No zuo no die – Capítulo único

Traducido por Shiro

Editado por Hime


1.

Xin Lei estaba tranquilo en casa. El único trabajo que tenía era contestarle a la persona que le permitía llevar una vida tan cómoda —tal carrera era conocida como: sugar baby. Aunque era un sugar baby, su casa estaba vacía, no tenía requisitos para una vida lujosa. Su único pasatiempo era jugar juegos en línea, en el invertía su «salario», el cual iba directo del dueño al juego en línea para crear dioses coquetos y brillantes. Entonces veía cómo el resto de los jugadores lo adoraba y difundían su nombre por la red.

Básicamente, tal vida sin propósito era su propósito.

2.

Meng Qiao era un gran jefe. En la vida real, era valiente y un magnate. También tenía a un pequeño sugar baby, y si no estaba ocupado, coquetearía con él para pasar el aburrimiento.

Como era un hombre ocupado, pocas eran las veces que jugaba juegos en línea en su tiempo libre, y debido a esto, nunca les prestaba mucha atención ni invertía dinero en ellos. Encontraba cómico gastar dinero en tales cosas, y una persona madura y racional como él nunca lo haría.

Así que, en los juegos en línea, era un completo novato llamado Xiaobai.

3.

Xin Lei conoció a Xiaobai en el juego.

Xiaobai no tenía rango, equipamiento ni herramientas, pero su actitud era arrogante, como si todos estuvieran ebrios y él fuera la única persona sobria. Por alguna razón, a Xin Lei le dio la impresión de ver la sombra de su sugar daddy [1] en él. Quizás, en realidad, las supuestas personas exitosas, incluso sin lograr mezclarse bien en el juego, seguían sintiéndose superiores.

Por supuesto, aunque no era de su agrado, la identidad de Xin Lei como Gran Dios en el juego no le permitía tener nada en común con tales personas, pero la otra parte de alguna manera provocó tontamente a su amigo “Jun A” en internet, y así comenzó su cacería.

En los juegos en línea, al momento de tener un roce con alguien, no solo se necesitaba el poder del dinero, sino también la valentía de los amigos para llevar algo a cabo. Entonces, cuando Jun A le pidió que interviniera con Xiaobai, Xin Lei se dedicó a la tarea sin dudarlo.

Xiaobai era realmente tenaz. Al principio, lo había perseguido para que admitiera su error, pero se adhirió a su orgullo y nunca cedió. Entonces la pequeña disputa empeoró cada vez más. Xin Lei estaba molesto con esta persona, y ahora que tenía una buena razón, se esforzaría al máximo en cazarlo. Básicamente, en ese período de tiempo, el mayor placer de Xin Lei era barrer el internet con Xiaobai. Era similar a derrotar a su arrogante y elevado sugar daddy, lo cual lo hacía sentir muy bien.

No sabía si su equipo brillante era demasiado llamativo, o si su identidad como el Gran Dios se había ganado la envidia de los demás jugadores, o si se había excedido barriendo el internet con Xiaobai, pero había algunos molestos soldados que comenzaron a atacar al Gran Dios. En pocas palabras, de manera inconsciente, el odio hacia Xiaobai gradualmente se desplazó hacia Xin Lei, tras lo que todos olvidaron por completo que él no había sido quien había dado inicio a todo esto.

Xiaobai: Solo espera, ya verás. —Un día, después de caer muerto incontables veces, terminó diciéndole esa cruel frase.

Gran Dios: Ja, ja. Entonces esperaré. ¡No me decepciones! —Tuvo que contestarle. Después de terminar la tarea de barrer el suelo con Xiaobai, se sentía renovado.

Jun B: Jun A ha olvidado la persecución inicial. ¿Cómo puedes seguir haciéndolo? —Su amigo miró a Xin Lei con resignación.

El mencionado lo pensó por un momento y dijo:

Gran Dios: Creo que he hecho de esto un hábito, ¿no lo crees? Sabes, ¡no es difícil acostumbrarse a esto!

