Bajo el roble – Capítulo 13: Una luz más allá de la bruma

Traducido por Kiara Adsgar

Editado por Yusuke


—¡Maldición! ¡¿Qué?!

—¡Por ​​favor, abre! ¡Mira que el sol está en el cielo! ¿Cuánto tiempo vas a perder en la cama?

De la puerta salió un estallido violento. Riftan lanzó su feroz mirada hacia el hombre que estaba afuera, como si su visión pudiera atravesar el material

—¡Si me interrumpes por segunda vez, te sacaré las tripas! Y si te atreves a protestar, te mataré.

—¡Tenemos que irnos! ¡¿Olvidaste que aún tienes que volver a la capital después de visitar tu propiedad?!

—No es como si fuéramos a morir si nos demoramos un día, ¡así que no me jodas!

—¡Capitán!

—¡Vete, vete! ¡Has estado actuando como un bastardo!

Sacudió la cabeza y gritó furiosamente. Max se congeló. Esta era la primera conversación con juramentos desagradables que había escuchado en su vida. Entonces, Riftan se levantó con cara de preocupación y gritó a la puerta.

—¡Pon el carro en espera! Me prepararé y me iré.

Su oponente fuera de la puerta golpeó sin cesar, negándose a ceder. Riftan suspiró ruidosamente, mirando al suelo.

—No debería haber traído a esos niños conmigo… Espera un minuto. Saldré a buscarte algo de ropa.

Con una cara pálida y cansada, se llevó la sábana al cuello y asintió. El hombre que estaba de pie, y que estaba recogiendo su ropa, miró su cara surcada de lágrimas y frunció el ceño.

—¿Qué? ¿Por qué me miras así?

La fuerza de su voz la congelo.

—Escúpelo. Si aún no lo has notado, tengo prisa.

Ella no lo había pasado por alto. Su esposo, con quien se reunió ayer, tenía un temperamento extremadamente fuerte. Ella murmuró tímidamente.

—Bueno, la gente de afuera, la gente… ya saben, saben…

—¿Saben qué?

—Q-Qué, qué, qué hicimos aquí…

Su rostro brillaba como si le hubieran prendido fuego. La boca del hombre de repente se torció en una sonrisa mientras miraba su rostro sonrojado. Al momento siguiente, más allá de toda incredulidad, arrojó las prendas y fue por las sábanas.

—¡R-Riftan!

—Oh, me estás volviendo loco.

Él sonrió sin aliento mientras abrazaba su cuerpo y la levantaba sobre su regazo. Max agitó las piernas avergonzada. Se estaba riendo tan inocentemente, lejos de la actitud dominante que había demostrado hace pocos segundos y ella no podía creerlo.

—Eres una noble muy ingenua. Por supuesto, mis hombres saben lo que hicimos. No existe tal cosa como una pareja, que se reunió después de tres años de separación, dormir en una habitación simplemente tomados de la mano.

—Ah, pero…

—No es nada de lo que debas avergonzarte. Estamos casados, y es natural que tú y yo hagamos esto y aquello.

¿Natural? Sabía que era su deber como su esposa, pero lo que él compartía con ella no parecía natural. De repente, Max se sorprendió de sus propios pensamientos. ¿Compartido? ¿Fue el hecho que hicieron anoche algo así como un escenario de toma y saca? No podía entender por qué se sentía así. Después de todo, fue todo un acto que tenía que soportar para tener un hijo…

—Estás roja otra vez. Ja, y no son solo ellos. Pero no tengas miedo. No tengo la confianza para terminar antes de que tumbe la puerta.

La besó juguetonamente en la punta de la nariz y la bajó de su regazo. Se sentó alrededor de las sábanas como un capullo en una esquina de la cama, frotando la mancha en su nariz que él había dejado con su toque. Riftan se inclinó y recogió la ropa que había descartado y comenzó a usarla una por una. Rápidamente apartó los ojos de la vista de él vistiéndose descaradamente delante de ella con su cuerpo desnudo. Rápidamente se puso su armadura y dijo:

—Me quedaré afuera y esperaré.

Ella asintió con la cabeza suavemente. Al principio, le temblaban las piernas hasta el punto de que no podía moverse, por mucho que lo intentara. Pero cuando Riftan salió de la habitación con la espada en la cintura, finalmente se arrastró hacia la cama para abrir la ventana.

Bajo el pálido cielo otoñal, una densa aldea se desplegaba ante ella. Un amplio camino de tierra con claras marcas de las ruedas del carro, cinco o seis cabañas de madera, un prado escaso y un amplio huerto… Max, que miró el paisaje simple uno por uno, de repente sintió una mirada punzante y bajó la cabeza. Frente a la posada, se había estacionado un carruaje donde tres de los caballeros que acompañaron a Riftan se pusieron de pie y la miraron. Ella cerró la ventana a toda prisa. Aunque se cubrió con sábanas, estaba avergonzada de ser vista en su estado sin escrúpulos como si estuviera a punto de dormir.

¿Quizás han retrasado su partida por mi culpa?

Se mordió los labios nerviosamente. Pasó mucho tiempo antes de que oyera otro sonido, alguien toco la puerta. Ella preguntó con cuidado.

—¿Quién, quién eres?

—Traje agua para lavar.

—En… entra.

Se agachó en la esquina de la cama con las sábanas envueltas alrededor de su cuerpo. Las dos criadas que entraron con un gran lavabo, un hervidor de agua y una toalla blanca intercambiaron ojos con caras extrañas.

—Tu marido nos ha dado instrucciones de servirte, pero…

—Oh, no… mi Dios, puedo, puedo hacer esto…

—Dijo que necesitarías ayuda…

Se puso tan roja como su cabello.

—Bueno, de verdad, está bien, ya que mi esposo lo dijo.

Kiara
Waah me encanta, los amo, no negaré que es un hombre temperamental, pero a la vez es demasiado tierno y las reacciones de Max, ay que leeeendos. nos vemos en el próximo chicos y chicas.

Las mujeres salieron de la habitación sin más advertencias, dejando lo que habían traído sobre la mesa. Max permaneció sentada, esperando hasta que se hubieran alejado lo suficiente para poder levantarse y cerrar la puerta. Luego mojó la toalla con el agua tibia y con ella comenzó a limpiar su cuerpo, que había estado sobrecargado de trabajo durante toda la noche.

No era una sensación refrescante sentir una toalla tibia sobre su piel empapada de sudor y saliva, pero era mejor que nada. Ella borró los rastros de la noche anterior. Había muchas marcas rojas en los hombros, antebrazos, muslos, piernas y pecho.

¿Por qué es así? Los recuerdos de la noche anterior surgieron en su mente y sus mejillas se calentaron por la vergüenza. A pesar de que tales marcas no podían desaparecer, ella empapó la toalla y frotó vigorosamente sobre una de las manchas roja.

Cuando pasó la noche con él, solo sintió vergüenza, pero no había sido tan horrible como la primera noche. No, incluso sintió felicidad cuando él la abrazó y la besó tiernamente, todo el tiempo tratándola de forma amable. Nadie nunca la había tratado de esa manera antes.

Pero su esposo, quien ella siempre pensó que la desaprobaba, no solo tomaba en serio su rol de marido, sino que incluso parecía gustarle de alguna manera. Ella recordó como él dijo que no quería irse de su lado en aquella primera noche.

Hace tres años, quería estar contigo, no quería irme. No sabes lo difícil que fue salir de esa cama.

Se empapó la cara en el lavabo para refrescarse con el calor. Todo había sido como un sueño.

Max cuidó meticulosamente su cabello enredado con un poco de agua y jabón para luego secarlo con una toalla. Luego, aplico un poco de crema de manera uniforme y cepilló sus rizos con cuidado, al cabo de un momento escuchó ligeros golpes en la puerta.

—Señora, su esposo le ha enviado una muda de ropa.

Esta vez, Max abrió la puerta y solo recibió la ropa. Era un vestido rosado con bordados dorados. Cuando lo desdobló, un cinturón, un corsé para el pecho y una delgada tela casi traslúcida que parecía ser ropa interior cayeron al suelo. La cara de Max se puso roja cuando la vio.

La ropa interior no era muy diferente de la que la niñera le había dado. Su cara estaba tan caliente que pensó que se quemaría en cualquier momento. En un pueblo tan simple como este, sólo podía preguntarse cómo podría haberlo conseguido.

Este tipo de ropa no puede ser de su gusto… ¿o sí?

Ella apretó la prenda contra su rostro con una vergüenza insoportable e hizo un sonido extraño, una vez más escuchó un golpe en la puerta. Esta vez fue un Riftan.

—Maxi, ¿Te entregaron la ropa? ¿Estás vestida?

—Oh, todavía no…

—Date prisa, tenemos que irnos rápidamente.

