Traducido por Dalia
Editado por Sakuya
Las jóvenes miraron sospechosamente a su alrededor.
—Esto, esto, ¿qué diablos es esto…?
¡Ahora comencemos el juego!
—¡Guau!
—¡Kyaaa…!
Cuando hice un gesto, los objetos que flotaban en el aire giraron salvajemente como un torbellino y se precipitaron hacia las jóvenes al mismo tiempo.
Oh, esto es divertido.
Como era de esperarse del baile del Marqués de Iraine, la zona de descanso estaba cubierta de flores y plantas por todas partes. Incluso las flores en los jarrones en el suelo y la mesa no eran suficientes, así que dirigí mi mirada hacia todas las flores que decoraban las paredes.
¡En esta vida me prometí que nadie me golpearía ni siquiera con flores, y no me voy a echar hacia atrás ahora! ¿Y de verdad creyeron que iba a soportarlas a ustedes tres?
Moví las flores con mi poder mágico y comencé a golpear a las jóvenes.
—¡Oh, ¿qué es esto?!
—¡Mamá!
—S-soy alérgica al polen!
¿Cómo se siente ser azotado y golpeado por todo tipo de ramos? ¿Estás emocionada?
En poco tiempo, los alrededores estaban cubiertos de pétalos y polen que volaban en todas direcciones.
El cabello de las jóvenes, que habían sido bombardeadas con flores, estaba desordenado. Incluso sus peinados y vestidos, que seguramente habían sido cuidadosamente arreglados, estaban cubiertos de polen amarillo y pétalos de colores.
Las jóvenes aún hacían alboroto mientras eran atacadas por las incontenibles flores. En este momento, como estaba agitando la flor con bastante fuerza sin prestar atención a la situación, el área que fue golpeada probablemente les dolía bastante.
Verlas en ese estado todavía me hace sentir un poco aliviada.
Entonces, ¿quién te dijo que maldijeras a la madre de otra persona de esa manera? Para ser honesta, dicen que no hay nada más despreciable y sucio que mencionar a la madre y al padre de otra persona en una pelea, ¿no?
Pero justo en ese momento, noté a alguien que no debería estar aquí: fue Ezekiel.
Estaba de pie en la entrada de la sala de descanso, mirándome con una expresión de sorpresa. Incluso entre los pétalos que revoloteaban frenéticamente, el rostro de Ezekiel se destacaba claramente. Naturalmente, estaba muy molesto.
Mientras disipaba mi magia, las flores y los objetos que volaban a mi alrededor comenzaron a calmarse lentamente.
El tallo verde, que había perdido sus pétalos y parecía una cabeza calva, cayó impotente al suelo. Las tres jóvenes, que se habían vuelto tan miserables como el pobre tallo que solía ser una flor, salieron corriendo con lágrimas en los ojos.
La sala de descanso estaba lo suficientemente tranquila como para hacer creer que nada había sucedido, excepto por el polen amarillo y los coloridos pétalos de flores que aún estaban esparcidos por el suelo. Ezekiel estaba de pie junto a la puerta.
Entre ellos, yo estaba sola, mirando a la persona frente a mí con mis pupilas temblando rápidamente. De repente, la escena en la que él y yo estábamos ahora se sentía como una escena de una comedia infantil.
La mirada de Ezekiel recorrió el caótico espacio de descanso y finalmente se posó en mí, la única en este mundo que seguía en buen estado.
En el momento en que nuestros ojos se encontraron en el aire, mi frente hizo contacto con el suelo.
—Oh, de repente, mi cabeza…
¡Maldita realidad!
Heuk, pero caer al suelo parecía un poco doloroso, ¡así que el destino era el sofá! Pero al momento siguiente, lo que tocó mi cuerpo fue algo sólido, no el suave cojín del sofá. Ezequiel se acercó a mí con asombrosa rapidez y me sujetó mientras caía.
—¡Oooh! ¿Qué paso…aquí?
Inmediatamente después de eso, escuché voces de personas en un alboroto proveniente de la puerta.
Pánico y sudor frío. ¡Aaah, debo haber tenido un accidente real! ¿Qué diablos me hizo causar tanto caos en la fiesta de otra persona? ¿Acaso esas señoritas salieron y revelaron todo lo que hice?
Ugh, incluso si Ezekiel no hubiera aparecido de repente, podría haber mantenido la boca cerrada.