La persona se quedó sin palabras, y Xiaobai discretamente se desconectó.

4.

Meng Quiao conoció al Gran Dios en el juego.

Este dios necesitaba estar equipado y conectado y ser operado y administrado. Se podría decir que era famoso en el juego. Incluso jugadores como Meng Qiao, que no le prestaban mucha atención al tablero de posiciones, conocía su nombre porque lo mencionaban en el canal del mundo casi todos los días, montones de personas que lo admiraban.

Sin embargo, Meng Qiao no esperaba que un día también llegaría a entrar en contacto con este dios, entendiendo a fondo las diferencias entre ambos.

La causa del incidente fue muy simple, tuvo una disputa respecto a la distribución de un botín que obtuvieron en un calabozo. A Meng Qiao, en realidad, no le interesaba una o dos piezas de equipo, incluso si este podía costar ¥12 000 al venderlo por internet, ya que esto era apenas una nimiedad para él. Lo que le molestó en realidad fue la actitud de la otra parte.

A pesar de que el personaje de Meng Qiao no era popular en los juegos en línea, seguía siendo muy arrogante, y al no soportar la actitud del otro, terminó teniendo una disputa. Tras lo que el asunto siguió aumentando de proporciones y tornándose cada vez más serio.

La otra parte llamó a su amigo para que lo ayudara a pelear, y ese amigo llamó a otro amigo, y así sucesivamente hasta que finalmente el Gran Dios terminó involucrado en el equipo de persecución, lo cual hizo que Meng Qiao no pudiera decidir entre llorar o reír [2].

Sin embargo, Meng Qiao no era de los que se acobardaban por algo como esto, y ceder jamás era una opción para él. Frente a la cacería, en lugar de calmarse, se tornaría más testarudo y valiente. Incluso si la pelea se había convertido en una por abolir a este a dios, nunca se inclinaría ante estos niños ociosos y arrogantes.

Por supuesto, todos los días que se conectaba sería cazado. Ser atormentado de este modo, le molestaba, pero lo que lo confundía era que la persona más feroz que lo cazaba era el Gran Dios, el cual no tenía nada que ver con este asunto.

Gradualmente, la mayor parte del equipo de cacería comenzó a retirarse, y solo el Gran Dios perseveró. Meng Qiao terminó odiando tanto su estúpido comportamiento, que un día no pudo evitar decirle esta crueles palabras:

Xiaobai: Solo espera, ya verás.

El otro lado no pareció prestarle ni la más mínima atención a sus palabras. Sonriendo, le contestó casualmente:

Gran Dios: Ja, ja. Entonces esperaré. ¡No me decepciones!

Meng Qiao apretó los puños frente al computador y miró la tarjeta del banco en su billetera.

Jun B: Jun A ha olvidado la persecución inicial. ¿Cómo puedes seguir haciéndolo? —preguntó, dubitativamente, el amigo del Gran Dios, expresando las dudas que Meng Qiao había tenido todo este tiempo.

Gran Dios: Creo que he hecho de esto un hábito, ¿no lo crees? Sabes, ¡no es difícil acostumbrarse a esto! —contestó, irresponsablemente, el Gran Dios.

Meng Qiao contuvo la sangre que estuvo a punto de escupir, y con resolución cerró el juego.

5.

Xin Lei sentía que su sugar daddy había estado un poco extraño recientemente. Parecía como si le debiera algo, y su comportamiento no era el usual. Para poder llevar a cabo su trabajo como de costumbre, y así no ser despedido, hizo grandes esfuerzos por complacer a su sugar daddy. Bien fuera en la cama o bajo ella, ¡fue sumamente considerado!

Desafortunadamente, parecía que no había dado muy buen resultado.

Su sugar daddy había salido del clóset al igual que él, y al no haber esposas o novias, Xin Lei podía entrar por la puerta principal para complacerlo sin miedo de ser atrapado en un amorío. Así que, ese día, cocinó un delicioso y nutritivo congee, y luego fue a la habitación a reconfortar el cuerpo y la mente agotados de su empleador.

