La poseída hija del duque – Prólogo


Desde cierto diario de una doncella.

Hoy será otro largo día en el que no podré terminar antes. Hoy se cumplen tres años desde que empecé a trabajar en este lugar, pero el trabajo aquí sigue siendo duro. El señor y la señora son personas gentiles y educadas, pero la señorita es completamente irrazonable. Mientras que  grita por el mínimo disgusto, su puño sería la siguiente cosa en aparecer. Solo soy una linda doncella que solo puede sonreír educadamente mientras recibe esos abusos.

Semejante señorita por alguna razón se encontraba actuando extrañamente tranquila este día. No podría decir que repentinamente se volvió agradable o tímida. Solo podía ser descrita como “extraña”.

Desde el momento en que abrió los ojos hasta que los cerró por la noche, murmuraba incesantemente para ella misma cosas extrañas. Mientras miraba perpleja y preocupada ese comportamiento, un súbito grito escapó de sus labios. Lo más extraño fue que el grito no parecía dirigido a las criadas esta vez, y la señorita pareció volver a sus sentidos, girándose como si escapara de nuestras miradas.

Fue como si la niña de ayer fuera una mentira. En el caso de haber fallado en cumplir alguna expectativa probablemente seríamos culpadas y si tocamos algo con lo que no deberíamos estar involucradas, también seríamos culpadas.

Así, después de analizarlo, nosotras las doncellas decidimos no involucrarnos con el extraño comportamiento de la señorita de hoy. Y así, durante todo el día, las rarezas de la señorita solo se incrementaron mas y mas. Siempre hablando consigo misma, gritando de forma repentina.  Nosotras las sirvientas, tratábamos de ignorar esas cosas. Nos tomó un gran esfuerzo el simple hecho de responder con normalidad cuando nos llamaba.

Al final del día, la señorita simplemente fue a la cama sin pronunciar otra palabra. Ahora que lo recuerdo, aparte del comportamiento extraño, hoy fue sin duda mas pacifico de lo usual.

♦ ♦ ♦

En una habitación decorada de manera extravagante, el espacio fue llenado con diversos muebles. Todos ellos fueron cuidadosamente reunidos por el dueño de la sala. A través de trucos, trampas y algunas veces usando la autoridad de su padre, todas esas cosas fueron tomadas y coleccionadas en ese cuarto.

En un rincón de ese cuarto, el maestro se encontraba tirado sobre una gran mesa.

Con una larga cabellera rubia y un vestido extravagante, una chica de no más de quince años se sentó exhausta en la mesa con una expresión agotada plasmada en su rostro, ella parece estar murmurando, murmurando algo  para ella misma. Cosas como “Por que esto tenía que pasar”, y “esto es realmente molesto” escapaban de sus labios.

—Bueno, bueno, vamos a tranquilizarnos, ¿okay?

Lo que se escuchaba en su cabeza era una voz de una joven dama. Esa voz solo podía ser escuchada por la chica. Había estado hablándole todo el día sin cesar, blandiendo su nueva voz descubierta en la muchacha.

—Oyeeee, no me ignores, Lilia.

Lilia encaró a la chica que la llamaba, levantándose furiosa.

—¡Suficiente es suficiente! ¡Tu no puedes hacer esto o eso! ¡Nadie te dio el derecho de decirme que hacer!

—No, no. En realidad no estoy dándote órdenes, ¿cierto?. Son simplemente consejos.

La voz, por más enfurecida que Lilia se encontrara, continuaba teniendo un tono calmado en la conversación. Por el contrario, la voz parecía bastante alegre.

—En primer lugar, ¿qué se supone que debe significar tu consejo?.Te lo he preguntado innumerables veces , pero sigo sin entenderlo.

—¿No te he respondido todas las veces que has preguntado?. Ha este ritmo estás caminando hacia tu propia destrucción, lo sabes. ¿Significa ruina total, cierto?. Estoy aquí  para defenderte de semejante futuro, y salvar tu pescuezo, ¿sabes?.

—¡Ha!, ¿ruina?. No me hagas reír. No he hecho nada malo, ¿cierto?. Además, ¿cómo podría el clan de un Duque caer tan fácilmente?

