Una Verdadera Estrella – Capítulo 38: Pensamientos honestos (2)


Lu Tian estaba sentado en su oficina, mirando algunos archivos cuando la puerta se abrió repentinamente.
—He estado pensando en algo durante mucho tiempo, y ahora he decidido decírtelo.
Charles se sentó casualmente frente a Lu Tian, con su evidente auto-invitación.
—Presidente Lu…
El secretario en la puerta tenía una mirada de frustración; No podía haber impedido que Charles entrara.
Lu Tian agitó la mano inexpresivamente hacia ella, indicando que no debía prestar atención al intruso.
—Lo menos que puedes hacer es cerrar la puerta detrás de ti.
Lu Tian levantó lentamente sus ojos para mirar a Charles. Entonces, con tono de burla, dijo:
—¿Tu querido Tang Feng no te acompaña hoy?
—Debes saberlo. Soy un caballero respetable~.
Charles se encogió de hombros y se apoyó contra la silla. Encendió un cigarro y comenzó a tomar pequeñas bocanadas de el.
—Le prometí a Tang Feng que sería el amante perfecto para este mes. Así que es natural para mí respetar su decisión de ir a trabajar, aunque le he dado suficiente dinero como para actuar en diez películas.
Al soplar una nube de humo, Charles miró alrededor de la oficina.
—¿No tienes alcohol aquí?
—No bebo mientras trabajo.
—Hipócrita—, Charles lanzó una risa desdeñosa y frunció ligeramente el ceño.
—Hace dos días cuando fui a visitar a Albert, lleve Tang Feng conmigo.
—Eso no es sorprendente. Recientemente, has estado colgando de él todo el día como un koala.
Lu Tian alzó ligeramente los ojos para mirar a Charles.
—Pero mira, ese es el problema. Parece que Albert se interesó por Tang Feng.
Charles negó impotente con la cabeza.
—No entiendo, ¿por qué Albert le pondría atención al hombre en el que yo tengo puestos los ojos?. No quiero pensar que mis gustos son iguales a los suyos. De lo contrario, creo que también soy anormal.
—Es cierto que Tang Feng es algo diferente a como era antes.
De esas palabras, parecía que a Lu Tian no le extrañaba que Albert tuviera interés en Tang Feng. Golpeó suavemente los dedos contra la mesa, haciendo un ruido sordo.
—Charles, ¿qué te preocupa?
—Cuando llegue el momento, ¿y si Albert realmente te pide que le des a Tang Feng?. Por lo que sé, el actual Tang Feng es indiferente hacia ti. No es como antes, cuando estaba locamente enamorado de ti.
Cuando Charles dijo esas palabras, era obvio que se alegró al decirlas.
Lu Tian ignoró la alegría de Charles, pero tomó el golpe hacia dentro. Luego, sin preocuparse, dijo:
—Si Albert quiere a Ge Chen, entonces le daremos Ge Chen. Si quiere Tang Feng, le daremos Tang Feng, pero sólo por tres días.
—Para decirte la verdad, Tang Feng es realmente de mi gusto. Es guapo, tiene un cuerpo agradable, y más encima tiene una personalidad simpática. Ni siquiera necesito mencionar cómo es en la cama.
Charles estaba bastante arrepentido.
—Si lo entregaras a ese pervertido de Albert, me sentiría muy culpable.
La esquina de los ojos de Lu Tian se estremeció al oír esas palabras y preguntó bruscamente:
—Si lo dices así, ¿no significa que has conseguido algo bueno, pero barato?
A pesar de que Charles era un playboy, él era extremadamente exigente con sus compañeros.
El período de transacción fue siempre de un mes, pero hasta ahora el número de personas que habían logrado permanecer al lado de Charles durante un mes era exactamente cero. Al principio, Lu Tian pensaba que Tang Feng sería enviado de vuelta después de una noche. No pensó que en un abrir y cerrar de ojos, pasarían dos semanas.
¿Podría una persona cambiar tanto al tener amnesia?
—Por supuesto, eso se debe a la gran generosidad del presidente Lu.
Frotándose la barbilla, Charles puso el cigarro medio acabado en el cenicero.
—Ojalá me canse de él después de dos semanas. De esa manera, aunque sea enviado a la cama de Albert, no me sentiré mal.
Después de hablar, se levantó.
—¿No vamos a hablar un poco más?—Preguntó Lu Tian.
—Mi querido Tang acaba de filmar a las seis. Parecía un poco enojado hoy. Así que ya sabes, como un caballero respetable y perfecto amante, tengo que ir a consolarlo~. (*-*)
Los ojos de Charles de repente se iluminaron.
—Sé que lo conoces desde hace muchos años, ¿sabes lo que le gusta?~
—Todo caro—Dijo Lu Tian sin dudarlo.
—¿Es eso así?. La última vez que quise darle un coche, me dijo que prefería que yo condujera.
Charles se echó a reír y dijo:
—Parece que no lo conoces en absoluto.
¿Prefería que Charles fuera el conductor?
Lu Tian sonrió débilmente; El Tang Feng que él conocía no habría dicho algo tan adorable.

♥ ❤ ♥

               

2 respuestas a “Una Verdadera Estrella – Capítulo 38: Pensamientos honestos (2)”

  1. Bueno supongo q será x q el actual Tang Feng prefiere tener chófer q deber también un automóvil 😏😏😏
    Gracias por la droga 😆😆😆

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