Traducido por Shisai
Editado por Sharon
Había pasado un tiempo desde que encontré al gatito en el callejón. Últimamente, incluso había comenzado a comer directamente de mi mano. Antes de que me diera cuenta, iba a ese callejón para darle de comer siempre que pudiera. Era muy pequeño, pero probablemente entendía que salir de ese lugar era demasiado peligroso para él. O tal vez sabía que yo vendría a traerle comida. Cualquiera que sea el caso, él siempre estaba ahí.
Iba camino a darle un poco de jamón, como de costumbre, cuando encontré a alguien agachado junto al gatito. El callejón estaba tan oscuro que no me di cuenta hasta que estuve muy cerca. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 9 – Capítulo 2: Una reunión en el callejón (5)”
Traducido por Lucy
Editado por Ayanami
Freed, que sonreía significativamente, me sujetó las caderas y, de un tirón, llevó sus caderas hacia delante.
Mi cuerpo, que por fin recibía el estímulo que estaba esperando impacientemente, reaccionó antes que otra cosa… Aah, se siente bien.
—Haan.
—Mira… he entrado hasta el fondo. ¿Puedes notar que he entrado hasta el fondo de tu interior, Lidi?
Sintiendo como su miembro se retorcía dentro, como si afirmara su existencia, asentí repetidamente. Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 67: Ella y la noche prometida (2)”
Traducido por Ichigo
Editado por Ayanami
Sólo entonces, Han Dong recordó que nunca había buscado la información de Yu Ming.
Había buscado en Internet a Li Shang, había buscado a Zhang Xinghu, e incluso se había buscado a sí mismo, pero no a Yu Ming.
Probablemente, había pensado que Yu Ming no podía tener ninguna popularidad, aunque buscara, no podría buscar nada. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 88: Estos son los resultados”
Traducido por Ichigo
Editado por Ayanami
Cuando volvió del set, a altas horas de la noche, Yu Ming ya tenía sueño, y Han Dong seguía entrando y saliendo, haciendo el tonto.
—¿Qué estás haciendo? —Preguntó Yu Ming.
Han Dong colgó una campana de viento de bronce fuera de la ventana y escribió en ella el carácter “Luan” con un bolígrafo rojo. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 87: ¿Dios es ciego?”