Emperatriz del Bisturí – Capítulo 20

Traducido por Maru

Editado por Nemoné


—Sin embargo… siento esto cada vez que lo veo, pero la habilidad “Retrato” de Su Alteza es bastante misteriosa, para poder cambiar una apariencia por completo.

—Otra vez.

—Ah, lo hice de nuevo. Mis disculpas, señor.

La razón por la cual la cara del Príncipe Heredero cambió fue gracias a la habilidad “Retrato” que solo provenía de la línea de sangre real de los Romanov. La familia real del Imperio de Brittia era la última familia que aún podía poseer el último poder misterioso en todo el mundo, la habilidad de Retrato.

Esa habilidad Retrato es el verdadero símbolo de la familia Romanov. Pensó el Baronet Randall. [1]

En todo el continente, solo la familia Romanov tenía esa habilidad.

El simbolismo que surgió de esta habilidad era increíblemente grande. Después de todo, en esta era donde numerosas monarquías se estaban desmoronando, muchas personas pensaban que la razón por la que la familia Romanov podía mantenerse era por el poder de la habilidad Retrato.

Por supuesto, los plebeyos pensaban que la razón detrás de la prosperidad de la Familia Real se debía a su capacidad para brillar y no a esa habilidad. El hecho de que también se encontrase el país en un rápido desarrollo gracias a la industrialización de armas y cañones, hizo que el significado de la habilidad Retrato se desvaneciese en gran cuantía.

Sin embargo, eso no significaba que simplemente podría ignorarse el simbolismo detrás de esto tampoco. Los ciudadanos del gran imperio de Brittia estaban orgullosos de ser gobernados por la realeza actual, que poseía la habilidad Retrato.

—Su Al… quiero decir, señor, ¿está su cuerpo bien? ¿No le ha faltado energía últimamente?

—Eso es cierto.

— ¿No ha podido dormir?

¿Dormir?

El Príncipe Heredero sonrió ante esa pregunta.

Desde ese día hace 15 años, nunca había podido dormir un solo día con comodidad

La pesadilla que siempre lo perseguía.

Además, su reciente enfermedad no tenía nada que ver con el hecho de no poder dormir.

— ¿Lo ha diagnosticado un médico?

—Hace mucho tiempo. Como estoy tomando el medicamento que me recetó un médico, estoy seguro de que mejorará.

—Por lo que veo, incluso si toma medicamentos, no parece tener una gran diferencia. Ha estado continuamente cansado. ¿Qué tal si se hace otro examen después de regresar al palacio? —respondió el sirviente con preocupación.

Era obvio que estuvo apático durante demasiado tiempo como para descartarlo simplemente como “cansado”.

Sin embargo, el Príncipe Heredero sacudió la cabeza.

—Bueno, dudo que sea algo especial. Deberíamos esperar un poco más.

—Su Alteza… pero…

—Me encargaré de eso por mi cuenta.

El criado no tuvo más remedio que simplemente cerrar la boca.

—Entonces volvamos ahora. Me preocupa que su condición empeore —ante eso, el príncipe sólo se mantuvo en silencio—.  ¿Quizás tenga otro lugar para revisarse?

El Príncipe Heredero no respondió.

Para ser honesto, todavía había un área a la que debía ir. Era el Hospital Theresa. Era el lugar de trabajo de su futura novia, Elise de Clorance. Pensó en la orden que el Emperador le dio hace un tiempo.

—Elise, ve a ver con tus ojos si a esa chica le está yendo bien.

Elise…

Hizo una leve mueca al recordar la última vez que se la encontró. Era una persona completamente diferente, pero se veía como “ella”. Esa chica que se veía como “esa chica”… sospechaba que algo andaba mal con sus ojos.

Recordó las palabras que esa chica dijo ese día, y extrañamente lo molestaron. Aunque para ser sincero, no había razón por la que molestarse.

— ¿Su Alteza? —El sirviente una vez más lo llamó por su título.

En serio, es un sirviente que realmente no escucha. Pensó el príncipe cuando habló.

—Volvamos al palacio.

Como recibió una orden real del Emperador, debía irse, pero no tenía ganas de hacerlo.

Un compromiso. Murmuró para sí mismo.

Todavía quedaba el resultado de la apuesta, pero estaba seguro de que definitivamente sería su prometido. No había posibilidad de que ella pudiera ganar la apuesta imposible y lo más importante, era que el emperador la quería. Si creías que sería blando solo porque emitía una impresión gentil, estabas cometiendo un gran error. El emperador era un gigante de hierro que gobernaba el gran imperio que aplastaba al mundo entero.

En el momento en que él lo quiso, el compromiso se decidió, pero como pensaba en ella como una sobrina, estaba tratando de ser considerado dándole un poco de tiempo para preparar su corazón.

Bueno, no importa quién se convierta en mi prometida.

Desde ese día hacia adelante, solo le quedaba un deseo. Por lo tanto, algo así como quién sería su prometida no era tan importante para él.

—Sí, por favor, venga por aquí. Tengo el carruaje listo. Está a cierta distancia, así que necesitamos caminar un poco —dijo el criado mientras comenzaba a guiarlo.

— ¿Tenemos que tomar este camino?

—Si no tomamos este camino, realmente tendremos que dar la vuelta al área. Por favor, no se preocupe si aparece un ladrón, me encargaré de todo —informó el sirviente.

Actualmente podía parecer un perdedor de mediana edad, pero en el pasado era un caballero experto y parte del escuadrón de caballeros reales. Podía encargarse de un ladrón que saldría de un lugar como este con solo una mano.

—Sin embargo, no puedo compararme con el Príncipe Heredero, que no solo tiene la habilidad Retrato, sino que también es el héroe de la guerra de Anglie de hace dos años. A menos que alguien envíe un ejército completo, nadie es lo suficientemente poderoso como para igualar a Su Alteza.

¿Su palabra se convirtió en una semilla? En el profundo callejón alguien realmente apareció.

—Detente… Detente ahí mismo —ambos se quedaron observándolo en silencio—. Todo, todo lo que tienes, entregadlo…

Un ladrón con una barba grande y peluda los amenazaba con un cuchillo oxidado.

—Es un adicto al opio.

—Así parece.

La mano que agarraba el cuchillo temblaba incontrolablemente. Sus pupilas dilatadas eran una señal segura de que era un adicto al opio. [2]

—Ha pasado mucho tiempo desde que promulgamos leyes contra el opio para restringirlo… Y pensar que todavía se extiende en la capital…

—Daré órdenes a sir Hassel de la unidad de inspección Chiandae para que investigue esto —dijo el príncipe.

—Muy bien, primero entreguemos al adicto a las Chiandae.

Era posible que se hubieran encontrado con un bandido que blandía un cuchillo, pero sus caras no mostraban ningún signo de tensión.

Podría manejar a diez de estos ladrones por mí mismo. Pensó el sirviente sacando la espada de su funda, y señaló al ladrón. Lo siguiente en escucharse, fue el choque del metal.

—Si no quieres salir herido, baja el cuchillo.

—No, no te acerques más.

El ladrón retrocedió ante una atmósfera alarmante y ese vigor alrededor del sirviente. El criado, que pensó que podría desarmarlo en un instante, comenzó a acercarse lentamente hacia él. Mientras tanto, el príncipe miraba la escena con indiferencia, e incluso sacó un cigarrillo.

Qué aburrido. Pensó mientras se metía el cigarrillo en la boca.

En realidad, no debería ser esa la emoción a sentir si tu vida estaba siendo amenazada por un ladrón armado, pero realmente se sentía aburrido.

En serio me siento aburrido.

Levantó la vista hacia el oscuro cielo nocturno. Tampoco era algo nuevo lo que sentía ahora.

¿Podría haberse comenzado a sentir siempre así después de ese día?

Fue el más noble que se propuso heredar este país, pero su corazón siempre se sentía aburrido y estaba inevitablemente en soledad.

Qué pensamientos más inútiles. Pensó mientras sacudía la cabeza.

— ¡No! ¡Aléjate de mí!

Finalmente, el ladrón tiró su cuchillo y se fue.

— ¡Alto ahí! —gritó el sirviente.

— ¡No me persigas! ¡Te mataré!

El criado corrió inmediatamente detrás de él, y su mano ya estaba en el cuello del ladrón. Randall sonrió ante la idea de atrapar a ese tipo.

