A las seis de la tarde, el cielo estaba oscuro. Habían salido de Shanghai por la autopista llena de coches. Avanzaban muy despacio y recorrieron unas decenas de kilómetros en dos horas.
Fu Wenduo tiró del freno de mano, el todoterreno derrapó con un estridente chirrido. El vehículo quedó parado en medio de la carretera. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 75: Tang Tang: pero yo soy gay…”
Después del amanecer, confirmaron que no había jugadores preparados para emboscarlos alrededor del Puente Nanpu y volvieron rápido, pero con cautela al centro comercial.
Tang Mo usó la flor de la luna para descubrir el juego oculto y lo despejó para conseguir la recompensa, enfrentándose a los demás jugadores. Era difícil que dos puños atacaran a cuatro manos. Si los diez jugadores estaban enfadados y decidían unir sus fuerzas, a Tang Mo y a Fu Wenduo les habría resultado difícil escapar. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 74: Vamos a Beijing~”
Había un silencio absoluto en el estrecho y oscuro agujero.
La voz maliciosa de la torre negra resonó tres veces en los oídos de los jugadores, como si se burlara de su apariencia tonta y presumida. En el equipo del hombre de las gafas, estaban completamente aturdidos, no podían creerlo. El capitán tenía la boca abierta, una expresión que jamás había mostrado desde que la Tierra se conectará. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 73: ¡Eran Fu Wenduo y Tang Mo!”
En una sala de la Taberna Banana, el calvo alargó la mano y cogió la luz verde que volaba hacia él. La abrió y vio la marca en el mapa. Se sorprendió por la posición del monstruo. Una sonrisa viciosa y cruel se reveló en su rostro.
—No está lejos…
—¡Hoy voy a matar al Señor B! —declaró la adolescente, aplastó la luz verde, haciéndola pedazos. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 72: 3+4=5, este es el Teorema del Obispo”
Una vez que Tang Mo entró en la instancia y supo que él y Fu Wenduo tendrían que enfrentarse a veintiún jugadores, pensó si podía cooperar con ellos o no, pero era imposible ocultar sus identidades debido a las grandes letras sobre sus cabezas.
Habían planificado ocuparse de los jugadores por tandas en siete días. Encerrarlos como a Wang Yinggui y al viejo Niao y reducir los oponentes y así enfrentarse a menos de diez enemigos en el último día. Entonces utilizarían la lombriz de tierra para hacer un agujero y cavar un camino hacia el circo. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 71: La estética de Fu Wenduo es el problema”
En una sastrería abandonada en el Reino Subterráneo. Lin Yi se despertó poco a poco, pero fingió estar inconsciente mientras escuchaba los sonidos a su alrededor.
—Te has despertado. ¿Por qué te haces la dormida? ¿Quieres que vaya al palacio a pedirle al príncipe que te bese y te despierte? Parece una buena sugerencia. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 70: Víctor, solo me comí la mitad. Tú te comiste la otra mitad”
Al mediodía del cuarto día, el «Desprecio de los Detectives» se activó y voló a las manos de todos los jugadores. En la cabaña de madera junto al muelle, el escuadrón de cinco personas también recibió la luz verde. La abrieron y vieron la marca en el mapa.
—¡Vamos!
Las cinco personas pasaron entre la multitud, abandonando el muelle. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 69: ¿Estoy loca o el Señor B está loco…?”
Traducido por Shisai
Editado por Meli
Una vez terminadas las palabras de la torre negra, las cuatro personas que estaban en la sala de la cabaña junto al muelle, se quedaron en su sitio y se miraron con asombro. Era el amanecer y Lin Yi acechaba el circo, observando cualquier movimiento en el interior. Las otras cuatro personas iban a buscar en los alrededores del lugar donde el Señor B desapareció el día anterior. Todavía no habían salido cuando recibieron la pista de la torre negra.
—¿Han oído el aviso de la torre negra hace un momento? —habló el hombre de las gafas y los demás asintieron—. Hoy es el segundo día y la noche sorpresa del Circo Extraño tendrá lugar seis días después, con la activación del «Desprecio de los Detectives», la posición del monstruo se anunciará dos veces en los próximos seis días —dijo el hombre de las gafas. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 68: Si quieres vivir bien, tienes que tener una luz verde sobre tu cabeza”
Traducido por Shisai
Editado por Meli
Tang Mo compró, por dos monedas de cobre, la ubicación del muelle a un hombre fornido que llevaba una falda de flores.
