Ya no te amo – Capítulo 41

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


El invernadero en el palacio, atelier Rose, es un anexo al aire libre construido exclusivamente para fiestas de té de la alta sociedad, al cual no cualquiera tenía acceso, se podía contar con los dedos de las manos quiénes estaban capacitados para usarlo; la emperatriz, que rara vez participa en actividades al aire libre y, la princesa que está en otro país. Las otras personas que podían solicitar usarlo eran el príncipe y las familias del duque y los tres marqueses.

La Emperatriz y la princesa no estaban en el palacio y no hay más miembros del ducado Wistash, por lo que la fiesta de té se trataba de una merienda formada únicamente por los hijos pequeños del marqués de Ambroise, el marqués de Wig y el marqués de Solen.

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Ya no te amo – Capítulo 40

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


—¿Dos ceremonias?

Por supuesto que no lo sabía, preguntó con sus ojos redondos sin saberlo.

—Cuando Isolde era la princesa, ¿no fue solo en Vinfriet?

—Eso es correcto, pero solo fue porque mi cuñada estaba aislada de Thierry y fue declarado que ellos ya no intervendrían.

—Ya veo. —Era similar a lo que había escuchado, pero pensé que solo se hacía una boda. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 40”

Ya no te amo – Capítulo 39

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Lo único que iluminaba el interior del salón eran un par de velas encendidas que se solían dejar en todo momento, como un poema, así como la luz de la luna que alcanzaba a entrar por la ventana.

Por lo que su vista solo alcanzaba a ver su silueta y una sombra a lo largo de la curva de su rostro. Dentro de sus pálidamente pigmentados ojos, sus iris con alto brillo, eran particularmente de un azul claro. Y como si fuera hielo, ese plateado cabello suyo lucía con un azul tóxico a la luz de la luna dentro de esas paredes. Pero su voz y su sonrisa eran calmadas, no había forma en la que no se notara su calidez. Le hacía sentir un hormigueo en la cabeza, mucho más que el de sus mejillas siendo pellizcadas. Parecía que alguien timbraba fuerte en su cabeza.

¿Cómo es que tú…? Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 39”

Ya no te amo – Capítulo 38

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Aquellas palabras fueron impactantes, pero al final, no era una niña que necesitaba consuelo, había sido sólo su ego.

Sin percatarse cuánto tiempo pasó, le sorprendió un poco. ¿Las nubes de lluvia realmente la habían abandonado para dirigirse a él? Incluso estando empapada bajo la lluvia, no se sentía tan deprimida.

Ocultó su sorpresa tratando de no manejar sus palabras con torpeza. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 38”

Ya no te amo – Capítulo 37

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


—¡¿No es la señorita mayor?! —Rudiger, que se había estado quejando desde atrás, lanzó un grito.

Su señor no lo negó.

Se escuchó un golpe, algo que caía. Quiso inventar una excusa, abrió la boca como un gorrión, sin embargo, no hubo tiempo para que se excusara. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 37”

Ya no te amo – Capítulo 35

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Fue un gran placer ver que los rostros de los nobles, cuyos nombres fueron llamados, en un instante se volvieron blancos. Ella nombró cinco familias más después de eso.

—Se rieron abiertamente de mí cuando fui nombrada por mi padre hace un momento. ¿No lo escuchó? Se burlaron con malicia.

Era obvio que se habían escuchado risas, pero no había sido claro si ese era el trabajo de los nobles que acababa de llamar. Naturalmente, ella estaba mirando a Vetrlang en ese momento, por lo que cuando nombró a los nobles, sólo había mirado hacia la izquierda. No importaba si ellos se habían reído realmente de ella.  No era muy diferente de la broma infantil de los niños que arrojaban piedras a una rana. Esto se lo habían hecho ellos mismos. Por su puesto, como nadie protestó, parecía que no estaba tan mal. Era divertido ver que tenían miedo de una maza que estaba por caer. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 35”

Ya no te amo – Capítulo 34

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Tarde o temprano, ella se iría y el marqués se quedaría con Rubiel todo el tiempo, así que se preguntaba si era mejor obedecer sus deseos por ella misma.

Por alguna razón me siento bien.

Había ganado su cariño. Parecía que el amor de Rubiel había sido arrebatado del marqués, por lo que era extrañamente estimulante para ella. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 34”

Ya no te amo – Capítulo 33

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


No era algo que pudiera decir fácilmente en público, pero podía decir su nombre cuando estaba solo.