— ¡Bastardo! ¡Quédate quieto!

Pero fue en ese momento cuando un sonido que nadie vio venir, sonó.

— ¿Eh? —Randall dejó escapar un grito ahogado.

Un olor almizclado a pólvora se extendió y el estómago comenzó a escocerle… como si estuviera ardiendo; y de repente, su visión se oscureció.

¿Q-Qué… ?

— ¡Randall!

En su conciencia dispersa, escuchó al Príncipe Heredero llorar y vio al adicto al opio con una pistola justo en frente de sus ojos. Era una pistola de doble cañón que los nobles usaban para defenderse.

¿Cómo… consiguió una pistola?

— ¡Ja! ¡Dije que te mataré! ¡Eh!

El adicto al opio perdió completamente la cabeza y comenzó a quejarse, luego apuntó con el arma hacia el príncipe que estaba avanzando atropelladamente.

— ¡También te mataré!

El criado Randall mordió ferozmente su consciencia que se desvanecía.

¡Su Alteza…!

No había forma de que una pistola como esa pudiera lastimar al príncipe con su don genético, pero aun así utilizó la última fuerza que le quedaba para golpear con su espada antes de que el ladrón pudiera apretar el gatillo.

— ¡Ugh!

La espada se clavó con precisión en la garganta del adicto y él pereció con un grito sin sentido. Entonces, exactamente en ese momento, el Príncipe Heredero finalmente llegó al lado del sirviente.

— ¡Randall!

—Su Alteza… Lo siento, lo siento. No pensé que tendría un arma… como un idiota, bajé la guardia…

El criado de repente vomitó sangre.

— ¡Para! ¡Deja de hablar de una vez!

—Su Alteza…

La luz en los ojos del sirviente estaba desapareciendo.

¡Oh, no…! El Príncipe Heredero se mordió los labios. Es el lado izquierdo del abdomen. ¡De todos los lugares en los que podía disparar, lo hizo en un punto crítico!

Ese área vital era vulnerable incluso a fuerzas pequeñas. ¡De todos los lugares donde podía recibir un disparo, tuvo que ser ahí!

—Su Alteza…

El criado trabajó duro para abrir la boca y decir sus últimas palabras.

—Gracias… por todo… por favor, debe estar bien…

Después de decir sus últimas palabras, la cabeza del criado se dejó caer.

— ¡Randall! ¡Vuelve a tus sentidos de inmediato!

El Príncipe Heredero comprobó rápidamente el pulso de su criado. ¡Afortunadamente todavía tenía pulso! Acababa de perder la conciencia pero no la vida.

Sin embargo, es débil.

Si se iba en su estado actual, era solo cuestión de tiempo antes de que perdiera la vida.

¿Crees que te dejaré morir?

No era un sirviente al que el Príncipe Heredero era especialmente cercano, pero era uno de “su pueblo” que había jurado su lealtad hacia él. No debía dejarlo morir así.

¿Cuál es el hospital más cercano?

El hospital Cross con las mejores instalaciones estaba demasiado lejos. Era obvio que no podría soportar hasta que llegara.

El hospital Rosedale es un no. Demasiado lejos.

Luego recordó un hospital. El hospital Theresa. Las instalaciones eran un poco débiles, pero era justo en el mejor hospital en el área.

¿Estaba el Destino jugando con él?

Ese día, el barón Graham y su aprendiz estaban de servicio nocturno. Incluso a altas horas de la noche, el hospital Theresa estaba lleno de pacientes.

Un hombre de mediana edad sangrando, una niña tragando pequeños jadeos de dolor. En ese complicado desastre, una chica se acercó al médico.

—Ya terminé de tratar al paciente con el hombro dislocado, profesor.

El joven profesor Graham volvió la cabeza. Una pequeña belleza tierna pero elegante que no encajaba con este centro desordenado apareció ante su vista.

— ¿Cómo lo trataste?

—De acuerdo con la dirección del hombro dislocado, luego levanté la mano y la giré externamente.

Graham, una vez más, se quedó sin palabras.

Parece que se estaba acostumbrando a estar sorprendido.

