¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 114: Ella y la invitación a una cita

Traducido por Lucy

Editado por Ayanami


Hace varias horas que me recluyo en la cocina. Debería haberme ido a primera hora de la tarde, sin embargo, pronto será de noche. Es hora de preparar la cena. Con esto en mente, los cocineros encargados de los preparativos volvieron a sus puestos, lamentándose. No debo molestarlos más. Así que decidí terminar mi trabajo por hoy. De lo contrario, tengo la sensación de que el Jefe y el Vicejefe de Cocina que están a mi lado no volverían a sus puestos. Como era de esperar, no puedo permitir eso. Traté de decirles que continuaremos a partir de mañana, pero con la conmoción que surgió en la cocina, me detuve de manera espontánea.

—¿Qué sucede?

Los ojos de todos los cocineros se tiñeron de sorpresa. Todos miraban hacia la entrada de la cocina. Cuando seguí su mirada, Freed estaba allí, mirando atento en mi dirección. Cuando nuestros ojos se encontraron, dejé de moverme. Al verme así, los ojos de Freed sonrieron. Detrás de él estaba Glenn, quizás como su guardia.

—Lidi.

Como si esperara a que le prestaran atención, Freed pronunció mi nombre. Su voz sonaba tan dulce y su mirada era tan encantadora, que mis mejillas se encendieron. Ignorando al personal de la cocina, confundido por la repentina aparición del Príncipe Heredero, Freed caminó con tranquilidad. Los cocineros le abrieron paso. No acostumbrados al aura real de Freed, afectados por ella, todos se arrodillaron de manera inconsciente, uno a uno. Su presencia al pasar junto a ellos era demasiado abrumadora. Como era de esperar… Con docenas de hombres inclinando la cabeza ante él y Glenn siguiéndole, Freed exudaba la presencia de un gobernante con exactitud.

Era tan genial que me quedé mirando fascinada. Sin remedio, mi filtro de doncella sigue en la forma perfecta habitual.

—Estaba preocupado ya que es demasiado tarde.

Habiendo llegado hasta mí, lo dijo con una sonrisa. Mientras acariciaba con suavidad mi mejilla, mi comportamiento se volvió extraño. Quiero que la violenta palpitación se detenga. No es en absoluto mi imaginación que durante el último tiempo el contenido de azúcar de Freed no ha hecho más que subir. Haciendo algo así, quiere que muera de agonía.

—Yo, lo siento. Fue demasiado divertido. Más interferiría con la preparación de la comida, así que pensé en irme hace poco…

—¿De verdad? Entonces, he llegado justo a tiempo. ¿Volvemos juntos? Aunque he vuelto a mi habitación habiendo terminado el trabajo, como Lidi no estaba he venido a recogerte.

—Eh, ¿ya has terminado?

Todavía era de noche. Pensé que no terminaría tan rápido, pero Freed asintió.

—Hice lo que pude porque quería pasar más tiempo con Lidi. Pero eso no significa que haya recortado gastos. Más bien fui más minucioso que de costumbre, así que no tienes que preocuparte.

—Ya veo…

Ahora, nos vamos, como siempre rodeó mi cintura con su brazo. Como trató de llevarme lejos de inmediato, le di un golpe en el brazo con prisa.

—Oye, está bien si nos vamos, solo espera un momento.

—¿Lidi?

Aliviada de que mi voz le impidiera a Freed moverse, me dirigí a Bart.

—Lo siento. Lo he molestado durante un tiempo demasiado largo. Lo que les dificultará los preparativos de la cena, así que por favor discúlpeme.

Bart, que estaba de rodillas al igual que los otros cocineros, levantó la cabeza y la sacudió en señal de negación.

—No, somos nosotros los que debemos agradecer la valiosa experiencia. Maestra. El daifuku nos ha conmovido en profundidad. Um… Si es posible, ¿podría venir aquí mañana también?

—¿Puedo?

Es justo lo que quiero. Cuando dije eso con alegría, Bart y el Vicejefe de Cocina aún de rodillas asintieron a la vez.

—Por supuesto. Por favor, venga a cualquier hora. Um, todavía soy incapaz de hacer yōkan… Si es la maestra, siempre le daremos la bienvenida.

—Gracias. Entonces, ¿podría refrigerarlo? Vamos a probarlo todos mañana.

—¡Sí! ¡Estaremos esperando!

Ante mis palabras, los ojos de Bart brillaron. Le entregué el yōkan recién hecho. El proceso está casi terminado. Lo único que queda es refrigerarlo. Bart recibió el yōkan como un tesoro. Ahora que lo pensaba, cuando mostré por primera vez el daifuku que hice, causó un alboroto entre todos. Thomas y Lars también, parece que los cocineros suelen emocionarse mucho.

—Por favor, hazlo. Nos vemos mañana, vendré a la misma hora. ¿De acuerdo?

Con eso me volví hacia Freed, aunque sonrió con amargura, asintió.

—No se puede evitar. Si dijera que es imposible, todos se resentirían conmigo.

—Seguro que no. Pero, gracias.

Cuando le agradecí a Freed con una sonrisa, feliz de que mi deseo fuera respetado, él esbozó una sonrisa el doble de dulce. ¿Qué debo hacer…? La sonrisa chispeante de Freed era tan radiante que no podía mirarla directamente. No puedo creer que haya considerado soportarlo hasta ahora. Ahora que soy consciente de que lo quiero (de forma provisoria), mi filtro de doncella lo hace parecer un 50% más genial. Maldita sea, filtro de doncella, ¿no estás trabajando demasiado en el último tiempo? Me pregunto si mi cuerpo aguantará así. Aah, estoy mareada. Quiero confesarme con Freed y abrazarlo. Me sorprendió que hubiera pensado en eso. Un puente colgante, claro. Esto también puede ser la influencia del puente colgante. ¡No pierdas, yo! Recordando eso, aguanté con frenesí. Esto puede ser una fiebre temporal. Incluso si estoy así ahora, en unas semanas, no, meses hay una posibilidad de que se calme. Si empezó con un puente colgante, es una situación completamente comprensible. No he decidido averiguar con cuidado si es cierto porque odiaría que resultara así. No debo confesar antes de tiempo. De alguna manera, me convencí a mí misma. Todavía no es el momento. Aguanta hasta convencerte. Haz lo mejor que puedas, yo.

—Volvamos a la habitación…

De alguna manera logré controlarme y llamé a Freed. Mientras él asentía, todos los cocineros nos despidieron al salir.

♦ ♦ ♦

—Es la primera vez que veo esas miradas en el castillo.

—¿Nn?

Mientras hablábamos juntos en el camino de vuelta a su habitación, Freed dijo eso como si estuviera recordando algo. Gleen, que lo había guiado a la cocina, se separó de nosotros hace algún tiempo, así que ahora solo somos nosotros dos. Parecía que todavía le quedaba algo del trabajo de comandante de la orden de caballeros. Se rió diciendo que hoy haría horas extras.

—Se trata de los cocineros. Cuando vine por Lidi, sentí como si me mataran a tiros. Como si fuera un estorbo. Siendo sincero, ¿no saben que no se debe apuntar con esos ojos al Príncipe Heredero?

—Vaya…

No quiero que Freed, que los sometió con su desbordante aura de Príncipe Heredero, me diga eso. Mientras lo miraba tenía esos pensamientos, él tenía una sonrisa de verdad feliz. Aunque dijo eso, no parece importarle en absoluto. Por eso respondí con ligereza.

—Los cocineros son solo gente así. Todos se enorgullecen de su cocina. Si se trata de cocinar, su codicia no tiene límites.

—Tienes razón. Creo que los artesanos son así, no importa dónde. Por eso estaba preocupado.

Una vez que cortó sus palabras, Freed me miró. Me pregunto si es mi imaginación que sus ojos parezcan un poco sorprendidos.

—Nunca hubiera pensado que someterías a todo el mundo el primer día o que conseguirías que el Jefe de Cocina te llamara maestra.

—¡E-Eso es…!

Maldita sea, lo ha escuchado. Pero, ya no se podía evitar. En primer lugar, ya era peligroso cuando hice daifuku. Agar fue el golpe decisivo. Mientras hacía yōkan, les presenté a ellos, que no tenían ni idea de cómo usarlo, varias recetas que utilizan agar, sin embargo, me quedé absorta en él. ¿Es que nunca aprendo? Por desgracia no, no tengo nada que replicar. Primero la cocina de mi mansión, luego el restaurante en la ciudad, y ahora esto. ¿A quién se llama maestra en cada uno de ellos? Yo.

—Uuh, aaah.

Al verme soltar jadeos sin sentido, Freed se rió.

—Está bien mientras a Lidi no le disguste. También vas a ir mañana, ¿verdad?

—Sí.

—Lidi parece contenta, así que está bien si haces lo que quieres… Pero, eso sí, ¿podrías apartar un día para acompañarme?

—¿Acompañar? Está bien, pero ¿a dónde?

Cuando le pregunté a Freed en respuesta a su inusual voz, asintió.

—Estoy pensando en ir a patrullar la ciudad. Así que he estado pensando en si podrías venir, si te parece bien.

—Patrulla… ¿Pasearás por el pueblo con una gran comitiva?

Cuando ladeé la cabeza preguntándome si esas acciones tendrían sentido, sacudió la cabeza en señal de negación.

