Riku – Capítulo 72: Estupidez

Traducido por Gorrión

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


―Bueno, no lo haré difícil para ti. Deberías calmarte.

Mientras manejaba el cristal con su única mano, Riku mostró una sonrisa.

El tono de su voz era muy gentil y su expresión calmada. El cambio era tal que cualquier que la hubiera visto en el campo de batalla como Vrusto no podría reconocerla.

Eso hacía que Riku diera más miedo.

Mei Asuteroid temblaba mientras se aferraba a la pared más alejada de la entrada. Riku había perdido uno de sus brazos en batalla hace un tiempo. Si estaba sosteniendo una taza de té, significaba que ella inevitablemente no podría sostener su alabarda, que ahora estaba justo al lado de ella.

Si Mei fuese a correr a toda velocidad en este momento, tal vez podría escapar de Riku, que mantenía guardia baja.

Pero, no podía hacerlo.

―¿Cuál es el problema, Mei Asuteroid? No lo tomes tan en serio.

―S-Sí.

A pesar de su respuesta, sólo se encogió más.

La expresión de Riku, su comportamiento y tono de voz eran como los de una chica amable, pero todo eso fue negado por el aura que se desbordaba de ella.

Era la intención asesina que Riku había estado cultivando en los campos de batalla, o tal vez, era su propia personalidad.

Gorrión
Riku disfruta torturando psicológicamente a los personajes con posibilidad de waifu

Aunque Mei pudiera ver una forma de escapar, entendió que era imposible. En el instante en que diera un paso adelante, o mejor dicho, en el momento en que diera señales de querer huir, Riku definitivamente tomaría su alabarda.

Es por eso que permaneció arrodillada en silencio, realmente asustada por lo que Riku pudiera hacerle, o le obligara a hacer…

―Como he dicho, no hay razón para que estés tan asustada. No es como si fuera a cortarte las extremidades una a una, ¿sabes¡

―Ah, uh… E-En ese caso, ¿qué…? ¿Qué se supone que haga, nya?

―… Haa, relájate un poco. Realmente, a diferencia de tu hermano, no tienes entusiasmo.

Riku dejó salir un suspiro.

Incluso si Mei fue atrapada por la facción enemiga, ¿había alguna razón para estar tan asustada en este punto? Riku sabía que temía por haber sido expuesta cuando le pidió a Vrusto que la espiara.

Aun así, estaba demasiado aterrada. Su actitud era demasiado débil.

Un ruido sordo hizo eco en la habitación cuando Riku bajó el vaso en la mesa. Y entonces, el silencio se extendió.

―Lo diré una vez más: no estoy planeando matar al Rey Demonio Regente. Es simplemente que los demás Demonios están pensando demasiado.

―… ¿Es eso cierto, nya?

Mei entrecerró los ojos ligeramente. Eran los ojos de alguien que no creía lo que escuchaba, llena de sospecha.

―Si, es la verdad. Incluso si la mato, no resolvería nada.

Poniendo énfasis en “no resolvería nada”, Riku abrió su mano.

Esos eran sus verdaderos sentimientos, ella quería matar a Charlotte. Quería cortar a esa chica que hizo que su amado Leivein cayera en coma hasta dejarla en trocitos.

Pero, en la fase actual del plan, no podía declarar eso públicamente. Riku lo entendía bien.

―Ahora, Mei Asuteroid, tengo una pregunta para ti. ¿Charlotte está usándote?? ¿O quizá Keity? ¿O puede ser el Demonio llamado Fiore?

―E-Eso, no puedo decirlo, nya. ¡Está más allá de mi autoridad, nya!

Negando con la cabeza, Mei se negó a hablar. Con una mirada era posible ver que estaba asustada por completo, pero por lo menos entendía que no podía decirlo.

―Ya veo, es una pena.

Elevando las esquinas de su boca ligeramente, Riku tomó la taza una vez más. La agitó con tranquilidad, mientras su rostro se reflejaba en la superficie líquida. Entonces, declaró con firmeza:

―En ese caso, dile a tu dueño esto: “Hacer tu movimientos sin evidencia es una estupidez”. Al menos vengan de nuevo tras conseguir pruebas.

♦ ♦ ♦

―Ya veo, y tras ello te retiraste, ¿cierto? —dijo Fiore mientras ocultaba sus labios con su abanico.

A sus pies, se encontraba Mei de rodillas.

El corazón de Fiore latía rápido al pensar en las noticias que le traería, pero en su lugar Mei dijo algo tan exagerado que podía considerarse un insulto.

―Parece que se acabó para ti. Aunque sea un simple humano, que actúe tan confi…

Fiore se mordió la lengua.

Finalmente habían capturado a un humano de la Realeza y estaban a un paso de la deseada resurrección del Rey Demonio.

Sin embargo, como se esperaba, ya que habían secuestrado a alguien de la Realeza era inevitable que los humanos fueran con todo para recuperarla.

En los últimos años, los Demonios habían tomado la ventaja, pero al final, eran débiles al poder Anti-Demonios, y no sería raro que el tablero se volteara.

A pesar de que estaban apresurados intentando la resurrección del Rey Demonio, apareció una disputa interna dentro del Ejército.

Ni en sus sueños ella hubiera imaginado esta nueva situación de extrema inestabilidad porque alguien extranjero buscaba asesinar al Rey Demonio Regente, Charlotte.

―¿Has informado de esto a Charlotte-sama?

Ante la pregunta de Fiore, Mei asintió dubitativamente mientras se levantaba.