¿Quieres comer la sopa o a mí primero?

¡No te quedes allí callado! ¡Esta línea amorosa está buscando hacer bien mi trabajo!

El día de hoy su sugar daddy se veía apuesto. Parecía estar a punto de vengarse, y por primera vez, le sonrió a Xin Lei como no lo había hecho en muchos días, para luego beber el congee con satisfacción.

Después de comer y beber lo suficiente, era momento de darle rienda suelta a la lujuria. Como Xin Lei ya se había aseado antes de salir de su casa, se había quedado sin nada que hacer cuando terminó de lavar los utensilios que habían usado durante la comida, por lo que entró al estudio buscando ocuparse en algo mientras que esperaba que su sugar daddy terminara su baño.

Entonces, vio que la computadora estaba encendida, y la ventana del juego con la que estaba familiarizado en extremo, así como el ID de un personaje al que conocía saltaron a la vista.

En ese momento, ¡Xin Lei admitió su error!

¡De-todas-las-personas!

¡Tengo-la-peor-suerte!

¡Dejalo-ya! / ¡Déjalo! ¡Ya!

6.

A Meng Qiao le pareció que su sugar baby estaba un poco extraño esa noche. Aunque encantador y flexible en la cama como de costumbre, algo parecía preocuparle.

—¿En qué piensas? —le preguntó, en voz baja, pasando sus dedos por su suave cabello negro, y bajando su cabeza para succionar sus labios.

Su sugar baby pareció darse cuenta que se le estaba frotando y gimiendo como un gato, y tomó la iniciativa de rodear los hombros de Meng Qiao, para entonces estirar la mano con entusiasmo y agarrar su enorme paquete.

Ante sus acciones, Meng Qiao resopló y decidió dejar pasar su comportamiento anormal por hoy, embistiendo su cuerpo cada vez con más fuerza.

Cuando la lluvia y las nubes comenzaron a dispersarse, su sugar baby no pudo evitar acariciar las suaves sábanas y dormirse con el ceño fruncido, plenamente consciente de la situación que lo atormentaba.

Meng Qiao miró sus rasgos faciales y lamentó ver tal expresión en su rostro, solo bastando una vez para decidir que haría algo para que eso cambiara. Sin embargo, su mente pronto se dirigió de nuevo al juego y a la gran cantidad de dinero que invirtió en él, lo que lo hizo curvar sus labios en una sonrisa.

No podía esperar por el cambio de fortuna que experimentaría el Gran Dios, tras lo que él finalmente podría pisotearlo.

Pensar en esto es más relajante que tener sexo.

7.

Cuando Xin Lei regresó a su casa, lo primero que hizo fue sentarse en la computadora y jugar el juego, y luego miró los personajes en su interfaz, atragantándose.

No podía creer que de verdad había acosado a su propio sugar daddy.

¿Cuántas personas en el mundo pueden tener esta suerte de mierda? ¡Podría ganar la lotería si me compro un billete!

Cubriendo su rostro, finalmente comprendió por qué su sugar daddy lucía decaído recientemente.

¡Claramente era porque estaba siendo cazado y tenía que correr miles de millas! ¡Qué desastre!

¿Estoy mal de la cabeza? ¿Está mal el mundo?

Después de cuestionarse a sí mismo durante diez minutos, Xin Lei, a quien le aterrorizaba decirle la verdad a su sugar daddy, decidió abordar el problema desde un ángulo diferente, convirtiéndose en un hombre nuevo en el juego. Incluso si no podía conseguir que el personaje de su sugar daddy y el suyo se volvieran buenos amigos, al menos podía dejar de ser su enemigo, cambiando así la situación actual.

Xin Lei siempre había sido muy agresivo, y pensando sobre qué hacer, finalmente optó por esperar a que su sugar daddy se conectara para inmediatamente rastrearlo y llegar directamente a su ubicación. Antes, para poder cazarlo, había comprado un montón de estos props [3] en un arrebato, ahora quería limpiarse las lágrimas amargas que esto le hacía derramar.

