Traducido por Yonile
Editado por Meli
Cerdina parpadeó, abrió y cerró sus labios como un pez boquiabierto. Sin palabras, sus ojos se movieron con irritación.
El almuerzo fue un completo desastre. Leah observó la escena que se desarrollaba ante ella; su mente estaba demasiado conmocionada para procesar la catástrofe que había estallado en el momento en que Cerdina provocó a Ishakan y tiró de su último hilo de paciencia.
Desde el momento en que ella le había robado el vestido, había encendido una mecha. La flagrante falta de respeto y el engaño fue solo el fósforo que encendió la bomba. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 40: Piérdete”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
—Ja… —se burló Blain.
En el dorso de sus manos aparecieron líneas azules ante la vista del juego explícito de debajo de la mesa.
Su sangre estaba irritada por el provocador intercambio que había presenciado entre Leah e Ishakan. Furioso, arrojó con desdén la vajilla que había recogido al tembloroso sirviente, que había estado esperando ansiosamente desde que el príncipe heredero se inclinó para recoger la pieza de porcelana él mismo. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 39: Cuando la paciencia se acaba”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
La atmósfera era como una fina capa de hielo que podía romperse en cualquier momento. Entre Leah, Ishakan y Cerdina, se desató una guerra silenciosa. El sutil deseo de cada uno de avanzar o proteger al otro estaba oculto por sus fachadas.
Solo el rey, ajeno a todo, esbozó una amplia sonrisa y anunció el inicio del almuerzo.
Sonó una pequeña campana y un aperitivo llegó a la mesa. El día era cálido y viniendo del jardín el aroma de las flores era fragante. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 38: Atrapado en el acto”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Leah salió de su aturdimiento y vio que Ishakan sonreía con una expresión ligeramente perpleja sus ojos dorados parecían decir: “¿Se lo diste a ella?”
Ella negó sutilmente con la cabeza agachada. Por una fracción de segundo, una oleada de náuseas se apoderó de ella, lo que hizo que se llevarse de inmediato el dorso de la mano a la boca.
Sin duda, dentro de su palacio había un traidor. Uno, con el que tenía una relación muy estrecha. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 37: Travesuras y desgracias”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Leah decidió quedarse con el vestido y no devolverlo. Ordenó que se mantuviera a salvo hasta que pudiera decidir cuándo podría usarse adecuadamente. Las doncellas pudieron ver y disfrutar de primera mano la seda púrpura de los Kurkanos.
Ishakan sabía cuál era su debilidad, por lo que no tuvo más remedio que soportar que hiciera lo que quisiera. Pero a pesar de que tenía una disposición tortuosa, no pudo evitar sentir una extraña emoción que no podía empezar a describir y que tampoco tenía intención de averiguar. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 36: La reina audaz”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Leah esbozó una sonrisa tensa. Encontró adorable que Melissa haya cambiado la forma en que solía llamarlos: de bárbaros a kurkanos.
Sabía que incluso cuando tenía una excusa, con las negociaciones del tratado de paz, no podía limitarse a quedarse en el palacio, necesitaba reunir información, así que, a través del conde Valtein enviaba y recibía noticias Entre ellas, Laurent del Ministerio de Finanzas, le informó que estaba listo para proponer un nuevo plan de reforma tributaria en la próxima reunión del Gabinete. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 35: El rey es como un niño”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Ishakan arqueó las cejas, cuando Genin le informó los eventos que habían ocurrido en los aposentos de la princesa.
—Pensé que te había dicho que la cuidaras, Genin. —El humo del cigarro flotó frente a su rostro, sus pupilas doradas brillaron—. Pero estás aquí…
Su rostro palideció, se arrodilló frente a él golpeando su cabeza contra el suelo. Y temblando pidió perdón, lo que dejó sin respiración a Haban. Era difícil ver a Genin pidiendo perdón. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 34: Un vuelo pasajero”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Leah sintió náuseas, apenas podía detener el bilis que le subía por la garganta. Sabía que pronto Cerdina la llamaría, pero jamás pensó que Blain la huebiera esperado por tanto tiempo; la taza de té en su mano, hacía tiempo que se había enfriado. Sobre la elegante mesa de caoba, los aperitivos y los pasteles quedaron desmenuzados.
