Elección Absoluta – Capítulo 135: Ser capaz de verte antes de mi muerte

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


En el instante en que el cuchillo de acero se clavó en el pecho del gigantesco dragón blanco, éste soltó un grave rugido.

Al mismo tiempo, ¡el cuchillo de acero se hizo añicos!

Shi Xiaobai salió despedido hacia atrás y se estrelló contra el suelo.

El cuchillo había causado poco daño al dragón blanco, pero al menos le había hecho rugir. Aunque el daño era minúsculo, ¡no había quedado ni una sola marca en el pecho del dragón blanco!

Los ojos de Mos cambiaron mucho. Había miedo e intención asesina en la mirada con la que observaba a Shi Xiaobai Solo con estar al lado, ese cuchillo le había hecho sentir que su vida estaba amenazada. De verdad sintió desde el fondo de su corazón… ¿”miedo” por ese cuchillo?

—¿Qué clase de monstruo es este humano?

Mos deseaba que este juego sin sentido llegará rápido a su fin. Este humano, que podía sacar la espada que mantenía unido al mundo, y producir una técnica de cuchillo tan amenazadora, tenía que ser asesinado pronto para que él pudiera experimentar la paz mental.

—Todavía te queda media hora.

Mos “con amabilidad” recordó a Shi Xiaobai.

Shi Xiaobai se arrastró desde el suelo y tiró los restos del cuchillo de acero que quedaban en su mano. Tenía sentimientos encontrados.

Estaba todo el tiempo en un dilema sobre si matar al gigantesco dragón blanco o no.

Pero el hecho era que no podía matarlo.

Su ataque más fuerte, el [Cuchillo de Matanza de Cerdos], no era capaz de infligir daño mortal al dragón. Entonces, ¿qué otros métodos tenía?

Shi Xiaobai miró al dragón blanco y se quedó algo perplejo. Cuando usó el [Cuchillo de Matanza de Cerdos] con los soldados esqueletos, el poder del “tiempo” fluyó con libertad, pero cuando apuñaló al dragón blanco, dio la sensación de que el poder estaba atascado.

¿Era porque el dragón blanco era demasiado poderoso? ¿O era que el dragón blanco tenía una cualidad diferente de los soldados esqueleto?

Shi Xiaobai se adelantó una vez más y saltó sobre el pecho del dragón y se sentó despacio.

Aunque se estaba acercando a la desesperación cuando se trataba de las defensas del dragón, Shi Xiaobai no era de los que se daban por vencidos antes de tiempo.

Incluso si se trataba de un juego de la dificultad más difícil e incluso si él creía que era imposible completarlo, aprovechará cada oportunidad en un intento de vencerlo.

En ese momento, Shi Xiaobai empezó a ignorar la extraña sensación que seguía experimentando desde el principio, ni se planteó si debía matar al gigantesco dragón blanco o no.

Cerró despacio los ojos y empezó a reflexionar sobre el método que emplearía para matar al dragón. Diferentes ideas pasaron por su mente, pero todas y cada una de ellas fueron al instante rechazadas por él.

♦ ♦ ♦

—Todavía tienes veinte minutos.

La fría voz de Mos se oyó una vez más.

Shi Xiaobai seguía con los ojos cerrados. Mientras experimentaba la ondulante subida y bajada del pecho del dragón, percibió su débil fuerza. Empezó a pensar en cómo podría destruir semejante fuerza.

Sí, no necesitaba infligir demasiado daño al gigantesco dragón. Solo tenía que hacer que el dragón perdiera la fuerza para mantener los latidos de su corazón.

Una vez que su corazón dejara de latir, significaría su muerte.

Pero ¿cómo iba a despojar al gigantesco dragón blanco de la fuerza que le había permitido luchar durante más de mil años?

Una idea tras otra aparecieron en la mente de Shi Xiaobai, pero bajo la abrumadora defensa del dragón, estas ideas se apagaron al instante. Los métodos de desgaste que se le ocurrían eran inferiores a los cientos de penachos de fuego, así que ¿cómo era suficiente para agotar la fuerza que le quedaba al gigantesco dragón?

—Fuerza… La fuerza de su latido…

Shi Xiaobai empezó a murmurar para sí mismo.

De repente, bajó la cabeza para mirar su mano derecha, sus ojos se iluminaron.

—¡Este Rey lo tiene!

Shi Xiaobai había pensado en un enfoque que podría tener éxito.

En ese momento, Mos le recordó una vez más:

—Todavía tienes diez minutos.

La voz de Mos tenía un tono impaciente. En diez minutos, podría matar él mismo a ese humano que había conseguido hacerle sentir amenazado a pesar de ser tan débil como un gusano.

Shi Xiaobai respiró hondo. Si este método tenía éxito, significaría que el dragón moriría por su culpa, pero por alguna razón, Shi Xiaoabi se encontraba con dificultades para respirar cuando pensaba en esto.

¿Por qué ocurría esto?

Shi Xiaobai sacudió la cabeza y pensó en cómo había tenido que matar a un dragón demoníaco que había acabado con más de diez mil vidas. Pensó en cómo tuvo que salvar a Chen Lingcun mientras extendía despacio su mano derecha y la adhería al pecho del dragón blanco.

