El Conde y el hada – Volumen 2 – DVD 2: Una forma extremadamente indirecta de llevarse bien con el hada

Traducido por Den

Editado por Meli


Una forma extremadamente indirecta de llevarse bien con el hada

Edgar: Lydia Carlton… En general eres demasiado bondadosa.

Raven: Lord Edgar.

Edgar: Sí, todavía estoy despierto.

Raven: Esta noche hará frío, así que le traje una manta.

Edgar: Gracias. ¿Qué sucede, Raven? Quieres preguntarme algo, ¿no?

Raven: N-No… S-Sí…

Edgar: ¿Es sobre Lydia? Bueno, escucha.

Raven: Sí.

Edgar: Es patético admitirlo, pero todavía no la he besado. Por alguna razón, no pude hacerlo.

Raven: Si es así, ¿por qué la señorita Lydia todavía nos ayuda?

Edgar: Quiere convencernos de que es imposible que nadie más que el verdadero Conde Caballero Azul se apodere de la noble espada. No tiene ninguna intención de ayudar a ladrones.

Raven: Entonces…

Edgar: Lydia es una chica interesante. Parece que hará lo que yo quiera, pero no lo hace. Aún así, es increíblemente bondadosa y no tiene ningún lado oculto. Y solo dice lo que está pensando.

Raven: Sí.

Edgar: Incluso si un villano como yo depende de ella y le pide ayuda, no puede simplemente marcharse.

Raven: La señorita Lydia… es muy inusual.

Edgar: Concuerdo, no es como los demás. Y gracias a eso, terminé hablando un poco del pasado. Tal vez tenía curiosidad por ver cómo reaccionaría.

Raven: ¿Cuál fue su reacción?

Edgar: Me pregunto si piensa que soy un poco extraño porque Gotham me quitó el cerebro. Creyó en algo que, probablemente para ella, es incluso más difícil de creer que la existencia de hadas. Aparentemente, odia las mentiras. Esos misteriosos ojos suyos probablemente ven a través de cualquier truco o mentira. Pero todo sobre mí es una mentira.

Raven: Milord.

Edgar: Un nombre falso y una vida falsa. En mi caso, solo hay mentiras sinceras y las que no lo son.

Raven: ¿Le contará todo a la señorita Lydia?

Edgar: No, no puedo hacerlo.

Raven: ¿No cambiará de opinión?

Edgar: Haremos que Lydia resuelva el acertijo tras la canción de las hadas. Después de eso, continuaremos según lo planeado originalmente, existan o no las merrow.

Raven: ¿Eso está realmente bien?

Edgar: No tenemos otra opción, Raven. No solo perdimos muchos amigos, incluso perdimos a Ermine. No hay otra forma de escapar del alcance de Príncipe. Le juré a Ermine que te protegería.

Raven: Sobre mi hermana… Eso no fue su culpa, milord.

Edgar: Te equivocas, Raven. No solo Ermine, sino que todos murieron por mí. Por ello, más que nada, tengo la responsabilidad de asegurarme de sobrevivir. Y para hacerlo…

Raven: ¿Escuchando a escondidas, Nico?

Nico: ¡No me agarres del cuello! ¡No soy un gato!

Edgar: Tal vez sea porque eres el gato de Lydia, pero tengo la sensación de que me delatarás. Supongo que no tengo otra opción. Te silenciaré.

Nico: ¡C-Corta el rollo! ¡Oye! ¡No soy leña para el fuego! Aunque me eches ahí, ¡no arderé bien!

Edgar: Estoy bromeando, Nico.

Nico: ¡No te creo! ¡Mi cola…! ¡No olvidaré esto! ¡Malvado villano, espero que las merrow te arrastren al mar y te ahoguen!

Edgar: Desapareció.

Raven: Milord, por favor no se esfuerce así.

Edgar: Tengo que ser desalmado para sobrevivir. Se supone que he aprendido bien esa lección, pero no puedo hacerlo.

Raven: Por favor, preocúpese por su corazón también. Por eso estoy aquí.

Edgar: Te pareces mucho a Ermine cuando hablas de esa forma.

Raven: Es difícil para mí entenderlo.

Edgar: ¿Por qué no te sientas? ¿Qué tal un trago?

Raven: No, yo…

Edgar: Ah, lo siento… Ermine siempre me complacía, en consecuencia, he adquirido algunos malos hábitos. Probablemente se enfadaría conmigo por algo así.

Raven: Está muy cansado, milord. Por favor, descanse un poco.

Edgar: Sí. Lleva a Lydia a su habitación.

Raven: Entendido.

(Raven sale de la habitación.)

Edgar: Las mentiras sinceras son las únicas verdades que tengo. No puedo permitirme el lujo de pensarlo dos veces.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido