Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 40: Visita del Cuerpo de Guardia

Traducido por Lugiia

Editado por Sakuya


—Hmm…

Si fortalezco eso, entonces esto caerá.

Si fortalezco esto, entonces eso caerá.

Miro fijamente el tablero, pero no se me ocurre ningún buen movimiento. Más bien, mi camino de retirada ya ha sido bloqueado.

—Me rindo…

Como resultado, renuncio valientemente.

—Hermano mayor, te has vuelto más fuerte otra vez.

—Todavía hay una persona a la que no puedo derrotar.

Mientras habla con una sonrisa irónica en su rostro, la imagen del Tío Romeru llega naturalmente a mi mente.

Para que ni siquiera se fije en mi hermano… ¿Qué tipo de persona es?

—Últimamente no ha venido a nuestra casa, pero me pregunto si ha estado bebiendo otra vez…

— ¿Quién sabe? Podría estar inesperadamente ocupado con el trabajo.

— ¿Trabajo? Honestamente hablando, no puedo imaginar a tío trabajando con entusiasmo.

Mis únicos recuerdos de él son usualmente bebiendo.

A diferencia de los demás, parece estar siempre desocupado. Simplemente no puedo conectar su figura trabajando en alguna compañía o en algún país, con la imagen que tengo de él.

—Una persona puede tener inesperadas facetas a diferencia de las que muestran superficialmente. Eres igual, ¿sabías?

— ¿Soy similar a tío?

—Aunque tu forma de hacer las cosas es diferente, en esencia son similares… ambos esconden feroces garras dentro de ustedes.

Sólo pude inclinar mi cabeza ante las palabras abstractas de mi hermano.

—Ah… Muchas gracias por acompañarme. Probablemente debería irme a dormir pronto.

Mirando el reloj, me levanto de mi asiento. Por la hora, debería estar bien.

—Buenas noches.

—Sí, buenas noches.

♦ ♦ ♦

Al día siguiente, comienzo mi entrenamiento independiente antes de que salga el sol.

Después de completar el entrenamiento que me he preparado, desayuno y me enfrasco en mis estudios.

Ya que no tengo ningún talento en tácticas de batalla… omito eso. Sin embargo, mi padre ha declarado que debo aprender al menos el mínimo de conocimientos para una chica noble.

Aparentemente, está tratando de impedir que su hija salga a la ciudad cuando está libre. Por supuesto, saber tales cosas parece ser una necesidad también.

No se puede evitar. Es mucho mejor si salgo con Kuroitsu y con los demás del ejército, o con los soldados privados de nuestra casa Marqués; si salgo a la ciudad por mi cuenta, entonces no se enterarán sobre los incidentes que llegue a formar parte… ese es el problema.

Bueno, tuve algunos problemas antes, así que no puedo refutar eso, pero…

De todos modos, me pregunto qué le sucede a mi padre, para simplemente darme la tarea de ir a estudiar sin preparar a alguien para que sea mi mentor.

Aunque no es como que no entienda que es difícil contratar un tutor mientras me quede en la Casa del Marqués bajo el nombre de Mel, quien es la escolta de la Señorita.

Dicho eso, no tengo otra opción que enfrascarme en estudiar todo, de principio a fin. Afortunadamente, todas las mansiones nobles tienen algún tipo de biblioteca. Puedo buscar y aprender los temas desde ahí, y si al final no entiendo, puedo preguntarle a mi hermano mayor.

El juego de mesa de ayer también fue algo que ocurrió después de que le hiciera enseñarme algo.

Últimamente, la rutina diaria ha sido jugar un juego como compensación por enseñarme.

Es un poco difícil decirlo, pero tengo muchas dudas de si soy o no apta para ser un oponente de mi hermano.

Por ahora, gracias a los juegos de mesa casi todos los días, creo que he mejorado un poco. Eso prueba lo mucho que he estado confiando en mi hermano mayor.

Me salgo un poco del tema, pero mientras mi padre no invite a un tutor para niñas, ya que él tampoco tiene ni idea de los modales de las mujeres nobles, he sido eximida de ese entrenamiento. Eso es, probablemente, mi única salvación.

Ahora bien, después de terminar la cuota de hoy, estoy completamente aburrida. Podría seguir quedándome obedientemente en casa, o…

Cuando pienso en eso casualmente mientras miro por la ventana, veo soldados de la casa del Marqués Anderson entrenando a las tropas privadas.

— ¡Shurei!

Mi cuerpo vibra al ver el entrenamiento, y al final, bajo al campo de entrenamiento.

— ¡Ohh, Mel!

Cuando todos toman un pequeño descanso del entrenamiento, llamo al hombre que lo supervisa.

