Traducido por Army
Editado por Ayanami
Xia Yuqing miró a Feng Tingye con una expresión de resentimiento y dijo hoscamente:
—El cielo y la tierra lo saben, los dos somos realmente inocentes. Desde que entré a la fortaleza, el segundo maestro no ha tenido la mejor impresión de mí, ¿por qué estaría preocupado por mí? También dijo hace un momento que vino a vernos porque nuestras voces eran fuertes.
Este razonamiento, naturalmente, no pudo persuadir a Feng Tingye. Pero en comparación con la autenticidad de estas palabras, Feng Tingye estaba más interesado en otra cosa revelada en las palabras de Xia Yuqing. Leer más…