Traducido por Akatsuki
Editado por Sakuya
Un grupo de hombres, vestidos de negro, se acercaban de forma rápida a la pelea.
— ¡Príncipe Heredero!
Aquella voz pertenecía a Wu Wei, quien no había visto al príncipe por muchos días y, tras ella, cientos de personas que llevaban un loto de sangre bordado en sus ropas. Con su participación en la batalla, todo terminó rápidamente.
Los soldados, al verlos por primera vez, casi gritaron en voz alta, pero al ver el bordado se calmaron. Esto se debió a que eran los bandidos de la montaña que habían visto aquel día. Pero ahora cada uno vestía ropa negra con un loto de sangre bordado en el hombro. Como había muchas personas, Shang Wu Xin se retiró a un lado para observar a las personas que Wu Wei había entrenado. Después de observarlos por un tiempo, ella estuvo satisfecha con los resultados.
Luego de terminar con los enemigos, Wu Wei y los hombres que trajo, se arrodillaron y con voz firme gritaron: — ¡Saludos al Príncipe Heredero!
Los bandidos estaban un poco asustados, pero mostraban respeto al Príncipe Heredero. Ellos tenían muchas habilidades y eran muy buenos con cada una, pero esta vez cada uno fue entrenado hasta que le salieran ampollas en las manos. Sin embargo, sólo sentían calidez y respeto, sabiendo que ahora la razón de su vida era servir al Príncipe Heredero. Ya no serían más los bandidos que todos despreciaban, ahora eran personas dignas para mostrar sus habilidades.
—Levántate, ¿todos están aquí? —Preguntó Shang Wu Xin.
Ella había recorrido toda la montaña ese día, pero si realmente eran todos, no deberían ser solo ellos.
—No. —Wu Wei raudamente negó al tener miedo de que el Príncipe malinterpretara su trabajo. —Estas son las personas con mejores resultados del entrenamiento, así que los traje conmigo. Todos los demás aún continúan entrenando y muy pronto estarán listos para servir al Príncipe Heredero.
—Traten a los heridos. Si se requiere de tiempo, nos quedaremos. —Ordenó Shang Wu Xin.
Ella sabía cuán hábil eran los soldados que la acompañaban. Pero esta noche, vio las capacidades de cada uno, tenían una buena coordinación y una fuerte capacidad en combate. Si alguien quisiera tener una fuerza similar, tendría que pasar mucho tiempo entrenándolos.
—Este… No es un ejército ordinario de Yu Lin. —Leng Yu Feng pensó para sí y se lo hizo saber al Príncipe Heredero que estaba a su lado.
Huan Mo Che opinaba lo mismo.
—Nadie en las capitales sabe sobre el ejército de Yu Lin. Pero esta vez aparecieron junto al Príncipe Heredero. No sé si…
Shang Wu Xin sabía que estás dos personas se estaban recordando a sí mismas que debía prestarles atención. Ella no dijo nada y miró en dirección a la capital imperial. Entonces, sintió un ligero calor pasar cerca de su frío corazón.
Padre Imperial, estuviste muy atento.
Justo cuando aún sentía incomodidad en su corazón, escuchó las voces de Wu Ju y Wu Wei gritándole no muy lejos.
— ¡Príncipe Heredero! ¡Cuidado!
Se puso en alerta y logró escuchar el sonido de algo viniendo hacia ella. Venía demasiado rápido y no podría evitarlo, entonces descubrió que estaba sujeta por un abrazo lleno del olor del sol y entonces, escuchó el sonido de un arma con filo insertándose en la carne, liberando así, el olor de la sangre.
—Príncipe Heredero, ¿se encuentra bien?
Mientras ella se preocupaba de cómo terminó entre los brazos de otra persona, una voz llena de preocupación se escuchó por encima de su cabeza.
Shang Wu Xin miró hacia arriba, y se encontró con la barbilla afilada y los labios delgados de Leng Yu Feng. Todo su cuerpo estaba siendo cubierto por él, mientras sus ojos brillaban de manera que ella no entendía.
Huan Mo Che había usado su abanico para matar al enemigo que había pretendido estar muerto. Cuando descubrieron que el Príncipe Heredero estaba en peligro, tanto él, como Leng Yu Feng lucharon por primera vez para protegerlo, pero él estaba lejos del Príncipe y solo podía ver como su amigo lo abrazaba para protegerlo. Solo un paso… un paso más lejos.
— ¡Yu Feng! —Huan Mo Che se acercó rápidamente a Leng Yu Feng, Shang Wu Xin que se liberó, camino detrás de él y encontró una herida en la espalda de Leng Yu Feng. Si él no la hubiese protegido, aquel proyectil le habría quitado la vida.
Shang Wu Xin usó sus dedos para revisar la herida, luego soltó un suspiro de alivio y dijo: —No hay veneno. No es bueno sacar la flecha en este lugar. Sube al carruaje. —Luego de eso, Huan Mo Che ayudo a Leng Yu Feng a subir al carruaje.
—Estoy bien. —Leng Yu Feng se sentó en el carruaje, aunque su frente estaba fría y sudorosa, no emitió ninguna queja.
La expresión de Shang Wu Xin no cambio, era fría como siempre.
—Este Príncipe sabe que estás bien. Este Príncipe sabe que si en ese momento no hubieses tomado medidas. Este Príncipe estaría muerto.
—Yo… —Leng Yu Feng quería decirle algo, pero no sabía qué. Cuando vio al enemigo apuntando al Príncipe Heredero, no lo pensó demasiado y fue tras el Príncipe. En su corazón había solo un pensamiento que se repetía a cada momento. No dejes que lo dañen. No dejes que dañen al Príncipe Heredero…
Shang Wu Xin rasgó la ropa de Leng Yu Feng y le ordenó: —Soportarlo.
Luego, le extrajo rápidamente la flecha. Y la sangre se deslizó sobre sus dedos. Huan Mo Che sacó su pañuelo y ayudó al Príncipe a limpiarse.
Como el carruaje solía pertenecer a Ye Yi Zhe, está contenía muchas medicinas en su interior. Shang Wu Xin tomando una de las botellas, derramó un poco sobre la herida de Leng Yu Feng deteniendo el sangrado.
Esto fue yaoi en oro puro!!!
Gracias por el capitulo