El Circo Extraño celebraría, dentro de siete días, un espectáculo nocturno sorpresa. Habían alquilado un lugar en la plaza más concurrida del Reino Subterráneo para montar su carpa, que estaba a solo cinco kilómetros del muelle.
Caminaron durante veinte minutos antes de ver la lona de los barcos. Se miraron uno al otro antes de asentir. Tang Mo se apretó la máscara, metió las manos en los bolsillos y caminó a paso ligero hacia el muelle, mientras Fu Wenduo desapareció. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 67: Desprecio de los Detectives”
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Al terminar la explicación de la torre negra, Tang Mo y Fu Wenduo desaparecieron del puente Nanpu. Sin entrar en pánico, comenzaron a observar a su alrededor. Cada uno a un lado del estrecho y oscuro callejón en el que se encontraban.
—Hay un pequeño río por allí y no veo a nadie —expuso Tang Mo.
—Hay una calle. Deben ser tres o cuatro personas. No están vestidos como jugadores. Son más bien gente d Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 66: Tu nombre es Víctor”
Tras un día de descanso, las heridas profundas de la espalda y el cuerpo de Tang Mo estaban mucho mejor y los hematomas menores habían desaparecido. Por la tarde, fue a la tienda de ropa y esperó a Fu Wenduo.
—¿Te cambiaste la ropa por una deportiva? —le preguntó, observando sus zapatillas.
—Sí. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 65: Batalla campal, no hay problema”
El primer jugador, de cada región, que abrió la torre negra y arrastró al resto de los jugadores, se anunció globalmente. Mientras un jugador despejara la torre negra, los demás podrían abandonar temporalmente. Desde el 15 de noviembre, cuando la tierra se puso en línea, la torre negra ya había transmitido anuncios sobre diez áreas.
—Conocemos diez regiones: China, Estados Unidos, Europa, Rusia, Asia Oriental, Asia Sudoriental, Asia Occidental, América y… Lampang —comentó Luo Fengcheng. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 64: Tang Mo, ¿no tienes miedo de ir conmigo?”
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Tang Mo sintió un ligero hormigueo cuando el yodo le tocó la herida, pero sin importarle el dolor, se sentó en la cama, mirando hacia una ventana de cristal que daba al oscuro aparcamiento subterráneo. Cuando se encendieron las luces de la habitación, la ventana se convirtió en un espejo que reflejaba la escena del interior.
Vio cómo Fu Wenduo le aplicaba la medicina.
Se sentía extraño, por lo que rompió el incómodo silencio.
Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 63: Parecía como si se estuvieran besando”
Traducido por Shisai
Editado por Meli
La primera vez que Tang Mo escuchó el nombre «Fu Wensheng», pensó en Fu Wenduo. El apellido y los nombres eran raros. El parentesco del niño con el polizón era poco claro. A no ser que los caracteres se escribieran de forma diferente. Cuando Fu Wensheng negó su relación con Fu Wenduo, él enterró sus sospechas en su corazón. Incluso pensó que no debería haber ninguna relación entre ellos.
Después de las dos emisiones de la torre negra, los jugadores de China y de todo el mundo deberían estar familiarizados con el nombre de Fu Wenduo. Además, los jugadores chinos deben tener sentimientos únicos e inolvidables hacia ese nombre.
Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 62: ¿Una herida de amor?”
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Editado por Meli
En menos de sesenta segundos, Bai Ruoyao atacó a Tang Mo, se cortó el brazo y cayó en el pozo sin fondo.
Cuando Fu Wensheng reaccionó, el siempre sonriente joven con cara de niño había desaparecido en el oscuro pozo sin fondo. Se dio cuenta de que había querido coger la flor de luna de Tang Mo, pero fue sometido por este. Miró al adulto restante con vigilancia y una pregunta surgió en su corazón.
Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 61: ¡No me digas que es tu hijo!”