Efectivamente, cuando Xin Lei llegó, su sugar daddy inmediatamente encaró al enemigo. Aunque su cuenta ahora tenía dinero, su nivel seguía siendo bajo, por lo que no era oponente para Xin Lei.

Al ver a Xiaobai, su sugar daddy, atacándolo; su primera reacción, naturalmente, fue devolver el ataque, pero cuando la vida del otro quedó a la mitad después de solo un ataque, reaccionó.

¡Vine a rogar piedad!

Luchando contra su deseo de hacer PK [4], Xin Lei no volvió a atacar al otro y dejó que este lo acabara lentamente, hasta caer al suelo con un grito. ¡Los amigos del dios estaban atónitos!

El Gran Dios había muerto en ocasiones anteriores, ¡pero nunca en manos de un novato como Xiaobai!

Xiaobai miró al Gran Dios tirado en el suelo y preguntó:

Xiaobai: ¿Qué quieres decir con esto?

Gran Dios: Vengo en son de paz. En vez de enemigos seamos amigos. —Tal línea apareció sobre el personaje del Gran Dios.

Xiaobai: ¿Te robaron la cuenta?

Gran Dios: ¡No! ¡Te lo suplico! ¡Amigos!

Xiaobai: ¿Por qué? ¿Tienes miedo?

Gran Dios: Bueno, piensas que estoy asustado, ¿cierto? ¿Nos damos la mano?

Xiaobai: …

8.

 Meng Qiao estaba atónito. Mirando al Gran Dios en la pantalla, sentía que nunca entendía lo que pasaba por la cabeza de la otra persona. Justo ayer lo estaba matando con alegría. Hoy, de pronto le suplicaba perdón.

Meng Qiao se sintió anciano.

¡No puedo entender lo que piensan los chicos de hoy día!

Quería ignorarlo, pero no conseguía hacerlo Sin importar hacia dónde manipulara su personaje, el otro lo seguiría. Meng Qiao por poco sintió que si le pusiera una cola de perro a su trasero, la estaría sacudiendo en este momento.

Aunque no sabía lo que el otro tramaba, decidió hacer a un lado las diferencias pasadas y convertirse en su amigo por el momento, en aras de su aparente sinceridad e incluso de su disposición de destruir la imagen de dios que se había creado. Además, si estaba haciéndolo con malas intenciones, Meng Qiao no tenía nada que temer.

Al final su actitud se suavizó, y el Gran Dios naturalmente lo percibió, por lo que se le adhirió de forma incondicional.

Como había sido víctima de una cacería, el rango de Meng Qiao era bajo, y el Gran Dios trabajó con esmero para llevarlo al siguiente nivel; debido a la cacería, su equipamiento estaba dañado, por lo que el Gran Dios buscó por todas partes y le presentó uno sin debilidades; cuando amedrentaban a Meng Qiao, el Gran Dios lo defendía; cuando Meng Qiao amedrentaba a otros, el Gran Dios era su cómplice.

Esta clase de amor incondicional era una novedad para Meng Qiao, quien no se decidía entre si reír o llorar, pero al final no pudo evitar sentirse un poco conmovido.

Gradualmente, Meng Qiao bajó la guardia que originalmente había erigido para con el Gran Dios, y lo comenzó a seguir sin reservas. Con el atento cuidado del Gran Dios, Meng Qiao se encontraba bien. Pronto, el equipamiento que usaba pasó a ser el mejor disponible. Además, aprendió a operar bien a su personaje. Ahora vivía y dormía exitosamente con el Gran Dios. Donde fuera que se encontrara el Gran Dios, podía verse su sombra.

Por supuesto, la «suerte» de Meng Qiao despertó los celos de muchos novatos, y rumores que lo perjudicaban comenzaron a esparcirse en el juego silenciosamente. El más popular era que Xiaobai era un sugar baby que el Gran Dios mantenía.

