Indiferente a las Arenas Frías – Capítulo 29: Elecciones

Traducido por Army

Editado por Ayanami


Repentinamente, la atmósfera de guerra se intensificó durante la noche.

Xu Zheng es un hombre tranquilo con un aire determinado. Vestido con una armadura negra y sosteniendo su espada personal, se inclina ante Heng Ziyu y yo antes de girar para irse. Observo como su figura alta desaparece en las puertas.

Usando la sombría tarde como cobertura, veinte mil soldados de élite se van discretamente. Van a establecer una emboscada para los Yan a lo largo del camino hacia la capital, con la esperanza de detener el descenso sur de los cascos de acero de Yan y, a su vez, ganar más tiempo para los preparativos de defensa de la capital. Una línea sinuosa de la luz de una antorcha temblorosa sale de la ciudad como una serpiente roja que desaparece en la noche oscura.

Los soldados que se fueron a defender la ciudad levantaron sus lanzas, bajaron la cabeza y se inclinaron. Esa es la ceremonia marcial del más alto respeto en Gran Rui, realizada solo para los guerreros que no regresan.

Escuché un suspiro a mi lado.

♦ ♦ ♦

La noche llega, pero el sueño no viene a mí.

Puedo escuchar el sonido lejano del reloj de agua. Todavía no he tenido ningún shuteye[1] y sigo mirando el sombrío salón. Después de un tiempo, siento una repentina oleada de frustración, así que me puse una bata y salí de la cama. Inmediatamente, Liu An se apresura.

—Voy a tomar aire —le digo con calma.

 Liu An habla en voz baja:

—Pronto amanecerá, Su Majestad. ¿Por qué no …?

Me voy antes de que pudiera terminar.

La luna está en medio del tranquilo cielo nocturno.

Las puertas de la ciudad han estado cerradas durante mucho tiempo y solo los guardias nocturnos patrullan a lo largo de las paredes. Las fogatas crepitan y las brasas brotan, pareciendo más claras en el silencio.

Suspiro y me acuesto en un alféizar, mirando el cielo negro.

La capital sigue siendo la capital, pero, a mis ojos, ha perdido su belleza y lujo. Y los días de glamour, vino y chicas se han ido demasiado lejos para alcanzarlos.

La prosperidad y vivacidad del lago Yu y el bullicioso clamor en los mercados sigue siendo el mismo, pero me pregunto cuánto de esas cosas quedarán cuando llegue ese día.

Y si voy a salir con vida.

Pruebo un sabor amargo en mi boca y cierro los ojos. No estoy seguro de dónde comenzar a organizar mis sentimientos desordenados.

—¿Su Majestad?

Sorprendido, me giro para encontrar a Heng Ziyu parado detrás de mí con una armadura negra como la noche. Parece que todavía no ha descansado, su espada aún está a su lado. Me está mirando directamente, sin prestar atención a ninguna etiqueta.

—¿Aún no has descansado? —Pregunté casualmente.

Él responde con una expresión seria.

—¿No estás aquí también, Su Majestad?

—No pude encontrar el sueño, así que pensé en dar un paseo —le digo sonriendo.

—Sé que has tenido un largo día. Mejor descansa un poco.

He dado algunos pasos cuando veo por el rabillo del ojo que se está arrastrando detrás de mí y pronto me alcanza. Miro un poco las estrellas brillantes en el fondo negro.

—Seguro que es tranquilo.

Él también levanta la vista antes de mirar hacia la distancia que se avecina.

—Ya no lo será pronto. Me pregunto cómo serán las cosas cuando las dos partes se enfrenten.

Me reí sin poder hacer nada,

—¿Qué más? Derramamiento de sangre, muerte, sufrimiento, cadáveres por todas partes.

—Su Majestad.

Se vuelve hacia mí con una mirada dudosa.

—¿Tiene miedo?

 Dejé que mi sonrisa se desvaneciera y sacudí la cabeza.

—Si tuviera miedo, probablemente, ya estaría en Yening, al sur del río Qihe.

Nuestros pasos son lentos y leves, haciendo los ruidos más silenciosos contra la piedra caliza.

—Es solo que, bueno, me siento mal por arrastrarte a esto.

Me reí un poco mientras miraba hacia abajo. Inmediatamente frunce el ceño y argumenta:

—¿Qué está diciendo? Esto es parte de mis deberes como Su sujeto.

Me giro hacia el mismo cielo nocturno.

Tengo que decir que nuestra relación parece haber superado la débil alianza inicial y parece que esta cosa llamada confianza florece lentamente.

—Comprendí por qué enviaste a la duquesa Yu Qing y a su primogénito. Los otros funcionarios y la realeza, sin embargo…

Me está mirando, esperando mi explicación.

Todos piensan que envié a la duquesa y al joven hijo por razones personales, pero este hombre es lo suficientemente astuto como para ver que tengo un motivo oculto. Todavía me está mirando con una expresión seria. Me río

—¿Por qué no ser directo al respecto si ya lo has adivinado?

Su expresión cambia mientras habla con los dientes apretados.

—¿Podría ser… un plan de respaldo?

 Dejé caer la sonrisa y giré la cabeza:

—Honestamente hablando, no sé lo que depara el futuro o si viviré o moriré. Si muero, pueden declarar emperador al primogénito del duque Yu Qing en el sur y seguir luchando contra los Yan. Las barricadas naturales del río Qihe son fáciles de defender y difíciles de atacar. Los Yan no son expertos en pelear en el agua, además tienen una pelea propia en casa. Con eso, Gran Rui podrá vivir en el Sur.

Abre los labios como para hablar, pero vacila.

—Hubiera perdido la fe de la gente si me hubiera reubicado al principio y sería más difícil contraatacar. —Escupo —Sin mencionar que me reiría del mundo, como los Rui son tontos sin espinas. ¡Incluso si ganáramos, nuestros hijos e hijas tendrían que vivir con el ridículo y la vergüenza! ¡Incluso si tuviera que morir, me gustaría morir noblemente!

Algo se mueve en sus ojos; parece que le ha tocado mi discurso.

—Está apostando contra altas fichas, Su Majestad.

—¿Altas fichas? Sí lo estoy. Pero… ¿No hiciste lo mismo en el pasado? Somos el mismo tipo de persona desde ese punto.

Se queda callado y mira a lo lejos.

Yo igual, y descanso mis manos en una crenel[2].

—¿Todavía tienes familia, mariscal?

—Siempre he estado fuera de casa y no me he casado. Mis padres han muerto. Solo está mi hermana menor, Heng Zixiang.

Dice con una sonrisa amable.

—Ziyu, Zixiang, muy buenos nombres —le digo con una sonrisa propia —Tal vez, es hora de considerar el matrimonio a esta edad, Mariscal

—Mi hermana siempre dice que debe ser consultada antes de casarme. Mis padres la adoraban mucho y la volvieron bastante mandona y, a menudo, terca.

No puedo evitar recordar a Xiao Qinyun. Me río.

—Ya veo. Originalmente, pensé en casarle con una princesa cuando la guerra termine, debido a la incalculable contribución que ha hecho al país.

—¿Eso es realmente cierto, Su Majestad? —Se congela y deja caer su sonrisa.

—Tomar la mano de una princesa en matrimonio es adecuado para tus contribuciones. —Entrecierro los ojos cuando unos rayos de la mañana asoman sobre los horizontes del este. —Sin embargo, todas las princesas que están en el palacio ahora también tienen mal genio. Me temo que sería usted el que sufriría.

No puedo evitar sonreír y sacudir la cabeza. Entre una princesa nacida en la realeza y su querida hermana pequeña, no creo que incluso un guerrero campeón como él pueda escapar de los problemas de tener que lidiar con asuntos familiares como estos.

—¿Su Majestad? —Pregunta en voz baja después de un silencio. —No debería preguntar esto, pero, bueno, ¿por qué todavía no has nombrado una emperatriz o consorte?

Mi estómago se tuerce y digo en un tono burlón. —Gracias por la preocupación, pero nadie sabe lo que va a pasar. No puedo dejarlas viudas sin ninguna razón. Además, estas cosas deberían ser entre dos personas enamoradas. —Miro hacia abajo y me detengo. —Y no creo que pueda jamás… —murmuré… —No otra vez en esta vida…

Los rayos se vuelven más y más brillantes, manchando el este de color blanco pálido. Las llanuras oscuras se vuelven de un rico color verde bajo su resplandor, extendiéndose a los horizontes como si no tuviera límites.

Qué hermoso reino.

Sin intercambiar más palabras, solo echamos nuestras miradas sobre el vasto tramo de llanura. Las nubes se agitan como el océano y la luz del sol irrumpe, disparando sobre las almenas hacia las tenues nubes en el otro extremo del cielo.

♦ ♦ ♦

En la cámara secreta, el líder de los Espectros está arrodillado ante mí, entregándome un delgado trozo de papel con la cabeza baja. Liu An lo toma y me lo pasa. Con calma, lo abro y lo leo.

Tengo que admitir que los Espectros son muy eficientes. Llegaron a la capital de Yan en el menor tiempo posible y rápidamente se pusieron en contacto con todo tipo de grupos, incluidos los que ya existían. No solo se han puesto en contacto con personas que trabajan para los dos príncipes, sino que incluso obtuvieron información del palacio interior.

Recuerdo que cuando aún estaba en el campamento Yan, Murong Yu mencionó que su padre estaba enfermo, pero según su información, parece que la enfermedad del emperador ha empeorado e incluso se desmayó varias veces. La administración ha ido al ministro de izquierda, los guardias reales al segundo príncipe y las tropas estacionadas en la capital al tercer príncipe.

Si bien el emperador está demasiado enfermo para supervisar el país y el príncipe heredero está en la guerra, las ramas maternas han comenzado a actuar. El ministro de izquierda ha hecho todo lo posible para suprimirlos, pero fue en vano. Cada vez más personas se involucran en todas las áreas y se ha convertido en un desastre.

La emperatriz puede ser la esposa del emperador, pero ella no tiene su afecto. El emperador siempre ha preferido al príncipe heredero. Había sido decepcionado por el desprecio del segundo y tercer príncipe hacia su generosidad. El hermano mayor de la emperatriz, el ministro de derecha, siempre ha estado tratando de obtener el trono para el segundo príncipe.

Entre todos ellos, el segundo príncipe tiene la mayor esperanza de ascender al trono. Nació de la esposa del emperador y su tío es el ministro de derecha. A través de los esfuerzos de muchos años, ha controlado a los guardias reales y las conspiraciones para usurpar el trono.

—El príncipe heredero no tiene el apoyo de su madre, solo el del ministro de izquierda. El ministro de izquierda pertenece al clan de la emperatriz viuda Xiao. El emperador aceptó y prometió casarse con la hija del ministro de izquierda y el príncipe heredero.

El ministro de izquierda tiene una base sólida y mucha influencia en toda la corte. Una vez que el príncipe heredero tome a su hija como esposa, significa que estará bajo la protección del clan Xiao. Nadie se atrevería a ignorar fácilmente el poder del clan Xiao.

Sostengo el papel sobre la vela y las llamas saltan para devorar las palabras. Trozos de ceniza revolotean.

Mientras miro las llamas de color amarillo oscuro, el pasado pasa ante mis ojos y me duele el corazón.

Después de un largo silencio, pregunto con voz ronca.

—¿Has visto a los príncipes mismos?

El Espectro sacude la cabeza. —En respuesta a Su Majestad, no, pero nos hemos reunido con su gente.

—¿Cuál es la situación?

Él duda por un momento. —Según el informe, estaban interesados ​​en nuestra oferta, pero no expresaron ningún deseo de cooperar. El segundo príncipe incluso dijo que solo lo consideraría si Su Majestad le escribiera personalmente.

Me burlo en silencio para mí mismo. Dudo que solo quiera una carta escrita. Me temo que también tengo que sellarla con mi sello imperial.

—Incluso dijeron que si lo harán o no depende de su sinceridad.

Se presiona más al suelo después de ver mi expresión.

Sinceridad, eh. No es otra cosa que darle lo que quiere. Como mortal, los deseos nunca se alejan de la fama, las ganancias, el poder, la autoridad, la riqueza y el sexo. Un par de veces más con él y sabré exactamente lo que desea.