Las duras palabras que le había dicho en el pasado regresaron como flechas perdidas hacia su objetivo, clavándose en él. ¿Por qué había sido tan duro con ella? Podría haber sido un poco más suave. Su nombre resultaba agobiante, así que lamentó cuando la rechazó en el pasado. Sus lágrimas estaban resentidas por su propio descuido que no había conocido antes. Cuando cerraba los ojos, podía verla mirándolo y brillando intensamente, pero ahora era una persona inexistente en su mundo. Como palabras de un amor muerto, después de haber luchado en un pasado glorioso, finalmente se hundía. Cerró sus ojos, era una noche para dormir con un trozo de su pasado como pastilla para dormir.

♦ ♦ ♦

Hubo una vez en la que el príncipe organizó un picnic de primavera y fue arrastrado desde la primera luz de la mañana a un barco y a Larine al anochecer. Tal vez fue alrededor de los veinte. Incluso después de un año de la muerte del duque y su esposa, el príncipe heredero dijo que lucía muy lamentable para estar vivo y fue bastante duro con él. El príncipe puso sus brazos alrededor de los hombros del duque y le dijo algo como “solamente” o “silencio” en voz baja, pero pudo entender que su amigo estaba tratando de consolarlo tranquilamente, solo ellos dos. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 33”

Ya no te amo – Capítulo 32

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


—¿No eres muy codicioso con la dote?

—Mi Vinfriet todavía necesita mucho.

Ante los pronunciamientos patrióticos del monarca, ella lo miró hacia arriba fijamente. Como si fueran un par de amatistas, sus ojos color violeta le miraron directamente a la cara, mientras que al igual que pétalos, sus párpados, temblorosos como alas de mariposa, cubrieron sus ojos lentamente. No hubo un puñado de respuestas que salieran de sus labios, pero su gesto fue una aceptación en sí mismo. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 32”

Ya no te amo – Capítulo 31

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Contrario a sus expectativas, Rubiel no estaba feliz de haber ido a Larine. No había obtenido ninguna reacción, incluso cuando la tomó y la puso en el carruaje. Cuando pensaba en aquel momento en la mansión, debería haberlo golpeado en el brazo.

¿Cuál es su problema?

Aunque había traído a la niña con intenciones impuras, él se había influenciado inicialmente por el entorno. Ella le gruñía, él gruñía, ella se volvía altanera y él se ensombrecía. Tal como ahora, él también estaba viendo un paisaje bonito, pero ¿por qué estaba tan calmado?

—Cof cof…—Tosió para aliviar la atmósfera, pero por supuesto, no hubo reacción. Debía ser el primero en decir algo, pero ¿qué podría decir para levantar su ánimo? —No luzcas tan decaída, no te queda mucho tiempo con tu hermana mayor, ¿no sería bueno que se divirtieran juntas?

—…

—Lucias amable con tu hermana mayor, pero no creas que te extrañara… ¡malvada! —Había fruncido el ceño y contuvo su respiración, todo porque la niña le había dado una patada en la espinilla.

—¡Silencio! —Se puso rígida, haberle pateado la pierna no le hacía sentir mejor.

—¡Te odio! —¡Tengo razón! Pensó, mientras saltaba sujetando su espinilla que lo hacía sufrir de dolor después de gritarle y mirarle con lágrimas en los ojos.

Por su puesto, ella seguía manteniéndose firme, no, parecía emotiva.

—¿¡Tú qué sabes?! —Gritó enojada, apretando sus puños con fuerza.

—Se más que una niña.

No se sentía intimidado por lo que ella hizo y no es que tuvieran una buena relación, pero no había dicho aquello de mala fe y ahora lo habían golpeado en la espinilla, lo que le hacía estar tan enojado como ella.

—No quería hacerte sentir mal, es solo ¿qué diablos haces por tu hermana mayor? ¿Te haces la tonta? ¿Cuánto tiempo piensas que ella aguantara así? Despierta de tus sueños, eres una niña, pero dime ¿a ti te gustaría vivir en este país donde no te sientes en casa? ¡Ella pronto se casará con mi dueño e irá con él a Vinfriet! ¿¡No lo entiendes?!

Quizás parecía una clase de sermón, pero al final no podía tratarla diferente de otros niños que vivían peleando.

¡No importa cuánto lo odies! ¡Tu hermana irá con nosotros a Vinfriet! ¡Haz algo! ¡¿Sí?!

Básicamente había sido lo que quería decirle, sin embargo, no hubo respuesta de parte de la niña, solo un par de lágrimas que salieron de sus grandes ojos de rubí y que lo atravesaron directamente.

—Qué… ¿Cómo? ¿Sabes cómo disculparte por eso?

Había sido apuñalado por lo infantil de sus comentarios, por lo que trató de tenderle una trampa, pero no había notado que la mordaz mirada de la niña se había esfumado. Ahora había cruzado demasiados ríos para arrodillarse y decir que había estado mal, por lo que sus brazos se cruzaron para nada.

Ella, que había estado mirando su figura, finalmente dejó caer sus espesas lágrimas.

—Hermana… Solo tengo una hermana mayor.

—¿Sí?

—Odio que tenga que irse… —Silencio. Después pareció que murmuró algo y finalmente rompió en llanto.

Era una niña, al fin y al cabo, justo en la edad para que llorara con lágrimas y mocos. Sin embargo, el problema era que su pequeña discusión justo antes de llorar, había llamado la atención de Niveia y Arendt.

Cierto. Miraba a la niña llorar frente a él con un rostro confundido, se detuvo en seco. No, más bien empezó a dar vueltas.

—Oh no… detente… espera un momento… —Si veían a la niña llorar, no solo la dama lo vería mal, incluso su señor lo tacharía de patético. Eso significaría que su mano terminaría torcida y con el cartílago desgastado.

¡Ahhhhh!

Gritó en silencio y abrazó a la niña que seguía llorando. Era sorprendente que pesara tanto tomando en cuenta su apariencia, pero no era problema para su fuerza, quien había estado en la primera línea en cada batalla.

Después de que la abrazara, toda esa tristeza que acababa de estallar en ella, se volcó hacia el caballero.

—No te lleves a mi hermana, ¡eres un tipo malo! Cállate… —Siguió llorando y con sus puños tan suaves como el algodón, comenzó a golpearlo.

Él tomó su cabeza en sus brazos mientras sostenía a esa chica que apenas le llegaba a la cintura.

—Oh, está bien, no llores, sé que duele y te sientes mal.

—Silencio… ugh… buah… buah…

No me escucha, que pare de llorar.

Refunfuño para sus adentros, aplastando suavemente las mejillas de la niña.

Yo y mi bocota…

Para empezar, debía tranquilizarla, dio un suspiro. La sostuvo entre sus brazos, quería que dejara de llorar, le dolía la cabeza. Memorizando las palabras como hechizos, comenzó a moverse.

♦ ♦ ♦

Gracias a todo el alboroto entre ellos, los sensibles oídos del emperador fueron capaces de captar la confusión, sumado al posterior grito de la niña, Arendt se despertó de un estado de ánimo confuso. Una sensación de hormigueo, como si le golpearan la cabeza con algo, se hizo presente en él, lo que hizo que se acariciara la parte posterior de la cabeza, pero le ayudó a recuperar su porte.

—Parece que hay mucho ruido donde está Rudiger —Dijo con una voz suave.

—Tu caballero siempre está molesto.

—Pero sus habilidades son buenas.

—Supongo, si no fuera así, ni siquiera lo tendrías. —Se inclinó a recoger una de las prímulas mientras contestaba cortésmente.

Aunque no lo dijo, podía sentir como Arendt volvía a suavizarse, barrió inadvertidamente los pétalos de una flor del tamaño de su uña.

No debería volver a decir que odio las flores.

Solía guardar sus pensamientos para sí misma, pero había dejado salir aquello, si volvía a pasar, podría llegar a ponerse emocional. Ella lo comprendía, había sido un momento incómodo, sin embargo, él se había sacudido aquella sensación demasiado rápido. Rodó la flor un poco más en su mano, perdía su luz, su vida, mientras la rompía, para luego tirarla al viento.

Si él le hubiera dicho que era su hermana la causante del alboroto y no Rudiger, habría corrido de inmediato hacia el carro, desafortunadamente Arendt había mencionado al caballero como el culpable, así que ella olvidó rápidamente el asunto. En cambio, dio un paso hacia el emperador.

—Disfruté el paisaje, así que ahora hablemos del negocio. —Igual como cuando destrozó la frágil flor, su voz sonaba sin sentimientos—. En un principio llegué a creer que me había traído a ver un bello paisaje, pero ahora que lo pienso, no creo que sea así.

