Katarina – Volumen 8 – Capítulo 1: La invitación (1)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon

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Es hora de una reunión de Katarina Claes. Reúnanse dentro de la cabeza de Katarina.

Presidenta de la reunión: Katarina Claes.

Representante de la reunión: Katarina Claes.

Secretaria de la reunión: Katarina Claes.

¡Analicemos cómo evitar los malos fines!

—¿Empezamos con un resumen de la situación hasta ahora?

—Muy bien. Deberíamos empezar desde que volvieron los recuerdos de nuestra antigua vida.

—Por favor, si me permite. Katarina Claes, quien entonces tenía ocho años, se golpeó la cabeza con una roca mientras caminaba por el jardín y, por lo tanto, recuperó los recuerdos de su vida anterior como niña de una familia normal en el campo de Japón. Allí había crecido rodeada de naturaleza y, después de llegar a la escuela secundaria, se había convertido en una auténtica otaku.

—Esa vida anterior se vio truncada por un desafortunado accidente, tras el cual se reencarnó como la hija de un duque. Su nueva apariencia, con sedoso cabello castaño y ojos azules, era mucho mejor que la promedio con cara de mapache a la que estaba acostumbrada. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de que sus ojos rasgados y labios finos la hacían parecer demasiado amenazante.

—Fue entonces cuando se dio cuenta de algo muy importante.

—Exactamente. Se dio cuenta de que el mundo en el que ahora vivía era el de Amante Afortunado, el juego otome que había estado jugando hasta justo antes de su prematura muerte. Y se había convertido en Katarina Claes, la villana y antagonista de ese juego.

—Se comprometió con un príncipe, quien también era uno de los personajes románticos del juego, y luego, según la trama, en la Academia de Magia en la que todos los usuarios de magia debían inscribirse cuando cumplieran quince años, conocería a la protagonista del juego y la acosaría. Si el protagonista lograba un buen final, Katarina sería exiliada fuera del país, pero si lograba un mal final, moriría. Katarina Claes es un personaje triste para el que todas las rutas conducen a la perdición.

—Al darse cuenta de lo que el destino le deparaba, Katarina comenzó a trabajar duro para prepararse para el momento en que cumpliría quince años y, por lo tanto, tendría que lidiar con la fatalidad. Después de varios cumpleaños, finalmente ingresó a la Academia.

—Allí conoció a la protagonista, María… y se hicieron amigas. Los siguientes dos años estuvieron marcados por… muchas cosas sucediendo, pero el juego llegó inesperadamente a su conclusión a través del final de la amistad, y Katarina se salvó de la fatalidad.

—Creo que te saltaste una cantidad considerable de eventos, pero está bien.

—Después de evitar la perdición, Katarina, por pura coincidencia, obtuvo Magia Oscura, y por eso, entre otras razones, comenzó a trabajar en el Ministerio de Magia.

—Estaba feliz de haber encontrado empleo en la organización más popular de todo el reino, dándole esperanzas de estabilidad para el futuro… sin embargo, luego descubrió que el Ministerio de Magia era el escenario de Amante Afortunado 2, la secuela al juego que la había amenazado con la perdición.

—En este juego, las viejas opciones románticas se unieron a otras nuevas e igualmente atractivas de las que la protagonista se enamorara, y eso habría estado muy bien, si solo el juego no hubiera, una vez más, puesto a Katarina Claes como villana y antagonista condenada a muerte.

—¡Exactamente! ¡El increíble regreso de Katarina significa que todos los malos finales catastróficos regresan también!

—¡Justo cuando pensábamos que podíamos retirarnos en paz! ¡Gahhh!

—Por favor, todas, cálmense. Entiendo por qué se sienten así, pero continuemos con nuestra reunión.

—Sí… ¿Dónde estaba? Entonces, a pesar de darse cuenta de la dureza de la fatalidad que la esperaba, ¡nunca consideró darse por vencida! ¡Decidió luchar contra el destino con nuevas contramedidas para catástrofes!

—Incluso después de comenzar a trabajar en el Ministerio, específicamente en el Laboratorio de Herramientas Mágicas, Katarina hizo todo lo posible por aprender todo lo que pudo sobre los nuevos personajes, quienes eran posibles fuentes de fatalidad.

—Por alguna razón, consiguió muchas cosas relacionadas con la Magia Oscura, lo que la puso nerviosa, pero gracias a las amables palabras de sus amigos, quienes prometieron estar siempre a su lado, ahora está de vuelta en la lucha contra el destino.

