Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 40: La Amenaza del Mar (1)

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya


Hizo que Aquasteed bebiera una poción de amor.

Eso es lo que Pearl dijo, y Tiararose estaba terriblemente asustada.

Pero él la había amado con fuerza, no podía creer que fuera a girarse hacia otra mujer. Normalmente, ella podría decir algo como esto con confianza.

Pero…

Aishira era la Heroína de este juego. Era la mujer que debería haberse unido con Aquasteed.

Eso es lo que le preocupaba a Tiararose y le quitó su confianza.

Por favor, por favor no me odies…

Corrió por el largo corredor, todos los pensamientos sobre comportarse como una dama estaban fuera de su mente mientras se apresuraba hacia el estudio de Aquasteed. Los caballeros que pasaban la miraban con ojos sorprendidos, pero no le importaba.

Por favor, por favor.

Sólo repetía un ruego esperanzado.

—Príncipe Aqua… —susurró su nombre.

La puerta a su estudio estaba a diez metros ahora. Usualmente, ella necesitaría permiso para entrar, pero no tenía tiempo para eso. El corazón de Tiararose estaba demasiado lleno, y todas sus emociones estaban dirigidas a él.

— ¡Aqua!

—… ¿Tiara?

Incluso se olvidó de usar su título, y lo llamó directamente por su nombre.

En el cuarto sólo estaban Aquasteed y Elliot.

Ella respiró con dificultad por la corrida y susurró su nombre una vez más.

Viendo que algo no estaba bien, Aquasteed rápidamente se acercó y la envolvió gentilmente en sus brazos. Lentamente acarició su espalda, para asegurarle de que todo estaba bien.

—Pero…

— ¿Hm?

¿Pero no había bebido la poción de amor?

La sonrisa de Aquasteed era la misma de siempre, y estaba dirigida a ella. No lucía como una sonrisa que decía que amaba a alguien más.

¿Qué significaba esto? La mente de Tiararose estaba llena de confusión.

¿Entonces Aquasteed no está enamorado de Aishira?

— ¿Qué sucede Tiara?

—Ah, um… Príncipe Aqua, ¿todavía me quieres…?

— ¿Huh? Por supuesto que te quiero. Te amo.

Parecía sorprendido por la pregunta repentina, pero respondió alegremente.

—…

Quizás, quizás es eso. Me ama, pero también ama a Aishira.

Sudor frío bajó por su espalda mientras consideraba esta posibilidad.

“¿También amas a Aishira?”

Era una pregunta simple, pero fue incapaz de decirla en voz alta.

— ¿Tiara? ¿Qué sucede?

Su dulce voz alcanzó sus orejas.

¿También le habla a Aishira de esta forma?

Odiando este pensamiento, apretó sus puños con fuerza.

—Príncipe Aqua.

— ¿Qué?

—Te… ¿Te gusta Aishira… también?

— ¿Lady Aishira?

Tiararose tembló mientras se forzaba a hacer esta pregunta.

— ¿Qué sucede Tiara? No tengo sentimientos por nadie más.

—Príncipe Aqua…

Él rio y palmeó su cabeza.

Pero, la Reina Pearl le dijo que le hizo beber la poción de amor.

Justo cuando se estaba preguntando qué significaba esto, las puertas del estudio se abrieron.

—…Parece ser que llegaron los problemas.

—Rey Grail, Reina Pearl.

— ¡¿Por qué?! ¡Bebiste el té que te preparé, y aun así….!

Aquasteed suspiró con fuerza antes de guiar a Tiararose hacia el sofá. Entonces miró a los dos gobernantes de las Hadas y suspiró de nuevo.

Grail tenía un brazo en Pearl, que tenía lágrimas en sus ojos y temblaba mientras gritaba con furia. Todo porque Aquasteed todavía amaba a Tiararose a pesar de haber bebido la medicina.

Y en el siguiente instante, las puertas se abrieron con fuerza de nuevo.

Quien entró era Aishira, completamente sin aliento. Detrás de ella estaba Philliane, con quién se había encontrado en el camino.

— ¡Reina Pearl, por favor detenga esto…!

—Tiararose, ¡¿qué sucedió…?!

Pero las dos jadearon.

Había dos Reyes Hadas presentes. Por supuesto, ambas conocían a Pearl, el origen de todo este incidente, pero no habían esperado a Grail.

Aishira se abrazó para detener sus temblores, cuando una cierta revelación la golpeó.

Aquasteed bebió la poción de amor que le haría enamorarse de ella. Decidió que ese debió ser el caso porque Pearl estaba ahí, así que lo miró de reojo.

Tiararose no tardó en comprenderlo. También notó que las mejillas de Aishira enrojecieron ligeramente.

La Princesa Aishira lo sabía.

Tiararose entendió entonces que ella había ido al Castillo porque sabía lo que Pearl hizo. Pero juzgando por cómo le rogó a Pearl por detenerse, debía haber llegado para evitarlo.

Pero…

¿Tenía alguna pequeña esperanza?

Tiararose creía que Aishira no sentía ninguna atracción especial por Aquasteed, pero ahora sentía que fue una tonta por pensar de esta forma.

¿Por qué le había creído a Aishira cuando dijo que no le gustaba Aquasteed?

Considerando la historia del juego, no tenía sentido que no sintiera nada.

Un dolor agudo la atravesó.

Sin embargo, incluso eso desapareció rápidamente. Porque al final, fueron las palabras que salieron de la boca de Aquasteed las que tenían más peso.

—Las Hadas del Cielo ya me dijeron lo que sucede en el mar. Un gran tsunami se dirige hacia nosotros. Llegará en quince minutos.

— ¡¿Qu-?!

Los ojos de Tiararose se abrieron por la sorpresa.

—Aishira, me gustaría usar tu playa para detenerlo.

—Sí, por supuesto.

Grail y las Hadas del Cielo actuaron como una rápida fuente de información para Aquasteed.

Debido a esto, nadie en el Reino tenía acceso a las noticias más rápido que él. Y las únicas personas con quienes intercambiaba información eran los Reyes Hada, Grail y Keith, Elliot y su amada Tiararose.

Aishira accedió de inmediato al uso de su playa de arena, y preguntó si necesitaba algún preparativo.

—Un Tsunami… No, ¿algo como eso puede ser detenido…?

—La naturaleza es algo problemático. Nosotros, los Reyes Hadas, nos las arreglamos, pero una vez que levantamos nuestras manos, es muy difícil para que todo vuelva a nuestro control.

—Rey Grail…

Pearl era la Reina Hada del Mar. Sus emociones eran fuertes, y ella era la más joven entre los Reyes. En efecto, no era posible que pudiera controlar las olas ahora que las había liberado.

— ¡Hmm! ¡Hmph! ¡Es tu culpa por intentar engañar a Grail de esa forma!

— ¿Pearl?

— ¡Grail, te vi comprándole felizmente regalos a esa humana!

—…

Ante esas palabras, el silencio cubrió el cuarto.

—Por eso, pensé que esta humana debía experimentar el mismo destino. ¡E hice que ese hombre bebiera una poción para que se enamorara de Aishira!

— ¿Yo?… Ah, el té. Creo que Elliot lo bebió.

—Uh…

Hubo un momento de silencio incómodo donde todos los ojos se movieron hacia Elliot.

Pearl frunció el ceño.

—La probé por veneno. Puede haber sido un regalo de una Reina Hada, pero aun así no podía dejársela beber descuidadamente.

En realidad, la principal razón fue porque el regalo provenía de Pearl.

Así que Elliot la bebió ante de Aquasteed, y él pretendió beberla.

—No, no puede ser… —dijo Pearl mientras sus hombros temblaban.

Quería castigar a Tiararose por intentar engañar a Grail.

Entonces los ojos de todos se giraron hacia Aishira.

¿Se suponía que esa poción de amor debía hacer que quien la bebiera se enamorara de ella?

— ¿Elliot…? —le llamó Aquasteed suavemente, pero él bajó la mirada y mantuvo su boca cerrada.

Mientras todos los presentes se preguntaban qué deberían hacer, la voz de Keith hizo eco a través del cuarto.

— ¡Hey, todos ustedes! ¡¿No van a detener el tsunami?!

— ¡! ¡S-Sí, es verdad! Príncipe Aqua, por favor, si hay algo que pueda hacer, permítame ayudar —dijo Tiararose apresuradamente, y él se encogió de hombros derrotado.

Normalmente, hubiera preferido encerrarla en algún lugar cerrado, pero ella fue bendecida por el Rey Hada del Bosque. Sus poderes serían de gran ayuda al detener el tsunami.

Todos seguían curiosos sobre Elliot, pero esa ya no era la prioridad con la ola que llegaría en quince minutos.

…Aunque, quizás la mayoría de ellos sentían que no habría daño si el propósito sólo era que se enamorara de ella un poco.

—Grail, nos vamos ahora. ¡Debes llamar al viento! Tiara, abrázame con fuerza.

— ¡S-Sí!

Dejando a Pearl llorando detrás, Grail usó su poder sobre el cielo para teletransportarse. Tomó a Aquasteed, que podía usar el poder del cielo, y a Tiararose, que podía usar el poder del bosque, con él.

Keith también se teletransportó.

Los únicos en el cuarto ahora eran Pearl, la Reina Hada del Mar; Elliot, que bebió la poción de amor, y Aishira, el objetivo de sus afectos. Además de Philliane, que luchaba por comprender el significado detrás de este desarrollo repentino.

—…. ¡Regresaré a mi Palacio!

— ¡Oh, Reina Pearl!

Ella también se teletransportó y se desvaneció del cuarto.

—Nosotros, nosotros también deberíamos ir al mar. Philliane, seguramente estás preocupada por Tiararose.

—Sí, Lady Aishira. Llamaré un carruaje de inmediato.

—Gracias.

Con esas palabras, Philliane dejó el estudio para preparar el vehículo que los llevaría al mar.


Sakuya
Pearl… ¬_¬

22 respuestas a “Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 40: La Amenaza del Mar (1)”

  1. Sorry me cae de la patada pearl será la más joven y todo pero es inmadura y es de las tipo no me declaro, y como que lo rechazo pero no quiero que este con nadie, odio eso 😒

    1. Lo siento pero Pearl ya me está empezando a caer mal .. es cierto que es joven .. pero si le gusta el Dios del cielo debe ser directa , además por que meter a Tiararose o como se escriba….

      Si ella sigue así la odiare aún más..

  2. Esto se pudo super interesante, realmente amo esta novela; por cierto soy la unica que se quedo con la duda de que paso con Elliot

  3. Aparentemente todas queríamos que Eliot se quedara con Philiane lol. Me pregunto si ella se quedará con Tarmo, o se quedará soltera porque prefiere cuidar de Tiara 🤔

  4. Yo quería que se quede con Pillane, estaba a la espera del mayordomo, me agradaría ver la reacción de los padres y la bendición de la loca del mar…. Mmm digo reina del mar XD, seria más interesante si eso ocurre.

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