Una vez más en la luz – Capítulo 13

Traducido por Den 

Editado por Yusuke


—¿Aisha…?

Abrí la boca distraída.

—Justo ahora… ¿me llamaste?

Me miró fijamente como si no pudiera creerlo.

Parecía haber olvidado lo que estaba a punto de decir porque estaba muy conmovido.

Abrí y cerré la boca.

Pensé que estaría feliz, pero no sabía que lloraría.

Qué demo… Esis es… 

Se me pusieron los ojos llorosos.

—O-to… (tonto)

Respondí sin rodeos.

¿Qué pasa con eso? Solo dije su nombre una vez y está tan feliz que va a llorar.

Esis es un tonto.

Todos los días viene a visitarme, a pesar de que yo finjo ser indiferente, fría y no le abro mi corazón.

Me da amor. Me cubre con su calidez.

No es diferente a un tonto.

¿Por qué me ama de esta forma sin obtener nada a cambio? ¿Por qué no puedo hacer nada para abrirle mi corazón?

También soy una tonta. 

Así es. Él y yo somos tontos.

—Aisha, Aisha, entonces… uh…

—Ehihu.

—¡Entonces es verdad que me llamaste Esis! ¡Cierto!

Sí. Es correcto. 

Me sentí avergonzada.

Esis estaba tan emocionado que parecía no haberse dado cuenta de que había alzado la voz.

—Llámame una vez más. Esis, di Esis.

Mientras los fuegos artificiales estallaban maravillosamente, mi familia escuchó nuestra conmoción y se acercaron a la terraza.

—¿Qué sucede, Esis? —le preguntó ansiosamente la emperatriz mientras lo miraba.

Mirándola, agitó las manos.

—¡Señorita Iris! ¡Padre! ¡Aisha, Aisha…!

—¿Le pasó algo a Aisha? Por favor, dilo con calma y lentamente.

La emperatriz se acercó a mí, sorprendida.

Su rostro estaba lleno de preocupación.

Como hice antes, me volví para mirar a fondo el rostro de mi madre.

Era tan diferente a la de mi vida pasada…

Siempre me envolvía en su amor.

En mi cabeza, recordé su imagen cargándome en brazos mientras cantaba una nana.

Los recuerdos de mi pasado estaban siendo cubiertos por mil millones de colores cálidos.

Antes pude hablar y ahora podía hablar. Ya no había algo bloqueando mi garganta.

Respiré suavemente.

Ya me han crecido cuatro dientes, así que podía hablar muy bien.

—Mamá… —dije.

Porque nunca antes había balbuceado, era irrazonable que pudiera pronunciar “madre” correctamente.

No obstante, pronto mejoraré. Porque de ahora en adelante podría hablar.

En el momento en que me escuchó decir aquello, se congeló de inmediato.

Aquello pareció ser suficiente para que lo entendiera.

Pude ver las lágrimas acumularse en los ojos de mi madre.

—Ah, Aisha…

Madre se cubrió la boca y derramó lágrimas. En su rostro había una mezcla de alivio y felicidad.

En los labios de Esis se formó una amplia sonrisa. Junto a él, el emperador se acercó corriendo.

—¿Qué hay de mí?

Parecía un niño.

—Llámame a mí también.

—Papá —dije obedientemente para él también.

En ese momento, los ojos de mi padre brillaron.

Padre, que finalmente dejó de intentar decir algo, me cargó.

—Así es, soy tu padre. Mi hija…

Contra su firme pecho, sentí que no  había nada que temer en el mundo.

Mi familia. 

Cerré los ojos en sus brazos. Ya no estaba oscuro cuando los cerraba. Porque los fuegos artificiales de colores iluminaban mis ojos.

Mi familia. 

Mi corazón se sentía cálido. Desbordaba de una calidez a la que no podía añadirle más.

Mis lágrimas se deslizaron por mis mejillas pero no intenté retenerlas. Las dejé caer.

Creía que la pesadilla que me molestaba dejaría de existir.

♦ ♦ ♦

Los fuegos artificiales estallaron maravillosamente y luego se desvanecieron.

Arsen estaba en un espacio vacío frente al palacio.

Frente a él, los músicos imperiales tocaban diferentes canciones.

Pensó que era muy agradable para oído.

Había una razón por la que abandonó a propósito el salón de banquetes.

Aunque era el hijo de un duque, no le gustaba mucho la alta sociedad. Disfrutaba aún menos de la atmósfera bulliciosa del salón de banquetes.

Además, pensó que no había razón para que recibiera las miradas hostiles de las personas solo porque era alguien de Edenbell.

También quería ver el nivel de alquimia del Imperio Elmir.

El viento es fresco. 

Observó los fuegos artificiales que ascendían.

Los espectáculos de fuegos artificiales eran una técnica relacionada con la alquimia y la alquimia era una parte integral de la magia.

Mientras observaba los interminables estallidos de los fuegos artificiales, llegó a la conclusión de que la alquimia del Imperio Elmir no era mala.

Además, la magia no era lo único.

El príncipe heredero de antes… 

Se sumió en sus pensamientos momentáneamente.

Aunque era joven, tenía una presencia bastante impresionante. El hecho de que quería a su hermana menor incondicionalmente era particularmente evidente.

Increíble. 

Admitió sin vacilar. Era joven, por lo que estaba en la generación que nació después de que los dos imperios comenzaran un tratado de paz.

A pesar de que ocasionalmente habían conflictos en las fronteras, al haber crecido en la capital no había razón para sentirse inferior u oponerse al Imperio Elmir.

Y hay otra peculiaridad. Pensó para sí mismo.

El bebé que no conocía lloró mientras lo miraba.

La primera princesa imperial de este imperio.

Arsen se sorprendió bastante ante sus lágrimas. Porque parecía una persona muy triste.

¿Fue porque su timidez es tan seria como escuché? 

O tal vez podría ser porque era alto.

En general, ¿los bebés no tienen miedo de los que son más grandes que ellos?

Mientras pensaba en esto y aquello, su mirada de repente se posó en la terraza donde podía ver las figuras de las personas en las que estaba pensando.

Príncipe heredero Esis. Princesa imperial Aisha. Y los otros miembros de la familia imperial.

Estaban hablando de algo alegremente.

Sintió curiosidad.

¿Qué está pasando? 

Aunque no podía escuchar bien porque estaban muy lejos, debido a sus altos tonos de voz, parecía que había ocurrido un evento alegre o sorprendente.

Miró las figuras que hablaban durante mucho tiempo.

Observándolos, comenzó a pensar en la persona que extrañaba.

No sabía durante cuánto tiempo los había estado observando, pero escuchó una voz detrás de él.

—¿Qué has estado mirando tan diligentemente?

—Ah…

Arsen volvió su cuerpo inmediatamente.

En ese lugar se encontraba un hombre que se acercaba a su vejez. Vestía una capa azul que era idéntica a la suya, mostrando que también era un mago.

—Maestro —lo llamó alegremente.

A quien llamó maestro era Delium.

Era el benefactor que le había enseñado antes de entrar a la torre como el mago más joven.

Si no fuera por él, Arsen no habría podido descubrir su talento a temprana edad.

Aunque sonrió alegremente, Delium pareció estar en contra de algo.

Su maestro llegó a entender lo que estaba pensando por la dirección en la que estaba mirando.

Realmente tenía la apariencia de un viejo sabio del Imperio Edenbell.

—Puedo decir por qué estabas mirando hacia esa dirección.

Se rascó la cabeza incómodo.

—No puedes evitarlo. —Delium siguió hablando con apatía.

—La familia imperial de nuestro imperio es un desastre extraordinario, pero la de este lado es armoniosa. Es inconmensurablemente vergonzoso.

Ante esas palabras, mostró una expresión de terror.

Fue una clara ofensa hacia la familia imperial.

—¡Maestro! ¡Si alguien lo escuchara…!

Arsen miró a su alrededor y gritó mientras miraba a Delium. Pero su maestro sólo resopló.

—¿Qué pasa si lo escuchan? Este es el corazón del Imperio Elmir y no dije nada incorrecto. Este viejo ya no tiene nada de lo que arrepentirse en esta vida.

Arsen bajó la mirada ante su queja.

—Aun así, nunca se sabe… Tiene que tener cuidado. Insultar a la familia imperial es un delito grave.

Ante su figura abatida, Delium suspiró internamente.

No trajo a su discípulo a este lugar para ver esta clase de apariencia.

Sabía que después de “su” muerte, Arsen estaba continuamente deprimido. Simplemente quería animarlo.

Por lo tanto, lo eligió intencionalmente como diplomático, pero no esperaba que tuviera el efecto contrario.

Cuando lo encontró, estaba mirando a la familia imperial como si estuviera poseído. Carecía de vitalidad…

Cuando frunció el ceño, finalmente Arsen habló vacilante.

—Maestro, todavía no lo entiendo…

—Arsen.

No dijo nada por un momento, pero luego siguió hablando lentamente.

—Probablemente sé mejor que nadie lo que vas a decir.

—Sí… Entendido.

—Huh, una persona más genial que yo.

Arsen sonrió débilmente ante su broma.

Las palabras que estaba a punto de decir eran mucho más peligrosas que lo que él había dicho antes.

Solo la familia imperial sabía lo que se disputaba en un juicio por la familia imperial. Además, después de ese “suceso”, estaba casi estrictamente prohibido hablar de “ella” en el palacio imperial.

Sin embargo, Arsen no podía soportarlo.

—¿Por qué razón…? ¿Por qué Alisa…? ¿Por qué esa niña tuvo que morir? Todavía…

Se echó a llorar. Eran lágrimas llenas de angustia.

Delium simplemente lo observó.

Ya sabía de su pérdida.

La amiga con la que jugaba desde pequeño, Alisa, murió de la noche a la mañana. Descubrió la verdad después de que todo acabara.

En cuanto a él, que estaba muy centrado en su investigación en la Torre de los Magos, la noticia le llegó como un rayo.

Si lo hubiera sabido con antelación, habría hecho algo.

Incluso si tenía que renunciar a su propia vida a cambio… Incluso si tenía que presentarse como un testigo falso, la habría ayudado con certeza.

Sin embargo, cuando lo descubrió, ya era demasiado tarde.

Arsen no pudo hacer nada.

Al final, vivió por un tiempo como un hombre lisiado debido a la tristeza de no haber podido salvar a su amiga, y por la ira que sentía hacia la familia imperial que permitió que eso sucediera.

—No puedo perdonarlos…

Arsen se quedó sin aliento debido a que estaba cada vez más agitado.

Delium le dio palmadas en la espalda.

—Ya, cálmate, Arsen. Cálmate.

Ante sus palabras, cerró los ojos.

Cuando no podía concertarse en el entrenamiento mágico, hacía lo que su maestro siempre le decía.

Sin embargo, cuando abría los ojos por la mañana, todavía veía su ilusión. A Alisa.

Su brillante rostro sonriente, su figura montando a caballo en el bosque y muchos de los otros recuerdos que hizo con ella.

Absolutamente no podía abandonarlos. Sin importar el coste.

Abrió lentamente los ojos.

Sus lágrimas habían cesado y en su lugar había una firme determinación.

Al ver eso, Delium suspiró por dentro.

Conocía mejor que nadie la persistencia de Arsen.

Junto con su persistencia y su personalidad autocomplaciente era posible que se convirtiera en el sabio más joven del imperio.

Esa era su intuición.

Ya no podría detenerlo.

—Maestro —dijo.

—Investigaré la muerte de Alisa. Investigaré y descubriré la verdad.

Delium no pudo decir nada.

Después de un largo rato de silencio, consiguió darle una breve respuesta.

—Está bien.

Era consciente de cuántas espinas habría en su camino.

Era peligroso investigar el incidente de envenenamiento que Marianne, la princesa a la que más atesoraba la familia imperial, había experimentado.

Pero Arsen se aferraría firmemente a su camino. Entonces, como maestro, no tenía más remedio que ayudar a su tonto discípulo.

Como dijo antes, ya era un anciano. Ya no tenía un apego persistente a la vida, ni había nada que quisiera intentar.

—Haz lo que quieras. Te ayudaré.

El rostro de Arsen se iluminó ante sus palabras.

—G-Gracias, maestro. ¡Gracias…!

Arsen estaba decidido a entender si se negaba. Pero su maestro lo ayudaría y lo apoyaría.

No podía evitar estar agradecido.

Delium lo criticó alegremente al ver su rostro iluminarse.

—Este niño… Si estás agradecido, trátame bien. Ven a masajearme un poco los hombros todos los días.

Sonrió alegremente.

Una vez más, volvió la cabeza hacia la terraza.

Ya había pasado mucho tiempo desde que la familia imperial se había ido. Tanto, que los fuegos artificiales habían terminado.

Se llamaba Aisha de Elmir… 

Pensó en ese bebé momentáneamente.

Gracias. 

Gracias a ella pudo fortalecer su corazón.

En un momento dado, Alisa también recibió el amor de personas así.

Investigaría desesperadamente la razón por la que fue ejecutada de la noche a la mañana.

Incluso si tengo que arriesgar mi propia vida.

Sus ojos se mostraron decididos.

La galaxia fluía a través del cielo.

Así es cómo transcurrió la primera noche del cumpleaños de Aisha, la primera princesa imperial del Imperio Elmir.


Den
Por favor, Arsen, descubre todo. Venga a Aisha (Alisa), destrúyelos ಥ⌣ಥ Por otro lado, sigo preguntándome quién es el protagonista masculino…

12 respuestas a “Una vez más en la luz – Capítulo 13”

  1. Gracias por actualizar, espero que se muera la familia imperial de Endebell, quisiera ayudar a traducir pero estoy ocupada con la escuela 💖💖💖💖

  2. En la primera parte del capitulo estaba muy conmovida y super emocionada de que por fin Aisha se abriera con su familia 🙂 Y por otro lado, en la segunda parte del capitulo termine amando a Arsen y deseándole un futuro feliz, casi lloro también. :’3
    Gracias por el capitulo!!~~

  3. Gracias por el capítulo. A esperar otra vez 🙁
    Espero ansiosa el próximo….
    Y también que se descubra todo lo que hay detrás de su muerte.

  4. Tengo muchas preguntas y pocas respuestas, necesito spoilers!! Jaja necesito que Aisha se pare frente a la princesa del otro reino y la haga sufrir 😒
    Gracias por la traducción!!

    1. Es lo que quiero también, pero lo dudo. A no ser que haya magia implicada, no me explico por qué la adoran tanto, que fueron capaces de matar a Alisa

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