Guerras Primordiales – Capítulo 13: Mo-Er

Traducido por Bee

Editado por Tanuki


Sai y sus dos secuaces no lograron robar nada, sino que fueron perseguidos por dos docenas de niños de la cueva, como ratas en la calle.

En esa tarde, casi todos los residentes en el distrito al pie de la montaña observaron la sorprendente escena. Después de todo, normalmente Sai, junto con Zhan y Ye, eran los que intimidaban a otros niños. Y en el pasado, los niños de la cueva huérfana no estaban tan unidos. Por lo general, actuaban solos, y no menos de la mitad de ellos fueron golpeados por Sai anteriormente. Sin embargo, ahora uno era común verlos más unidos. Más de veinte niños corrieron tras las colas de Sai y sus secuaces. Después de un corto período de tiempo, Sai y sus secuaces fueron golpeados fuertemente. Habrían sufrido aún más si no fuera por el hecho de que sus padres vinieron a rescatarlos.

Ese incidente en particular también ayudó a las personas en el distrito al pie de la montaña a refrescar su comprensión hacia los niños en la cueva. Resultó que estos niños sabían estar unidos contra un enemigo común. Algunas personas con pensamientos malvados también tuvieron que ocultar sus pensamientos al ver esas circunstancias. Seguí leyendo “Guerras Primordiales – Capítulo 13: Mo-Er”

Guerras Primordiales – Capítulo 12: Golpéalos

Traducido por BeeMiracle

Editado por Bonnie Lee


Hoy es un día realmente soleado.

La superficie del río es bastante tranquila y silenciosa. Unos días antes, el viento soplaría ondas de luz que se lavaban contra la orilla. Sin embargo, hoy no había tal escena, porque no había viento en absoluto.

Es demasiado tranquilo, extrañamente tranquilo.

El agua era lo contrario de claro. En la orilla estaba bien, pero a un metro, donde el agua era más profunda, nadie podía ver la situación allí.

En un mundo tan peligroso en el que no se puede aplicar el sentido común, ni el menor riesgo detallado puede ignorarse o subestimarse. La ignorancia conduce a la muerte. Y lo que es peor, al igual que el pantano negro, el río fue originalmente considerado como una zona de alto riesgo por la gente de la tribu. El que se haya podido pescar día antes no significaba que fuera seguro. Seguí leyendo “Guerras Primordiales – Capítulo 12: Golpéalos”

Guerras Primordiales – Capítulo 11: Registro y conteo de números

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami


Todos los niños de la cueva, durante estos días, habían estado muy emocionados. Al igual que cuando los pobres se vuelven ricos de la noche a la mañana, estos estarían, increíblemente, hiperactivos.

Las consecuencias de ser conducidos por la emoción fueron muy simples: pelear.

Cuando no estaban pescando, se peleaban en la cueva.

En el pasado, peleaban por la comida, ahora peleaban por la comida, pero de una manera diferente, lo hacen para proteger su propia comida, en lugar de robar la comida de los demás. A veces, simplemente, golpeaban al que, al traer de vuelta sus canteras tomaba su pescado por error. Seguí leyendo “Guerras Primordiales – Capítulo 11: Registro y conteo de números”

Guerras Primordiales – Capítulo 10: ¡Síganme y, a cambio, obtendrán carne!

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami


Después de comer, a través de esfuerzos conjuntos, los cinco capturaron otros seis peces. Se le dio un pescado a César, sin cocer, porque le gustaba comer alimentos crudos. En cuanto a los cinco restantes, Shao Xuan y los otros cuatro niños tomaron uno de los peces como trofeo.

Cuando Shao Xuan guió a las cuatro personas de regreso, el tío Ge, quien estaba a cargo de entregar la comida, debido a que no había encontrado a Shao Xuan en la cueva, lo estaba esperando afuera.

