Traducido por Nidhogg
Editado por Ayanami
Eran más de las diez de la noche cuando Han Dong regresó por “naturaleza” y vio a Li Shan limpiando la habitación de nuevo. Además, estaba más limpio y ordenado de lo normal, todas las cosas personales de Li Shang estaban reunidas en una caja.
— ¿Te vas a mudar? —preguntó Han Dong.
La felicidad de Li Shang se dejó ver en sus palabras. —Sí, fue justo como dijiste. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 19: ¡No es alguien bueno!”
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El lugar de la selección se encontraba en la sala de ensayos de la compañía de cine y televisión. Li Shang llegó temprano, en la enorme sala, solo había un par de personas y la mayoría de ellos era parte del staff. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 18: ¿Es Posible Volver?”
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El día de la selección, Li Shang se levantó muy temprano, se puso sus ropas nuevas y se preparó para irse. Cuando se dio la vuelta para tomar su bolsa, vio a Han Dong levantar sus pantalones, mientras le suplicaba ansiosamente.
—Cámbiate a esto. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 17: Cambio de trabajo”
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Cuando Li Shang abrió la puerta, vio a Han Dong sentado contra la esquina de la pared y, de inmediato, se asustó.
—¿Qué estás haciendo? Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 16: Abandonar”
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El editor en jefe de la famosa revista nacional 《Beijing Entertainments》, era un experto con gran experiencia en la edición de imágenes. Pero, actualmente, tenía la cabeza baja, mientras escuchaba las indicaciones.
—¿Cuántas veces te he enfatizado esto? Una fotografía no puede ser P [1] ¿No entiendes lo que te estoy diciendo? Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 15: ¡Esto es un absoluto desastre!”
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—¡Baja la voz! —Le recordó Han Dong. —Mi novia está aquí, ¿Podrías tenerme un poco de respeto?
—¿También la llamas tu novia? —Li Shang sujetó la trenza de escorpión de Han Dong, mientras se burlaba y decía. —Esta pequeña trenza aún no se ha desarmado, pero una persona ya ha cambiado. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 14: ¿Quién estableció esas condiciones?”
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¿Él otra vez? La gente alrededor suspiró. Han Dong tenía tan buena suerte que realmente les demostró un desequilibrio extremo.
Li Shang tampoco se sentía arrepentido, después de todo, acaba de llegar y, en su corazón, no había ninguna petición excesiva o extravagante. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 13: ¡Escoria!”
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Con el fin de no ser un mal tercio (no ser una tercera rueda), tan pronto como Han Dong regresó, Li Shan se fue en un instante. Había estado paseando fuera hasta tarde cuando decidió regresar. Acababa de salir del elevador cuando escuchó un “sonido” inusual. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 12: Solo Tú”
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Por tres días consecutivos, Li Shang siguió a Han Dong y esperaron en la entrada de los estudios Beijing, pero aún no habían recibido ningún trabajo.
Todos los días, se levantaban alrededor de las 5:00 de la mañana. Como tenían miedo de afectar su imagen, no se atrevían a usar demasiadas capas de ropa, incluso si había tres o cuatro grados fuera y sus cuerpos estaban siendo torturados, era solo un dolor secundario, el principal tormento estaba dirigido a sus mentes. Todo requería “esperar”, no sabían cuándo llegaría la oportunidad y nunca podrían ver lo que hay al final. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 11: Una Oportunidad Caída del Cielo”
Traducido por Miicah
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A las 12:00 en punto, el asistente de Wang Zhong, Feng Jun, salió del elevador. Leía un documento, con una mirada digna en su rostro, mientras caminaba. A la distancia de 20 metros y a pocos pasos de la oficina de Wang Zhong, la temperatura en sus ojos cayó al punto de congelación. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 10: Dentro de 10 días”
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Li Shang con temor en su corazón, finalmente cayó dormido. No sabía cuánto tiempo había pasado, cuando de repente se despertó por el sonido de una voz hablando. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 9: ¡Sonambulismo!”
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Después de visitar la residencia de Han Dong, los dos salieron juntos a comer.
—¿De dónde eres? —preguntó Li Shang. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 8: Tarde o temprano seré popular”
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—Aquí estamos —dijo Han Dong cuando llegaron al apartamento.
—¡Wow, este lugar no está mal! —Li Shang trato de parecer tranquilo, —La zona parece buena, el edificio también es nuevo. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 7: ¡No creo, no poder atraparte!”
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Han Dong tomo a Li Shang como un refugio temporal, caminaron y charlaron al mismo tiempo.
—¿En qué has actuado? —preguntó Li Shang. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 6: ¿Qué tan importante es?”
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El tic tac de los relojes se entremezclaban desordenadamente junto a su oído, como un intenso tambor fijando el latido todos de una sola vez.
Tao Yunyun dirigía su cerebro a gran velocidad, silenciosamente, repitiendo varias veces lo que Liang Jing le había advertido: Recuerda ser digna, eso no es un problema, justo ahora incluso si ella tenía un intestino más grande [1]. Ella no podía incluso atreverse a dejar la habitación. Tenía que ser ágil al hablar, estaban estos muchos relojes urgiendo, ¿cómo podía ser tarde por incluso un segundo? Con respecto a ser supersticioso, ella no debía creer en aquel tipo de cosas, por eso, ella estaba completamente fuera del rango de preocupación. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 5: ¡La respuesta de Dios!”