No quiero ser amada – Capítulo 209: Caso de asesinato

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Mientras su esposo roncaba fuerte en sus sueños, Leticia se levantó lentamente de su cama. Del cuerpo viejo y enfermo del marido, cubierto de hierbas, llegaba un olor abrumadoramente fuerte a menta.

Por eso su cuerpo olía así.

Leticia chasqueó la lengua y luego dejó caer una pierna por el costado de la cama. Mientras lo hacía, de entre sus piernas un líquido blanco turbio se deslizó por ellas. Si pudiera, se habría lavado esta cosa horrible en sus piernas de inmediato, pero podría despertar a su esposo, así que no lo hizo.

Leticia se puso un pijama y caminó hacia el sofá. Extendió la mano hacia el alcohol que su esposo no había terminado de beber el día anterior, pero se detuvo en seco. Sería bueno no beber durante un tiempo. Incluso para esta semilla, sería mejor para ella mantenerla dentro de su cuerpo el mayor tiempo posible. De esa manera, una vez que durmiera con el rey por una noche, podía argumentar que era su bebé después de todo.

Leticia recostó su cuerpo en la silla. Así es, no quedaba mucho tiempo para tener que hacer todo esto. No mucho después, estaría abrazada por el hombre que ocupaba la posición más alta del país y no por ese viejo decrépito.

El solo pensarlo la hacía sentir más feliz. Se sentía como si estuviera siendo recompensada por todo lo que había sufrido. Si ella podía robar el corazón del rey mientras él y la reina no estaban en una buena relación, entonces todos los que la señalaron diciendo que era una huérfana y una hija ilegítima la mirarían con celos en sus ojos. Planeaba vengarse de todos ellos por todo el sufrimiento por el que había pasado una vez que llegara a ese punto. Por supuesto, la reina sería la primera persona en ser castigada.

Mientras la imaginación corría por su mente, de repente escuchó ruidos fuertes del exterior. Leticia miró hacia la puerta con una expresión molesta en su rostro. ¿Qué estaban haciendo los sirvientes a esta hora para provocar tanto alboroto?

—¡Señor, señora!

El mayordomo irrumpió en la habitación. Leticia se levantó de su asiento y gritó bruscamente.

—¡Tú! ¿Cómo te atreves a entrar…?

—¡Señora, hay una emergencia! ¡Los soldados están asaltando la mansión!

Los fuertes ronquidos cesaron de repente. El vizconde Olbach, que finalmente se despertó con las palabras del mayordomo, se apresuró a levantarse en la cama.

—¿Qué? ¿Q-Qué acabas de decir? ¿Soldados?

—Oh, señor. No solo son soldados, sino que es el ejército real…

Antes de que el mayordomo pudiera siquiera terminar sus palabras, unos hombres armados aparecieron detrás de él. El mayordomo dejó escapar un grito ahogado antes de correr hacia la esquina y esconder su cuerpo.

Sin embargo, Leticia los miró como si aún no se diera cuenta de la situación. Tal como dijo el mayordomo, el símbolo grabado en su armadura de pecho era definitivamente uno que simbolizaba el ejército real.

¿Por qué estarían aquí? Mientras pensaba que su marido debía haber cometido un grave error, sonó una voz.

—¿Es usted la señora Leticia Olbach?

No era el nombre de su marido, sino el suyo. Leticia volvió la cabeza con los ojos muy abiertos. Los extremos afilados de las espadas que sacaron los soldados apuntaban hacia ella. Finalmente se dio cuenta de que la persona a quien el ejército vino a arrestar no era a su esposo, sino a ella.

—E-Es cierto que soy la señora Leticia Olbach…

De inmediato, el soldado hizo un gesto con la barbilla y otros dos se acercaron y la agarraron por ambos brazos. Luego comenzaron a llevarla a rastras.

—¡D-Déjame ir! —gritó fuerte mientras luchaba—. ¿Cuál es la razón por la que me arrestan? ¡Cómo te atreves a poner tus manos sobre un noble como yo!

—La tomamos como sospechosa de un caso de asesinato.

Al escuchar eso, la lucha de Leticia se detuvo por un momento, y sus labios temblaron.

—¿Caso de asesinato?

—Estamos hablando de su padre y de la esposa del vizconde Olbach. Además de eso, recientemente también intentó asesinar a la reina.

Maru
Bueno, me gusta bastante que haya movido ficha y haya empezado a solucionar problemas. Eso es un punto positivo para Igor.

8 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 209: Caso de asesinato”

  1. …es triste… Que tuvieran que sufrir tanto en la otra vida por la envidia que les tenía Leticia…. Espero que se termine pronto y Rhianna se de cuenta que si es amor de verdad …

    1. Enserio no se cómo agradecer su trabajo son lo máximo, y efectivamente yo creo que hay que seguir la trama para entender realmente a Igor puede. Odiarme pero el tiene algo que me encanta ♥️♥️♥️♥️

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