Los niños en la cueva habían desarrollado un reloj biológico, por lo que se despertaban de forma natural, todos los días a la hora de comer. Además, después de un largo día de sueño, su momento más enérgico era cuando se despiertan. Sin embargo, como Shao Xuan no estaba en la cueva, el tío Ge no distribuiría la comida aún. Los niños tenían hambre y comenzaron a ponerse ansiosos. Dos de ellos, incluso pelearon entre sí por un problema menor y los dos sangraron por la nariz. Seguí leyendo “Guerras Primordiales – Capítulo 10: ¡Síganme y, a cambio, obtendrán carne!”

Guerras Primordiales – Capítulo 9: ¡Creeremos en lo que digas, siempre y cuando, sea bueno!

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami


Por el momento, Shao Xuan era, en el mejor de los casos, el maestro de una cueva pequeña, y en esa cueva viven un grupo de niños débiles con temperamentos irritables.

Shao Xuan procesó el pescado que trajo, abriéndolo para sacar sus tripas y agallas, tal como lo hicieron los guerreros. Desechó los desperdicios en el lugar a donde van todo el desperdicio y los desechos. Dentro de la cueva, en el lugar de la basura se amontonan los residuos de comida y alguien de la tribu lo limpia cada pocos días. Seguí leyendo “Guerras Primordiales – Capítulo 9: ¡Creeremos en lo que digas, siempre y cuando, sea bueno!”

Guerras Primordiales – Capítulo 8: La Palabra Más Hermosa del Mundo

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami


El pez que sacó Shao Xuan, era incluso más grande que el primero, lo golpeó con una piedra, sin pedir ayuda a los guerreros. A pesar de que el pez sólo estaba inconsciente, no podría sobrevivir sin agua.

Con el pez colgado en un árbol atado con la correa de paja, Shao Xuan sacó al pequeño pez que había atravesado y luego buscó algunas ramas secas.

Mirando a su alrededor, notó que dos guerreros, que custodiaban la orilla del río, lo miraban con curiosidad, así que les hizo una seña con la mano.

Los dos guerreros dudaron, pues ya habían regresado a sus lugares, pero debido a su curiosidad compulsiva, fueron hacia Shao Xuan. Seguí leyendo “Guerras Primordiales – Capítulo 8: La Palabra Más Hermosa del Mundo”

Guerras Primordiales – Capítulo 7: Un Extraño Pez

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami


Shao Xuan usó la mitad de la esfera negra como un flotador y ató un gusano de piedra en el extremo de la cuerda de paja, ya que no tenía un anzuelo y no pudo encontrar ningún gancho de piedra para reemplazarlo. ¡Espero que haya peces depredadores dentro del agua que estén interesados en los gusanos de piedra!

En su vida anterior, Shao Xuan solía pescar con lombrices de tierra, pero como no había encontrado ninguna en esta vida, en su lugar intentará usar gusanos de piedra. La gente de la tribu, a menudo decía que las criaturas en ese río eran feroces y fuertes, así que tal vez no les importaría el cebo improvisado. Sin mencionar que Shao Xuan no intentaba atrapar un pez sin un anzuelo. Solo estaba probando el método, y si veía que había algo en el agua que pudiera comer gusanos de piedra, entonces mañana, podría hacer un anzuelo de piedra adecuado.

César encontró un gusano de piedra y, temporalmente, fue atado al final de la cuerda de paja. Puede que escape después de resistir un tiempo en el agua, pero Shao Xuan solo podía intentarlo, ya que no tenía suficientes herramientas. Si fallaba, le pediría a César que encontrara otro.

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Guerras Primordiales – Capítulo 6: Problemático

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami


Incluyendo a Shao Xuan, hay 27 niños viviendo en esa cueva. Ya que cada uno de ellos es bastante feroz, ¿cómo podría Shao Xuan hacerse cargo de la cueva teniendo brazos y piernas delgados? A muchos de los niños de la cueva, les habría encantado heredar la posición de Ku, con el fin de obtener más comida. Obviamente, esto generó un gran descontento cuando vieron que Shao Xuan obtuvo el trabajo a tan corta edad. Y es sabido, por todos, que el descontento genera conflictos inevitables.

