Katarina – Volumen 9 – Capítulo 3: El escondite secreto y una reunión inesperada (4)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon


—La misma vieja Katarina.

Salí de la habitación con los niños secuestrados y noté que mis labios se habían curvado en una sonrisa. No había pasado tanto tiempo desde que yo, Cezar Dahl, vi por última vez a Katarina Claes. Tenía la sensación de que la volvería a ver con el tiempo, pero no tan pronto. Y ciertamente no en estas circunstancias.

Después de dejar Sorcié hace solo unas semanas, estaba de regreso y había pasado los últimos días aquí. Esto se debió a cierta información que encontré poco después de regresar a mi propio país.

—Parece que Lousabre está usando uno de nuestros puertos para contrabandear a niños secuestrados —informó Janne, mi amigo de la infancia, excompañero mercenario y ahora mi asistente personal, al traerme un paquete de documentos.

—La trata de personas ya no es legal en nuestro país. Tan pronto como tengas pruebas, libera a esos niños y llevalos de regreso a su país de origen —le respondí.

—Es más fácil decirlo que hacerlo. Lee los documentos. Aquí no venden a los niños.

—¿Eh? ¿Qué quieres decir? —Comencé a hojear los documentos, y me encontré muchas sorpresas desagradables.

Decía que Lousabre, conocido por ser un país peligroso, estaba secuestrando a niños de Sorcié para venderlos en secreto. Sorcié era el país más rico de la zona y sus ciudadanos eran en su mayoría ricos y bien educados. La mayoría de ellos incluso sabía leer y escribir, habilidades que en Lousabre se encontraban exclusivamente entre los nobles. Esto significaba que incluso un niño común de Sorcié podría resultar muy útil allí.

Por esta razón, intentaron alentar la inmigración desde Sorcié, pero como era de esperar, nadie quería dejar su reino por uno más pobre y menos seguro. Por horrible que fuera, podía entender un poco por qué estaban tan desesperados por conseguir gente al punto de ir tan lejos como para secuestrarlos. No es que Sorcié estuviera complacido, por supuesto.

Nuestro país, Ethenell, no estaba involucrado en este asunto, o eso pensé… Malditos sean los lousabrianos por arrastrarnos a este lío. Según los documentos que me había traído Janne, los barcos se detenían en uno de nuestros puertos en su camino desde Sorcié, llevando a los niños secuestrados con ellos. Esto se debió a que Sorcié se dio cuenta de las actividades de Lousabre y comenzaron a revisar con cuidado todos los barcos que viajaban directamente entre los dos países, lo que les dificultó el contrabando de niños sin una parada intermedia. Cubrieron sus huellas usando a Ethenell, que había estado en términos amistosos con Sorcié desde que el nuevo rey tomó el trono.

Esto también significa que alguien dentro de nuestro país estaba colaborando con Lousabre. Ethenell estaba empezando a convertirse en un lugar mejor gracias al nuevo rey, pero todavía tenía una buena cantidad de gente con malas intenciones. Demasiados para expulsarlos todos a la vez. Después de todos los problemas que habíamos pasado para construir una relación decente con Sorcié, estos idiotas la estaban arruinando.

—¿El rey sabe sobre esto? —le pregunté a Janne.

—Se lo conté, pero ahora mismo está ocupado lidiando con la rebelión en el este.

—Uf, esa rebelión, cierto —gemí.

Durante el reinado del rey anterior, hubo muchas personas que se ganaban la vida con los negocios ilícitos. Para su disgusto, su sucesor ahora estaba tratando de ayudar a los débiles y solucionar los problemas del reino. En respuesta, esos criminales reunieron seguidores y dieron lugar a rebeliones en todo el país.

—Estas personas… ¿están tratando de destruir a Ethenell para siempre? Y pensar que estábamos en el camino correcto… —me enfurecí.

Ethenell, bajo el rey anterior, apenas era digno de ser llamado país. Estaba tan cerca del colapso total que, si las cosas hubieran continuado de esa manera, pronto habría sido absorbido por uno de sus países vecinos. Era el rey actual quien, incluso a costa de su propia salud, finalmente había reconstruido Ethenell de nuevo en un lugar medio decente. Mirar a estos rebeldes, pelear con uñas y dientes solo para proteger sus propias ganancias mal habidas me llena de disgusto.

—Investigaré esto yo mismo entonces.

—¿Investigarlo? —respondió Janne, perplejo.

—No puedo quedarme aquí sentado y esperar a que llegue nueva información. Ya tenemos suficientes problemas en nuestras manos y no puedo dejar que este crezca demasiado. Será más rápido si voy y arreglo las cosas yo mismo.

Empecé a prepararme para irme. Janne me conocía lo suficientemente bien como para no sorprenderse.

—Es peligroso ir solo. Tómalos —dijo después de llamar a algunas personas capaces para que me acompañaran.

Acompañado por ellos, me disfracé de matón y me colé en la compañía naviera que estaba facilitando el tráfico de personas en el puerto de Ethenell.

Para atrapar a todos los culpables, incluido su jefe, fuimos hasta Sorcié. Desafortunadamente, dado que estábamos en la parte inferior de la escala de la organización, no podíamos obtener mucha información útil por mucho que fisgoneamos, y todavía no teníamos pistas sobre la persona que dirigía la operación. Probablemente hay alguien muy poderoso involucrado.

Por fin, algunos de los matones que trabajaban conmigo recibieron órdenes de secuestrar a más personas de Sorcié. La mayoría de las víctimas eran niños, y verlos llorar por sus padres también me entristeció. Cuando era mercenario en Ethenell, vi a muchos niños secuestrados siendo traficados, pero generalmente eran huérfanos o sus padres los habían vendido directamente. No tenían ninguna razón para llorar por su mamá. Solo aceptaban en silencio su destino, sabiendo que no podían hacer nada al respecto. Por supuesto, eso era triste por otra razón…

Me dolía tener que mantener prisioneros a estos niños, pero no podía hacer nada que pudiera ponerme al descubierto hasta tener más información. Aunque mientras yo y la gente que me ayuda estemos aquí, nunca dejaríamos que fueran vendidos a Lousabre. Estaban tan asustados que ni siquiera podían dormir, y yo todavía no tenía ni idea de quién lideraba a estos matones. Después de todo, era un recién llegado. Pero tal vez algunos de mis “colegas” supieran algo más. Por ejemplo, el tipo que era una especie de supervisor de todos los matones de bajo nivel, ese tipo Arneau. Desafortunadamente, parecía demasiado listo para dejar que su lengua se deslizara y no era exactamente del tipo hablador para empezar.

Decidí que volvería a ver a los niños. A nadie por aquí parecía importarle cómo les iba, mientras estuvieran vivos. Nadie excepto tal vez Arneau, pero él no estaba aquí ahora. Estos niños se estaban debilitando cada vez más y yo quería llevarles algo de comer.

Cuando llegué a la puerta, escuché risas provenientes del interior de la habitación. ¡Estaban llorando con todo su corazón hoy! Miré ansiosamente a través del panel de vidrio de la puerta y vi a una niña que se movía y hablaba como si fuera la actriz de una obra de teatro de una persona.

Ya era sorprendente que alguien pudiera encontrar la energía para hacer algo así siendo prisionera, pero lo más impresionante fue que, al verla bien, pude reconocerla. 

¿Por qué estaba aquí? ¿La atraparon? Imposible. No hay manera que estos matones pudieran secuestrar a una dama noble, mucho menos a la hija del duque. Pero ella trabajaba para el Ministerio de Magia, así que tal vez esté en una misión encubierta. En cualquier caso, ahora mismo estaba tratando de hacer que los niños se divirtieran y parecía que ella también se estaba divirtiendo.

Esperé frente a la puerta hasta que terminó, y los niños, después de tanto reír, se quedaron todos dormidos. Una vez que abrí la puerta en silencio y entré, ella se interpuso entre los niños y yo, como para protegerlos. Una dama noble que protege a los niños plebeyos. Me conmoví.

—Me preguntaba quién podría hacer que los niños se rieran y se durmieran en una situación como esta, pero lo entiendo. Fuiste tú —la saludé, quitándome el sombrero para que pudiera verme la cara.

—¡¿Qué?! —me gritó, tan sorprendida que no podía moverse.

Luego me preguntó qué estaba haciendo aquí, y le hice un gesto para que mantuviera la voz baja y no despertara a los niños. Ella asintió en silencio. Cuando le conté lo poco que habían dormido esos niños, pareció sorprendida. Probablemente no lo sabía, y sin embargo, hizo mucho por ellos. Increíble. Le di una explicación simple de por qué estaba allí y luego le pedí que confirmara mi teoría de que estaba en una misión encubierta para el Ministerio.

—¡¿Oh?! ¿Por qué sabes que estoy en el Ministerio magia? —me preguntó.

Le dije que todo el mundo sabía dónde trabajaba, y luego dijo que la mayoría de la gente pensaba que el Ministerio la había contratado pero que no hacía ningún trabajo real allí. Cuando me enteré de Katarina Claes, antes de conocerla, pensé lo mismo. Pero después de ver realmente qué tipo de chica era… De ninguna manera. Lo que dijo después de eso fue tan sorprendente que no podía creer lo que oía.

—¿Fuiste atrapada?

Su explicación hizo que todo sonara aún más estúpido, y un suspiro escapó de mi garganta. La regañé por ser tan descuidada y ella pareció estar de acuerdo. Esta era la misma Katarina que se metió directamente en problemas durante la Asamblea, no hay duda de eso. Cuando me preguntó qué iba a pasar con los niños, le respondí con cierta dureza a propósito, con la esperanza de hacerle comprender la gravedad de la situación.

—Se venderán en el extranjero.

Se veía aterrorizada y quizás por fin entendió el peligro en el que se encontraba, así que seguí adelante y agregué: 

—¿Y por qué crees que estoy aquí de todos modos? No dejaré que estos niños sean vendidos.

Su rostro se iluminó de inmediato. Podía hojear las emociones a la velocidad de la luz. Le dije que tendría que esperar un poco más y ella me dio las gracias, agachando la cabeza de una forma que parecía muy sentida. A pesar de haber sido criada en ese nido de traición que es la sociedad noble, Katarina podía confiar en las personas muy fácilmente. Me preocupaba que esto pudiera causarle problemas, pero al mismo tiempo, era muy agradable tener a alguien que nunca dudase de ti.

—Siempre eres así, ¿cómo lo digo…? Ingenua.

—¿Hm?

Obviamente, no tenía idea de lo que quería decir. Le revolví el cabello, le pedí que nunca cambiara y luego comencé a caminar hacia la puerta. Ahora que Katarina era parte de la mercancía de los traficantes, tenía más razones para apurarme y salvarlos a todos.

—En realidad, también estoy preocupada por mi amigo. No sé a dónde lo llevaron —me informó mientras colocaba mi mano en el pomo de la puerta.

Ahora que lo pensaba, no había visto a su compañero de equipo en la habitación. Le aseguré que lo investigaría. Era una cosa más de la que preocuparse, pero fui yo quien declaró que me ocuparía de esta situación.

En primer lugar, tenía que encontrar al amigo de Katarina. Salí y fui a la habitación donde todos los matones de bajo rango pasamos el tiempo apostando, bebiendo o lo que sea, pero esta vez el ambiente era diferente. Todo el mundo estaba bullicioso. 

—¿Qué está pasando aquí? —Me acerqué a uno de los más conversadores y le pedí una explicación.

—Parece que alguien está tras nuestro rastro. Empaqueta esto, lleva eso… Los altos mandos quieren que traslademos toda nuestra base a otro lugar en medio de la noche, para que nadie nos vea. Realmente nos hacen trabajar como esclavos —se quejó locuazmente.

¿Podría ser el Ministerio el que estaba siguiendo sus huellas? ¿Encontraron esta cueva de ladrones? De todos modos, si estos chicos ya lo sabían y estaban listos para moverse, significaba que también tenían una muy buena red de información. Estaba aún más convencido de que su jefe debía ser una figura poderosa.

Ayudé a los demás a empacar mientras pensaba qué hacer. Incluso intenté preguntar por el compañero de Katarina, pero nadie en la sala sabía nada sobre dónde estaba. A todos estos chicos no les importaba mucho la gente, así que esto no me sorprendió mucho. ¿Y dónde estaba Arneau? ¿Lo habían atrapado? Tendría que usar el alboroto de los preparativos de la mudanza como cobertura para fisgonear todo lo que pudiera.

2 respuestas a “Katarina – Volumen 9 – Capítulo 3: El escondite secreto y una reunión inesperada (4)”

  1. Estoy más intrigada por saber cómo saldrán de esto, seguramente Katarina volverá a ser la salvadora junto a María. Esto se pone muy interesante. Gracias por el capítulo 💕💕

  2. Gracias por la traducción.
    Jo, que le habrá pasado a sora?
    Y lo más importante, llegará María para salvar el día o bakarina recordará que tiene un fenrir escondido en su sombra para hacer lo que le venga en gana?

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