Dinero de consolación – Capítulo 6: Es una profecía, creo (POV del Príncipe)

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné

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Julia me seguía desde detrás. La guié hacia una oficina temporal que había sido preparada para mí. Roland ya se encontraba allí y me saludó sorprendido al ver que la traía conmigo.

—La escena en donde conoce al Príncipe ocurre en el segundo volumen.

Cuando esa chica sacó la novela con ese estúpido título, comencé a pasar las páginas rápidamente. Empecé a temblar a medida que leía.

— ¿No sería malo para mí si esta situación continúa?

— ¡No será malo! Sólo tiene que coquetear un poco con ella… por ahora.

Julia parecía no entender la razón que me había dejado tan mal.

—Nunca más tomaré una siesta en ese lugar.

—Ya arreglé eso. Quiero decir, el que un Príncipe duerma en el suelo es demasiado pueblerino, ¿cierto?

Sentía arrepentimiento, de algún modo u otro.

— ¿De qué están hablando?

Podía escuchar la curiosidad en la voz de Roland. Es cierto, soy el Príncipe de este reino y aun así estoy leyendo esta vergonzosa novela.

— ¿Hay aquí algo sobre Roland?

— ¡Por supuesto! Mi hermano no es solamente apuesto, sino que también es inteligente y honesto. Estoy realmente orgullosa de ser su hermana.

—Tú también tienes un complejo de hermano, ¿eh?

Pasé rápidamente las páginas y miré a Julia.

— ¿Dónde está la historia de Roland?

—Está en la segunda parte del volumen. Bueno, mi hermano es un conde, así que pronto saldrá de escena.

— ¿Intentaste ayudar a Roland o algo así?

—No es eso…

Julia, estás desviando la mirada. Roland tenía una expresión en blanco.

— ¿De qué están hablando ustedes dos?

—Hermano, ¿has visto a una joven mojándose los pies en la fuente?

—Ah, hubo alguien así. Ese día estaba extrañamente ocupado, así que pretendí no haberla visto.

—Hermano… ¿Aún recuerdas su rostro?

Roland trató de recordar por un momento, antes de sonreírle a Julia.

—No recuerdo su rostro, pero tenía cabello rubio.

—Estuvo bien que lo olvidaras.

— ¿No es mejor no involucrarse en esto?

Murmuré sin pensar.

— ¿Por qué no me dijiste acerca de eso?

Cuando Julia escuchó esto, me respondió sin arrepentimiento alguno.

—Pensé que sería divertido de ver.

¡Qué excusa más mala!

En esta novela, el Príncipe y Lamore se convierten en rivales.

¡Qué aterrador! ¿Por qué me estás haciendo estas cosas?

Esa chica que había estado abrazando a Lamore chocó conmigo esta mañana. Sus ojos brillaban y su espalda temblaba mientras se disculpaba conmigo. Mientras le decía —No te preocupes —Pensé inmediatamente que algo malo sucedería si no le daba un vistazo, tan pronto como fuera posible, a ese libro profético que Julia me había mostrado previamente.

Sentía que había una misteriosa fuerza que seguía llevándome de la mano en la oscuridad.

— ¿Quién escribió este libro profético?

—La señora Mathilda.

Dudé de lo que había escuchado.

— ¿Es esta Mathilda, mi antigua nodriza?

—Sí.

— ¿Qué? Mathilda es una mujer que heredó la sangre de una banshee. [1]

—Las banshees son espíritus que anuncian la muerte de su amo, ¿verdad?

— ¿Has estado escribiendo esto sin entender absolutamente nada? Las banshees también poseen el poder de la clarividencia. Ese poder convirtió este libro en una profecía.

Aunque le estaba explicando este hecho, Julia continuó ignorándome mientras murmuraba.

—Esa es la razón por la que la señora Mathilda siempre ha lucido joven y hermosa, incluso cuando tiene un hijo de una edad cercana a la del Príncipe. Le tengo tanta envidia.

No estoy seguro de qué es lo que siente envidia.

—El hijo de la señora Mathilda también es guapo y trabajador.

¿Qué? ¿Ya le entregaste tu corazón al hijo de Mathilda?

El semblante de Roland comenzó a decaer.

— ¡Sí! Migger actualmente está trabajando en mi tienda de diseñador ubicada cerca del centro de la ciudad. Debido a que es guapo de rostro, ¡un montón de mujeres que están interesadas en él han estado gastando dinero en la tienda! ¡Tengo que asegurarme de que trabaje para mí a largo plazo! ¡Es realmente un deleite el tener a alguien cuya belleza nunca se marchitará! ¡Como empleadora, no puedo hacer más que amar eso!

¿Pero, qué diablos? Siento como si hubiese presenciado algo que no debería.

—En todo caso, quiero que Mathilda deje de escribir esta novela.

— ¡Absolutamente no!

— ¿Por qué?

—Porque es mi producto más vendido.

— ¿Entonces se trata de dinero?

—Para mí, ¡el dinero lo es todo!

Ah, no más. Siento que será inútil intentar hacerla cambiar de parecer… No, espera un momento.

— ¿Cuánto dinero es necesario para que me dejes fuera de esto?

— ¿Eh…?

Podía ver como brillaban sus ojos.

—Eh, pero, no… Si piensas en las ganancias, sería realmente difícil sacar al Príncipe de escena. ¡Es totalmente imposible!

Esta chica era tan inteligente que me dejaba boquiabierto.

—En cualquier caso, pude hacerme a un lado gracias a que al parecer la Heroína no se ve influenciada por mi poder y decidió, en su lugar, entablar amistad con Lamore.

—Príncipe… Eso lo escribió la señora Mathilda.

Me desplomé en mi escritorio.

—Bueno, le expresaré a la señora Mathilda que el Príncipe está dispuesto a convertirse en el chivo expiatorio.

—Por favor, sálvame…

En ese momento, entendí que no tenía ninguna opción más que elegir aparte de esta.

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Aclaración:

[1] Banshee son espíritus femeninos del folklore irlandés que, según la leyenda, se aparecen ante una persona para anunciar con sus llantos o gritos la muerte de un pariente cercano. Posteriormente se dijo que las banshees mostraban su respeto hacia los difuntos gritando o lamentándose debajo de la ventana del moribundo. Si varias aparecían a la vez, anunciaban la muerte de un personaje importante, incluso de carácter sagrado.