¡No quiero ser Princesa! – Extra 1 – Historia paralela 30: El salario de Shinigami

Traducido por Lucy

Editado por Nemoné


Aquel día, la princesa me llamó con una cara demasiado seria.

—Caín, ven aquí un momento.

—¿Qué?

Gracias al efecto del contrato, sé cuando la princesa me llama. Cuando aparecí de inmediato, habiendo estado por fortuna cerca, la princesa me instó a sentarme en el sofá. Estaba algo inquieta.

—No, está bien.

Cuando me contuve y la insté a hablar, la princesa se puso en marcha.

—Te he hecho esperar mucho tiempo. Porque por fin se me ha ocurrido la idea, Caín, ¡me gustaría darte tu sueldo hoy mismo!

—¿Ja? ¿Salario?

Cuando le pregunté por la inesperada palabra, la princesa asintió despacio. Su cara era más seria de lo que podía esperar.

—Porque, Caín, estás ligado a mí por un contrato de amo-sirviente, ¿verdad? Entonces creo que es natural que tenga la obligación de pagar el salario por tu trabajo, Caín.

Estupefacto, negué la cabeza ante la princesa que hablaba con seriedad. Es un hecho que nunca se me pasó por la cabeza.

—No… Eso no puede ser cierto, pero soy yo quien impone.

Soy consciente de que he obligado a la princesa, que dudaba porque quería ser amiga, a hacer algo poco razonable al hacer que me contratara. Además, tengo cero intención de que ella pague mi salario. No es que me preocupe mucho el dinero… Por eso negué con la cabeza que no lo necesitaba, pero la princesa siguió sin estar convencida.

—No puedes. Fui yo quien aceptó. Por eso quiero cumplir con mi papel de maestra lo mejor posible.

—No estoy muy preocupado por el dinero…

Como último recurso, respondí con sinceridad. Tengo la llamada herencia heredada del clan Hiyuma. Ahora mismo, solo tengo una parte a mano, pero si quisiera volver a cobrarla, está bien escondida. Aunque la cantidad pesa en mi mente, es suficiente como para poder vivir con facilidad toda mi vida mientras hago el tonto. De verdad no estoy preocupado. Por eso, revelé por qué no lo quiero, aún así, la princesa no asintió. Es lo que yo sabía, pero ella es bastante terca.

—No puedes. No se trata de tener dinero o no. Se trata de ser correcto. Oye, Caín. Yo lo preparé, así que tómalo.

Me quedé helado cuando la princesa sacó una bolsa abultada. No importa cómo lo mire, es demasiado. Y, es simple predecir que este dinero es tal vez la asignación de sus padres. La princesa está usando el dinero que ahorró por mi bien. Argumenté frenético que no podía dejarla hacer eso.

—Mira, es el dinero que tus padres prepararon de manera generosa para la princesa, ¿verdad? Estoy bien, así que no lo uses por mi bien.

Intenté negarme con eso, pero la princesa se rió diciendo que no era eso.

—Está bien. Este es el dinero que he ganado. Sabes que hago dulces que son novedosos en este país, ¿verdad? Gano bastante gracias a ello.

—¿Ja?

—Ah, pero mantenlo en secreto para papá. De hecho, he hecho varias cosas.

Mientras la princesa reprimía su risa, me sorprendió. Intenté preguntar en detalle, pero al decir que era un secreto por ahora, ella lo pasó por alto.

—Por eso tengo suficientes ingresos, así que no tienes que preocuparte. No he pensado en algo tan grosero como pagar a Caín con el dinero de mis padres. Si sólo se trata de Caín, puedo mantenerte.

La maestra que sonrió para dejárselo a ella con el pecho hinchado de orgullo era demasiado deslumbrante. Solo miré a la princesa, mareado. Después de un solo asentimiento, la princesa continuó.

—Al fin y al cabo, también era así en el periodo de los Estados Guerreros, pero hay que pagar un sueldo a los ninjas. Me alegro de los sentimientos de Caín, pero una evaluación concreta también es importante. No se podía comprar la vida o la lealtad con dinero, aún así demostrará lo mucho que te valoro, ¿verdad?

La princesa lo dijo como si no fuera nada. De verdad, el género con el que nació no estaba mal. A veces, como ahora, dice algo incomprensible como “ninja”, pero ella actúa de acuerdo a sus creencias. Tal vez este caso también es un ejemplo de eso. Instado muchas veces, recibí con timidez el objeto presentado, pero su gran peso hablaba de la considerable cantidad de dinero que había dentro.

—Al fin y al cabo, no puedo tomarlo… Lo mire como lo mire, es demasiado.

—No es mejor que si piensas que es demasiado poco. Eso solo significa que valoro a Caín más de lo que crees… Oye, porque perderé mi posición, no lo devuelvas, ¿está bien?

Si me decía tal cosa con una sonrisa amarga, ya no podía negarme. Mientras lo guardaba a regañadientes en mi pecho, la princesa asintió como aliviada.

—Sí, está bien… Oye Caín, creo que es esencial recibir el salario correspondiente por el trabajo, ¿de acuerdo? Así que no dudes en recibirlo a partir de ahora.

Incapaz de mirar a la princesa que dijo eso con una sonrisa amable, por reflejo, agaché la cabeza. Irresistible… Ella me aceptó a mí y al contrato. La princesa me dio más que suficiente. No había nada que desee además de esto. Y sin embargo, me dio más, como si no fuera suficiente. No era el dinero… Más que nada, estoy feliz de que ella piense con seriedad en mí de esta manera. Con este asunto podía entender que ella pensaba de manera cuidadosa en mí.

Este hecho es la mayor recompensa para mí. Sentí que mi pecho se llenaba y cerré los ojos con fuerza. De lo contrario, lloraría. Respiré silenciosamente de manera profunda y calmé mis sentimientos de excitación.

Entonces levanté la cara y dije a la princesa, que tal vez no lo entendía.

—Cielos, la princesa es demasiado genial.

Después de todo me alegraba de haber elegido a la princesa. Con ese fuerte sentimiento, renové mi determinación de protegerla hasta el final.

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