—Ahora, espera un segundo…

Su impetuosa voz hizo que se vistiera apresuradamente, se colocó la ropa interior semitransparente que parecía no cubrir lo suficiente. Rápidamente se puso unos calzoncillos blancos encima y el suntuoso vestido sobre su cabeza. No fue fácil porque nunca antes se había vestido sin ayuda. Bajo la falda y luego alisó las arrugas, para finalmente ajustarse el cinturón. Pero las cuerdas de su espalda eran implacables y gimió durante mucho tiempo sin mayor resultado a un calambre en el hombro. Fue cuando Riftan llamó a la puerta por segunda vez, que ella se detuvo.

—¿Todavía no estás lista?

—Bueno, es que, que… aquí…

—¿Qué?

—Alguien, cualquiera puede ayudar… cualquier señora del lugar, puedes, puedes llamarlas de nuevo…

No hubo respuesta de su parte y ella continuó intentando explicarse

—Es… es que los lazos, lazos… la espalda, en la parte de atras, atras de la ropa…

—Abre la puerta.

—¿Qué?

—Abre la puerta.

Atrapada por su impulso, Max abrió la puerta con una mano para evitar que la ropa se deslizara. Riftan, que se abrió paso, cerró la puerta detrás de él y la examinó cuidadosamente. Max no tenía idea y se disculpó apresuradamente.

—Lo siento por tardar demasiado, lo siento, ah, pero la ropa es…

—No estoy enojado, así que no te disculpes. No sé mucho sobre la ropa de mujer, así que ni siquiera pensé si sería fácil de poner o quitar —dijo bajando la falda y las mangas largas. Ella apretó los dedos en un incómodo silencio.

¿El vestido realmente me queda bien?Tal vez me veo ridícula. Mientras ella dudaba, él la sostuvo por el hombro y la giró.

—Lo hare por ti.

—Uh, bueno, ahí…

Luego Riftan agarró la cuerda y comenzó a atarlos uno por uno con cuidado.

El débil sonido de los lazos siendo atados hizo que Max se pusiera nerviosa. Él buscó a los desconocidos por un tiempo antes de permitir que ella volviera.

—Está listo.

—Está muy bien. Gracias…

—Es un vestido sencillo, lo compre a un comerciante que se encontraba cerca, así que me temo que no será de tu agrado. Pero por ahora, tienes que soportarlo. Te daré mejor ropa cuando lleguemos a la finca.

Ella parpadeó sorprendida, este atuendo  ya le parecía lo suficiente lujoso, pero ¿no era suficiente para él? Que lamentable. Max no vivió una vida de lujo como él pensaba. Todos los bienes y obsequios del duque de Croix eran entregados a Rosetta. Toda la ropa de Max fue hecha por las doncellas y aproximadamente del resto de tela de los vestidos de su hermana. Nunca había usado nada con un bordado tan elegante. Aun así, Riftan parecía preocupado de que pudiera estar insatisfecha.

Tal vez él pensaba que ella estaba acostumbrada a prendas más hermosas. Tragó saliva, sintiendo que se le secaba la garganta. Se sintió afortunada de no haber traído nada de su equipaje y evitar la humillación al revelar su armario desvencijado. Luego habló con aire despreocupado, fingiendo enderezarse la falda.

—Este… este vestido tampoco es malo para mí.

Ella lo miró a los ojos, actuando como si fuera arrogante, pero el hombre simplemente colgó una capa sobre sus hombros sin ningún signo de disgusto. Echó un vistazo al delicado bordado de su capa.

Parecía tan extraño que un caballero como él fuera tan tierno con ella.


Kiara
¿A que no se esperaban eso? Riftan también puede ser un hombre cuidadoso. Por cierto la imagen que coloque no es parte de la novela sino un fanart que encontré por ahí, encaja de maravilla con la escena. Me pareció tan bonita que no pude evitar ponerla, muchos créditos al autor de tan maravillosa imagen. Muchas gracias por leer nos vemos en el próximo capítulo.

13 respuestas a “Bajo el roble – Capítulo 13: Una luz más allá de la bruma”

  1. Pobre Maxi, no entiende que su esposo la ama apasionadamente, espero que su padre sufra lenta y duramente en manos de su yerno. Gracias por su increíble trabajo como siempre.

  2. OMG!!!!!!!! estoy obsesionada con esta historia -… que riftan se entere del violento del padre de max!!! quiero que lo degollen vivo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  3. Que bonito! Debo decir que, a pesar de los malentendidos, Max encontró alguien tan tierno n.n pues para el tema de la época y todo eso xD

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