Agito mi mano. —Entiendo. Puedes retirarte por ahora.

Se va con la espalda doblada y Liu An lo sigue. De repente me siento exhausto, así que me derrumbo sobre una alfombra cómoda y dejo que mi mente divague.

Si respondieron, significa que tengo la oportunidad de llegar a una alianza con ellos. Si invierto todo en encender el patio trasero del ejército Yan, seguramente no tendrán el placer de atacar a las fronteras; si Gran Yan cae en un estado inestable, o incluso el emperador se aleja, el ministro de izquierda no permitiría que el príncipe heredero se alejara de la capital. Definitivamente, ordenaría un retiro. Incluso si no es todo el ejército, el príncipe necesitaría regresar al menos.

Estoy apostando contra apuestas altas y ellos también.

Es solo que estoy apostando por el futuro de Gran Rui mientras ellos apuestan por su futuro bienestar.

—La única similitud es que todos hemos pasado el punto de no retorno. —Un movimiento descuidado, un paso en falso y lo que nos espera es un pozo sin fondo. —Suspiro suavemente y cierro los ojos. No tengo una segunda opción.

Salto como un pez fuera del agua. Extiendo papel de carta, muevo la tinta, pellizco la punta del pincel y empiezo a escribir. —Desde el Emperador de Gran Rui, hasta Su Alteza, el Segundo Príncipe de Yan…

Empiezo a reír mientras escribo. Menos mal que nadie lo sabe, o esos viejos pedos quedarían atrapados en el camino. A esos viejos les encanta perder el tiempo en estos asuntos inútiles.

Los nombres no son importantes en este momento. Todo está bien siempre que pueda mantener a salvo a mi país.

No sé cuánto tiempo ha pasado para cuando terminé. Sacudo mi muñeca dolorida y miro hacia abajo. Lo que veo me da miedo. maldita sea, escribí seis páginas completas. Recuerdo cuando me exprimía el cerebro, pero aún no podía hacer una página cuando el Maestro Liao solía hacernos escribir ensayos. Supongo que la gente solo se desempeña mejor bajo presión.

Con la cabeza apoyada en mi mano, leí cuidadosamente la carta y, después de considerarlo mucho, saqué el sello de jade y lo estampé. El diseño punzante bermellón se hunde en el papel con un ruido sordo.

Habiendo recibido el Mandato del Cielo, vivirá eternamente y en abundancia.

Dinastía de Gran Rui

Al ver estas palabras, me río con amargura.

Si los emperadores pasados ​​supieran que su sello se usa en este papel débil, probablemente estarían tan enojados que toserían sangre.

Después de meter la carta en un sobre, escribo con letra animada «Estimado Su Alteza, el Segundo Príncipe de Yan». Invoco al Espectro y se lo entrego.

—Entrega esto a Yan lo antes posible. Debe entregarse directamente al segundo príncipe y decirles que aceptaré cualquier condición siempre que cooperen.

El líder asiente en obediencia. Le pido a Liu An que saque una cantidad considerable de tesoros y dinero de las reservas privadas para que los Espectros los lleven.

Tengo que admitir que este método es despreciable, pero no tengo otra opción.

Camino hacia las ventanas cuyas persianas han sido bajadas por las criadas. Entre las tiras de bambú, veo que afuera del pasillo el cielo nocturno está lleno de lluvia y todavía está completamente negro. El sonido del viento suena escalofriante hasta los huesos.

De repente, siento el frío que me rodea. Me abrazo y retrocedo contra la pared fría.

Ha estado lloviendo constantemente desde que comenzó el otoño. El Sur siempre ha estado plagado de inundaciones y, aunque todavía no ha habido noticias al respecto, dudo que sea algo de lo que alegrarse. La guerra en el Norte ya está tomando todos los recursos, así que, si el Sur se inunda, entonces, realmente…

Mi cabeza comienza a latir de dolor y parece haber un zumbido agudo en mis oídos.

Con todo un imperio descansando sobre los hombros de una persona, está obligado a cansarse incluso si fuera de acero. Sin embargo, no tengo el lujo de estar cansado.