9.

Cuando Xin Lei escuchó acerca de este rumor, ¡toda su persona quería arrodillarse!

¡¿Un sugar baby?! ¡¿Están llamando a mi sugar daddy un sugar baby?!

Ante este rumor él solo quería sonreír y decir «ja, ja».

Para poder hacer las paces con su sugar daddy, Xin Lei gastó mucho dinero. Afortunadamente, la lana venía de la oveja, por lo que simplemente retornaba lo que su empleador le daba de manera anónima a través del juego.

Sin embargo, ¿era una ilusión esta sensación de lavado de dinero?

Al verse enfrentado con las preguntas de sus amigos A y B, era imposible para él admitirlo. Tenía muy claro la clase de mierda que circulaba por internet, y si les respondía hoy con vaguedad, los rumores del futuro podrían convertirse en una verdad.

¿Cómo pudo levantar una piedra solo para aplastarme su propio pie? ¡Sería una desgracia no poder ganarme a mi sugar daddy!

Gran Dios: ¡Definitivamente no! Nunca me pidió nada. ¡Se lo doy porque quiero!

Jun A: Hermano, ¿no te gusta? ¿Es una chica la que manipula el personaje? —Estaba atónito—. ¿Alguna vez han hablado por video o audio?

Gran Dios: Nunca… —negó, aunque claramente sabía que su sugar daddy tenía un lunar en su trasero—. No hagan tantas preguntas, lo hago porque quiero. El dinero es mío y soy el juez.

Jun B: Solo tememos que te engañen. Después de todo, has gastado tanto dinero en él.

Gran Dios: Estoy seguro de que eso no pasará —contestó, determinado.

Jun A: ¿De verdad te gusta? ¿Aunque posiblemente sea un hombre? —Quería escupir sangre—. ¿Eres una marica pasiva?

Gran Dios: Er… —No sabía cómo contestarle.

Jun B: No saben cómo se ven, qué edad tienen, su identidad, ni siquiera el género… —Suspiró—. ¡Esa es la mera verdad! ¡Amor! ¡Ah! ¡Con razón! Me preguntaba por qué lo habías cazado con tanta insistencia tiempo atrás. En ese momento ya te gustaba, ¿cierto?

Gran Dios: …

Ahora le endosaban que le había gustado el novato desde un principio.

Jun A: Bueno, aunque sigo sin poder aceptarlo, te bendigo y espero que no te engañen.

Jun B: +100 086.

Gran Dios: …

10.

Cuando Meng Qiao supo de A y B acerca de la conversación, sintió como si hubiese chocado y derribado una botella de alcohol, la cual estaba llena de altos y bajos. Aunque antes había ponderado acerca de por qué el Gran Dios era tan amable con él, no se atrevía a profundizar mucho en esas aguas.

En el corazón de Meng Qiao, el otro lado debía tratarse de niño impulsivo y estúpido. A esa edad, era normal que se equivocara unas cuantas veces y tomara algunos desvíos. Habiendo salido ya del clóset, Meng Qiao naturalmente sabía cuán difícil la vida homosexual era, por lo que con toda sinceridad no quería que un chico tan sencillo transitara un camino tan espinoso.

Pero al mismo tiempo, sentía dulzor y alegría en secreto, porque el otro de verdad gustaba de él; y no debido a su poder, dinero y apariencia, ya que no le había hecho saber nada acerca de él ni su vida.

Actualmente, sentirse de ese modo era muy inusual para Meng Qiao, y no conforme con eso, podía percibir levemente que lo que sentía hacia el otro era positivo, incluso sin saber su edad, apariencia o género.

Cerrando el juego en silencio, Meng Qiao miró en dirección a su móvil inconscientemente, y de pronto recordó a su sugar baby, quien no lo había contactado de forma activa en mucho tiempo.

Hace un tiempo, casi tres o cuatro llamadas diarias eran algo común, como si temiera que lo olvidase. Ahora era difícil que enviara un mensaje de texto dándole las buenas noches, y Meng Qiao no había caído en cuenta porque estaba completamente concentrado en la persona en el juego.

Pensando que quizás era hora de encontrar a alguien con quien establecerse, la persona de internet vino a su mente sin que pudiese evitarlo.

Después de pensar por un largo rato, Meng Qiao tomó la decisión de organizar su vida privada, y luego encontrar una oportunidad para conocer a la persona de internet para ver su situación real. Si resultaba ser apropiado —por ejemplo: mayor de dieciocho años y con determinación verdadera de salir del clóset—, comenzaría a cortejarlo hasta convertirse en compañeros estables.

Meng Qiao tenía confianza en que, con su estatus social actual, incluso si su pareja salía también del clóset, podría protegerlo.

11.

Cuando Xin Lei recibió la llamada de su sugar daddy, sintió como si su mundo entero estuviera derrumbándose. Tirando de sus orejas, sentía que era increíble.

¡¿Me despidió?! ¡¡Esto no es científico!

Entonces su sugar daddy le explicó con calma que el contrato había expirado, y luego le dio una gran cantidad de dinero como remuneración por la ruptura, oficialmente dando por terminada la relación con él. De ahí en adelante, no habría relación alguna entre el puente y el camino.

Xin Lei sostuvo el móvil y se quedó escuchando el tono ocupado que provenía de él. Después de un largo rato, por primera vez en su vida supo lo que era quedar en trance y sentirse aturdido.

¿Qué hice mal? Recientemente he estado entrenando con él en el juego. He invertido una gran cantidad de mi salario en él. Mi dedicación podría considerarse incluso conmovedora… Espera…

Miró hacia el techo.

Mi dedicación podrá ser muy conmovedora en el juego, ¡pero no sabe que soy yo!

Como había estado inmerso en el internet durante todo el día, no se había dado cuenta que en la vida real había sido desconsiderado al punto de ignorar a su sugar daddy. Parecía que ni siquiera lo había llamado para saludarlo en mucho tiempo, y ni se diga de los deportes en la cama, estos llevaban más tiempo aún sin llevarse a cabo.

¡Perdí la sandía por estar recogiendo semillas de sésamo! ¡Por supuesto que a sus ojos un sugar baby como yo debe ser despedido!

Xin Lei estaba acostado sobre la mesa de su computador, agonizando. Le gustaría poder cargar la partida de unos meses atrás y así poder retroceder el tiempo. De ese modo, ¡no volvería a ignorar los sentimientos de su sugar daddy!

Desde luego, reconocer sus errores no significaba que Xin Lei aceptaría este resultado de manera pacífica, para después seguir amando a su sugar daddy, no al antiguo sino al del juego.

¿Me despidió? ¡Me enfrentaré al jefe villano!

Como no quedaba relación alguna entre ambos, Xin Lei, naturalmente, ya no tenía que preocuparse por los sentimientos de su una vez sugar daddy. Entonces, cargó el juego con valentía, con la intención de vengarse a sí mismo en el juego.

¡Te atreviste a despedirme de forma tan cruel! ¡Estás pidiendo morir!

12.

Habiendo resuelto su oscuro pasado en el que mantenía a un sugar baby, Meng Qiao cargó el juego sintiéndose un poco emocionado y nervioso. Ya había decidido conocer a esta persona en la vida real, por lo que si todo salía bien, él, quien siempre había sido vigoroso, podría definir el resultado hoy.

En el juego, vio que el otro estaba en línea y tomó la iniciativa de saludar, tras lo que el otro se dirigió a su ubicación igual de rápido que antes.

Entonces… el guión no procedió como debería.

Xiaobai: ¡¿Qué ocurre?! —Se sorprendió de ver al otro sacar sus armas sin cortesía alguna y atacarlo con una de sus habilidades más poderosas. Incluso con un equipamiento tan bueno como el que ahora tenía, no pudo evitar perder una buena parte de su vida.

