No quiero ser amada – Capítulo 119: Reina rehén

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Sin embargo, en el momento en que la señora Cessley dejó el área, otro grupo que estuvo vigilando de cerca a la reina desde el principio se acercó a ella.

Rihannan las miró y reconoció a la joven que lideraba el grupo. Su semblante se endureció de inmediato.

—Seraphina.

Seraphina Rissel. En el pasado, fue una de las principales personas que se burlaba, difundiendo rumores socarrones a sus espaldas. Estaba casada entonces, pero por extrañas razones, permanecía soltera y sin una pareja noble en esta vida actual.

—Saludos, Su Majestad. Soy la hija mayor del duque Rissel, Seraphina Rissel, de la Casa de Rissel.

El aire cambió sutilmente en ese momento.

Las nobles que no podían tener suficiente de la reina y hablaban con fervor cerraron la boca con fuerza como si hubiera una promesa tácita persistente.

Sus ojos se dirigieron hacia Rihannan y Seraphina de un lado a otro e intentando leer el estado de ánimo. Permanecieron a la espera para ver qué pasaría después.

La intuición de Rihannan le hizo señas de que algo estaba mal. Sintió que faltaba algún conocimiento clave. Intentó resolverlo basándose en la información que la señora Cessley le contó, pero no surgió nada.

—Es un placer conocerla, duquesa.

Ante la respuesta de la reina, Seraphina levantó la esquina de sus labios con elegancia.

Rihannan sabía por abundante experiencia que esa expresión aparecía antes de lanzar un ataque total, pero incluso si podía predecir el ataque de la duquesa en cualquier momento, no sabía el razonamiento.

Si la señora Cessley estuviera a su lado, la habría ayudado a analizar rápidamente la situación, pero ahora estaba sola en una guarida de leones.

Había sido planeado desde el principio. El grupo esperó y ofreció su tiempo para cuando la señora Cessley se fuera para que nadie pudiera ayudarla.

—Tenía planes de saludarla antes, mi reina, pero la popularidad de Su Majestad fue tan abrumadora que temí no poder decir una palabra.

Rihannan pudo sentir el leve aguijón de una espina en la voz suave de Seraphina.

—Me alaba demasiado. Vinieron a mí para ayudarme a pensar que no conozco a nadie aquí y que me sentiría sola. Son realmente amables y atentos —respondió Rihannan con una leve sonrisa.

Seraphina levantó su abanico torcidamente y miró a los helados ojos azules de la reina.

—Tiene razón, mi reina. Regresó a un lugar que no conoce y se quedó en un lugar desconocido durante un mes. De hecho, debe sentirse sola.

En ese momento, Rihannan escuchó pequeños jadeos de aire de los nobles a su alrededor.

Pronto, un silencio como la tundra cubrió el lugar.

Fue su propia elección no permanecer en Crichton hasta el día de su matrimonio, y llegó a Arundell un mes antes bajo la escolta del ejército, pero no muchos sabían de este detalle en particular. A la nobleza se le ocurrió la idea de que su rey le pidió a Crichton que le enviara a un miembro de la familia real como rehén y, por lo tanto, su recién pronunciada reina fue arrastrada de regreso.

Todos pensaron en esto, pero ninguno lo dijo en voz alta por el duro maltrato que creían le había sucedido a la reina. Todo se había cancelado una vez que vieron el amor y el afecto genuino del rey por su esposa, no obstante Seraphina llegó y revivió el maltrato que alguna vez pensaron.

El punto principal que había querido entregar era que, incluso si ella y el rey estuvieran cerca, el hecho era que fue secuestrada en un reino extranjero.

2 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 119: Reina rehén”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido