La Villana Revierte el Reloj de Arena – Extra I: En el nuevo futuro, con alguien a quien ama (2)

Traducido por Maru

Editado por Sharon


—¿Quién está preocupado por quién ahora? Incluso si está sucediendo lo que te preocupa, ¿crees que nuestra señorita lo dejará pasar? ¿Se ve como alguien así? Bueno, está bien. Si quieres preocuparte y lastimarte, haz lo que quieras. Voy a recibir mi parte ya que es un gran favor de nuestra señorita.

—Annie…

Con eso, Annie salió de la habitación como si ya no quisiera mezclar palabras con Jessie. Esta última, dejada en el vestíbulo, suspiró y controló sus complejas emociones en solitario.

♦ ♦ ♦

No mucho después de eso, gente de la familia del marqués Piast llegó desde Croa para asistir a la boda. Fue una visita repentina, ya que llegaron con solo unos días antes de la ceremonia.

—Lo siento, estoy tarde. Aunque tenía prisa… —se disculpó Violet con lágrimas en los ojos y tomando las manos de Aria.

—No, gracias por venir —respondió con sinceridad. No había pensado que fuera muy importante que su familia asistiera, pero cuando el tiempo estaba a punto de acabarse, comenzó a preocuparse por ello.

—Íbamos a llegar antes, pero nos tomó más tiempo de lo que pensábamos mover el título —dijo Carin, señalando a Chloe.

Aria había escuchado en una carta que Chloe había heredado el título de marqués.

Ahora que se había convertido perfectamente en la marquesa, Carin era realmente elegante, hermosa y lo suficientemente relajada como para adaptarse a su estatus. En ningún lugar de su figura se reflejaba su vida pasada.

Aunque no estaba preocupada por su madre, Carin parecía estar bien, y Aria, aliviada, las llevó a su habitación, diciendo que tenía algo que mostrarles.

—¿Qué es?

—Te sorprenderá cuando lo veas.

Era tan raro que Aria se comportara de esta manera que Carin tenía una mirada interesada en su rostro. Violet estaba feliz incluso con su actitud secretiva.

Cuando vieron dentro de la caja grande que su hija y nieta trajo con dificultad, las dos mujeres abrieron mucho los ojos y la miraron confundidas.

—Es más pesado de lo que pensaba. Es el vestido que usaré para la boda.

—¡Oh, Dios mío!

—Oh, Dios… —Violet se quedó sin palabras. Su mirada emotiva decía que ho había esperado verlo hasta el día de la boda.

—¿Puedo abrir la caja? —preguntó Carin.

—Por supuesto. Por favor.

Tan pronto como se le dio permiso, Carin rápidamente abrió la tapa de la caja.

El vestido cuidadosamente doblado era tan hermoso que parecía una obra de arte de un vistazo.

—¿Cómo puede un vestido así ser tan bonito?

—¿Quieres que me lo ponga? —preguntó Aria, y las otras dos mujeres no pudieron responder. No se atrevían a pedirlo porque este vestido tan hermoso lo usaría en un matrimonio nacional.

¿Y si se estropea?

No era tan fácil de romper, pero era normal que se preocuparan.

De hecho, incluso verlo de esta manera era preocupante, pero Aria fue un paso más allá y dijo que quería ponérselo. Al verlas que no podían contestar, Aria les pidió que la ayudaran a usar el vestido mientras lo sacaba de la caja.

—¿Por qué no responden? ¿No queréis verlo? No visteis el vestido cuando lo elegí, así que deberíais verlo ahora. Quiero que lo veáis antes que nadie.

Originalmente, a la hora de elegir el vestido, era fundamental que los parientes estuvieran presentes, pero como Aria estaba sola en el imperio, separada de su familia, tuvo que hacer todo por sí misma.

En ese momento, había pensado que no era gran cosa, pero cuando vio a Violet y a Carin, pensó que de alguna manera tenía que mostrarles el vestido antes que a los demás.

—¿De verdad no me vais a ayudar? —volvió a preguntar, y Violet se acercó rápidamente a ella y comenzó a ayudarla a ponerse el vestido.