La palabra “problemático” describe la situación, de manera sencilla.

El hombre de mediana edad llamado “Ge” estaba a cargo de entregar la comida en la cueva huérfana cada día. Él no es tan fuerte como Mai y, aún peor, perdió un brazo en un viaje de caza, lo que acabó con su identidad como un guerrero. Por esto fue que se retiró del equipo de caza y comenzó el trabajo de entregar comida.

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Guerras Primordiales – Capítulo 5: ¿Me estás tomando el pelo?

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami


Sai se tumbó cerca y frotó su rostro, sin tener cuidado con su cara hinchada o su nariz sangrante. Miró a Shao Xuan escogiendo las rocas, pero desde ese ángulo, él no podía ver claramente lo que Shao Xuan, había recolectado. Estaba seguro de que escogió algunas piedras finas que podrían ser cambiadas por, al menos, algunos días de comida.

Shao Xuan podía notar la mirada de Sai y Zhan, sin embargo, ya estaba acostumbrado a eso. Después de recoger varios objetos (artículos), notó que ya era tarde y era tiempo de regresar. Aun había muchas piedras buenas, desde su punto de vista, pero sabía que había obtenido lo suficiente por un día. Recolectar demasiadas, podía no ser bueno para él, especialmente cuando aún es joven y vulnerable. Podría perderlas todas si tenía demasiadas.

Su fuerza actual, no era suficiente. Necesitaba ser paciente, para esperar por el denominado despertar del poder totémico…

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Guerras Primordiales – Capítulo 4: Los niños de la cueva son tan espeluznantes


Por supuesto, Shao Xuan no esperaba que César diera un golpe fatal, pues estaba prohibido dentro de la tribu. Sin embargo, nunca le entregaría a nadie sus cosas, especialmente a esos tres pequeños bastardos.

Justo cuando Shao Xuan estaba inmerso en sus pensamientos acerca de si debía aplastar a sus enemigos con piedras o golpearlos con sus propias manos, los tres niños subían la montaña, sin darse cuenta de la emboscada. Su atención estaba en otros aspectos, como por ejemplo, evitar ser golpeados con las rocas que caían. Ellos no sabían qué camino era seguro para subir, así que solo podían intentar y hacer desvíos en base a la dirección desde donde provenían los temblorosos sonidos.

 — ¿Realmente este es el camino, Zhan? — Sai caminaba delante del grupo y acababa de evadir una piedra que había caído desde arriba de manera oblicua. Miró furioso al que estaba escondido tras de él, con sus cejas levantadas.

El tímido niño llamado Zhan encogió su cuello y respondió — ¡Estoy seguro! Mi papá estaba a cargo de la patrulla de hoy y el vio cuando Mai venía por aquí. Nos estamos acercando. Debe haber un montón de cosas buenas ya que Mai es un guerrero de rango medio.

Sai dudó y siguió caminando mientras pateaba una piedra que había caído junto a su pie.

Al verlos acercarse, Shao Xuan contuvo el aliento y espero por el momento perfecto. Ya que habían trabajado juntos antes en varias ocasiones, no necesitó decir ni una palabra, pero le dio una señal a César cuando llegó el momento indicado. Luego dio un gran paso hacia Sai y con su puño derecho lo golpeó en el rostro.

Sai tuvo una rápida reacción, pero no tuvo la oportunidad de esquivar totalmente el ataque sorpresa de Shao Xuan, a pesar de que era el más alto entre los tres. Apenas pudo esquivar moviéndose a un lado para salvar su nariz, pero aún así su rostro fue fuertemente golpeado. Antes que pudiera reaccionar de nuevo, otro golpe dio en su mandíbula, lo que le hizo marearse y caer.

Sin embargo, esto era solo el comienzo. Después de un breve periodo de tiempo, los puñetazos de Shao Xuan llegaron uno detrás de otro sobre el rostro de Sai. Había decidido no usar las piedras para aplastar al enemigo.

Incluso atacar con sus manos desnudas podía causar suficiente dolor y sufrimiento. La gente de la tribu del Cuerno Flameante era muy fuerte, e incluso los niños, quienes no habían despertado el poder de sus tótem, podían vencer a la mayoría de la gente que Shao Xuan había conocido en su vida anterior. Quería terminar rápidamente, así que no contuvo su fuerza.

Al mismo tiempo que Shao Xuan se precipitó hacia Sai, César saltó sobre Ye. Justo como lo había entrenado, César mordió la ropa de piel de animal de Ye y la cuerda de paja de su cintura, en vez de morder su carne directamente. Mantuvo su hocico cerrado y arrastró a Ye en otra dirección. A pesar de que aún estaba en su infancia, él podía arrastrar fácilmente a un niño de diez años, lo que no le dejaba ninguna oportunidad a Ye de causar algún problema a Shao Xuan o de que se pusiera en pie.

En cuanto al tercer chico llamado Zhan, Shao Xuan tenía la intención de dejarlo solo por un tiempo, porque él era tímido y no podía compararse con los otros dos en cuanto a fuerza y crueldad.

Zhan y Ye se sorprendieron cuando Shao Xuan se abalanzó y atacó a Sai al mismo tiempo que César saltó para retener a Ye, antes de que pudiera ayudar a Sai. Mirando esos colmillos, ambos, Zhan y Ye, estaban tan asustados que casi orinan sus pantalones, especialmente Ye, quien había sido violentamente arrastrado por César. No podía hacer nada más que pedir ayuda.

Zhan se dio cuenta de lo que estaba pasando después de un rato, y agitó una rama en la dirección de Shao Xuan. Shao Xuan también estaba prestando atención a las reacciones de Zhan mientras continuaba golpeando el rostro de Sai. La rama  erró en dar a su cabeza, pero su espalda estaba ardiendo en dolor, ya que no pudo evitar completamente el ataque. Comenzó a golpear el rostro de Sai aún más rápido.

Sai era, de hecho, dos años mayor que Shao Xuan, y mucho más fuerte. Pero perdió su capacidad de pelear bajo la lluvia de puñetazos, él era un niño sin su poder del tótem aún, después de todo.

Shao Xuan respiró profundamente, sabiendo que perdería su no ganaba rápidamente. Durante los últimos seis meses, él había vacilado lo suficiente.

Después de haber resuelto el mayor problema, Shao Xuan  rodó por el suelo, alejándose de la rama. Observó a Zhan con una feroz mirada en sus ojos, a la izquierda de su combate anterior, lo que hizo que el palo en la tímida mano de Zhan temblara. Zhan se estremeció de miedo, viendo que Sai ya había caído, sin la capacidad de pelear, y Ye, en el otro lado, también estaba en una situación bastante difícil, todo asustado y gritando. Él sostuvo el palo más firmemente, pero apartó la mirada de la de Shao Xuan. Shao Xuan sabía que Zhan se había acobardado al ver su reacción, así que se levantó y avanzó hacia él paso a paso. La velocidad a la que Shao Xuan se acercaba no era rápida, pero cada paso que daba era como un puñetazo al corazón de Zhan, y el rostro de este se iba oscureciendo con cada golpe.

Entre los dos, Zhan era el que tenía el cuerpo más alto y un arma, pero obviamente era el más débil en términos de ímpetu. Cuando Shao Xuan estaba a solo unos pasos de Zhan, este tembló y lanzó la rama al suelo, retrocediendo para demostrar que se había rendido. Ellos se habían encontrado un par de veces, y así, Zhan sabía en el fondo que Shao Xuan no continuaría peleando contra él una vez que mostró aquel gesto, incluso si lo había golpeado varias veces en la espalda antes.

