Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 9

Traducido por Haru

Editado por Susibet

Corregido por Sharon


La cena preparada por el habilidoso jefe de cocina fue deliciosa.

Tanto así que solo pude hablar para pedir más desde el primer bocado…

Sin embargo, me decidí a hacer dieta. Tenía que hacer mi mejor esfuerzo para evitar las segundas raciones.

Um… Carne… 

La carne cubierta con mantequilla ya era jugosa, con cada bocado los jugos salían a chorros. El grado de cocción era exquisito, no demasiado duro, no demasiado blando.

El bistec que había sido sometido con una salsa dejaba un refrescante regusto que podía considerarse increíble.

Debido a la carne…

Lo que significaba que tal vez, quizás, una de las razones por las que era gorda eran por las habilidades excelentes del jefe de cocina. Si la comida no fuera tan deliciosa, no repetiría.

Mm… Sin duda, mi obesidad es culpa del chef. ¡Está muy bueno! Es una pena… 

—Cielos, tuve un miedo terrible cuando supe que habías colapsado, pero parece que estás bien. ¿No vas a pedir más? Siempre tomas tres raciones… Parece que no tienes apetito, ¿tal vez aún no te sientes bien? —dijo mi padre, mirándome con ojos llenos de afecto y regresándome a la realidad. Había estado inmersa en el sabor de la carne.

Creo que siempre me ve así mientras como. Me pregunto por qué, algo… Recuerdo haber visto esos ojos… 

De alguna manera, sentí una sensación desagradable, así que dejé de pensar en eso.

Padre tenía el pelo rubio y los ojos azules, era un noble como los que aparecen en los cuentos de hadas. A pesar de ser mayor de 30 años, se veía joven, similar a alguien en la primera mitad de los años veinte. Junto con madre, que también era hermosa como una flor a su lado, hacían una pintura bellamente enmarcada.

Debido a la sangre de estos padres, mi aspecto decepcionante sin duda debía ser por el cocinero principal.

—No, padre. He decidido hacer dieta. Así que ya no pediré más.

De verdad. Este plato era el último. El último…

Inintencionadamente, con ojos tranquilos, miré los platos.

Cuando logré despegar mi línea de visión lejos del plato a la fuerza, el bello rostro de padre se distorsionó con una mirada sorprendida.

Golpeando la silla mientras se levantaba, él miró hacia el cielo en un gesto exagerado.

—¿Dieta…? ¡¿Esa cosa que se rumorea por muchos que es extremadamente severa?! ¡¿Similar a la tortura, donde uno debe comer lo mismo sin cesar, encerrarse en un sauna, y beber cantidades masivas de agua que no tiene sabor?! Escuché que algunas personas enfermaron como resultado de no poder soportar la terrible frustración y tortura. ¡Además, incluso después de un éxito milagroso cuando te sientes aliviado, casi todos, sin excepción, están sujetos a la maldición de una recaída!

¿Qué clase de cárcel extrema es esa?

Aunque no estaba necesariamente equivocado, no entendía su reacción.

—¿Por qué…? ¿Por qué mi linda Cosette, debe recibir una tortura tan severa… ?

Al final, padre cubrió su rostro al estallar en lágrimas, y yo…

Para decirlo con franqueza, retrocedí poco a poco.

¿Qué le pasa a esta persona?

Mientras lo miraba como si estuviera viendo algo desagradable, la suave voz de madre interrumpió.

—Querido, estará bien. En primer lugar, una dieta es por el bien de la belleza y se hace por voluntad propia, no es tortura. Nuestra encantadora Cosette está tratando de ser aún más encantadora. ¿Por qué no la cuidamos por ahora?

Dándose cuenta de repente, él se volvió para mirarla y se arrodilló a sus pies para orar cerca de madre.

—Oh, oh, Dios… —dijo por alguna razón. Comencé a sentir que era un fastidio.

No importa.

Junto a la pareja que eran mis padres de este mundo, saboreé lo último de la carne.

5 respuestas a “Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 9”

  1. Parece que el padre está buscando la forma de alejar las plagas de su pequeña,de ahí que ella sea gorda padre sobreprotector como el del Mahiru de Working

    1. Hahha también pensé en que la tenían así a propósito xD pero ese tipo si que se pasó, por el bien de su objetivo llego a hacerse odiar a si mismo por su hija

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