—¿Cómo puedo rechazar la petición de mi adorable nieta?

Carin también la ayudó, pensando que su hija parecía haber cambiado mucho. Tomó mucho tiempo porque era preciso un toque muy cuidadoso, pero pronto Aria pudo cambiarse colocase la prenda hermosa y colorida.

—Eres la novia más hermosa que he visto en mi vida. ¿Cómo puede ir bien contigo un vestido tan elegante? ¡Esta hermosa niña es mi nieta! —dijo Violet, secándose las esquinas de los ojos con un pañuelo.

—A pesar de ser mi hija, eres una belleza que es muy difícil de encontrar. El vestido también te queda muy bien. No sé quién lo hizo, pero un premio no es suficiente —asintió Carin, de acuerdo con Violet. Al escucharla, Aria sonrió traviesa.

—Bueno, ¿por qué no le dices algunas palabras cuando te encuentres con él en la boda? Escuché que Asher mismo dio las instrucciones de confección.

—¿Quién…?

—Asher. Supongo que le encantan las cosas coloridas. Me envió un vestido colorido antes también. Por eso me lo probé.

¿Es un vestido que ordenó el propio príncipe heredero?

La expresión de sus rostros era de incredulidad, aunque no volvieron a preguntar.

¡¿Cómo pudo el príncipe heredero encargar un vestido él mismo…?!

Incluso era una prenda elegante y delicada que le quedaba tan bien a Aria que podían ver claramente cuánto esfuerzo había puesto en él.

Oh, Dios mío. Es un tipo que solo piensa en su pareja.

Involucrándose en la manera de vestir de su amante, no habría sido visto como una figura masculina deseable para hablar en público. Por supuesto, así lo verían los hombres, pero era un asunto diferente entre las mujeres. Ellas estarían orgullosas si alguien a quien aman las cuidan tanto.

—¿Cómo no puedo alegrarme de que sea tan amada? —les dijo con una sonrisa mientras veía su hermosa figura en el espejo—. Solo puedo mostraros esto porque aquí solo tengo el vestido. Están haciendo joyas que se ajusten, y dijeron que llegarían en unos días, así que espero que lo vean conmigo entonces.

—Sí, por supuesto. Es un honor para mí elegir joyas con la señorita Aria —afirmó Violet con naturalidad., y Carin también le dio una mirada de afirmación, aunque no respondió de otra manera. Parecía como si la conversación estuviera llegando a su fin con tanta calidez, pero Aria parecía disgustada con la respuesta de su abuela.

—Señora Violet. ¿Por qué no dejas de llamarme “señorita”? —le dijo al darse cuenta de qué le molestaba.

—¿Perdón? —Violet estaba bastante avergonzada por la repentina pregunta, y Aria, al descubrir que no entendía, le explicó.

—Cuando alguien me llama, es correcto que me llamen “señorita”, pero… la señora Violet es mi abuela, ¿verdad? Es extraño incluso si lo pienso.

Solo entonces Violet, que entendió las intenciones de Aria, parpadeó rápidamente. A diferencia del pasado, cuando había avanzado como si estuviera caminando sobre un vidrio que estaba a punto de romperse de inmediato, Aria se preocupó y cuestionó algo tan nimio, que su madre no pudo evitar darle una sonrisa.

—Al igual que mi madre que no me llama así, creo que es extraño que mi abuela me diga “señorita”. Por supuesto, es la primera vez que tengo una abuela, así que no lo sé exactamente. Tal vez sea natural y normal que no me llames Aria como lo hacen mi madre y mi padre, pero… lo siento si me equivoco.

En otras palabras, Aria quería decirle que debería llamarla cómodamente y fácilmente. Pero Violet estaba abrumada ya que era una solicitud inesperada.

—Sí, Aria, tienes razón —agregó Carin, que veía la escena desde un costado—. Por lo general, los miembros de la familia se llaman por sus nombres a menos que se trate de una situación especial o quieran demostrar que hay un muro entre ellos, ya que están en una mala relación.