¿Quién iba a creer  que una chica que ni siquiera trabajó un mes completo en el hospital usaba los métodos de Kocher para reubicar un hombro? [3]

Por si acaso, revisaba la situación del paciente, pero era tal como él pensaba. Era incluso mejor que lo que podía haber hecho.

¿Cómo es esto posible? Se siguió preguntando quién sabe cuántas veces.

Esa chica era un genio. No era un genio aficionado como él, sino un verdadero genio que podría cambiar el flujo mundial de la medicina. Sin embargo, en este momento cuestionó este pensamiento. Incluso si era un genio, ¿cómo es esto posible?

No era un simple caso de ser talentosa; se siente como si ya hubiera perfeccionado sus habilidades. Era como si hubiera nacido con las habilidades médicas arraigadas en su cuerpo.

¡Qué idea tan imposible! Graham sacudió la cabeza. Ella no es una especie de hada médica. Entonces, ¿cómo puede existir una persona así?

Sin embargo, era tan genial como para hacerle llegar estas ideas ridículas.

Para ser honesto, en lugar de enseñarle, siento que estoy trabajando con un compañero de trabajo.

Había muchos pacientes especialmente en el día de hoy, pero gracias a trabajar con ella pudieron atenderlos fácilmente, gracias a que la joven desempeñó un papel que no perdía ante la mayoría de los médicos.

—Rose.

— ¿Sí, profesor?

— ¿No estás cansada?

Ante esas palabras, Elise abrió mucho los ojos. Era la primera vez que el tipo espinoso había hecho una pregunta así.

—Estoy bien.

—Muy bien, si te sientes cansada, entra y descansa los ojos. Parece que la mayoría de los pacientes han sido atendidos.

Elise sonrió ante sus gentiles palabras que estaban tan fuera de lugar.

—Gracias por cuidarme.

La cara de Graham se puso ligeramente rígida al ver su sonrisa. Era una sonrisa tan bonita; incluso hizo que su corazón se acelerara sin pensar.

Graham comenzó a maldecirse internamente.

Contrólate, Graham. Dejar que tu corazón se acelere con tu propio aprendiz…

Definitivamente no tenía sentimientos especiales por la chica. Era solo que su sonrisa era tan bonita que su corazón se aceleró un poco.

Sí, es verdad.

Eso era definitivamente lo que sucedió.


[1]: Baronet es un título británico, del cual no existe equivalente a la cultura española. Un baronet o su equivalente femenino, baronetesa, es el poseedor de una dignidad de Baronet, un título hereditario concedido por la Corona británica, su señorío se denomina Baroneto.

[2]: Realmente, la midriasis (dilatación de las pupilas) no implica un signo específico de esa adicción, pero no es del todo falso.

Los derivados del opio, que son los denominados opiáceos (grupo al que pertenece la morfina), y los opioides (término que engloba tanto los derivados del opio como los sintéticos, y que se refiere a las sustancias que tienen el mismo efecto, o parecido, a la morfina y al que pertenece la heroína) hacen muchos efectos en el organismo, y entre ellos, está la capacidad de volver mióticas las pupilas.

Es decir, cuando estás bajo el efecto de estas sustancias, la pupila se contrae y se vuelve más pequeña. Este reflejo del ojo se adapta normalmente solo para el uso correcto de la luz, y es algo que no controlas tú mismo, porque se encarga de ello el sistema nervioso autónomo (o no consciente, el más… primitivo, por decirlo de una forma simple).

Sin embargo, cuando una persona es adicta a estas sustancias y sufre el llamado síndrome de abstinencia, entonces el cuerpo reacciona de la forma contraria al efecto de la droga, apareciendo en este caso, la midriasis (o pupila dilatada).

[3] La maniobra de Kocher es una de las varias técnicas que existen para reducir una luxación de hombro, esto es, que el hombro se ha dislocado (salido de su sitio).

Nemoné
¿No es encantador como podemos aprender por Maru este tipo de datos mencionados en una novela ligera? *n*

2 respuestas a “Emperatriz del Bisturí – Capítulo 20”

  1. Viendo a Elise me dan ganas de ser cirujana por satisfacción de salvar gente, pero luego recuerdo que mi pulso con las manos es asqueroso y le puedo cortar de más. Mejor me quedo con la psicología xd

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