El otro no contestó, simplemente continuando con su ataque en silencio. Meng Qiao bloqueó varios movimientos y le preguntó la mismo repetidas veces, pero no obtuvo respuesta.

Durante este período de tiempo, Meng Qiao se había familiarizado muy bien con los movimientos y hábitos del Gran Dios, por lo que, aunque el otro no habló, por el modo en que operaba el personaje parecía ser realmente él. Y aunque estaba confundido, no se atrevió a pelear con él por miedo a empeorar la situación si por accidente mataba al Gran Dios.

Por lo tanto, no había duda de que Meng Qiao fue completamente acabado por el Gran Dios.

Xiaobai: ¿Qué está pasando? ¿Ha habido algún malentendido? —Incluso después de haber sido atacado injustamente, Meng Qiao seguía preguntando.

El otro lado finalmente contestó:

Gran Dios: No hay ningún malentendido. Solo quiero matarte.

Xiaobai: … —Meng Qiao permaneció en silencio por un momento—. ¿Esto es… divertido?

—¡Divertido una mierda! ¡Levántate! ¡Déjame pasar un buen rato!

Para apaciguar a su futuro amante, Meng Qiao naturalmente se revivió obedientemente, y luego fue cortado por el otro como si se tratara de melones y verduras.

Después de repetir esto cuatro o cinco veces, al ver que Meng Qiao no se quejaba ni se resistía, el Gran Dios pareció aburrirse, dejando una oración:

Gran Dios: ¡No quiero volver a verte, malnacido!

Entonces se desconectó.

Meng Qiao se quedó de pie en el mismo lugar, sin lograr procesar lo que acababa de ocurrir.

13.

Xin Lei estaba AFK [5] por los momentos porque estaba buscando un nuevo trabajo, para ser honestos, estaba buscando un nuevo dueño.

No por nada había llegado adonde se encontraba, él era un sugar baby profesional.

Xin Lei siempre había sido visionario. Quedarse sin hacer nada hasta el momento crítico no era su estilo, lo correcto era tomar precauciones. Por supuesto, antes de ausentarse le había informado de antemano a sus amigos en el juego que había dificultades en el mundo tridimensional, y que había un problema con sus fondos, por lo que estaría alejado por un tiempo para poder solventar todo.

A este respecto, todos sus amigos expresaron su comprensión y le dieron sus sinceras bendiciones, esperando que pudiera solventar el problema y regresar al juego tan pronto como fuera posible. Como resultado, Xin Lei ha estado AFK, olvidando, por supuesto, el objeto de los rumores y el novato que había estado manteniendo.

Desafortunadamente, mientras buscaba un trabajo, Xin Lei se topó con un serio problema.

Sus exigencias se habían vuelto muy altas.

Los ricos no eran lo suficientemente guapos en comparación a su antiguo dueño, los guapos no se comportaban como su antiguo dueño, los ricos y guapos intermedios no hablaban como su antiguo dueño… y así sucesivamente. Xin Lei, quien estaba ocupado buscando trabajo, estaba comenzando a compadecerse a sí mismo.

En efecto, se había acostumbrado a los manjares. Ya no se conformaba con verduras ni congee.

Xin Lei miró a la distancia, sentía más ganas que nunca de volver al juego, quería hacer pedazos a su antiguo sugar daddy unas cinco, seis, o siete veces para desahogar su ira.

No podía llevar tal vida.

14.

Después de haber sido asesinado a golpes varias veces sin motivo ese día, el Gran Dios no volvió al juego después de desconectarse. Meng Qiao escuchó que estaba AFK debido a un problema en la vida real, parecía que no le estaba yendo bien en la rotación del capital.

Eso lo hizo pensar que quizás por eso había estado tan molesto ese día. Meng Qiao quería decirle que estaba dispuesto a ayudarlo a resolver sus problemas financieros así como corresponder sus sentimientos, pero el otro no volvió a conectarse ni le dejó ningún mensaje.