♦ ♦ ♦

Mientras me siento en el trono por encima de todo lo demás, esos funcionarios arrodillados obviamente me están mirando furtivamente. Están mirando desde lo profundo del palacio; están mirando desde la corte traidora; están observando desde el caos en guerra.

Cierro los ojos y me acurruco.

Dudaba y me preguntaba si valía la pena darlo todo por un país que me llena de tristeza. Sin embargo, no tengo otra opción ahora. Padre me ha dicho con sus acciones que este tipo de sacrificio debe hacerse para evitar la pérdida y destrucción de esta tierra y establecimiento.

Esto me hace reír por lástima.

¿Pero por qué el precio debe ser mi amor?

El agua de lluvia cae desde el techo en corrientes ininterrumpidas. Más allá de las persianas, la lluvia cae en láminas sólidas y nubes negras se alinean en el horizonte.

Por ahora, la capital está bajo una fuerte seguridad. La entrada o salida no está permitida. Soldados totalmente armados hacen guardia y patrullan cada esquina. Tanto los ricos como los pobres esconden sus alimentos para emergencias. El gobierno distribuye alimentos a quienes no han tenido la oportunidad de evacuar y los ayuda a establecerse.

Los funcionarios que siempre parecían relajados finalmente saben el significado de trabajar como una abeja. Todos saben que cuánto más tiempo ahorran y cuanto más se hace, aumenta la probabilidad de ganar y aumenta la posibilidad de sobrevivir.

Después de la corte de la mañana y de leer los memoriales, decidí dar un paseo por la pared. Llegué al lugar donde Heng Ziyu discutía sobre la guerra con sus generales. Hay una sorprendente cantidad de soldados y funcionarios que van y vienen.

Me acerco y le señalo a los guardias que permanezcan en silencio. Veo a muchos capitanes y generales alrededor del mapa militar, rodeando a una persona: Heng Ziyu. Se ha cambiado a un atuendo oscuro e informal que acentúa su aire único que, junto con su discurso decidido y confiado, lo hace parecer más el campeón que es.

Me quedé en silencio por un tiempo. No me notan y solo se centran en los planes de defensa. Me siento aliviado y me voy.

Solo después de unos pocos pasos, escucho su voz.

—Su Majestad.

 Me giro a tiempo para verlo caminar, tan severo como siempre.

—Su Majestad está aquí temprano hoy.

—No hay nada más importante —respondo con una sonrisa.

Él asiente y yo entro en la habitación. Los soldados realizan los rituales antes de irse discretamente. Me acerco al mapa y él se arrastra detrás de mí.

—¿Cómo sigue tu lesión?

Solo pienso en la reciente agresión cuando pregunta esto. Casi reflexivamente, toco mi brazo lesionado y siento un leve dolor. Su ardiente mirada está llena de preocupación. Miro hacia atrás y digo:

—Muchas gracias por la preocupación. Está bien ahora.

Después de una breve pausa dice:

—No tuve tiempo de quitarme la espada ese día cuando escuché la conmoción en el interior. Se supone que traer armas al palacio se castiga con la muerte. Yo…

Lo interrumpo con un gesto de despedida.

—Está reaccionando de forma exagerada. Si no fuera por ti, ya estaría con el emperador Shun. En ese sentido, en realidad, eres mi salvador.

Él vacila por un momento antes de recuperarse.

—Por favor, no lo diga, Su Majestad. Sin embargo, lo que hizo después fue muy impresionante.

—Es solo que cada emperador debe llevar a su propio pueblo a la corte —suspiré.

Heng Ziyu da varios pasos más cerca.

—Eres completamente diferente de la persona que conocía antes de convertirte en emperador.

Me alejo unos pasos, mientras mantengo la misma cara.

—¿Cómo podría uno saber el futuro?

Él asiente, sonriendo.

—Eso es absolutamente correcto. Ingresé al ejército sin saber las riquezas de mi futuro. Probablemente, no tenías idea cuando eras solo un Guardián Dorado de que serías el gobernante supremo que eres ahora.

Esbozo una pequeña sonrisa.

Heng Ziyu todavía habla con la arrogancia y el orgullo de un poderoso funcionario y le falta un poco de respeto, pero aún es más fácil conversar con él que con los demás. Todos esos viejos pedos han sido asustados por mi purga y no se atreven a hacer un sonido. Siempre tiemblan como una hoja, como si fuera a matarlos.

Qué patético es que haya llegado a esto.

—Pero parece que Su Majestad todavía está preocupado. A menudo, te veo meditando en silencio.

Lo miro de nuevo.

—Mariscal, ¿de verdad cree que puedo ser feliz siendo el emperador?

El viento otoñal se ha vuelto frío y duro, escabulléndose en mi ropa. Mirando hacia el cielo, suspiro.

—A los ojos de los demás, ser el emperador, poder gobernar y controlar todo es lo más asombroso, pero ninguno de ellos conoce la inquietud y la preocupación que el trono me ha traído desde el primer día.

—Tomé la misión cuando el desastre era inminente —me burlo —Asegurar el país es mi deber; soy el emperador después de todo. Pero si fallo, automáticamente me convertiré en un pecador y seré avergonzado eternamente.

La expresión de Heng Ziyu parece cambiar un poco, pero no habla. Me encojo de hombros

—No es un trato justo en absoluto.

—Entonces… —pregunta en voz baja después de algunas dudas —¿Por qué elegiste este camino?

Levanto mis dos dedos índices.

—Si hubiera dos caminos para elegir: uno es la muerte y el otro el convertirse en el emperador, ¿cuál elegirías?

Él sostiene mi mirada y responde constantemente:

—Mantenerse vivo es lo más importante, por supuesto.

Asiento y bajo mis manos.

—Entonces, esta es tu respuesta. —Me siento y me sirvo una taza de té.

—Habiendo crecido en las calles, no sé demasiado sobre las aspiraciones y los principios rectos —le digo mientras paso los dedos por el borde de la copa —No estudié bien de mi maestro. Lo que estoy haciendo ahora se basa únicamente en mi propio juicio.

Él levanta una ceja.

—Qué extraño para Su Majestad el decir eso. Puede que tengas una experiencia extraordinaria, pero ¿cómo es posible que haya crecido en las calles?

No quiero hablar de esos días horribles, así que solo me río.

—El mundo está lleno de cosas extrañas.

Se sienta a mi lado y frota el mango de su espada mientras me mira. Me enfrento a otra dirección y bebo mi té.

Estamos temporalmente en silencio.

No me gusta su mirada. Es demasiado misterioso y parece capaz de observar todo a través de mis propios ojos.

Sus cejas fuertemente inclinadas muestran inquietud y preocupación. Su mirada no muestra temor ni reverencia, solo es una investigación no disimulada que excede lo que un sujeto tiene para su gobernante y contiene algunos otros significados.

Alejando mi inquietud, me quedo inmóvil.

Quizás, en un momento y lugar diferentes, podríamos convertirnos en un modelo del gobernante y el sujeto perfectos. Sin embargo, no hay tantos ‘quizás’ en este mundo. No estaría satisfecho con solo una posición alta, riqueza y poder. Quiere gobernar el mundo y que todos escuchen su nombre.

Esta posición no es con lo que quería comenzar.

—Su Majestad —finalmente rompe el silencio. —Si puedo preguntar, ¿realmente planeas morir defendiendo la capital?

Respondo constantemente:

—Pensé que ya habíamos discutido esto antes.

La espada se tambalea un poco, pero su expresión permanece sin cambios. —Eres el quid de esta nación. Si realmente… me temo que las cosas cambiarían para peor.

Lo miro de nuevo. —A través de todas esas batallas, ¿alguna vez te has alejado de una situación peligrosa por miedo?

Frunce el ceño y responde lentamente:

—Pero ese es mi deber como soldado. Su majestad es el gobernante de este país; no hay comparación.

—No olvides que yo también fui soldado alguna vez.

Él no responde, solo juega con el mango de la espada con los ojos hacia abajo.

Justo cuando me levanto, escucho un ruido proveniente de las murallas de la ciudad. Los gritos de los soldados suenan aterrados y apresurados. Estoy sorprendido mientras Heng Ziyu surge con su espada en la mano y sale por la puerta.

—Permítame ver, Su Majestad.

