Lady Rose – Capítulo 26: Mi pequeña felicidad; y me obligan a descansar

Traducido por Lugiia

Editado por Ayanami


Para una persona como yo, que ha estado en demasiadas situaciones críticas últimamente, es natural que dedique toda mi atención a la elaboración del pan en el horno.

—El pan de Michelle es increíble… —le comenté, mientras el pan se horneaba. Limpié el sudor de mi frente con una toalla, ya que todavía quedaba tiempo antes de que el horno alcanzara la temperatura perfecta para que comenzara la cocción. Aun así, todavía faltaba más de una hora para la apertura de la tienda, por lo que teníamos tiempo de sobra.

Además de hornear, tengo la cualidad de ser muy buena aprendiendo. Gracias a ello, me adapté perfectamente a tratar a los clientes hasta el más mínimo detalle. Por eso, aunque no me apresure a hornear todo tipo de pan antes de la apertura, Michelle puede hornear más mientras atiendo la tienda.

—¿Increíble? ¿No quisiste decir delicioso?

—Por supuesto que es delicioso, pero siempre estoy siendo salvada gracias a tu pan, Michelle. En definitiva, es un pan milagroso.

Alabé a Michelle con gran respeto, sin exagerar ni nada.

—Milagroso dices…

Sin embargo, cuando Michelle murmuró eso, su rostro, en vez de estar feliz, se veía bastante deprimido. Rápidamente abrí mi boca.

—Umm… ¿Tal vez, acabo de decir algo que no está bien…? —Pregunté, nerviosa.

—Oh, no. Solo me sentí rara porque no hago el pan con eso en mente —respondió, sonriendo irónicamente. Con ello, me sentí aliviada. Es verdad, la mayoría de las personas se sentiría desconcertada si de repente les dices que es un pan milagroso—. No soy alguien tan importante como para ser capaz de crear milagros. Estoy muy ocupada haciendo pan de forma que mis clientes disfruten y digan que es delicioso —añadió, como si no fuera nada y se encogió de hombros. Sin embargo, es un gesto realmente asombroso. Muchas personas anhelan un milagro como la felicidad, pero solo un puñado de ellos puede experimentar tal milagro. Para la mayoría, una pequeña gota de felicidad los podría llevar a una vida plena.

—Me parece que eso ya es maravilloso. También quiero ser como tú. No quiero ser alguien que cree milagros —respondí, reflexionando sus palabras. En lugar de convertirme en reina, dejar mi nombre en la historia, obtener una montaña de dinero, ser respetada por la gente y vivir en lujos, quiero vivir tranquilamente como una plebeya. Darle la pequeña felicidad que tengo a una persona y, en ocasiones, recibirla de regreso. Ese tipo de vida sería maravillosa.

Con tales pensamientos en mente, dirigí mi mirada al horno para ver cómo iba el pan… Hm, creo que le falta un poco más. Más o menos cinco minutos…

—Si eres tú, Fii, serás capaz de ser cualquiera de las dos. Tienes un mejor concepto del mundo de lo que piensas.

Mientras estaba concentrada en el pan, sonreí ante las palabras de Michelle.

Cualquiera de las dos… Sin embargo, desde el principio no tenía intenciones de causar milagros. Por mucho que hiciera las cosas a mi antojo, hasta yo me cansaría de ello. No soy alguien lo suficientemente buena para soportar todo en mis manos, así que, continuaré de todo corazón con mis esfuerzos hoy para cumplir mi único deseo.

El pan que acababa de salir del horno, a mis ojos, era el mejor pan horneado que haya visto en mi vida. Michelle cortó un pedazo pequeño y lo probó.

La miré fijamente en silencio, mientras escuchaba mi corazón latir más rápido.

—Sí… el sabor está bien, así que puede ser vendido en la tienda. Pasaste, Fii.

Abrí mis ojos cuando Michelle me sonrió amablemente. Entonces, sentí que la felicidad brotaba de mi pecho.

—¡¿D-De verdad…?!

—Por supuesto, no te voy a mentir.

Levanté los brazos como una niña. No me he sentido tan feliz desde el día en que anulé mi compromiso con el príncipe.

Hablando de él, me pregunto cómo le va. Ahora que me doy cuenta, me enfoqué demasiado en Lili e ignoré por completo todo lo relacionado a él. Es algo bueno que me diera cuenta de que mis sentimientos por el príncipe eran un rechazo a la naturaleza similar de mi hermano y los celos de las circunstancias de tener un hermano ideal, por ello, ahora soy capaz de tratarlo con un poco más de bondad.

¡Bueno, eso ya no me importa! Lo importante en este momento… ¡es que lo logré! ¡Michelle aprobó mi pan!

—Bueno, Fii, ahora puedes tomarte un descanso a partir de mañana.

Aunque no podía dejar de celebrar, me congelé, al ser incapaz de entender el significado detrás de sus palabras. Después de varios segundos, finalmente lo entendí y, en un instante, la felicidad dejó mi cuerpo y mi piel palideció.

—D-De casualidad… ¿es una manera indirecta de decir que estoy despedida…?

¿Qué sucedió? ¿Habré hecho algo mal?

Lo pensé seriamente y, en cinco segundos, se me ocurrieron varias cosas. ¿Se debe a los comentarios que dije sobre su pan milagroso, o cometí un grave error del que no estoy al tanto y alguien lo reclamó? ¿Se dio cuenta de que puede manejar la tienda sin que yo esté aquí y por ello ya no soy necesaria? ¿Habrá pensado que, ya que estoy obsesionada con el pan, es más beneficioso que venga aquí como cliente? Mientras más lo pienso, más me doy cuenta de que todas son una posibilidad.

Estaba cayendo en la desesperación hasta que Michelle se rió desconcertadamente.

—¡No es lo que piensas! —Comenzó a decir riendo—. Ya que pareces estar pasando por mucho últimamente, solo quería que descansaras. Tómate una semana y conserva tus fuerzas.

—¿Eh? ¿Entonces, no me vas a despedir? Oh, no sabes cuánto me alegra…

Me sentí tan aliviada desde el fondo de mi corazón, que lloré un poco. No sé si son lágrimas de desesperación o de felicidad. Después de calmarme un poco, una pregunta surgió en mi mente.

—¿Por qué pensaste eso…? ¿Y por qué una semana…? —Pregunté de forma honesta, incómoda. Una semana era extrañamente específica.

—Porque mi intuición me lo dijo. No te preocupes, tómate una semana libre y te daré la bienvenida con los brazos abiertos después de eso —respondió, con una gran sonrisa en su rostro.

Su intuición… En otras palabras, no tiene fundamento. No puedo creer que la razón por la que se me permite tomarme una semana de descanso sea algo así…

Cuando comencé a analizar todos mis recuerdos de Michelle hasta ahora, me doy cuenta de que es una persona muy perspicaz, contundente y que no dice mentiras… Más bien, noté que todo son elementos positivos.

Me está diciendo que descanse, así que creeré en sus palabras. Ya que probablemente lo dice de buena voluntad, me es difícil rechazar sus palabras.

—¿De verdad? Lloraré si llego a ver a otro empleado cuando regrese, ¿sabes?

—Sí, absolutamente.

Asintiendo a su gentil sonrisa, miré el reloj y me apresuré a prepararme para la apertura.

No había manera de que pudiera predecir que un evento muy importante ocurrirá esta semana, lo que pondrá mi mundo de cabeza.

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