Elección Absoluta – Capítulo 190: Antes, en contra de los vientos, a treinta pies podía hacer pis, pero hoy en día, mis zapatos se mojan a pesar de los vientos a favor

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


La azotea de la Torre de Acero Gaia era el punto más alto de Ciudad Acero. Desde ahí se podía contemplar toda la Ciudad y la inmensidad de la tierra que la rodeaba. Estirar la mano era como tocar el cielo estrellado de la noche.

La plataforma circular de la azotea de la torre solo tenía unos cuatro metros de diámetro. El anciano Dios de las Espadas y One-Pun estaban cada uno de pie en un lado, mientras… orinaban.

One-Pun bajó la vista para echar un vistazo al resultado de su batalla y giró la cabeza para mirar al Dios de las Espadas. En silencio, se subió los pantalones y dijo:

—Senior, has perdido.

—Me estoy haciendo viejo. —El Dios de las Espadas sacudió la cabeza con un suspiro antes de decir—: Antes, contra los vientos en contra, treinta pies podía orinar, pero hoy, mis zapatos están tan empapados a pesar de los vientos de cola. Me estoy haciendo viejo, de verdad que me estoy haciendo viejo…

One-Pun estaba inexpresivo mientras decía:

—Ya que has perdido, tienes que cumplir tu promesa y cruzar espadas con este junior.

El anciano Dios de las Espadas se quedó en silencio antes de hablar instantes después:

—Si este viejo ni siquiera puede superarte en mear, ¿cómo podría este viejo ganarte al cruzar espadas? No hay enfrentamiento.

One-Pun se sorprendió y dijo:

—¿Qué clase de lógica es esta? Senior, ¿estás intentando faltar a tu palabra?

El Dios de las Espadas replicó:

—¿Sabes por qué llevo esta espada de madera?

One-Pun se lo pensó un momento antes de sacudir la cabeza y decir:

—No, no lo sé.

El Dios de las Espadas sacó la espada de madera y se la pasó a One-Pun. Tras un momento de duda, One-Pun alargó la mano para tomarla. Sin embargo, en el momento en que la tomó, un rastro de sorpresa apareció en su rostro. Se preguntó en voz alta:

—¿Esta espada…?

El Dios de las Espadas sonrió. Le faltaban dos dientes delanteros, pero su dentadura era blanca y pulcra. Despacio apuntó su mano derecha al cielo y gritó:

—¡Jian Xilai!

Jian Xilai era el nombre del Dios de las Espadas.

No obstante, no se estaba invocando a sí mismo. Invocaba a una espada que venía del oeste y que compartía el mismo significado de su nombre.

Una espada atravesó el cielo nocturno como un rayo de luz de origen desconocido antes de aterrizar en la mano del Dios de las Espadas.

—Hum…

El zumbido de la espada era claro y resonaba en el cielo estrellado.

El Dios de las Espadas acarició la espada como si estuviera acariciando a un amante. Dijo con suavidad:

—Esta es mi espada, en cuanto a esa espada de madera, no es más que un trozo de madera tallado en forma de espada.

—¿Qué significa esto? Este junior no lo entiende. —One-Pun frunció el ceño y preguntó.

El Dios de las Espadas se volvió para mirar a One-Pun. Sus ojos brillaban con intensidad, a una magnitud mucho mayor que la de las estrellas. Se entretuvo y dijo de manera solemne una palabra:

—¡Postura!

Tras decir esto, el Dios de las Espadas rio a carcajadas, una risa atrevida que recordaba a sus mejores tiempos.

Llevaba una espada de madera detrás de él para hacer posturas. Esta explicación sonaba irracional, pero también era muy razonable.

One-Pun se quedó boquiabierto mientras su mirada se tornaba seria despacio.

—Este junior no se imaginaba que Senior fuera una persona a la que le importara tanto la reputación. —dijo con voz solemne.

—La posición del Dios de las Espadas es muy inestable. No sé cuántos años más podré permanecer en este lugar. Irónico, ¿verdad? En el pasado, no me importaba, pero ahora, pienso en cualquier medio para no bajarme de el. —El Dios de las Espadas perdió despacio la sonrisa.

—El Dios de las Espadas son solo palabras reconocidas en el corazón de la gente, ¿por qué senior necesita preocuparse tanto por ello? —One-Pun dijo con una sonrisa irónica.

—Es natural que no puedas ignorar las tradiciones cuando te preocupa un título. Al menos antes del día en que esos dos niños dejen de depender de una espada, no renunciaré a la posición del Dios de las Espadas. —Miró a lo lejos y dijo con suavidad.

—Así que esa es la razón. —One-Pun se iluminó mientras decía.

“Esos dos niños” eran, como se esperaba, los hermanos Ye. One-Pun nunca esperó que el “altivo” anciano Dios de las Espadas fuera tan lejos por el dúo. Por supuesto, la palabra “altivo” podría haber sido siempre una idea equivocada suya.

Aún era posible encontrar un hada o dos que no participaran de los placeres mortales, pero un anciano que no participa en los placeres mortales parecía ser una de las pocas grandes ilusiones de la vida.

One-Pun pensó un momento antes de decir:

—Para que Senior piense tan bien de ellos, parece que los dos niños son extraordinarios.

Los ojos del Dios de la Espada se iluminaron un poco y su humor mejoró mucho.

—No es nada extraordinario, son casi una pareja de dragón y fénix. No estoy alardeando cuando digo que el talento de los dos niños en las artes de la espada puede destrozarte en el pasado. Solo son un poco más débiles que mi yo del pasado.