—Tienes buen ojo. —Él sonrió ante sus palabras, dándole la razón.

—El primer paso en el amor es la observación. —Giró su cabeza en dirección a una nube flotante, iba en contra de la puesta de sol, al este.

Las altas cadenas montañosas que se formaban en la frontera de Thierry con Vinfriet, formaban una cresta escarpada que rodeaban Larine. Siendo precisos, la rodeaba a una gran distancia, pero era así porque el territorio era demasiado pequeño. Se sentía como un pastel en una caja. Esas elevaciones eran a menudo la razón por la que el atardecer llegaba a teñirse ahí. Debido a que el sol venía del poniente, quedaba atrapado en la sierra, acumulándose en Larine. Esto creaba un buen ambiente para que las prímulas crecieran en el este donde recibían un mínimo de luz solar durante mucho tiempo. Y el motivo de todo este bello y especial entorno, era la cordillera de montañas que bloquean la frontera.

Sabía que Arendt quería comprobarlo con sus propios ojos, por lo que haber ido tenía un mayor significado.

 —¿Por qué codicias las montañas?

—Quiero abrirme camino hacia esa cordillera. —Una respuesta obvia. Antes de que ella volviera a preguntar, continuo—. Si das la vuelta a la cordillera, el mar está enseguida, si hacemos un camino a través de esa cordillera, Vinfriet podrá usar los puertos de Thierry con más libertad desde nuestro matrimonio esta vez, lo siguiente es divertirse con el comercio.

—Entonces, ¿porque me trajiste aquí?

—Le pedí a Vetrlang que lo alistará en la familia imperial, creo que no será difícil debido a que represento a una nación. —Concluyó, contándolo como si fuera lo más normal, acercándose más a ella. Sus pasos suaves no tenían prisa y sus gestos eran elegantes, como si pidiera un baile. Acarició suavemente el cabello de la joven, algo alborotado por el viento, juntándolo—. Las negociaciones que puedo hacer desde mi posición han terminado, faltaría obtener permisos comerciales y de tráfico de siete de los once puertos de Thierry, además de obtener una de las heladas cadenas montañosas desiertas que cruza hasta Vinfriet. Eso es lo último que quiero. —En resumen, le estaba pidiendo a ella que lo obtuviera de su nuevo padre imperial.

Ya no te amo – Capítulo 30

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


En ese momento tuvo ganas de descubrir un brote que apenas estaba creciendo en el seco suelo invernal, y Arendt solía sentirse extraño cuando se encontraba con Nivea así.

Sentía que quería ponerla en una botella de vidrio y mantenerla como una rosa de una estrella que solo él conocía esa novedad.

—¿Joachim? Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 30”

Ya no te amo – Capítulo 29

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Ya fuera porque estaba ocupada, porque esa era su naturaleza o simplemente no quería darle importancia. Por la razón que fuera, esa persona insensible no podía ser amable y eso le hacía perder su delicadeza. No le agradaba esa chica que no quería conocer ni un poco la realidad. Escuchó que había cumplido una década ese mismo año, ¿pero no se involucra en cómo trataban a su hermana? Esto no significa que tuviera un resentimiento profundo por la niña, era más como el resentimiento por alguien que pasa corriendo y te empuja fuera del camino.

Seguía juzgando a la hermana cuando fue interrumpido.

—¿Deberíamos irnos ahora? —Niveia abrió la boca mientras peinaba el cabello rizado de Rubiel con la mano. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 29”

Ya no te amo – Capítulo 28

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


No era exagerado decir que hasta ahí había llegado toda su mala suerte de los días pasados, no pudo contener su risa y se quedó a observar a los dos hombres. Tan pronto como el emperador se retiró, se dirigió en dirección al duque. No sabía qué demonios le estaba diciendo Joachim XII, pero agradecía que le hubiera dado una forma de aproximarse.

—Hola, duque

—¿Señorita Eustace…? Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 28”

Ya no te amo – Capítulo 27

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Así que Rudiger tampoco abordó a Arendt.

Parece que odia firmemente al duque.

Recordó las palabras de Valor, lo que escuchó anoche en el jardín. No había podido escuchar la conversación claramente, pero sabía que mencionaron a su señor. Quizás dijo algo que había molestado a Arendt y era lo que ahora lo agobiaba. Algunos podrían creer que era bueno con solo ver la sonrisa del emperador, pero él lo conocía mejor, no había nadie tan malvado como Joachim. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 27”

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