La miró con frialdad de arriba a abajo tomando nota de la ropa Kurkan que llevaba. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 33: Implacable y cruel”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Los primeros rayos de sol aparecieron, asomándose por la ventana hacia la princesa dormida. El entorno pacífico era intoxicante, libre de caos, y la atraía a quedarse para siempre. En lo profundo de un dulce sueño, ella no se inmutó por el mundo exterior.
Para alguien que últimamente no había podido dormir bien, la tranquilidad del puro silencio que la envolvía era un rayo de salvación.
Leah, aturdida, se despertó desconcertada. Se frotó los ojos, tratando de eliminar los rastros de somnolencia.
Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 32: Te esperé”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Leah le acarició el rostro, sus delicados dedos se deslizaron sobre su frente, bajaron por sus pómulos afilados y se detuvieron en sus labios.
Ishakan cerró los ojos y permitió que le cepillara el cabello que se le pegaba a la frente. Los finos mechones de color castaño oscuro se suavizaban bajo su toque. Una sensación de hormigueo recorrió su cuerpo.
Ella acercó sus labios a los de él. Fue un ligero y delicado beso, como el roce de una pluma… incitando el deseo de más.
Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 31: Lecho de flores”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
En cualquier otro momento sus palabras eróticas, le habrían causado vergüenza, provocando que se sonrojara y estremeciera, sin embargo, Leah se mantuvo rígida, sin reacción.
Estaba abrumada por el placer, era como si las acciones de Ishakan le hubiesen derretido el cerebro como chocolate. En su débil estado, solo fue capaz de agarrar el dobladillo de su vestido con las manos temblorosas.
Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 30: Dos figuras disfrutando de la luz de la luna”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Toda fuerza abandonó su cuerpo. Como una mota de algodón, agobiada por el agua, Leah se derrumbó en los brazos de Ishakan.
—Escoge. ¿Qué quieres hacer ahora?
Un aliento caliente salió tan pronto como abrió la boca. A medida que aumentaba la fiebre, la claridad de su mente la abandonó poco a poco.
Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 29: Delicioso”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Leah sintió como si le hubieran echado un balde de agua fría, atrapada en una pesadilla mientras su mente se nublaba al escuchar sus palabras. Su respiración se estremeció mientras luchaba por recuperar el control de su cuerpo, que comenzaba a volverse lento.
—¿Qué quieres decir?
Byun Gyongbaek se rió. Ella sabía a qué se refería, así que deseó que fuera solo una broma, sin embargo, él estaba borracho y no sería misericordioso.
Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 28: Poción de amor”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
A primera vista, cualquiera asumiría que Ishakan era un mal bailarín. Sin embargo, al verlo moverse con tanta gracia con la música, Leah pensó que le habían enseñado a bailar la danza de Estia de antemano.
—Parece que tienes la habilidad de atraer problemas —Leah rompió el silencio. Su falda giraba como una flor antes de caer con gracia alrededor de sus pies.
—¿De verdad insistirás en jugar a la princesa cuando bailamos? —Ishakan sonrió.
Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 27: Tan rojo como la sangre”
Traducido por Yonile
Editado por Meli
Ishakan se dirigía a Leah como un cazador experimentado que tenía la mira puesta en su preciada presa; esperar y lanzarse a matar cuando menos lo esperaba.
En sentido metafórico, él la tenía atada de manos, no podría escapar con facilidad.
En silenciosa frustración, Leah frunció el ceño, se mordió el labio y trató de liberar su mano de su agarre, pero él apretó más, cuando al fin la soltó, exhaló aliviada. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 26: ¿Me otorgas esta pieza?”