—Bueno, no tenemos en una mala relación, por lo que no es necesario que nos llamemos usando nuestros títulos.

—Sí.

Llegando a este punto, las dos se giraron hacia Violet, concluyendo que debería llamarla por su nombre.

Sin embargo, ante la atención Violet se congeló por los nervios, sin saber cómo responder. Su rostro parecía preguntar si realmente estaba bien.

—Si realmente quieres llamarme “señorita”, no puedo evitarlo —le dijo Aria en un tono de finalidad, y comenzó a sacarse el vestido, pero Violet se asustó, pensando que estaba por perder su última oportunidad.

—¡Umm… Aria! —tartamudeó.

—Sí… abuela —respondió. Era un título impropio para Violet, que se veía bonita y joven para su edad, pero Violet comenzó a llorar feliz. Si la dejaba sola, gritaría, así que Carin se interpuso entre los dos lo antes posible y cambió de tema.

—Ahora que terminaron, ¿por qué no echas un vistazo a la mansión? Esta es la casa más hermosa, sin comparación, en el imperio. Puse mucho esfuerzo y dinero para decorarlo, es un buen lugar.

—Será mejor que hagas eso, abuela. El jardín interior que mi madre decoró cuidadosamente también es digno de ver.

Sin embargo, a pesar de cambiar de tema, Aria no pudo detener sus lágrimas porque volvió a llamarla abuela. Aun así, Violet le dio una sonrisa muy brillante y dulce, por lo que Carin y Aria respondieron con una sonrisa gentil.

♦ ♦ ♦

Los adornos hechos a la medida del vestido no llegaron, aunque solo quedaban unos días para el matrimonio debido a que el vestido había tardado en terminarse por las demandas excesivas de Asher, así que la orden se atrasó.

Si hubiera fijado mejor el día para el matrimonio en primer lugar, no habría estado tan apretado, pero bajo la insistencia y demanda de Asher, terminaron eligiendo la fecha más próxima posible, argumentando que la familia real debería recibir a la princesa heredera lo antes posible.

Mientras tanto, Aria pospuso todos sus horarios y la pasó bien con su familia, que visitaba el imperio después de mucho tiempo. No hicieron nada especial, simplemente paseaban, tomaban té y cenaban juntos, tanto como lo había hecho en la mansión del marqués de Piast .

Sin embargo, ya era hora de que lamentara que esta simple alegría llegara a su fin pronto.

—¡Señorita! ¡Tiene una visita! ¡Son de la joyería! —anunció Annie con regocijo, acercándose corriendo.

—¿La tienda de joyas?

—¡Sí! ¡Trajeron varias cajas grandes!

—¿De verdad?

¿Están terminados los adornos? 

Había estado preocupada de que la ceremonia se llevara a cabo sin joyas por la falta de tiempo, asi que aceleró su paso sintiéndose afortunada.

—Estaba preocupada por la hora, pero me alegro de que hayan llegado. Los llevé al vestíbulo —dijo Carin, siendo la primera en haber bajado.

Violet estaba a su lado, ya que habían prometido tomar el té juntas mientras disfrutaban de las flores del jardín primaveral. Cuando escuchó de la visita de la joyería, instó a Aria a verificar el contenido con un brillo en los ojos.

—¿Cuántas cajas grandes trajiste? Va a ser divertido elegir.

—¿Debo elegir los adornos con el vestido?

—Me encantaría que hicieras eso, pero me temo que se va a romper. Es una prenda muy delicada —respondió Violet con un tono muy preocupado. Sin embargo, su expresión era tan brillante que se veía realmente extraña.

—Es un vestido blanco puro, así que no tienes que usarlo. El blanco combinará con cualquier color —concordó Carin.

—Es verdad.

Las tres hablaron sobre qué adornos quedarían mejor mientras se trasladaban al vestíbulo. Pronto llegaron a la conclusión de que Aria sería capaz de usar cualquier cosa con elegancia y belleza.