—Y esto nos cuenta la historia de Katarina hasta ahora. Pero, ¿cuál crees que será el mejor curso de acción en el futuro?

—En lo que respecta a los nuevos personajes, logramos hacernos amigos de Cyrus y Dewey, y ya éramos amigos de Sora. Deberíamos hacerles muchas preguntas para aprender aun más sobre ellos y lo que podrían hacer.

—Estoy de acuerdo. Y también deberíamos empezar a practicar la apertura de cerraduras, para que podamos escapar si terminamos en la cárcel.

—Tienes razón, eso también es importante. Y no te olvides del entrenamiento con espada. Debemos estar preparadas en caso de que uno de los finales catastróficos implique que nos corten hasta la muerte.

—Muy bien. Esta vez no tenemos mucha información sobre el juego, por lo que no sabemos qué tipo de fatalidad nos espera. ¡Cubramos nuestras apuestas!

—Oh, cierto, también necesitamos entrenar a Pochi para ladrar y ahuyentar las amenazas cuando se lo ordene.

—Realmente tenemos mucho que hacer. También necesitamos descifrar el pacto oscuro para el trabajo.

Las otras dos Katarinas se quedaron calladas por un momento.

—¿Perdónenme? ¿Por qué se quedaron en silencio de repente?

— Es solo un tema que no me gusta…

—Uf, esa es una tarea tan difícil. ¡Quiero terminar con el pacto lo antes posible y volver a limpiar y entregar paquetes!

—Estoy de acuerdo, pero… debemos dar lo mejor de nosotras.

—Tienes razón.

—Por lo tanto, es hora de terminar esta reunión y volver a trabajar en el pacto.

—Sí, señora…

♦ ♦ ♦

—Señorita Katarina, ¿qué ocurre?

María, tan hermosa como siempre con su cabello rubio y ojos azules, me miraba con una expresión de preocupación en su rostro.

—Oh, solo estaba escapando de la realidad para celebrar una reunión en mi… quiero decir, solo estaba perdida entre mis pensamientos —dije mientras me rascaba la cabeza.

María y yo estábamos solas dentro de una de las muchas salas de reuniones dentro del Ministerio, analizando los pactos que habíamos encontrado unos días antes.

Activamos la magia antigua en la piedra que encontramos en uno de los jardines dentro de los terrenos del Ministerio, fuimos transportadas a misteriosas dimensiones alternativas, y encontramos respectivamente los pactos de luz y oscuridad.

Estos eran libros que describían magia antigua y perdida, y solo la persona que los encontraba podía leerlos, aunque ni siquiera ellos podrían copiar su contenido para que otros los leyeran. Por lo tanto, se suponía que ahora nosotras estudiaríamos nuestros libros para poder informar sobre ellos.

—¡No estoy progresando! —me lamenté con un suspiro.

—Yo tampoco —dijo María—, la escritura antigua que se usa en estos libros es incluso más antigua que la que estudiamos, por lo que es muy difícil de leer.

Su definición de no hacer ningún progreso era obviamente diferente a la mía.

Sabía leer un guión antiguo por haberlo estudiado en la Academia Mágica, y su lucha era tener que comprobar las palabras técnicas que de vez en cuando aparecían.

Por otro lado, no recordaba absolutamente nada de lo que había estudiado, y leer cada letra era un dolor.

Ella ya había leído docenas de páginas y descifrado algunos hechizos de Magia de Luz, mientras que yo ni siquiera había leído las notas del prólogo. El camino para aprender cualquier Magia Oscura antigua aún era largo.

Y para mí, una persona que prefiere estar al aire libre y que no le gustaba usar la cabeza, tener que revisar minuciosamente los diccionarios y libros de referencias dentro de una habitación era nada menos que una tortura. Podía sentir que mi energía se agotaba constantemente, lo que hizo que mi lectura fuera aun más lenta.

Otro día más terminó sin que hubiera terminado de leer el prólogo.

Le informé estos resultados a Lahna, mi superior y supervisora de esta misión de magia perdida, y luego le dije adiós a María mientras se dirigía al dormitorio junto con Dewey.

Sora, quien trabajaba en el mismo departamento que yo, me acompañó hasta el carruaje que me llevaría a casa.

—¡Estoy tan cansada! —dije mientras me acercaba a las puertas del Ministerio junto con él, suspirando repetidamente.

—Realmente odias el trabajo de escritorio, ¿eh? —preguntó, exasperado.

—¡Lo hago! ¡Trabajar en los campos bajo el sol abrasador es diez veces mejor que esto!

—¿La hija de un duque en los campos, bajo el sol abrasador? —dijo, estallando en risas.

¿Fue tan gracioso?

Seguí caminando mientras Sora reía, y nos encontramos con un grupo de empleadas del Ministerio charlando entre ellas.

Como la jornada laboral ya había terminado, probablemente volverían a sus propios departamentos.

—Buenas noches —les saludé. No conocía a ninguno de ellos, pero, como colegas, quería ser cortés con ellos.

—Buenas noches —respondieron, pero uno de ellos notó a Sora e inmediatamente se quedó sin aliento.

—H-Hola, gracias por el otro día —le dijo mientras se sonrojaba.

Incluso yo, que, sin duda, no era la más astuta, podía ver que a ella le gustaba.

—Oh, no lo menciones —dijo casualmente, dándole una reverencia y alejándose.

Mientras iba tras él, podía sentir su mirada en mi espalda.

—Sora, ¿conoces a esa chica? —le pregunté.

—Hoy temprano, la vi en problemas tratando de cargar algunas cosas pesadas y la ayudé.

—Oh, por eso te agradeció —dije, entendiendo el significado de ese intercambio—. Pero parecía que quería hablar contigo un poco más.

Era obvio por el rostro de la niña que le hubiera encantado poder hablar con Sora.

—Realmente no tengo nada de qué hablar con ella —dijo, encogiéndose de hombros.

Me impresionó lo indiferente que podía ser un hombre que estaba acostumbrado a ser popular entre las chicas.

Sora, quien había recibido el apellido falso “Smith” de Lahna, el director de nuestro departamento, era más que mi colega de confianza: era uno de los intereses amorosos en AA2 y, como todos los demás, era increíblemente guapo.

—Su cabello y ojos azules son tan maravillosos, y sus gestos son tan sexys —susurraban las chicas de todo el Ministerio. Había oído hablar de esto a Laura, mi colega con el aspecto de un culturista masculino y el corazón de una hermosa doncella.

Solo recordé lo atractivo que es Sora cuando escuché eso.

Al estar rodeado de gente atractiva desde la infancia, había desarrollado una resistencia contra la belleza y la sensualidad.

Estaba mirando la cara de Sora, pensando en esos pensamientos, cuando me miró, preocupado.

—¿Hay algo en mi cara? —preguntó.

—No, solo estaba pensando en lo popular que eres, y cómo esa linda cara tuya debe ayudar con eso —respondí honestamente.

—¿Eh? —dijo, confundido.

—No estoy diciendo que sea solo por tu cara. También tienes una buena personalidad.

—¿En serio crees que tengo una buena personalidad?

—¿Hm? Eres amable y atento. Me alegro de que nos hayan asignado en el mismo departamento. ¡Gracias por todo! —dije con una sonrisa, agradecida por todo lo que siempre hizo por mí, pero él miró hacia otro lado y me dio un coscorrón—. ¡¿Qué estás haciendo?!

A menudo hacía eso y, cuando le preguntaba por qué, simplemente respondía porque mi cabeza estaba ahí o algo así.

En este momento, en particular, esperaba que mi expresión de gratitud lo conmoviera, o al menos que no me frotara la cabeza con un puño.

—¡Grueso! ¡Tan grueso! —le escuché susurrar mientras lo hacía.

Esto me enfureció tanto que inflé mis mejillas, me puse de puntillas y levanté mi mano sobre la cara de Sora (que estaba roja, probablemente porque el sol casi se estaba poniendo), y le di un coscorrón yo misma.

Desafortunadamente, la diferencia de altura lo hizo difícil, por lo que no pude vengarme tanto como hubiera querido.

Nuestra batalla continuó y finalmente llegamos a las puertas.

—Nos vemos mañana —me dijo Sora, cuyo rostro todavía estaba rojo mientras subía al carruaje.

Pasé el viaje de regreso a casa estirando la espalda y las caderas. Todo mi cuerpo estaba rígido por todo el trabajo de escritorio.

—Tener que pasar todo el día leyendo diccionarios y referencias es muy aburrido. Ojalá pudiera hacer algo diferente para variar —murmuré para mí misma justo antes de quedarme dormida.

Poco sabía que mi deseo pronto se haría realidad.

♦ ♦ ♦

De vuelta en mi habitación, estaba recostada en la cama, relajándome después de un duro día de trabajo, cuando me dijeron que mi padre me estaba llamando.

Mamá hacía eso todo el tiempo para regañarme, pero papá casi nunca lo hacía.

