¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 82: Su tiempo hasta la fiesta de la noche

Traducido por Lucy

Editado por Ayanami


El príncipe heredero de Sahaja, Maximilian, viene.

Un día, algún tiempo después de que Lidi ganara la apuesta conmigo.

Me llamaron al despacho de mi padre a primera hora de la mañana para escuchar su historia, qué problemático.

Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 82: Su tiempo hasta la fiesta de la noche”

Apaga las Luces – Extra 2 (II)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


—¡C-C-Creo que fue un loco bastardo! —respondió Tony con voz agitada.

Chase, quien estaba vigilando no muy lejos, miró hacia atrás.

—¿Sangre en el carro?

Sin embargo, a diferencia de las conmocionadas aseveraciones de Tony, acerca de un loco bastardo salpicando el auto con sangre, el líquido resultó ser pintura roja. Esta parecía sangre porque el vehículo era de color negro. Sin duda, esto era más efectivo que usar sangre. Seguí leyendo “Apaga las Luces – Extra 2 (II)”

El Perseguido – Capítulo 121: Funeral

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Después de eso, Ye Ying Zhi, Song Jin y su esposa ayudaron a Chi Yan con el funeral de su abuelo.

El abuelo no era nativo de Ciudad R. Fue asignado ahí debido a asignaciones de trabajo cuando era joven. Más tarde, se casó con la abuela de Chi Yan y se terminó quedando. Chi Yan también era un estudiante con pocas conexiones sociales, por lo que no había mucha gente que asistiera al funeral. Solo unos pocos estudiantes que tenían una buena relación con él en la escuela, dos familiares de la ciudad natal del abuelo y algunos de sus antiguos colegas que habían estado en contacto, asistieron. Algunos de los colegas de Song Jin también vinieron a ayudar, pero lo principal aún lo hicieron los hombres de Ye Ying Zhi y todo se hizo correctamente.

En el funeral, Ye Ying Zhi y Chi Yan siguieron la misma etiqueta tradicional para mostrar respeto como nietos del difunto, que era más elaborada que la de Song Jin. Se dijo a los forasteros que Ye Ying Zhi trataba a Chi Yan como a su hermano de sangre, pero después de pasar tanto tiempo con ellos, Song Jin y su esposa ya se habían dado cuenta de la relación que tenían. Chi Yan estaba un poco avergonzado, pero lo admitió, mientras los dos no pensaron que hubiera nada malo en ello. Seguí leyendo “El Perseguido – Capítulo 121: Funeral”

error: Contenido protegido