—Ah, Princesa Athanasia. ¿Qué diablos pasó en la sala de descanso…? Ah, ¿es realmente la princesa Athanasia?
En el momento en que mi nombre se mezcló con la voz inquieta, sin quererlo, me estremecí un poco.
¿Me vas a delatar? ¿Vas a afirmar que fui yo quien causó este desastre? Después de todo sería suficiente excusa fingir un desmayo, cerré los ojos con fuerza, sintiendo la ansiedad palpable.
Ugh, pero ¿no era bastante natural para mí pretender haberme desmayado?
Chico, di algo. Puedo sentir la mirada en tu rostro, pero como no dices nada, me siento muy incómoda.
Como si supiera lo que estaba pensando, escuché la voz de Ezequiel desde arriba con un suspiro bajo.
—Cuando llegué con la princesa, ya estaba así. Dado que la princesa Athanasia ya se ha derrumbado debido a la conmoción y su joven edad, la llevaré a descansar lo antes posible —declaró Ezekiel.
Ah, supongo que Ezekiel está tratando de hacer como si no supiera nada.
Me sentí un poco aliviada al escucharlo hablar. Fue porque sabía que, si esto sucedía, las palabras de Ezekiel tendrían más peso que las de las jóvenes, sin importar lo que dijeran.
Además, si piensas en la apariencia habitual de la princesa Athanasia, te resultaría difícil creer que usé magia para golpear a las jóvenes con flores.
Ezequiel aprovechó la distracción de la gente que había descubierto el lugar y dejó el asiento conmigo en sus brazos.
Debió estar cruzando el pasillo del salón de baile, mientras el murmullo y la suave música llegaban a mis oídos. Mientras tanto, los pasos de Ezekiel continuaron sin disminuir la velocidad en ningún momento, y pronto pudimos salir del salón con seguridad.
Después de un rato, sentí una brisa fresca en la mejilla, así que abrí los ojos lentamente.
—Lord Alpheus, por favor, detente —le pedí.
Al ver lo tranquilo que estaba el lugar, parecía que no había nadie alrededor.
—Sabes que no me desmayé —dije con voz lenta, sintiéndome como si quisiera esconderme en un agujero de rata.
—Todavía hay ojos en la parte trasera que observan. ¿No sería mejor si fingieras estar aún inconsciente? —respondió Ezequiel con voz tranquila, como si hubiera adivinado que solo estaba fingiendo desmayarme.
Ah, una verdadera charada frente a sus ojos…
Seguí su consejo y cerré los ojos con fuerza, abrazándome a mí misma con un poco más de calma. No… de hecho, era más preciso decir que estaba avergonzada y no tenía la confianza para mirar a nadie.
Uf, lo siento, princesa Athanasia. Arruiné tu imágen. No era mi intención… Si hubiera podido usar magia de manipulación de memoria, está claro que no habría dudado en hacerlo en este momento.
Mientras cavaba en mis pensamientos, escuché una voz baja desde arriba.
—Me alivió ver que la princesa Athanasia no es tan débil física y mentalmente como pensaba.
¿Sí? Pero ¿qué significa esto? ¿Hay un matiz sutil en esas palabras? Fruncí el ceño, entrecerrando los ojos. Y tras examinar el rostro de Ezekiel, me quedé un poco desconcertada y sin palabras.
¿Por qué… te estás riendo ahora mismo?
Sin embargo, como acababa de decir, no parecía que se estuviera riendo del hecho de que mi mente y mi cuerpo estuvieran más sanos de lo que pensaba. Más bien, se asemejaba más a la risa que uno puede tener al ver un programa de comedia. Extraño, muy extraño.
Entonces, ¿porque me estoy riendo en este momento? Me pregunto cuándo en mi vida podré volver a ver un espectáculo tan hermoso y emocionante de flores y magia.
Miré su rostro y sonreí torpemente.
—N-no sé qué significan esas palabras —dije.
—Son literales, así que no tienes que pensar demasiado en ello —respondió Ezekiel.
¡Entonces, ¿qué significan?! … ¡Oooh!
—¿Quieres volver al castillo imperial de inmediato? —Ezekiel me preguntó cuando ya estábamos cerca del lugar donde la carroza estaba estacionada.
—Ahora que lo pienso, ¿dónde está el Príncipe Blancel, quien acompañó a la princesa al salón de baile? —preguntó Ezekiel.