Sai acababa de recuperarse un poco y estaba extremadamente furioso al ver a Zhan rendirse ¡Qué imbécil!

Sai sabía que esto era malo cuando descubrió que el agresor era Shao Xuan. Debido a que en el pasado se encontraron varias veces y nunca habían conseguido ventaja sobre él. Sin embargo, ¡esta vez había sido noqueado en el suelo antes de que pudiera luchar! ¡Era frustrante! Ellos estaban tomando un riesgo al ir ahí e intentar probar suerte para ver qué podían encontrar, pero inesperadamente, ¡Shao Xuan ya estaba aquí y muy por delante de ellos! ¿Acaso Shao Xuan tenía la nariz de un lobo? Comparados con él, los tres llegaron tarde, ¡y lo que fue aún más humillante es que perdieron la pelea también! Pensando en esto, Sai miró a Shao Xuan como si hubiera un profundo odio entre ambos.

Shao Xuan lo ignoró, pero no planeaba dejar ir a Zhan tan fácilmente. No lo golpeó ya que había vencido a Sai, simplemente lo pateó en la dirección de este. Recogiendo del suelo la rama lanzada por Zhan, Shao Xuan caminó hacia ambos, que aún estaban tumbados en el suelo. Tomó el peso de la rama y lentamente frotó sus manos en esta. La sangre en sus puños de la lucha previa se raspó en la vara, mientras sonreía a los otros dos. Viendo esas sonrisa, Sai y Zhan sintieron la piel de gallina, querían huir de inmediato, porque sentían que algo malo les iba a pasar. Sin embargo, Sai estaba tumbado en el suelo y no podía ponerse de pie de nuevo, mientras Zhan rápidamente retiró sus pies para retroceder.

Shao Xuan bajó su cuerpo y abruptamente agitó la rama hacia ellos. Fue repentino y dio directo al punto sin ninguna vacilación. En ese momento, Sai y Zhan estaban sudando frío por todas partes y sentían que habían perdido el aliento. Todo se desvaneció frente a sus ojos, solo teniendo la rama entre ambos.

¡Click!

La rama golpeó el espacio entre Sai y Zhan, y se rompió en pedazos tan pronto tocó el suelo. Los pedacitos de madera volaron hacia los rostros de Sai y Zhan, cortandolos ligeramente. Shao Xuan se acercó a los dos con una expresión fría.

 — Las cosas de allá me pertenecen. Saldrán de aquí después de que las haya recolectado ¿Entendido? — Su voz no era fuerte, pero tenía una extraña sensación de presión. Quizás Sai y Zhan sintieron que la rama de antes habría caído sobre sus cuerpos si no se hubieran rendido. Sai permaneció en silencio mientras miraba a Shao Xuan, sin embargo, Zhan estaba temblando como una hoja en el viento, y asentía rápidamente para demostrar que comprendía. En sus ojos, todavía había precaución y miedo.

Zhan pensó — “No es de extrañar que los padres prohibieron a sus hijos acercarse a los que son de la cueva huérfana. ¡Los niños de la cueva son aterradores! ¡Ellos son aún más espeluznantes que Sai, quien ha peleado a menudo en el pasado!”

Shao Xuan no planeaba perder más tiempo con ellos. Si Sai pudo venir aquí con sus amigos, entonces otros podrían venir también. Él sabía que era capaz de lidiar con esos tres niños solo a través de estrategias y que la victoria se logró con la ayuda de César. Tendría que huir si llegaban más personas o niños mayores.

Pensando en esto, Shao Xuan se apresuró a recoger las piedras.

Guerras Primordiales – Capítulo 3: Viejos rivales


Puesto que ésta área era la fuente principal de piedra para la tribu, seguramente habría un montón de piedras finas que podrían ser convertidas fácilmente en herramientas. Naturalmente, los guerreros totémicos eran privilegiados con la primera selección de piedras que se reunían, ya que era su campo de entrenamiento. Después, las personas más débiles, entre ellas Shao Xuan, tendrían la oportunidad de “recoger las sobras”.