La boca de One-Pun se crispó un poco. Hoy comprendía mejor al anciano Dios de las Espadas.

Se quedó mudo, pero sus ojos estaban llenos de expectación. Para él, cuantos más genios hubiera en el mundo, más estable sería la clase dirigente humana. Era algo muy bueno, porque en esta era de calamidades se necesitaban verdaderos héroes. También se necesitaban verdaderas figuras poderosas para el impredecible apocalipsis del futuro.

Era como si el Dios de las Espadas hubiera desprecintado su sello parlanchín. Sin esperar a que One-Pun respondiera, continuó:

—Hace veinte años, quise aceptarte como discípulo, pero te negaste. Eso hirió el corazón de este anciano. Mañana, no corras y echa un vistazo a los buenos discípulos que encontré en las últimas dos décadas. Echa un vistazo a los futuros Dioses de las Espadas.

♦ ♦ ♦

Al día siguiente, a pesar de no ser el centro de toda la atención, la batalla de intercambio, que aún recibía la atención de muchos, por fin procedió según lo planeado.

Se hizo obligatorio para los novatos de [Gaia] ver la batalla de intercambio. Por lo tanto, sin importar si estaban dispuestos o no, llegaron al lugar de la competición temprano por la mañana. El lugar era un estadio circular con capacidad para al menos diez mil personas. Se construyó para diversas competiciones. Por ejemplo, el Rey Novato de este año iba a nacer aquí, y los intercambios de batallas con otras organizaciones también se celebraban aquí.

Los ciudadanos de Ciudad Acero podían ver un intercambio de batallas de este tipo cada dos años. De hecho, no tenían mucha expectación, o incluso podría decirse que no lo esperaban en absoluto. Sin embargo, siempre había algunos tacaños que querían ver un espectáculo gratuito, u otros que sentían la necesidad de presenciar la genialidad de los hermanos Ye. Además de la noticia de la asistencia del anciano Dios de las Espadas, este intercambio de batallas superó la escala de los intercambios anteriores. Pasó de menos de la mitad de los asientos llenos a casi la mitad.

Los candidatos para el intercambio de batalla de ambos bandos habían llegado hacía tiempo a sus respectivos salones. El intercambio de batallas fue como en el pasado. Hubo un total de siete rondas para que los novatos se enfrentaran. Aunque la victoria se decidía tras cuatro batallas, las siete batallas debían librarse aunque todas acabaran en derrota.

En la sala de [Zeus], aparte de Sunless, que estaba distante y sentada en un rincón con los ojos cerrados, los otros seis novatos charlaban con alegría mientras rodeaban a Heartless. No obstante, no hablaban del intercambio de batallas, sino de la selección en masa de pasado mañana.

Nadie se tomaba a pecho el intercambio de batallas. Para ellos, era solo una misión de la organización. Solo tenían que subir al escenario y derrotar a su oponente en el menor tiempo posible. No había necesidad de ridiculizar de forma deliberada a sus oponentes, ya que el desprecio era la burla más cruel.

En cuanto a la sala de [Gaia], estaba desordenada porque faltaba una persona.

Riko había enviado un mensaje que decía:

—Tu Dahei está ahora en un profundo estado de meditación, ¡así que es poco probable que pueda llegar!

Comparado con el intercambio de batalla que estaba destinado a sufrir un abyecto fracaso, ser capaz de entrar en un raro estado de meditación era, como se esperaba, cien veces más importante. Nadie diría de forma irracional cosas como, “estado de meditación profunda mi trasero, rápido despiértalo.”

Mozzie se alegró en lugar de preocuparse. En el silencioso salón, se animó y dijo:

—¡Shi… Lord Tu Dahei es impresionante!

Kevin movió la boca y se hizo eco de Mozzie diciendo:

—Sí, es algo bueno.

Mu Yueshang seguía en Cogitación con los ojos cerrados, pero una sonrisa indetectable apareció por la comisura de sus labios.

En contraste, había otros tres novatos con expresiones cenicientas. Habían sido elegidos como concursantes en el último momento para completar un total de siete personas. Ya estaban de un humor terrible, y ahora que Tu Dahei había tenido suerte al entrar en un “estado de meditación profunda” para “esquivar la calamidad que se avecinaba” sentían verdadera envidia.

Los tres solo pudieron refunfuñar en voz baja, pero no se atrevieron a seguir hablando.

Un estado de meditación profunda era de verdad algo raro. Nadie quería despertar a Shi Xiaobai. Incluso Riko, que ayer le había suplicado que le diera una bofetada, estaba encantada. Ella estaba aún más contenta y se olvidó de todo lo que había sucedido ayer.

Sin embargo, a [Gaia] todavía le faltaba una persona.

Las altas esferas de [Gaia] eligieron con decisión a un sustituto al azar entre los novatos. Habían hecho aparecer a Shi Xiaobai en último lugar. Si podía llegar a tiempo, sería enviado a la batalla. Si no podía, sería sustituido por esa persona.

El sustituto ya estaba maldiciendo en su corazón. El final estaba destinado a ser uno de los hermanos Ye. Dejar que una persona como él, con un nivel de poder de cinco, luchara, ¿no sería lo mismo que cortejar a la muerte?

En ese momento, una persona apareció de repente en el salón.

En el momento en que la persona entró, dijo en voz alta:

—¡Yo quiero participar en el intercambio de batalla!

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