Shurei, el sub-capitán del Cuerpo de Guardia de la Casa del Marqués Anderson, es alguien con quien entrené en el territorio Anderson, así que nos conocemos.

—Ha pasado un tiempo. ¿Sucedió algo?

—No, regresé temporalmente al territorio Anderson por un tiempo. Básicamente confirmando el orden público del territorio.

Las tropas de la Casa del Marqués Anderson son guerreros robustos entrenados por mi padre… además, son élites, por lo tanto, mantener el orden público dentro de la Casa Anderson es su tarea.

Por así decirlo, son tropas de seguridad; o tal vez pueden ser descritos como personas que realizan tareas similares a las de las tropas que se encuentran en la Capital. Ya que son personas que han soportado el entrenamiento de mi padre, probablemente son usados para desmoralizar.

La mayor razón para ello, es que como mi padre no requiere guardias, aparentemente no tienen un trabajo apto. Por otro lado, no es como si la Casa del Marqués Anderson, bajo la cual trabajan, pueda despedirlos repentinamente. Así fue como todo esto comenzó.

—Ya veo… ¿Cómo está el territorio?

—Igual que siempre. No hay ningún idiota que intente hacer algo en un territorio protegido por Gazelle-sama.

—Eso es bueno.

—Más importante, Mel. Parece que has estado arrasando bastante.

— ¿Arrasando? ¿De verdad? Sin embargo, no tengo ningún recuerdo particular de eso…

Últimamente, quizás porque mi padre ha estado más atento, se ha vuelto más difícil caminar sola por la ciudad.

Apenas hay casos como el que me encontré aquella vez mientras estaba en la ciudad.

—Qué divertido. La historia de Kuroitsu experimentando una derrota aplastante llegó a mis oídos también, ¿sabes?

—Ahh…

—Ven.

Mientras sonrío irónicamente ante las palabras de Shurei, me entrega una espada de práctica.

—Muéstrame tu poder actual. El poder que superó al de Kuroitsu.

Los ojos de Shurei tienen una luz combativa mientras sonríe ampliamente. Cómo decirlo, le encanta pelear.

Como se espera de alguien entrenado personalmente por mi padre.

—Qué buena expresión tienes.

Mientras tengo tales pensamientos, Shurei ríe y dice eso.

— ¿Expresión…?

Inclinando mi cabeza hacia lo que señala, comienzo a tocarme la cara para sentir si tengo algo en ella. Cuando lo hago, noto que estoy sonriendo.

Parece que sonreí sin darme cuenta.

Supongo que no puedo criticar a otras personas ya que también me emociono al pensar en una pelea con Shurei.

—Entonces… tengamos un buen combate.

— ¡Ahora!

Con ello, comienzo a correr. Incluso mientras lo hago, agudizo mis sentidos y leo los movimientos de Shurei.

En un instante, una espada se acerca a una gran velocidad.

Detengo ese golpe.

Shurei sonríe ampliamente.

— ¡Ciertamente lo detuviste… muy fácilmente! —Diciendo eso, Shurei comienza a moverse una vez más.

Leyendo los pequeños gestos de sus brazos al moverse y su mirada, junto con el movimiento casual de su espada, también balanceo la mía.

— ¡Qué miedo…! ¿No te has vuelto más fuerte otra vez? —En el medio de eso, Shurei se separa de mí y comienza a hablar.

—Tú también lo has hecho, Shurei. —Respondiéndole, comienzo a moverme una vez más.

Repetidamente, continuamos intercambiando golpes.

Soy más rápida que las reacciones de Shurei. ¡Ahí…! Justo cuando pienso eso, no es un golpe decisivo. Al contrario, ya que me acerqué demasiado, recibí un golpe intenso.

Mientras continúa tal intercambio, rio una vez más. Esto es divertido. Estar al límite en esta continua ofensa y defensa.

Sólo un golpe. Todo lo que se necesita en esta situación es un sólo golpe para perder.

Gracias a todos los nervios y el entusiasmo del momento… me permito sentir que estoy viva. Sin embargo, uno también debe aceptar el final de un momento tan divertido.

Repelo la espada de Shurei y coloco mi espada en su garganta.

—Perdí…

—Muchas gracias.

Con las palabras de Shurei, bajo mi espada de su garganta.

—Ha… realmente te has vuelto más fuerte. Pensé que mi esgrima también había mejorado, pero… creo que todavía me queda mucho por aprender.

—Dices que te falta mucho aún, pero… yo también tengo momentos así.

—Oh, basta… Ahh, tendré que entrenar de nuevo una vez que regrese.

— ¿Qué estás diciendo, Shurei?

— ¿Eh…? —Shurei se aferra a mi pregunta.

—Todavía queda tiempo antes del atardecer. Naturalmente, sigamos entrenando.

—No, no… ¡Después de todo, tengo que reportarme ante General!

—El Maestro no regresará hasta la noche, ¿sabes? O, tal vez, ¿tienes algún otro trabajo?

—No lo tengo, pero…

—Entonces, ¿debemos continuar con el entrenamiento?

Cuando digo eso con una dulce sonrisa, Shurei toma su espada mientras sonríe resignadamente.

Después de eso, intercambio golpes con Shurei numerosas veces. Más tarde, practico contra varios miembros de las tropas privadas de la Casa Anderson, yendo sola contra varios de ellos a la vez.

Es un entrenamiento para que, en vez de enfocarme únicamente en un solo enemigo, sea capaz de mantener un estado en el que constantemente lea la situación y al mismo tiempo, sea consciente de cómo se mueven todos los que están a mi alrededor.

Precisamente porque los de la Casa del Marqués Anderson son los que me han vigilado desde que comencé a entrenar, son capaces de sugerir libremente este entrenamiento cooperativo.

El hecho de que lo hagan me hace sentir susceptible y feliz.

En comparación, a aquellos que vinieron al entrenamiento en la Capital me trataron como a uno de ellos.

El hecho de que Kuroitsu… que es uno de los miembros principales del Ejército que participa en el entrenamiento, me trate como tal, probablemente juega un gran papel.

Los de la Casa del Marqués Anderson también imitaron la manera de interactuar de Kuroitsu cuando los del Ejército y la Orden de Caballeros también están presentes.

Ese intenso cambio en el trato es probablemente por consideración a mí, para que no me tomen a la ligera en un ambiente donde no hay, en absoluto, sólo adultos que piensen favorablemente de mí.

En medio de todas esas miradas implacables, el hecho de que me traten como a un adulto también es algo de lo que estar orgulloso.

El entrenamiento con los miembros del Cuerpo de Guardia de la Casa del Marqués Anderson me hace sentir como si regresara a casa… dónde puedo moverme mientras me siento a gusto. En comparación, el entrenamiento en la Capital siempre tiene una sensación de tensión, como la que se tiene cuando se trabaja.

Bueno, en realidad nunca he trabajado, pero de alguna manera puedo imaginar la sensación que tendría trabajar.

No es realmente una cuestión de qué ambiente es mejor, ya que ambos son existencias necesarias para mi propio crecimiento.

— ¡Ah, Kuroitsu! —Llamo a Kuroitsu-san, que aparece inesperadamente.

—Ah, Mel… has hecho las cosas nuevamente de forma llamativa.

Hay montones de cadáveres a mi alrededor… Mientras observa a los miembros caídos del Cuerpo de Guardia, Kuroitsu sonríe irónicamente.

— ¿Por qué estás aquí hoy, Kuroitsu? El jefe aún no ha regresado.

Ante la reacción de Kuroitsu, sonrío de forma similar mientras le hago una pregunta.

—Oh, ¿de verdad…? Entonces supongo que no lo veré. Bueno, eso está bien. Estaba por la zona, así que pasé por aquí de todos modos.

—Oye, Kuroitsu.

—Oh, Shurei. ¿Viniste?

Shurei revive y llama a Kuroitsu.

Además de tener más o menos la misma edad, Kuroitsu viene a menudo a la Casa del Marqués Anderson para participar en los entrenamientos, así que tienen muchas oportunidades de encontrarse y congeniar completamente entre ellos.

—Por como estabas antes… Supondré que fuiste aplastado por Mel justo al volver.

—Ahh… más o menos. Es verdad. Ya que incluso tú perdiste, me preguntaba cuánto había crecido… bueno, fue bastante magnífico.

—No lo dudo.

—Dejando eso de lado… Kuroitsu. ¿Estás libre después de esto?

— ¿Hm? Ahh, más o menos. Acabo de terminar de entregar algunas cosas también.

—Entonces salgamos a beber esta noche. Ha pasado un tiempo desde la última vez que estuve en la Capital, así que acompáñame.

—Ahh… bueno, está bien. Si ese es el caso, entonces llamemos a los chicos que salen a entrenar después del trabajo para ir a beber también.

—Ohh, hagamos eso.

— ¿Qué quieres hacer, Mel?

Mientras los dos conversan, Kuroitsu de repente dirige el tema hacia mí.

— ¿Está bien si voy?

—Sí, por supuesto. Todos somos camaradas derramando sudor aquí, así que celebremos juntos la visita de Shurei a la Capital.

— ¡Sí! Muchas gracias.

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