La frase sonaba bastante humillante, aunque describía la situación perfectamente.

Normalmente, otros de la tribu “recogían las sobras” a la hora de la cena, cuando casi era la puesta del sol. Esto era porque solo a esta hora la mayoría de los guerreros dejaban de entrenar y se detenían a descansar. Sin embargo, en otros momentos del día, el campo de entrenamiento se convertía en un lugar bastante peligroso para aquellos que no habían despertado su poder totémico. Las piedras proyectadas por los golpes de los puños de los guerreros totémicos contra las rocas, eran básicamente, balas para los más débiles. Afortunadamente, con las anteriores instrucciones de Mai, sería mucho más fácil y seguro que Shao Xuan llegara a su destino.

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Guerras Primordiales – Capítulo 2: Una vida sencilla


El destino de Shao Xuan no estaba en la cima. Caminó hacia la parte trasera de la montaña a lo largo de un camino esparcido con grava, justo después, trepó un breve trecho.

Al llegar al otro lado de la montaña, alzó la mirada y observó. Montañas interminables se extendían a la distancia cubiertas de bosques, entre las cuales había unas cuantas colinas relativamentes vacías y desnudas, con pocas plantas. Estas colinas eran campos de entrenamiento para los guerreros cazadores de su tribu, así como la fuente principal de la piedra que usaban. Debido a las piedras, el lugar no era apto para las plantas, pero sí era un buen lugar para el entrenamiento.

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Guerras Primordiales – Capítulo 1: El sujeto de delante, se están cayendo tus pantalones


En la cueva, acostados en todos lados en desorden había veinte niños. Una piel delgada y andrajosa cubría a unos siete de ellos. Los otros que no estaban cubiertos por la piel tenían una propia, o estaban hechos un ovillo a un costado. Pero no importaba si estaban cubiertos o hechos un ovillo, dormían profundamente.

Ya que no se habían limpiado en un largo tiempo y había mucha gente durmiendo, había un  hedor muy fuerte y persistente en la cueva. En los alrededores, había ventilaciones perforadas, que apenas permitían entrar algo de luz en la oscura cueva.

Debajo de la rejilla de ventilación, a un lado de la cueva, dormía un niño vestido con una tela desgarrada. Sin embargo, era diferente de los otros. También había un gran perro durmiendo a su lado, casi de su mismo tamaño.

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Guerras Primordiales – Prólogo


Shao Xuan se sentó en el bus remodelado y miró las numerosas montañas al otro lado de la ventana. Apenas había pasado el solsticio de verano y las montañas cubiertas de verde rebosaban de vida. Ver tal escena después de vivir tanto tiempo en la ciudad, hizo que su estado de ánimo – el cual estaba abatido debido a los fracasos- fuera mucho más alegre.

Inicialmente, Shao Xuan planeaba llamar a unos amigos para hacer un viaje muy lejos para relajar su corazón, pero no esperaba encontrarse con su vecino y compañero de clases, Shi Qi, quien lo arrastraría a un viaje arqueológico.

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Crónicas de Guerras Primordiales

Autor: Chen Ci Lan Tiao

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Estado: .

Sinopsis: Shao Xuan se une a la expedición arqueológica recién descubierta por su amigo. Después de que recoge una piedra ordinaria, él es teletransportado a un mundo distinto y despierta en el cuerpo de un niño huérfano. Este mundo aún se encuentra en la edad de piedra, con herramientas primitivas y costumbres salvajes. Ademas, la gente posee fuerza sobrehumana, saltan más alto que los árboles y rompen piedras, en resumen son capaces de cultivar sus cuerpos. A pesar de esto, es una real lucha para sobrevivir por la falta de comida. Seguí leyendo “Crónicas de Guerras Primordiales”

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