Contrato con un vampiro – Capítulo 26: Fuga

Traducido por Herijo

Editado por Ayanami


—Aquí tienes, caballa marinada en miso —Dijo Azuza, mientras ponía la caballa recién hecha acompañada con arroz blanco y una sopa simple de vegetales frente a Tsukiharu.

—Eres una buena cocinera, Azuza. Gracias. Estoy ansioso por probarlo.

—No lo hice para ti, pero adelante, come.

Azuza y Tsukiharu estaban sentados dentro de un largo edificio de piedra adyacente a la iglesia.  La construcción había sido usada ya sea como alojamiento para las monjas o como un orfanato en algún momento. Había sido remodelado maravillosamente, en una casa de dos pisos, equipada con un sótano y amenidades modernas. Se sentaron uno frente al otro, comiendo en la mesa de la cocina.

—Soy muy afortunado de comer tu comida casera.

—Solamente cocine para mí misma, ya que no creí que mi estómago fuera capaz de resistir tres comidas fuertes al día, todos los días.

Han pasado tres días desde que Azuza fue traída a la iglesia. El hombre de pelo plateado, conocido como Shiro, controla sirvientes hechos con moscas para cocinar y resolver todas sus necesidades. Cada comida que preparaban, era lo suficientemente lujosa como para ser confundida por una preparada por un restaurante de tres estrellas Michelin. Las ricas y abundantes comidas se servían tres veces al día, sin importar si tenían apetito o no.

Azuza soportó la comida en primera instancia, pero el delgado hilo que mantenía su paciencia, finalmente, reventó en el tercer día de dolor de estómago e indigestión. Arrebató los ingredientes de los sirvientes del equipo de cocina y comenzó a cocinar ella misma, por alrededor de una hora. La caballa a la meunière[1] fue preparada y marinada en pasta miso. Los vegetales que iban a ser elaborados en una grandiosa salsa blanca fueron estofados. Envolvió el pan recién horneado y lo guardó en el refrigerador para más tarde, con el arroz y la sopa ocupando su lugar.

—Pero, estoy feliz de que hicieras mi porción. Gracias.

—Incluso tú comes cosas normales ¿cierto? Simplemente, hice de más.

—Sí. Esto es agradable. Se siente como si fuéramos una familia —Sonrió, mientras comía de la sopa. Cuando sonreía de esa forma, Azuza pensó que parecía un estudiante normal de secundaria.

Tsukiharu comió felizmente de su comida, antes de darse cuenta de que otro juego de porciones había sido colocado sobre la mesa —Oh, ¿hiciste para Shiro también? Gracias, pero él no comerá con nosotros.

—Solo hice extra porque pensé que sería extraño prepararte a ti y no hacer lo mismo con ese extraño sujeto de pelo plateado. Está bien si lo dejas ahí. Simplemente, comeré las sobras en el almuerzo de mañana.

Tsukiharu observó la caballa extra en la olla —Lo he invitado a comer conmigo varias veces y siempre se niega. Me sentía algo solitario así que me alegra tener la oportunidad de comer contigo ahora.

—Ya veo —Azuza desvío la mirada de esa sonrisa. Quería mostrarle que no tenía ningún interés en ser su amiga.

—Oh querida. ¿No sentiste pena por mi después de oír eso? ¿No pensaste algo como “Pobre cosita, no tiene a nadie con quien comer”? ¿No simpatizaste conmigo para nada? —Tsukiharu molestó aún más Azuza, yendo por el camino equivocado.

—No lo hice…quien realmente está lastimado no bromearía acerca de eso.

—Ya veo. Que filosófico de tu parte.

La forma en la que se burlaba, hacía enojar a Azuza.

Tsukiharu sonrió, como pidiendo perdón —Siento haberte molestado, pero, realmente, estoy feliz. Gracias, Azuza. Ahora que lo pienso, ¿no fuiste criada en una familia normal?

— ¿Tú no lo fuiste?

—La única persona que pudo escapar del laboratorio fue la mujer embarazada de ti. Las ratas de laboratorio de la Asamblea Aoi transfirieron a la persona que me dio a luz a otras instalaciones. Nací y fui criado en ese lugar. Nunca conocí a mis padres o tuve algo parecido a un hogar. Todo lo que conocí fue a personas en batas blancas y las gélidas paredes sanitizadas de mi habitación. Es por eso, por lo que estoy un poco celoso de que sepas lo que es tener una familia.

—Ya veo —Azuza respondió, un poco sorprendida. El rostro sombrío de Tsukiharu cambió rápidamente a una radiante sonrisa.

— ¿Ahora si simpatizaste conmigo?

—Estás enfermo —Azuza estaba avergonzada consigo misma por haber sentido lástima de él. Agitada, le dirigió una mirada, solo para recibir una vista completa de su expresión despreocupada.

—Cualquier cosa sirve para mí. Simpatía, ira, odio. Obviamente, nada se compara con el amor, pero recibiré cualquier emoción que haga que permanezcas a mi lado.

—Estás loco.

— ¿Eso piensas? Pero no te he mentido ni una sola vez. Simplemente, estoy desesperado.

— ¿Por qué no quieres morir?

—Sí…en parte —Tsukiharu balbuceó vagamente.

¿Hay algo más? Se preguntó Azuza.

En ese momento una fuerte explosión reveló que la ventana se había partido en cientos de pedazos. La habitación se llenó de llamas, las cuales, separaban a Azuza de Tsukiharu, como si fuera hecho a propósito.

— ¿Un cóctel molotov? ¡Soy alguien que está a punto de convertirse en vampiro! —Gritó Tsukiharu, cubriendo su boca con la manga de su camisa para evitar inhalar el humo.

Al mismo tiempo, alguien tiró del brazo de Azuza. El impulso hizo que rebotara contra el pecho de la persona que la había jalado, sin siquiera tener tiempo para gritar.

— ¡¿Kyouya?!

—No hables, inhalaras el humo —Kyouya levantó rápidamente su brazo. Las llamas siguieron ese movimiento, engullendo a Tsukiharu en cuestión de segundos. Otro cristal se rompió, triplicando el tamaño de las llamas.

—Vámonos.

Kyouya subió a Azuza sobre su hombro, saltando por la ventana rota.


[1]Meunière (también salsa Meunière) se suele referir por igual a una técnica culinaria y a una salsa.​ La técnica culinaria se refiere a una forma de fritura en mantequilla de un pescado (bien sea entero, cortado en trozos, o en rodajas) que ha sido previamente enharinado, a esta preparación se le suele denominar “a la meunière” (‘à la meunière‘ o en castellano a la molinera). La salsa meunière consiste en una preparación simple a base de mantequilla marrón, perejil picado y limón. La palabra meunière significa en francés la mujer del molinero, indicando con ello el uso del rebozado en harina.

Una respuesta en “Contrato con un vampiro – Capítulo 26: Fuga”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido