Una Verdadera Estrella – Capítulo 29: Prueba de besos (2)


La llegada repentina de Lu Tian no afectó la programación de la audición.
El primero en subir al escenario y besar a Gino sería Ge Chen, según lo previsto. Inmediatamente después de que el director gritó “acción”, los dos hombres se abrazaron. Con la altura y constitución de Ge Chen, sin importar cuánta fuerza pudiera poseer, sólo parecía ser un lindo e indefenso joven maestro frente al alto y fuerte Gino.

Por otra parte, la belleza y la actitud enfermiza de Ge Chen no hablaban de fuerza en absoluto. Desde el punto de vista profesional, el desempeño de Ge Chen no fue mal. Aunque no mostró ningún movimiento que indicara que él estaba fingiendo que Gino era una mujer, estaba inesperadamente bien emparejado con él, un oriental y un occidental, uno delicado y adorable, el otro alto, guapo y fuerte. Tang Feng suspiró en voz baja. Visto a través de la lente de la cámara, ellos realmente no eran un mal partido.
El inglés de Ge Chen no era bueno, pero podía aprender. Su actuación tampoco era buena, pero a veces ese tipo de acto desconcertado y sin refinar era precisamente lo que buscaban los directores.
Incluso si Tang Feng era el emperador de las películas, incluso si él era un actor experimentado que había ganado muchos premios, no significaba que él pudiera bajar su guardia. Mientras observaba atentamente el beso de Ge Chen y Gino, no se dio cuenta de que Lu Tian, quien había estado observando sólo a Ge Chen al principio, lo había estado observando casi todo el tiempo después.
Apasionado y serio, era un lado de Tang Feng que Lu Tian Chen nunca había visto antes.
—Muy bien. Eso fue muy bueno.
Al final de la actuación, el director Li Wei dio muchos elogios a los dos.
Tang Feng inconscientemente frunció los labios. Era la primera vez que se enfrentaba a las cámaras después de su renacimiento, y tenía que enfrentarse a la verdad. En este momento, él no era el emperador de las películas, sólo era una pequeña estrella olvidada. Se puso un poco nervioso.
Y Gino, quien estaba frente a él, podía notarlo.
—Estás nervioso. ¿Es porque tienes que besarme? Nuestro rendimiento va a ser grabado en la cámara. Si esta es tu primera vez besando a un hombre, entonces deberías dejármelo a mí. Si besarme te hace sentir incómodo, puedes cerrar los ojos.
Poniendo las dos manos en la cintura de Tang Feng, Gino le sonrió.
Por su fluida conversación anterior, ellos no tenían que preocuparse por no entenderse entre sí.
A las palabras de Gino, la ansiedad de Tang Feng desapareció por completo. No pudo resistirse a responderle.
—Espero que no tengas que actuar como mujer en la película.
Tang Feng se encontraba de pie enfrente de Gino; este último realmente tenía un rostro refinado y guapo.
Nunca hubo una falta de actores guapos y apuestos en el mundo del espectáculo. Las miradas de Gino, sin embargo, eran del tipo que era difícil de olvidar después de verlas una vez.
Sus ojos brillantes y ligeramente curvados hacia abajo, con hermosos iris azules que brillaban como cristales. Además, sus claros párpados dobles le hacían parecer un aristócrata europeo. Su alto y recto puente de la nariz, junto con su cabello castaño oscuro y dorado, le añadía aún más a su aspecto en general. Sus sofisticadas características faciales lo hacían parecer como una estatua, como una obra de arte.
Apuesto, joven, lleno de vitalidad y con un débil aire de nobleza, era un hombre sexy.
Tang Feng sabía que Gino era guapo, pero cuando miraba al otro de cerca, no podía dejar de suspirar por la belleza de Gino, que podía hacer que otros tuvieran celos. No es de extrañar que este bastardo fuera capaz de mantener el título del “Hombre más sexy del mundo” durante años.
—Si sus preparativos están hechos, entonces por favor comiencen.
De pie detrás de la cámara, el director estaba grabando cada movimiento que los dos hombres hicieron. En ese momento, el director no tenía ninguna de la amabilidad y la informalidad que tenía antes. En su lugar, estaba completamente absorto en su trabajo, observándolos con atención.
—De acuerdo, Direc-
Las pupilas de Tang Feng repentinamente se dilataron. Instintivamente levantó los brazos para protegerse contra el pecho del repentino hombre. Obviamente no ha terminado de hablar, ¡pero Gino ya lo estaba besando!
¡Este vil y desvergonzado bastardo!
Para no quedarse atrás, Tang Feng abrió la boca y de buena gana sacó su lengua, entrelazándola con Gino para intentar recuperar el control. Levantó la mano y agarró la parte posterior de la cabeza de Gino, besándolo con los ojos cerrados. En su corazón, pensaba que estaba besando a una mujer en este momento, besando a una mujer…
Entonces, Gino puso sus garras en el trasero de Tang Feng.

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