Sin madurar – Capítulo 10: Cambios (2)

Traducido por Den

Editado por Lucy


Aquellos ojos redondos eran claros.

Ni Leandro ni yo podíamos ocultar nuestra confusión, provocada por diferentes razones.

Froté mi rostro porque pensé que me había equivocado, entrecerré mis ojos y retrocedí un paso, decidiendo comprobarlo bajo la luz del sol.

No podía creerlo, así que levanté a Leandro y lo senté junto a la ventana, mientras él agitaba sus brazos sin parar, para que lo bajara. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 10: Cambios (2)”

Sin madurar – Capítulo 9: Cambios (1)

Traducido por Den

Editado por Lucy


La mirada abrasadora siguió mis movimientos durante todo el desayuno.

Solo estaba poniendo la mesa y abriendo las cortinas para ventilar la habitación, como de costumbre, pero Leandro ni siquiera tocó los platos con las tortitas y los huevos que le había traído para comer. Simplemente estudió cada uno de mis movimientos.

Me va perforar la nuca. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 9: Cambios (1)”

Sin madurar – Capítulo 8: La historia de Leandro

Traducido por Den

Editado por Lucy


Era tarde en la mañana, Leandro se despertó con sudor frío, debido al dolor de cabeza.

—Ah… Maldición.

Era un dolor conocido. Las cosas que lo envolvían eran asquerosas.

Su pecho se sentía tan pesado como si lo hubieran llenado de piedras y, al mismo tiempo, lo estuvieran atravesando y desgarrando. Un grito de dolor se escapó de sus labios cuando sintió que, dentro de él, sus órganos se retorcían. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 8: La historia de Leandro”

Sin madurar – Capítulo 7: El niño maldito (7)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


—Que esa chica empaque de inmediato sus cosas y sácala de aquí. Nadie contrataría a una doncella que deambula por las calles sin una carta de recomendación. ¿No es eso todo lo que necesitas hacer?

Los ojos azules de la duquesa, que miraban a su hijo, eran como bolas de cristal vacías. Le dijo eso a Leandro y le dio la espalda a él e incluso a su marido, sin siquiera saludarlos ni una sola vez.

—Regresa a tu habitación. Como sabes, mañana hay una fiesta importante —le dijo el duque.

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Sin madurar – Capítulo 6: El niño maldito (6)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Leandro no tardó en quedarse dormido, sus largas pestañas negras se agitaban como si estuviera soñando. Le rocé suavemente los párpados con la punta de mis dedos. Aunque no había llorado, los bordes de sus ojos estaban rojos.

De repente, abrió los ojos y parpadeó varias veces, luego comenzó a frotarlos bruscamente. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 6: El niño maldito (6)”

Sin madurar – Capítulo 5: El niño maldito (5)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Al día siguiente, estaba tan ocupada que no tuve la oportunidad de visitar a Leandro. El anexo no solo necesitaba limpieza, sino que Anna y las otras doncellas de la lavandería también necesitaban ayuda con su trabajo. El día siguiente y el día siguiente de ese también avanzó de manera similar.

Según la información que obtuve de la cocina mientras pelaba las cebollas, la razón por la que todos estaban hasta el cuello de trabajo se debía a que la duquesa no estaba administrando la mansión adecuadamente. La duquesa iba a fiestas de caridad, subastas, la ópera y salía en busca de diversión mientras que el duque se iba de viaje con sus amantes. Por lo tanto, la situación en casa se volvió terrible. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 5: El niño maldito (5)”

Sin madurar – Capítulo 4: El niño maldito (4)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Encontrar los cuartos de las doncellas fue sencillo. Y la razón de ello sería por Anna, que vino corriendo como el viento, agarrándome de la oreja y arrastrándome todo el camino hasta allí.

— ¡La señorita Irene me dijo que nunca me llamó! ¡Terminé encontrándola, sin decir nada más que tonterías! ¡Al final, me dio más quehaceres para hacer!

— ¡Ow, lo siento! Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 4: El niño maldito (4)”

Sin madurar – Capítulo 3: El niño maldito (3)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Acepté su toque. También pasé mis manos por sus hombros oscuros que estaban cubiertos con las escrituras de la maldición. Se estremeció un poco, como si no lo hubiera esperado.

— ¡Ah-!

— ¿Es desagradable? ¿Duele?

—No, no lo es… En cambio… Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 3: El niño maldito (3)”

Sin madurar – Capítulo 2: El niño maldito (2)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


—Soy una doncella… ¿Creo?

—…

Le di una respuesta algo vaga. Recuerdo haber escuchado a Anna refiriéndose a mí como “Ibellina”. Sin embargo, ese nombre nunca apareció en la novela.

Espera un minuto. ¿Entonces, solo soy un personaje secundario que ni siquiera tiene un nombre? ¿Estoy poseyendo a esa clase de doncella? Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 2: El niño maldito (2)”

Sin madurar – Capítulo 1: El niño maldito (1)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


¿Qué…? 

Mientras tanto, decidí poner mis dudas en el fondo de mi mente y actué como una doncella limpiando las escaleras. Estar de cuclillas y limpiar el polvo de las esquinas de la habitación son tareas agotadoras, dejándome sin mucho tiempo para reflexionar sobre la situación en la que me encontraba.

Al principio, pensé para mí misma: ¿Qué clase de sueño tonto es este?

Pero, al sentir el dolor punzante de pellizcarme la mejilla y el muslo, sin duda, esto no es solo un sueño “realista”.

Si no hubiera sido por el símbolo de Velveeta bordado en mi delantal, nunca habría sabido que había tomado posesión del cuerpo de una doncella de la residencia de Leandro. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 1: El niño maldito (1)”

Sin madurar – Prólogo

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Si desearas algo de todo corazón, ¿el universo ayudaría?

Cuando finalmente llegué, me di cuenta de que estaba en el mundo de una novela, sirviendo como una doncella del personaje secundario, Leandro, en su residencia.

¿Eh? 

Mientras mojaba de un lado a otro la fregona maloliente en el cubo, traté de comprender la situación en la que me encontraba actualmente.

Recuerdo haberme quedado dormida mientras leía una novela romántica que se había vuelto recientemente popular. Con un corazón acelerado, el escritor me sobrecogió con una gran sensación de traición e incredulidad mientras leía la frase de Leandro, quien pensé que era el personaje principal. Seguí leyendo “Sin madurar – Prólogo”

Sin madurar

Autor: Jua ri.

Ilustrador: Zuria.

Género: , .

Estado: .

Sinopsis: Evelina se despierta como una doncella en la novela que había leído, donde el protagonista masculino, Leandro, vive una vida solitaria debido a una maldición mortal infligida sobre su cuerpo.

Mientras que otros están asustados por su apariencia, Evelina lo cuida y se preocupa por él. Sin embargo, a su debido tiempo, se levantó la maldición e Evelina, deseando la felicidad de Leandro, se va por su cuenta.

Con el paso de los años, Leandro, que se suponía que se enamoraba de la heroína, encuentra y elige a Evelina. ¿Cómo florecerá el romance de la doncella y su maestro? Seguí leyendo “Sin madurar”

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