No quiero ser amada – Capítulo 36: Sufrir el mismo destino

Traducido por Maru

Editado por Sharon

---

—¡Maldición! —El marqués Preibus maldijo cuando pensamientos sombríos invadieron su mente.

¿Qué pasaría si… el rey de Arundell realmente buscara la mano de la princesa en matrimonio y luego se enfureciera al ver a Rihannan? Toda la ira acumulada se colocaría sobre su sobrina. No, él no lo permitiría. Él no podría; él no lo haría.

—Rihannan es incompetente para la tarea. Es una persona débil y frágil que sufre pesadillas hasta el día de hoy. Ella no podrá llevar el título de reina. Por favor, piense de nuevo —rogó el marqués.

—¿Prefieres que mi hermana, mi única hermana, sufra? —Los ojos dorados del príncipe heredero se enfriaron.

Los nobles cercanos que vieron su rostro endurecido de acero respiraron en silencio.

—Eso es… —El marqués Preibus trató de inventar palabras de defensa, pero estaba perdido. Al final, cerró la boca porque sabía que una mayor resistencia solo conduciría a mayores consecuencias para él y su familia.

—No se preocupe demasiado, marqués. Tu sobrina vivió en Arundell cuando era niña. Está acostumbrada a su cultura. Ella no tendrá dificultades para adaptarse.

—Sí, esta es la mejor situación que podríamos esperar. Rihannan es a la vez de Crichton y de Arundell. Este hecho no puede ser absuelto. Y además, he escuchado que muchos de los nobles de Arundell tienen algo por la belleza. Estoy seguro de que su rey estará satisfecho con la apariencia de Rihannan. No te preocupes, ella vivirá bien.

Las palabras presentadas por los nobles con los medios para consolar al marqués solo despertaron su ira. Si su hija fuera llevada a Arundell como rehén, una herramienta y un simple peón, ¿podrían decir esas cosas casualmente?

—Entonces procedamos a enviarla a Arundell —dijo el príncipe heredero.

Con su declaración, el marqués no pudo hacer nada más que permanecer en silencio y ver a su sobrina convertirse en la novia del rey de Arundell sin su consentimiento y conocimiento.

♦ ♦ ♦

Cuando Rihannan regresó a la mansión desde el palacio real, el marqués Preibus y Dimitri habían regresado hacía mucho tiempo y se habían establecido en la sala de estudio para hablar. Aún no habían cenado. Rihannan tenía una mente llena de preguntas sobre el repentino matrimonio de la princesa con Igor, pero simplemente no podía entrar, así que esperó afuera y recordó la conversación que tuvo con Helena.

—Arundell ha exigido un matrimonio nacional con la princesa como estaca por derrotar a los buques de guerra navales de Chrichton…

Al escuchar el anuncio melancólico de la vieja niñera, Helena retrocedió en estado de shock. Rihannan y la vieja niñera la ayudaron a levantarse y la hicieron tomar un vaso de agua fría para calmar sus nervios.

Estallando en lágrimas, Helena dijo:

—Rih… Rihannan, ¿qué hago? ¿Tendré que ir a Arundell como rehén?

—No, princesa. No va a suceder. —Rihannan rápidamente consoló a la princesa—. Debe haber otra forma.

Horas después, ella regresó a la mansión. Y tan pronto como llegó, quiso confirmar si lo que la vieja niñera dijo era cierto de su tío, pero aún no había salido de la sala de estudio con Dimitri.

Estaba inquieta y tenía problemas para quedarse quieta.

Rihannan nunca había esperado esto.

Igor, qué hombre tan cruel era. Había calculado que Crichton no sería capaz de hacer nada a sus espaldas si se casaba con su princesa.

Si Crichton hacía algo tonto, seguramente cortaría a su esposa. Rihannan confiaba en esto. No le importaría dejar caer a Helena en un santiamén porque le había hecho lo mismo.

Rihannan suspiró profundamente, sintiéndose culpable. El futuro había cambiado y la princesa sería la que enfrentaría el destino del sufrimiento. Si tan solo pudiera encontrar una manera…

—Señorita, ¿no cenarán el marqués y el señor Dimitri? —Mary miró a Rihannan preocupada.

—Mary, dame algo simple. Tomaré sus comidas y se las llevaré.

—Sí. —Mary asintió y se alejó.

Un rato después, Rihannan estaba en la puerta con una bandeja llena de pan, sopa y carne simple preparada. Llamó pero no hubo respuesta. Suspirando, abrió la puerta sin permiso.

En ese momento, la voz de Dimitri sonó en voz alta.

—¡¿Esto tiene sentido?! ¡¿Por qué Rihannan debería ir a Arundell como rehén en lugar de la princesa?!

La bandeja que sostenía cayó al suelo. El marqués y Dimitri volvieron la cabeza al mismo tiempo y vieron la figura de Rihannan de pie junto a la puerta.

—Rihannan… —la voz del marqués se apagó.

Los platos y el fuerte clamor de la bandeja enviaron a las criadas corriendo, incluida Mary. Vio a Rihannan parada entre los pedazos rotos de vidrio.

—Señorita, es peligroso. Vamos por este camino —dijo apresuradamente.

Rihannan levantó la mano y le hizo un gesto a Mary.

—No, está bien. No tienes que hacerlo. Estoy bien.

—Pero…

—El desorden se puede limpiar más tarde. Todos afuera. Ahora.

Mary y las otras criadas intercambiaron miradas. Era raro que Rihannan les ordenara. Pero hicieron lo que ella les indicó y se fueron, cerrando la puerta silenciosamente detrás de ellas.

Rihannan dio un paso adelante hacia Dimitri y su tío.

—¿Qué dijiste? ¿Me voy a Arundell en lugar de la princesa?

—Ah… Rhia… —Dimitri rápidamente se acercó a ella y la abrazó. Él acarició su cabello plateado, un gesto de amor—. No te preocupes. Nunca irás a Arundell. Me aseguraré de eso.

A diferencia de la seguridad de Dimitri, su tío tenía una cara llena de agonía. No importaba cuán duro escondiera sus frustraciones, Rihannan podía verlo.

le dio unas palmaditas en la espalda a Dimitri y lo miró; él dio un paso atrás.

—Explícame en detalle, tío, cómo sucedió esto —dijo, dirigiéndose a su tío.