La muchacha era la hija mayor de la familia de un Duque. Aparte de la familia real, cualquiera pensaría dos veces antes de enfrentarse a ellos. Al menos, en la generación actual, su poder se encontraba después del príncipe heredero.

En tal escenario, era imposible que el clan del Duque cayera.

—¿Por qué incluso te atreves a proclamar saber sobre estas cosas de todos modos?

—¿Por qué? Bueno…Soy un ángel quien puede ver el futuro. Deberías estar agradecida.

—Bueno, me pregunto cuales son mis planes para mañana

—Ignorándome, ¡como te atreves!. Esta bien, esta bien, en realidad no soy un ángel, pero en verdad puedo ver un poco el futuro, ¿sabes?

Ella podría tener un carácter distante, pero esa línea estaba teñida de seriedad. En el fondo, Lilia estaba sorprendida, y también mostró una expresión molesta al exclamar sus siguiente palabras.

—Si insistes tanto, entonces muéstrame algún tipo de evidencia de que tus predicciones son ciertas. Si puedes probarlo ante mi…Bueno, voy a poder confiar un poco en ti.

Lilia estaba segura de que tal cosa era imposible. Ciertamente la voz era la un ente extraño, pero aun así el predecir el futuro debería ser imposible. Sin embargo , la voz parecía encantada por las palabras de Lilia, riéndose de ella.

—¿En serio? Es una promesa, bien, aquí vamos…

La voz, aparentando estar sumergida pensando en algo, se quedo en silencio por un rato. Un pequeño suspiro sonó después de todo el silencio*. Mientras la esperaba, después de un tiempo la voz regreso.

—Aquí voy, una predicción de dos años en el futuro. La temporada será el inicio de la primavera, probablemente.

—Eso es bastante lejos en el futuro. Diré esto ahora pero, diciendo algo tan lejano no me hará reconocer tu habilidad.*

—Si, esta bien. Después de todo no debería haber ningún problema.

Insistía demasiado en tal cosa, ¿en verdad pasaría eso en dos años?. Lilia estaba ingenuamente interesada en saberlo, esperando por lo que vendría después. La voz se aclaró la garganta y diciendo esto:

—Durante la primavera en dos años en el futuro, entrando en tu último año escolar, experimentaras la ira del príncipe heredero, ganando su odio.

—¡Qu-…!

Los ojos de Lilia se abrieron de asombro. El príncipe heredero era su prometido. Para ser odiada por el príncipe, ¿cuál era el significado de eso? .

—Sabes que hay límites para tus tonterías…

La cólera se filtró en la voz de Lilia, pero la voz que estaba en su cabeza la ignoro, pareciendo estar disfrutándolo después de todo.

—Por supuesto que te entiendo. Seria genial para ti si resulta ser falso, por lo que no necesitas enojarte, ¿de acuerdo?

Ciertamente, pensó Lilia. Tenía la confianza de que esa predicción no se cumpliría. Y cuando probara que era falso la voz se iría por fin. Lilia asintió estando deacuerdo.

—Bueno, entonces, hasta que veamos el resultado, por favor mantente en silencio, ¿de acuerdo?

—De acuerdo, aunque me sentiré muy sola…Pero bueno. Por supuesto. Sería problemático si mis palabras fueran ignoradas todo el tiempo, así que estaré callada.

La forma en la que dijo esas palabras parecía captar algo en su mente, pero en lugar de pensar en ese sentimiento incomodo, continuó con la conversación.

—Bueno, pues adiós. Por favor no vuelvas nunca mas.

—Oye eso duele. Bueno, lo tengo. Adiós. Hablaremos dentro de dos años de nuevo.

Lilia frunció el ceño ante el desagradable tono divertido de la voz, quedando en silencio.

Después de eso, la misteriosa voz que la había seguido todo el día ya no se escuchaba. Las palabras de la voz la habían seguido molestando un rato, pero después de un mes se olvido de la mera existencia de la misma.

Y así llegó la primavera dos años después.

Y con ella una declaración del príncipe de que su compromiso:

Estaba oficialmente anulado.

2 respuestas a “La poseída hija del duque – Prólogo”

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