—Probablemente en el salón de baile… —respondí incómodamente
—Es alguien que no conoce su propio deber —criticó Ezekiel refiriéndose a mi acompañante ficticio, aún con calma. Su voz sonaba un poco fría, lo que me desconcertó un poco.
—Si no te importa, la acompañare a el castillo imperial.
De alguna manera, aún estaba en los brazos de Ezekiel, pero el momento era ambiguo, por lo que me pareció incómodo pedir que me bajara en ese momento. Después de todo, debería haberme acomodado y bajado sola.
Pero incluso si me trajiste aquí, ¿no fue suficiente?, así que no pensé que me acompañarías al castillo imperial…
El caballero Ezequiel no diferencia entre dimensiones.
—Gracias por tu consideración, pero Lord Ezekiel tendría que quedarse en el salón de baile con Jennette —respondí.
¿Pero no eras acompañante de Jennette en primer lugar? Ya te preocupaste por mí lo suficiente.
Jeje, gracias de todos modos. Eres el único que me trató como una princesa en este salón de baile.
Por alguna razón, Ezekiel de repente detuvo su caminar. Pronto, sus ojos dorados se posaron en mi rostro, y me sentí desconcertada al encontrarme con su mirada.
¿Qué significa esa expresión de nuevo?
Ezekiel hizo una expresión como si recordara algo que había olvidado después de escuchar mis palabras hace un tiempo.
No, ¿por qué actúas como si hubieras olvidado la existencia de Jennette?
Pero eso no tenía sentido. Después de todo, fue Ezekiel quien criticó a ´mi acompañante´ por no escoltarme adecuadamente hace un momento.
—Entonces, por favor, bájeme ahora —le pedí a Ezekiel. Esta vez, me dejó en el suelo sin decir nada más—. Bueno, discúlpame, no me siento muy bien. Por favor, mandale saludos a Jennette de mi parte.
—Lo haré.
Así que me despedí de Ezekiel. Me miró con sus ojos silenciosos que hasta ese momento no habían tenido sentido, hasta que subí al carruaje.
Sus ojos dorados eran como estrellas centelleantes que guardaban un secreto.
♦♦♦
—Ah, realmente perdí la cabeza ayer…
Al día siguiente, recogí mi cabello y tuve un período de intensa autorreflexión.
Ayer debí haber estado fuera de control. ¿Por qué estaba causando un escándalo sin motivo? ¿Estaba realmente loca? ¿Tenía dinero? No sé si este es mi mundo original en este momento, pero si hago algo así, es la princesa Athanasia quien tiene que asumir toda la responsabilidad.
Además, ¿qué pasa con ese desastre en la fiesta de otra persona? Incluso las flores cultivadas en la familia del Marqués Iraine se convirtieron en esa medida. Esas señoritas eran malas, pero las flores no hicieron nada malo. ¡Oh, lo siento, flores!
Debo haber estado bebiendo en el salón de baile ayer. Nunca hubiera pensado que lo que bebía era una bebida alcohólica. ¡Por eso me sentía tan traviesa!
Así que supongo que estuve explotando ayer. De alguna manera, el coraje brotó dentro de mí y solo quería salir.
Y lo más importante, cuando Ezekiel apareció en la sala de descanso, ¡no fue solo mi estado de ánimo lo que me hizo sentir sobria por un momento!
Incluso mientras sufría, me cubría la cabeza y pensaba cientos de veces en los eventos de ayer, el cielo estaba despejado y los pájaros cantaban alegremente. Me sentía más fresca ahora, en el jardín, tomando un poco de aire.
Pero, vergonzosamente, estaba sintiendo resaca en este momento. Hasta anoche, ni siquiera había pensado que estaba borracha, pero supongo que bebí demasiado. ¡Verme así, dolorida y quejándome!
Aun así, Lily me trajo té con miel, lo que me hizo sentir un poco mejor que cuando me desperté esta mañana.
De repente, recordé la mirada preocupada de Lily y me sentí un poco incómoda. ¿No debería ser yo quien se preocupe por ella en este momento?
—¿Por qué no nací siendo un pajarito… quizá un cuco? —murmuré.
—¿Un pajarito? —preguntó una voz detrás de mí.
Giré la cabeza sorprendida por la voz clara que escuché.
La que apareció de repente en mi jardín no era otra que Jennette.