Una Verdadera Estrella – Capítulo 50: Comerte entero (3)

—No te enamoraste de mí, ¿verdad?— Tang Feng miró al otro hombre desapasionadamente.
Charles empezó a reír en voz alta, como si acabara de escuchar la broma más divertida del año. Él rió tan fuerte que incluso su cabeza se inclinó hacia atrás.
—Cariño, ¿qué espectáculo estamos jugando ahora?

—El momento de la verdad, supongo— Tang Feng sonrió indiferente. Se levantó, tomó de nuevo la mano que Charles había sostenido y la usó para cepillar el pelo que colgaba de su frente.
—He contado los días, y sólo queda una semana. Simplemente te estaba tomando el pelo, así que no lo tomes en serio. Después del trato, no intentaré encontrarte, y no te molestaré. No te preocupes; no soy una persona obstinada, ni pegajosa.
Palmeando el hombro de la Charles mientras sonreía, Tang Feng se volvió y agarró al azar una camisa para ponerse. Se levantó de la cama y se dirigió al baño.
Charles, eres un buen hombre. Tang Feng guardó las últimas palabras dentro de él. Aquellas estaban reservadas para cuando estaban en la cama.
Al abrir la puerta del baño, desapareció de la línea de visión de Charles.
La sonrisa en la cara de Charles se endureció lentamente hasta que desapareció. Se sentó en la cama y se frotó la cara con fuerza con las manos. Sólo quedaba una semana. Más exactamente, sólo quedaban cuatro días y cinco noches.
Cuatro días y cinco noches. ¿¡Cuatro días y cinco noches!?
Si Tang Feng no le hubiera recordado, Charles habría olvidado que su contrato de un mes estaba llegando a su fin. ¿Cómo pasó tan rápidamente? El dios del tiempo tenía que haber estado en una dieta para estar corriendo tan rápido. En un abrir y cerrar de ojos, el fin de su trato ya estaba aquí.
No vendré a buscarte, y no te molestaré.
El sonido de salpicaduras vino del cuarto de baño. Las palabras anteriores de Tang Feng resonaron dentro de la mente de Charles. Si este hubiera sido el pasado, se habría regocijado secretamente. Ah, qué bueno, ya que no había necesidad para él ser molestado por estas celebridades de poca monta más. Ya estaba cansado de ellos.
Le gustaba el intelecto y el tacto de Tang Feng, así que no le importó disfrutar de todo este hombre de todo corazón durante el último mes: su cuerpo enamorado, los ojos negros que poseían sabiduría y profundidad, y también el sentido del humor y la indiferencia del hombre.
Tang Feng era como una nube flotando en el cielo. Uno podía verlo, pero no podía agarrarlo entre las manos.
Entonces, ¿qué estaba pasando ahora? ¿Qué era aquella desconcertante aceleración de su corazón, aquella inesperada opresión en su pecho y ese enigmático y repentino descenso de su estado de ánimo? Esto no era como lo natural y sin restricción en absoluto.
¿Tal vez fue sólo una obsesión momentánea de él hacia Tang Feng?
¿Qué clase de hombres jóvenes y hermosos no estaban allí hoy en día? Había muchos que eran más guapos y más hermosos que Tang Feng, ¡e innumerables más que tenían mejores figuras!
Alguien que era más inteligente y más conocedor que Tang Feng …
Alguien que era más divertido y más fácil de llevar que Tang Feng …
Alguien que era más simpático que Tang Feng …
De acuerdo, no podía pensar en nadie en este momento. Pero todo lo que necesitaba era alguien para calentar la cama, no algún tipo de apoyo emocional.
Por otra parte, sería mejor tener tanto placer físico y la estimulación psicológica al mismo tiempo.
—Bien, tal vez me olvide de él en unos días. ¿Qué, amor? Jaja, eso es ridículo. ¿Cómo iba a caer en el amor con un pequeño actor?— Charles se burló mientras descansaba la parte de atrás de su cabeza en sus palmas. Su risa, sin embargo, fue un poco forzada.
Las salpicaduras ya se habían calmado en el interior del baño. De acuerdo con los hábitos de Tang Feng, él probablemente se empaparía en la bañera durante otra hora y vería una película al mismo tiempo. A Charles le gustaba mucho su hábito. ¿Por qué nadie lo había invitado a ver películas en la bañera antes?
En cuatro días y cinco noches, tendría que sentarse en la bañera y ver películas solo.
No, podría ir a buscar a una modelo bonita o una estrella para acompañarlo.
Charles pensó por un momento, luego tomó su teléfono y envió un texto: Kai, lo pensaré.
Saltó de la cama y corrió hacia el baño.
—Cariño, ¿qué película estás viendo? ¿Necesitas una copa? Haré que alguien traiga una.
Estos dos hombres… ¿Sólo quién se había comido a quién?

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