeza!
Terminé cautivada y dejé de prestar atención a los demás. Cuando volví en mí, Iwamuro ya había perdido. Lo siento por no estar mirando. Te prestaré un poco de tónico facial para cuidar esa quemadura de sol.
El querido acosador estaba entre los supervivientes. ¡Eres asombroso, querido acosador!
Pero fue el objetivo de Tomoe. Después de caer en la finta, dejó una apertura que aprovechó para robarle la cinta de cabeza. ¡La sonrisa de chico malo que llevaba en ese momento hizo que mi corazón se acelerara!
De repente me pregunté qué estaba haciendo el emperador. Lo miré y estaba frunciendo el ceño con los puños apretados, mirando con determinación al equipo de Tomoe. Parecía realmente mortificado de estar fuera de la competencia.
Si te vas a poner así de molesto, deberías haber competido. Me pregunto por qué anunció su retiro. Qué idiota.
Al final, Tomoe se enfrentó a otro equipo de tercer año y ganó, convirtiéndose en el rey de la batalla de caballería de este año.
Me levanté y aplaudí vigorosamente su figura valiente. Era una lucha solo para no saltar y agitar las manos.
Mientras aplaudía, Tomoe me miró y luego me dio un pulgar arriba mientras guiñaba un ojo y sonreía. ¡Eh, yo!
No pude evitar mirar a mi alrededor y detrás de mí, pero señaló directamente hacia mí. Me saludó con la mano antes de volver con sus amigos, con los brazos sobre los hombros.
Vi una fuente imaginaria de sangre brotar de mi nariz.