—Por favor, entre, está esperando adentro —las saludó un hombre que parecía ser un criado de la joyería cuando llegaron al vestíbulo. Aunque era una manera extraña de referirse a las joyas, como las tres estaban distraídas por la conversación, no notaron nada y entraron al salón con gran entusiasmo.

—Señorita Aria.

Y la figura inesperada en el vestíbulo puso a Aria rígida como una piedra.

—¿Por qué, por qué su alteza está aquí…? —preguntó Carin en nombre de Aria.

—Vine a verte.

—Oh… Dios mío. Tienes mal genio a pesar de que la boda está a la vuelta de la esquina, y podrás ver a la novia vestida ese día —se quejó Violet con una sonrisa suave.

—Entre los adornos, hay algunos que fueron hechos por mis instrucciones, y he venido a revisarlos, así que por favor no esté tan enfadada. El momento era urgente y no pude evitarlo —se excusó Asher.

—¿Instruiste los adornos después del vestido? ¿Y si comienza algún rumor?

—Eso es lo que quería. Espero que nadie no se atreva a mirarte al escucharlos —respondió con descaro, y Violet rio. Estaba algo aliviada, porque pudo confirmar que Asher era una buena persona que realmente se preocupaba por Asher. Lo mismo sucedió con Carin, que les dio una sonrisa.

—Tomará un tiempo revisar todos estos adornos, pero creo que estará listo hasta el día de la ceremonia.

—Bueno, tienes razón. Hay muchos de ellos.

Mientras Carin y Violet se apresuraban a revisar los accesorios, Aria, que había estado observando en silencio hasta entonces, se acercó a Asher.

—Estabas ocupado, ¿no? —le preguntó, ya que se dio cuenta que había dejado atrás el trabajo para poder estar presente.

—Hice todo el trabajo urgente antes de venir.

—¿Significa que otras personas están manejando el resto de su trabajo que no es urgente? —suspiró Aria, dándose cuenta lo que estaba implicando, y lanzó una oración a todas las personas que estaban sufriendo por ella.

—Oh, mire esto, señora marquesa. ¿Cree que esta esmeralda se vería bien en Aria?

—Es verdad. Los pendientes de zafiro hechos a la medida del anillo se verán bien combinados.

—No sería tan malo llevar un diamante rojo para atraer la atención de la gente, ¿verdad?

—¡Sería bueno!

—No está mal vestirse de blanco puro, y no puedo decir qué es lo mejor, porque todos le van a quedar bien.

—Estoy de acuerdo.

Ignorando a la pareja, Carin y Violet se pusieron a revisar los accesorios, y luego de verlas por unos momentos, Aria intervino.

—¿Por qué? —les preguntó.

—Ven a ver cómo están, Aria.

—No, tengo un adorno y ya lo he decidido.

—¿Sin mirar? —Violet y Carin la miraron y pidieron más detalles.

—Voy a usar el adorno que ordenó el Asher —respondió, mirando a su pareja.

—¿Lo… viste de antemano?

—No, en realidad no, pero las joyas tendrán el diseño adecuado para el vestido que él mismo encargó.

No importaba si era un diseño que no le quedaba bien al vestido, pero Asher se había tomado su tiempo para encargarlo a pesar de haber estado ocupado.

Además, era una boda que podía ser única en la vida, y pensó que no estaría tan mal llevar un vestido y adornos decorados por su amante. Por supuesto, todas estas decisiones fueron posibles porque confiaba en que podría usar cualquier cosa de manera hermosa y elegante.

—Pensé… que su alteza es el único, pero Aria, tú también…

Carin no lo mencionó, pero todos en el vestíbulo pensaban igual.

¿Cómo están tan locamente enamorados el uno del otro?

Él no tenía miedo de presumir de ella, y aunque Aria no expresaba sus sentimientos a los gritos, no renegaba de ellos tampoco y disfrutaba de las muestras de afecto.

Lo mismo sucedió cuando Asher usaba el carruaje más espléndido del imperio para anunciar que se encontraría con Aria. A pesar de que todavía no habían confirmado la relación, Asher había estado ansioso por anunciarlo a toda la ciudad.

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