¿Quizás ese era el orgullo de los ricos? Nadie quería que los otros lo vieran caer, y más reacios eran aún para pedir ayuda a los demás, por lo que terminaban soportando todo solos y en silencio. Meng Qiao pareció verse a sí mismo en él, y no pudo evitar sentirse cada vez más angustiado.

Tras esperar un día, dos días, tres días, e incluso una semana sin saber noticias del otro, sintió que no podía seguir esperando. Nunca se había preocupado tanto por una persona como ahora. Pensaba en lo que el otro estaba haciendo casi todo el tiempo, y en lo mucho que quería consolarlo de este sentirse agraviado.

Finalmente, Meng Qiao decidió tomar la iniciativa y encontrar al hombre.

Tenía muchas formas de hacerlo. Siempre y cuando realmente quisiera hacerlo, no era demasiado difícil encontrar a una persona a través de los rastros que dejaba en internet. Después de invertir gran cantidad de tiempo y energía, por fin consiguió su dirección, y a pesar de que le resultaba algo familiar, no pensó mucho en ello.

Por primera vez, Meng Qiao condujo al lugar de acuerdo a la dirección. Por el camino, su corazón latía como un tambor, y repetidamente practicó lo que haría y diría cuando viera al hombre. ¿Le explicaría con educación o primero lo besaría profundamente para apaciguar el sufrimiento del mal de amores que padeció durante este tiempo?

Aunque todavía no había decidido lo que haría estando ya de pie frente a la puerta, eso no le impidió levantar su mano y tocar el timbre.

Se escuchó la voz de un joven al otro lado de la puerta, y parecía algo cansada, lo que hizo que la respiración de Meng Qiao se acortara de manera involuntaria.

El sonido apresurado de pasos fue seguido por la puerta abriéndose, entonces, cuando Meng Qiao vio la verdadera apariencia del hombre frente a él, quedó estupefacto.

15.

—Oh, mi antiguo sugar daddy. —Xin Lei parpadeó, perplejo, pero antes de que pudiera decir algo más, fue presionado contra la puerta y sus labios fueron mordidos con fuerza por el otro hombre.

—Has hecho un buen trabajo, ¿eh? —le susurró Meng Qiao al oído, su voz acompañada de un tono amenazante, así como de cariño.

Xin Lei se sintió culpable y avergonzado de antemano.

—No hice nada.

—Cuando te haya devorado en la cama, si todavía tienes energía, ¡explícamelo bien! —Meng Qiao resopló con frialdad, cargó a Xin Lei, quien era mucho más delgado que él. Entró y cerró la puerta detrás de ambos.

Uno no estaría en problemas de uno no haberlo pedido. ¡Ese era un dicho muy sabio!


[1] Sugar daddy: en este caso sería un hombre que ofrece dinero o regalos a otra persona a cambio de compañía o favores sexuales.

[2] Investigué un poco acerca de esta expresión y encontré algo interesante. Al parecer se usa en situaciones que muchos pueden encontrar graciosas pero que es tortuosa para la persona que la padece. Por lo que, quienes encontraran la situación graciosa, reirían, pero en realidad, Meng Qiao querría llorar. XD

[3] Acrónimo de Player Kill (Muerte de jugador).

En juegos multijugador, muerte de un personaje controlado por un jugador (humano), para diferenciarlo de la muerte de un PNJ (NPC) o personaje controlado por la máquina.

[4] Del inglés property (propiedad).

En artes escénicas como cine o teatro, y de manera análoga en un videojuego, un prop es cualquier elemento del juego que forma parte del escenario, como una puerta, una mesa, un ordenador, etc.

Este término es más común en el ámbito de desarrollo de videojuegos que en el de jugadores propiamente dichos.

[5] Acrónimo del inglés Away From Keyboard (lejos del teclado).

Expresión usada para avisar a otros jugadores de un juego online, mediante su chat, de la ausencia temporal del usuario aunque su personaje o avatar esté presente en el juego.

Shiro
Traducir este oneshot fue todo un desafío. twt Pero debo decir que amé la ironía. XD

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