Fui a su estudio, preguntándome qué podría querer decirme, y lo encontré allí, esperándome con expresión triste.

Mi padre está profundamente enamorado de su esposa y, en consecuencia, de la hija cuyo rostro se parecía tanto al de ella. Siempre me saludaba con la más cariñosa de las sonrisas, incluso cuando me encontraba cubierta de barro o con una serpiente que acababa de atrapar en el campo en mis manos.

¿Por qué se ve tan preocupado?

—Padre, ¿por qué querías hablar conmigo? —le pregunté después de tragar saliva, preocupada por su expresión, que no cambió ni siquiera cuando respondió.

—Una vez cada dos años, la realeza y los nobles de Sorcie y los países vecinos celebran una asamblea y, este año, se llevará a cabo aquí, en nuestro reino.

Eso sonó como un evento grande e importante, pero mi padre, como el duque, estaba acostumbrado a este tipo de cosas, así que no pude entender cuál era el problema.

—Y hoy, hemos recibido una invitación… para que tú participes.

—¿Qué? ¿Yo?

Me sorprendió. No quiero presumir, pero no tenía absolutamente ninguna experiencia con ese tipo de gran evento diplomático.

Sabía que Jared y Alan, como miembros de la familia real, estaban a menudo involucrados en tratos con otros países, pero, para mí, esta era la primera vez que me invitaron.

—Si. Todos los miembros de la realeza de los otros países van a venir aquí, por lo que todos los nobles de alto rango tendrán que unirse para brindar hospitalidad y participar en los intercambios diplomáticos. Esto ya sucedió una vez hace unos años, pero todavía eras pequeña en ese entonces. Ahora eres una adulta y, además, estás comprometida con un príncipe. Debes participar —dijo, suspirando profundamente.

Entonces debía aparecer allí como la prometida de Jared.

—Hm, lo entiendo. Voy a participar. Pero, ¿por qué te ves tan molesto por eso? —pregunté, y se sobresaltó de la sorpresa.

—Katarina, dices que participarás como si fuera lo más fácil del mundo, ¡pero esta es una asamblea de gente poderosa de varios países! ¡Es un evento extremadamente formal donde no se perdonará ningún paso en falso! —dijo acaloradamente, levantándose de su escritorio.

—Ya veo… —dije, desconcertada, haciendo que su rostro se volviera aun más oscuro.

—Katarina, creo que eres una hija maravillosa. Eres una chica activa, positiva y optimista.

—G-Gracias.

Mi padre estaba actuando realmente extraño ese día, ahora me estaba elogiando de repente.

—Pero la etiqueta y el estudio no son tu fuerte, ¿verdad?

Y ahora me estaba criticando.

—Bueno… es verdad. —Tuve que estar de acuerdo, ya que lo que había dicho no era más que la verdad.

—Y cada vez que te unes a un evento público siempre te metes en problemas, ¿no es así?

—¿Yo…?

—Terminaste borracha en la fiesta de mayoría de edad de los príncipes, y escuché que habías estado corriendo por el castillo en su fiesta de graduación.

—Eso es… Bueno, eso es cierto, pero…

Estas cosas habían sucedido por muy buenas razones… pero, de nuevo, no podía negar que eran ciertas.

—Y por eso, Katarina —dijo, suspirando de nuevo—, creo que, por muy buena chica que seas, los eventos formales no son tu fuerte. Intenté explicarles eso a los poderes fácticos, pero no pude hacer que cancelaran tu invitación.

Miré a mi padre, cuyo rostro mostraba la magnitud de su cansancio, y me sentí profundamente apenada.

Sabía que no estaba hecha para ese tipo de cosas y, de ser posible, con mucho gusto habría evitado participar en un evento tan molesto junto a nobles y realeza.

—¿Pero por qué tengo que participar? —pregunté, considerando fingir fiebre para no tener que asistir.

—Eso es porque es una invitación directa de la familia real… —respondió, mientras mantenía la cabeza entre las manos, con dolor en la voz.

—¿Qué hay de enviar una falsa Katarina Claes?

—Eso tampoco sería fácil. Trataré de encontrar una solución, pero, por el momento, prepárate mentalmente para unirte a la asamblea —dijo, exhausto, antes de decirme que regrese a mi habitación.

Madre, quien por lo general era la primera en expresar sus quejas en este tipo de situación, había quedado completamente atónita por el impacto de ver esa invitación y estaba descansando en su cama.

Madre… Creo que estás exagerando…