―Si. Fui a informar sobre lo ocurrido, y tras ello vine aquí

―… Así que por eso tardaste en venir, ¿verdad?

Fiore dejó salir un pequeño suspiro.

Antes de ayer, ella usó el nombre de Charlotte para ordenarle a Mei sacarle información al subordinado de Riku Barusak. Aunque habían hecho contacto por la noche, Mei no apareció para dar el informe hasta el día siguiente.

Fiore comenzaba a irritarse por la tardanza, pero si había ido a informarle a Charlotte, no podía hacer nada.

―… Charlotte-sama no tiene mucho sentido del peligro después de todo. ¿No deberías informarme primero?

―… Lo siento.

―No me importa. Solo ha pasado un día desde la reunión… Ahora, ¿cómo debería cocinar a esa pequeña niña… ?

Abanicándose ligeramente, Fiore comenzó a pensar.

El mejor método para lidiar con esto sería matar a Riku Barusak.

Ahora mismo, ella era el pilar de la Facción Anti-Charlotte, y quien había conseguido enormes logros últimamente. En otras palabras, si moría, la unidad de la Facción se rompería.

Sin embargo, Fiore no podía pensar en alguien que pudiera asesinarla.

Gorrión
Ni manca y ciega podrían matarla

―Te preguntaré de nuevo. A pesar de que Riku Barusak ha perdido un brazo, ¿no pudiste ni siquiera acercarte a ella?

―S-Sí. Es extremadamente lamentable, pero… No tenía oportunidad de ganar…

Mei pensó en lo que ocurrió en ese momento. Negando rápidamente, su cuerpo se encogió y palideció aun más.

La posición oficial de Mei era “Escuadrón de Mensajería”, pero muchos de sus trabajos eran de espionaje y asesinato.

Entre ese tipo de personas, Mei era la élite entre las élites; no había nadie mejor para asesinar Demonios de alto nivel. Incluso Charlotte y Fiore la tenían en alta estima.

Alguien como ella aceptó su derrota ante Riku Barusak, declarando que no hubiera podido hacer nada después de mirarla.

Fiore imaginaba que incluso si mandaba otro asesino a Riku Barusak, tendría los mismos resultados.

―Ya veo.

Cerrando su abanico, Fiore comenzó a golpear ligeramente su palma.

A menos que la envenenaran, Riku Barusak no moriría. Su lado también estaba consciente de ello.

En ese caso, la única forma de matarla sería ejecutarla por el crimen de revelarse contra el Rey Demonio Regente, Charlotte.

Es bien conocido que Riku Barusak despreciaba a Charlotte, pero no era suficiente para hacer creer que quería matarla. Para conseguirlo, Fiore había pensado en usar a Mei para obtener información del subordinado de Riku Barusak, pero…

―Parece que fue todo lo contrario de lo esperado.

―… Lo siento mucho.

―No estoy realmente molesta, ¿sabes? —respondió con indiferencia tras mirar a Mei.

Aunque los métodos estuvieran limitados, aún había formas de derrotar a Riku. Cuando el momento llegará, Fiore no pensaba perder en una discusión contra alguien que se ganó su lugar peleando.

Aun así, solo quedaba un día antes de la reunión.

Concentrándose, Fiore habló.

―Pero aún pueden pasar cosas inesperadas… No escatimes en vigilancia a Riku Barusak y mantén siempre un ojo sobre ella. Seguiré buscando evidencias.

―¡Sí! —Con una respuesta llena de vigor, Mei estaba por abrir la puerta para salir cuando notó algo y se detuvo.

―Vete rápido, Asuteroid. ¿Qué haces malgastando el tiempo…?

―Lo siento por venir a estas horas de la noche, dueño de Mei Asuteroid.

Lo que repentinamente apareció de la oscuridad era un cabello rojo que resaltaba incluso en la oscuridad.

Con la tenue iluminación, una chica sin un brazo le sonrió a Fiore.

Nelea
No me esperaba que fuera una asesina, peor obvio que no podrá con Riku. Se supone que es la mejor en su campo, y aun así se dejó seguir

♦ ♦ ♦

Había transcurrido un día desde que cierta chica fue a hablar con Fiore.

Ahora, volviendo a la escena de la reunión que quedó envuelta en un remolino de caos.

―Me… gustaría proponer la dimisión del Rey Demonio Provisional Charlotte.

En el momento que Riku dijo aquello, la sala de reuniones se volvió un desastre.

Si tuviera que compararse con algo, el tumulto era como un nido de abejas. Los Demonios que no sabían sobre la situación que llevó a tal explosiva declaración… No, incluso aquellos que sabían que venía no podían ocultar su agitación y estaban llenos de confusión.

Mientras Riku se mantenía silenciosa escuchando el alboroto, los ojos de Charlotte se abrieron y quedaron petrificados.

Riku había estado preparándose para esto durante esos ocho días. Ahora, era momento de poner sobre la mesa todas las cartas que había estado reuniendo.

―Riku Barusak… ¿En qué estás pensando?

―Es justo lo que he dicho, Reina Regente. No, Demonio Charlotte.

Cuando la nueva Mayor General retiró los honoríficos de alguien tan importante, el jaleo aumentó de volumen.

Pero, no había dudas en los ojos de Riku. Enderezando su espalda, una vez más… Para hacer que Charlotte y los otros Demonios comprendieran una vez más de lo que estaba hablando, ella dijo algo aún más atrevido.

―Pondré fin a su regencia aquí y ahora.

Gorrión
He vivido para este momento

Nelea
Al fin es momento del reinado de Riku

3 respuestas a “Riku – Capítulo 72: Estupidez”

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