Sin siquiera molestarme en responder, me apresuro a seguirlo. Los dos levantamos la cabeza para ver qué sucede mientras avanzamos. Escucho el ruido de cascos de caballos desde afuera del edificio. Alguien entra.

—¡Informe urgente! ¡Reporte urgente!

 Compartimos una mirada y me siento ansioso. Heng Ziyu dice en voz baja:

—Me temo que es de la primera línea.

Como se esperaba, la persona se ve exhausta. Su armadura está manchada de sangre y está herido en muchos puntos. Él desmonta con la ayuda de otros y se arrodilla, sosteniendo temblorosamente un informe militar que saca del bolsillo de su pecho.

Ordenó que lo llevaran para recibir atención médica antes de desarrollar el informe. Un olor penetrante a sangre llena el aire a la vez. Frunzo el ceño ante la mancha rojo parduzco.

Xu Zheng condujo veinte mil dragones a Luo Yuan y estacionó a los hombres a lo largo del camino. Dos días después, se enfrentaron con la caballería Yan al norte de Luo Yuan. Las dos partes libraron una sangrienta batalla. Yuwen Yuan, aprovechando su ventaja de tropas más avanzada, ordenó que el ala izquierda y la derecha atacaran desde las dos colinas. Los veinte mil dragones no se movieron y lucharon con los Yan.

La impresionante batalla tiñó el mundo de rojo sangre.

El ejército Yan empujó a Xu Zheng y a sus hombres hasta su último aliento y los mató a todos. Las llanuras de Luo Yuan se llenaron de cadáveres y gritos de ronco.

Como no puedo seguir leyendo, cierro el informe, pero el olor a sangre parece haberse enrollado a mi alrededor.

Siento algo en mi muñeca: es la mano de Heng Ziyu.

—No debes mostrarlo, Su Majestad —susurra mientras se aferra con fuerza.

Siento mi garganta apretarse. No sale nada.

Xu Zheng, ese hombre tranquilo y decidido, derramó su sangre por última vez en este país. Y lo que él y los veinte mil hombres obtuvieron a cambio de sus vidas es retrasar la llegada del ejército Yan por solo tres días.

Tres días.

—Su Majestad, esta es nuestra última oportunidad, y por lo que han renunciado a sus vidas.

Giro un poco la cabeza hacia atrás y me encuentro con la mirada de Heng Ziyu.

Él tiene razón. No tengo el lujo de llorar a los muertos. Hay cosas más importantes esperando que haga.

Mi cabeza da vueltas y mis piernas se sienten tambaleantes. En el momento en que entré en el Palacio Tai Qing, ya no puedo mantenerme. Se me doblan las piernas y no llego a la puerta.

—Su Majestad.

Heng Ziyu me sostiene del brazo y me levanta. Su mirada es tan firme que me hace sentir a gusto.

—Descansa por ahora, Su Majestad, y permítame hacer el resto —Me ayuda a sentarme. Se ve preocupado.

Siento que mi cabeza se está abriendo.

—Gracias, mariscal.

Agotado, cerré los ojos. Veinte mil seres humanos se han convertido en uno con la tierra, para no existir nunca más. Estoy en un estupor mientras me río. Pensé que ya sabía que esto iba a suceder.

Los vientos de la tarde comienzan a soplar a través de las hileras de palacios y las llamas de las velas parpadean. El cielo es sombrío, como si fuera la señal de una tormenta.

Al día siguiente, noticias aún más inquietantes llegan a la capital.

Los delegados enviados por el mariscal del ejército Yan han venido solicitando que se bajen las puertas de la ciudad en señal de rendición.


Army
¡NOOOOOOOOO! ¡No te rindas!

[1]siesta, cabezada, siestecita, sueñecito, ojos cerrados, cerrar los ojos

[2]Una tronera o buhedera, en arquitectura militar, también llamada crenel, es un tipo de aspillera, una abertura practicada en una muralla desde donde se disparan con protección piezas de artillería ligera o armas de fuego, en general.

 

Una respuesta en “Indiferente a las Arenas Frías – Capítulo 29: Elecciones”

  1. No me gusta hacia donde se dirige esto 😞 dinero que todo terminara en tragedia 😢 sé que está en el género de la novela pero sinceramente espero un milagro 😖

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