Traducido por Naremi
Editado por Sakuya
—Secreto —Baili Hongzhuang sonrió y no explicó nada.
A pesar de que ella tenía una explicación, sería difícil para Gong Shaoqing y el resto creerlo…
Dongfang Yu apoyó su mano en el hombro de Baili Hongzhuang y sonrió ampliamente.
—Cómo evitarlos no es importante. ¡Es suficiente que estés a salvo!
Al ver esto, Gong Shaoqing no continuó su interrogatorio. Pero esta nueva pequeña hermana marcial parecía estar llena de misterios.
Corriendo en un callejón sin salida después de un escape estrecho de la marea de bestias demoníacas, y aun así salir completamente ilesa… era realmente inimaginable.
Liu Qinyue miró a Baili Hongzhuang, sus ojos claros y suaves brillando con duda antes de desaparecer finalmente.
—Regresemos —Gong Shaoqing dijo lentamente—. Es imposible continuar más allá de la entrada, así que volvamos ahora.
Después de pasar por tantos giros y vueltas, también estaban extremadamente agotados. No sabían cuándo terminaría la marea de bestias demoníacas, así que cuanto antes se fueran, mejor.
Baili Hongzhuang y el resto no se opusieron. Correr prácticamente todo el día y toda la noche los había dejado completamente agotados. Descansar era el mejor curso de acción.
Los cuatro volvieron a la escuela. Debido a la marea de bestias demoníacas, ninguna bestia demoníaca intentó atacarlos.
♦ ♦ ♦
Hei Mu se quedó mirando el acantilado vacío, con los ojos llenos de terror. Su rostro atractivo estaba completamente ceniciento.
Miró por el acantilado, las nubes y la niebla entorpecían su vista. Debajo, había una llovizna fresca.
Si Baili Hongzhuang se cayera de aquí, simplemente no habría posibilidad de supervivencia.
El joven maestro le había ordenado que cuidara cuidadosamente a Baili Hongzhuang antes de irse, así que durante los últimos días, siempre la había estado observando en secreto.
Para no influir en su entrenamiento, se aseguró de mantener una distancia fija de ella. El desempeño de Baili Hongzhuang siempre fue impresionante y nunca necesitó su ayuda.
Pero nunca esperó que de repente hubiera una Marea de Bestias Demoníacas.
A pesar de que era poderoso, la marea era extremadamente difícil de tratar. Aunque quería desesperadamente salvar a Baili Hongzhuang, simplemente estaban demasiado lejos.
Baili Hongzhuang era la mujer que le gustaba a su joven maestro, ¡ah!
Hei Mu se arrodilló junto al acantilado, sus ojos oscuros se llenaron de desesperación y culpa.
Su joven maestro confió en él y le confió a la señorita Baili para que él la protegiera. Pero no solo no logró proteger a la señorita Baili, sino que incluso la dejó morir en la marea de bestias demoníacas.
Pensando hasta aquí, odiaba que no fuera él quien se hubiera caído del acantilado. Así, ¿qué cara pondría cuando viera al Joven Maestro?
Pero no pudo hacer nada. Incluso si se suicidara para ser perdonado, tendría que presentarse primero ante el Joven Maestro. Hei Mu se levantó lentamente. Aunque su rostro era extremadamente antiestético, sus pasos aún eran firmes cuando abandonó la montaña Luo Xia.
♦ ♦ ♦
Dibei Chen escuchó el informe de Hei Mu, la hermosa sonrisa en su rostro se endureció bruscamente. Sus brillantes y claros ojos se volvieron oscuros como si toda su luz fuera envuelta por la oscuridad, en una terrible tormenta.
—¿Dijiste… Hongzhuang murió en la marea de bestias demoníacas?
Su hermoso rostro se había congelado, su sonrisa era fría e inicua. Sus ojos estaban fijos en Hei Mu, un enorme poder aterrador que lo presionaba.
La habitación temblaba por la presión, la atmósfera fría y espantosa. La cara de Dibei Chen era aún más espantosa.
—¡Joven Maestro, tu sirviente es incompetente! —Hei Mu se arrodilló. No tenía excusa. De hecho, ¡solo estar parado frente a Dibei Chen ileso ya era extremadamente vergonzoso!