Traducido por Naremi
Editado por Sakuya
Aunque los puntos se usaron muy rápido aquí, Baili Hongzhuang descubrió que las habitaciones todavía estaban llenas de cultivadores, y aún había más esperando que los demás cultivadores se fueran.
La placa de la puerta fuera de la sala de piedra mostraba a los cultivadores dentro y cuánto tiempo cultivarían, por lo que es muy conveniente para todos encontrar una habitación.
Baili Hongzhuang fue al piso once. Aquí, ella solo tenía suficientes puntos para cultivar durante dos días.
Incluso si subía a otro piso, a menos que subiera al piso quince, solo tenía suficientes puntos para descansar durante dos días.
El piso once también tenía ocho habitaciones, pero eran mucho más estrechas que el primer piso.
Baili Hongzhuang descubrió que cada piso tenía exactamente ocho cuartos de piedra, pero los cuartos se hacían más pequeños con cada piso que pasaba. En el piso once, solo cabían unas tres personas.
En el piso veinte, las habitaciones probablemente sólo podrían acomodar a una persona.
Baili Hongzhuang notó que una de las habitaciones de piedra estaría libre en dos horas y se sentó directamente fuera de la habitación para esperar.
Sentada en el suelo, Baili Hongzhuang comenzó a cultivar. Hubo muchos beneficios, y cultivar afuera fue tan bueno como cultivar dentro de las habitaciones. Pero las reglas eran que solo podías quedarte en el pasillo si estabas esperando una habitación, de lo contrario, se deducirían tus puntos.
Con tal castigo, todos los estudiantes obedecieron diligentemente las reglas. Después de todo, el prestigio de la Escuela de Agua Celeste no podía ser violado tan fácilmente.
Pasaron dos horas en un instante.
Se oyó un pequeño chasquido cuando la puerta se abrió. Los ojos de Baili Hongzhuang se iluminaron, ¡finalmente era su turno!
Un hombre de túnica verde abrió la puerta. Miró a Baili Hongzhuang, sorprendido, antes de prepararse para irse.
En ese momento, una voz familiar y prematura sonó repentinamente.
—Chen Tianzheng, justo a tiempo. Ya que has terminado de cultivar, pásame la habitación.
Pangyun Xiang acaba de llegar al piso once y vio a Baili Hongzhuang. Después de ser humillado públicamente frente a todos en el Sindicato de Mercenarios, su odio solo se hizo más fuerte. ¡Verdaderamente, eran enemigos en un camino estrecho!
Chen Tianzheng era su buen hermano, así que mientras abriera la boca, ¡la habitación definitivamente sería suya!
Aunque cincuenta puntos por un día realmente era bastante caro, si pudiera hacer que Baili Hongzhuang se enfureciera, ¡estaría feliz de pagar!
Chen Tianzheng supo naturalmente lo que Pangyun Xiang pensaba y sonrió:
—Claro, ya casi he terminado. ¡Puedes entrar!
Baili Hongzhuang entrecerró los ojos. ¡No esperaba que Pangyun Xiang todavía tuviera las agallas para encontrar problemas con ella!
Justo cuando Pangyun Xiang estaba a punto de entrar en la sala de piedra, Baili Hongzhuang le bloqueó el camino, sus labios rojos se abrieron suavemente.
—Todo el mundo tiene que esperar su turno.
Al escuchar esto, Pangyun Xiang y Chen Tianzheng se echaron a reír.
—Baili Hongzhuang, solo estamos los tres aquí. Si los dos decimos que algo es verdad, es verdad. ¿Qué puedes hacer al respecto?
Los ojos de Pangyun Xiang se movieron con malicia. ¡Debido a esta mujer, había perdido tanta cara! ¡Todo era por Baili Hongzhuang!
Los ojos de Baili Hongzhuang eran indiferentes y despiadados.
—Dije, esta habitación es mía.
Su voz fría y clara estaba atada con una amenaza. Miró a Pangyun Xiang y Chen Tianzheng con frialdad, su mirada tan aguda como un cuchillo.
¡Esta era su advertencia!
Pangyun Xiang se burló:
—Baili Hongzhuang, no creas que eres tan asombrosa solo porque tienes un poco de fuerza. ¡No te tenemos miedo!
Admitió que no era el oponente de Baili Hongzhuang, pero si se unen, ¡Baili Hongzhuang definitivamente perderá!
—Baili Hongzhuang, deberías haber pensado en las consecuencias cuando intimidas a mis hermanos. —La voz de Chen Tianzheng era fría.