Un tenue halo de luz empezó a florecer en el punto donde su mano derecha tocaba el pecho del dragón blanco.

—En efecto… Este Superpoder del Rey… no solo se limita a los pechos de las hembras.

Shi Xiaobai pudo sentir la débil fuerza del pecho del dragón blanco resonar con su mano derecha, confirmando su especulación. Su mano derecha podía sacar fuerza de Riko en forma de espada.

¡En ese momento, extraería la última pizca de fuego que el dragón blanco utilizaba para mantener su latido!

¡Shi Xiaobai de inmediato sintió que la fuerza del gigantesco dragón producía una fuerte resistencia!

Era una resistencia contra la muerte, ¡como tal, se estaba resistiendo con locura!

¡Pero!

—¡Lo siento, Este Rey tiene que matarte!

Shi Xiaobai rugió con furia mientras el halo alrededor de su mano penetraba repetidas veces en el cuerpo del dragón gigante.

Shi Xaobai en realidad había ocultado un secreto a Riko.

Cuando extraía los poderes de otros, además de tener que esperar a que los demás le dieran por su propia voluntad sus poderes, ¡también podía tomar la iniciativa para arrebatarles su poder!

Era un rey, y su mano derecha era la mano derecha de un rey. Podía obtener el poder de sus súbditos.

¡También podía obtener el poder a través de la conquista! ¡En este momento, Shi Xiaobai estaba conquistando el poder en el corazón del dragón blanco!

En teoría, era una tarea casi imposible.

Aunque el dragón blanco era muy débil, no sería conquistado por la fuerza de Shi Xiaobai.

Sin embargo, si el dragón blanco usaba la última pizca de su fuerza para resistir la dominación de Shi Xiaobai, ¡eso significaba que ya no tenía la fuerza para mantener el latido de su corazón!

—Ooh… Ooh… Ooh…

El gigantesco dragón blanco abrió de repente sus ojos en ese momento mientras levantaba su cabeza con gran dificultad. Miró hacia su pecho, donde Shi Xiaobai, que estaba todo el tiempo usando su poder en un intento de conquistarlo, estaba sentado. Por fin, soltó unos quejumbrosos rugidos de dragón.

Los rugidos de dragón estaban llenos de tristeza, impotencia, así como… queja.

Sin embargo, en este momento, Shi Xiaobai estaba concentrado por completo en conquistar el poder del dragón blanco. No oía el rugido del dragón, pero si pudiera oírlo…

Pero, no había “un si” en este mundo.

Si no hubiera un si…

El quejido del dragón blanco llegó a su fin.

El latido de su corazón… se detuvo.

Esto significaba que su vida… había llegado a su fin.

Shi Xiaobai no consiguió conquistar al dragón blanco ni siquiera en el último momento, pero había conseguido limitar la última onza de su fuerza… lo que provocó que el dragón blanco careciera de la fuerza necesaria para mantener su latido.

Shi Xiaobai bajó la cabeza para mirar el brillo blanco alrededor de su mano que estaba a punto de apagarse como una vela. En el momento en que el corazón del dragón dejó de latir, su poder final estaba en las manos de Shi Xiaobai.

Este brillo blanco era muy, muy frío, como los dedos de Shi Xiaobai en ese mismo momento.

De repente, una lágrima corrió por las comisuras de los ojos de Shi Xiaobai.

Por qué…

Por qué estaba tan triste…

Por qué sentía que había matado… una existencia que no debería haber matado.

En ese momento, el resplandor blanco, que estaba a punto de dispersarse, saltó de repente en la mano de Shi Xiaobai, disparándose a una velocidad muy rápida hacia su cabeza.

Él de inmediato sintió que su mente entraba en trance mientras el mundo frente a él parpadea sin cesar.

Por instinto, cerró los ojos.

Cuando Shi Xiaobai abrió los ojos de nuevo, todo lo que vio frente a él fue blancura.

Y en ese interminable mundo blanco, había un color llamativo, el contorno de la figura de una persona.

Los ojos borrosos de Shi Xiaobai comenzaron a enfocarse despacio.

—Estoy muy feliz de poder verte, al adorable Shi Xiaobai, una última vez antes de morir.

Una voz familiar, pero desconocida, resonó mientras las pupilas de Shi Xiaobai se contraían con violencia. El mundo borroso al instante se volvió claro cuando vio a una persona de pie no muy lejos de él en el mundo blanco como la nieve.

Se trataba de un joven de pelo plateado y rostro apuesto, con una leve sonrisa en la comisura de los labios. Llevaba una camisa gris de manga corta y pantalones cortos azules, con las dos manos en los bolsillos. Era el único color en la blancura.

Pero…

Un rayo de luz roja que salía del pecho del joven de pelo plateado dibujaba el contorno de un corazón.

Esta luz roja que formaba el corazón era silenciosa, tan silenciosa, como si estuviera pintada, haciendo cesar en silencio sus latidos.


Sakuya
No puedo creer que si lo matara y no le hiciera caso a sus instintos, enserio pensé que lo reconsideraría… Es un idiota…

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