—No es eso, iré de incógnito bajo un disfraz mágico. No tendría sentido que me expusiera como el Príncipe Heredero. Hasta ahora he ido varias veces, sin embargo, esta vez no estaría solo, y podría visitar las tiendas con Lidi. Estamos comprometidos y, sin embargo, nunca hemos tenido una cita.

—¡Iré! Quiero ir.

¡Una cita! Podría decir que me emocioné demasiado con ese sonido. ¡Una cita con Freed en la ciudad! Uwaaah. Sólo de pensarlo me emocioné. Es vergonzoso, pero nunca había tenido una cita al aire libre en mi vida anterior. Siempre había tenido citas en interiores con mi novio. No estoy insatisfecha, pero no puedo decir que no lo haya anhelado. Me sentí tan feliz al ver mi deseo realizado de esta manera que quise gritar de emoción. Cuando me incliné de inmediato, la sonrisa de Freed se intensificó.

—Ya veo, me alegro de que estés contenta. Entonces, hagámoslo pronto. ¿Lidi ha estado en la ciudad? ¿Conoce alguna buena tienda?

—¡Sí! ¡Hay una pastelería deliciosa! Y luego, la tienda general… Uwaah, estoy deseando que llegue.

Recordé la pastelería que no había visitado hace mucho. Allí se vende un magnífico pastel de queso sin hornear. Desde el compromiso, tampoco he ido mucho a mi tienda general favorita. Pronto llegarán nuevos productos. Hay un montón de sitios a los que quiero ir. Cuando hablaba con entusiasmo de esto y aquello, recibí un golpe en la frente. Sí, no dolió, pero me devolvió a mis sentidos.

—¿Freed…?

—Oye, sé que estás contenta, pero cálmate… Después de todo, a pesar de los rumores que corrían sobre tu débil constitución, habías salido a la ciudad. Bueno, pensé que sería así cuando dijiste que eras amiga de la bruja.

—Ugh…

—Si no, no tendrías ningún punto de contacto, —me quedé sin palabras al escuchar eso. Mientras ponía una expresión incómoda, Freed me acarició la cabeza e hizo una sugerencia.

—Entonces, ¿debo hacer qué Lidi me guíe cuando vayamos a la ciudad? También hay lugares a los que quiero ir, pero por lo demás puedes hacer lo que quieras. Te haré compañía.

—¿De verdad?

Contenta de que Freed no ahondara mucho en el tema, y por el contrario me dijera que estaba bien ir a donde yo quiera, una sonrisa llenó mi rostro. No podía evitar las ganas de pasear con él por la ciudad. Uwaah, es una cita. Una cita. Estoy feliz. Cuando miré a Freed con mucho ánimo, él entrecerró los ojos, y con un “muack” dejó caer un beso en mi frente.

—¿Hyan?

Con pánico, me cubrí la frente. Cuando volví a mirar a Freed, reprochándole que lo hiciera en ese lugar, sonrió con torpeza.

—Si estás tan contenta de salir a la ciudad, habría aprovechado la oportunidad antes. Pero, nunca le muestres una cara tan linda a alguien que no sea yo. De lo contrario, me volveré loco por los celos.

—Tú…

Aunque me digan eso, no lo entiendo. ¿Qué clase de cara estoy poniendo? Al inclinar la cabeza, Freed me abrazó. Como habíamos entrado en los aposentos reales, no había nadie alrededor, pero aun así, como era de esperar, resultaba embarazoso que te abrazaran con fuerza en un lugar así.

—¿Freed?

Acurrucada entre sus brazos, la sangre se me subió a la cabeza. Mi corazón latía fuerte. Mientras entraba en pánico, incapaz de calmarse del todo, Freed me pellizcó la nariz.

—¿Fuah?

—¿De verdad no eres consciente de la cara que has puesto al sonreír? Sonrojarse tan feliz y no darse cuenta, después de todo Lidi tiene una naturaleza pecaminosa.

Es porque estaba feliz de salir con Freed… Sea como fuere, no había forma de decirlo, así que, por ahora, me reí un poco. Sin embargo, esto es un gran problema. ¿He puesto una cara tan feliz…? Tal vez, incluso sin decir nada es sólo una cuestión de tiempo antes de que me exponga…

Recordando que tengo un carácter fácil de entender, bajé la cabeza. Así, puedo ocultarlo hasta que llegue a la conclusión con seguridad. A escondidas de Freed exhalé un suspiro.

El día que lo reconocí como mi amado (provisional). Desde el primer día me puse ansiosa por el futuro.


Lucy
Por una parte, quiero agarrar a Lidi y cachetearla hasta que se de cuenta de sus sentimientos por Freed, por otra parte, siento que es realmente responsable por su parte el esperar a confirmarlo antes de crearle falsas esperanzas...

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