La Villana Revierte el Reloj de Arena – Capítulo 117: Autodestrucción (1)

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Los nobles, conducidos tontamente por el vizconde Merriart, habían acusado a otros con tal de reducir el peso de sus pecados; lo habrían reconsiderado si estuvieran cuerdos, pero se vieron obligados a arrinconarse.

Algunas de las familias huyeron, como la del vizconde Merriart. Los soldados del Reino de Croa habían desaparecido con todo el dinero, y todas las tierras y su mansión estaban atadas al país. Sobre todo, fue la presencia del abogado de Caín, Lier, quien los puso en una posición más difícil. El abogado del imperio, Lier, había pasado un largo día en prisión, intentando encontrar una manera de salvarlo.

—Maestro Caín, he encontrado los datos que mencionó anteriormente, y presentaré otras pruebas a su favor tanto como sea posible.

—Por favor.

Cuando escuchó por primera vez que la condesa le había contratado un abogado, dudó de la intención y no describió la información adecuada, pero pudo ser convencido por la carta que recibió a través del abogado.

«Caín, ¿cómo puedo abandonarte? Aunque no eres mi propio hijo, pasamos muchos años en familia. Y si te declaran culpable, la familia del conde se arruinará y no puedo dejarlo pasar.»

¿Cómo no podría creer en sus palabras? Si lo declaraban culpable de traición, como ella había dicho, confiscarían todo y lo privarían de su propiedad. En el peor de los casos, toda la familia Roscent podría ser castigada.

Y el hecho de que Aria lo hubiera apoyado para el honorario del abogado hizo que Caín cooperara más, porque ella lo había pagado por él.

—Estoy casi listo para lo que ordenó la condesa, y ahora puedes sentirte libre de esperarlo.

—Sí, gracias a Dios.

Las voces de Lier y Caín resonaron en el pasillo silencioso. Todos en la cárcel estaban prestando atención a su conversación, y los hombres nobles con su mismo pecado pero esperanzados de poder escapar comenzaron a tensarse. Se dieron cuenta que si no hacían nada, morirían, así que trataron de salvarse admitiendo sus pecados y acusando a otros. La investigación avanzó con fluidez, excepto por una persona, Isis.

En primer lugar, ni siquiera se le dio la oportunidad de hablar, porque no había necesidad de dejarla confesar y confirmar su pecado. Las declaraciones y pruebas que existían de los demás nobles eran suficientes para ejecutarla. Además, Oscar, que había visto todas las atrocidades de Isis, hizo un testimonio activo y no necesitaron nada más.

La ceremonia de adultos, que estaba programada para principios de año, se retrasó, y el marqués Vincent y Sarah retrasaron su boda hasta la primavera. Debido a esto, el tráfico se redujo y las calles estaban vacías, y los culpables pasaron el invierno temblando de miedo.

Entonces, al final del invierno más duro y frío que nunca, se decidió el castigo de los pecadores. Propiedades fueron confiscadas, y sus títulos retirados oficialmente. Era inevitable que nadie pudiera escapar. Sin dictarles ninguna sentencia concreta, se inició la confiscación de bienes.

—¡Cariño, creo que deberíamos divorciarnos antes de que te quiten la propiedad que has escondido a mi nombre! Aria dijo que nos defendería si nos divorciamos —le dijo la condesa al pálido conde. Todavía no se les había confiscado la propiedad, pero habían recibido un anuncio que les retirarían el título condal.

—¿Cómo podría ser esto…? —El conde gimió y se lamentó ante esta terrible situación.

—Ya he preparado los papeles, así que solo tienes que firmarlos.

Aún no había respondido, pero la condesa le entregó los papeles del divorcio, y los ojos del conde temblaron como olas cuando confirmó que todos menos su firma habían sido llenados.

Ella era la única mujer que lo había protegido del sufrimiento de sus hijos, y parecía dudar en firmar papeles de divorcio, sin importar cuánto quisiera proteger su propiedad.

—Necesito dinero para vivir contigo en el futuro. No gozas de buena salud y el costo del tratamiento es enorme. Si estás tan perdido en tu mente, es posible que tengas que sentarte en la calle.

Pero la persuasión constante de la condesa lo obligó a levantar la pluma.

—¿Cómo no iba a firmar los papeles para vivir contigo…? ¿Cómo lo envío? Y necesito el consentimiento de su alteza…

—Cuando eras un noble lo necesitabas, pero descubrí que ahora eres un plebeyo, privado de tu título, por lo que solo necesitas la confirmación de una persona que esté a cargo y un testigo.

En ese momento, dos desconocidos entraron en la habitación del conde.

—¿Quiénes son?

—Salieron de la corte. No podías moverte, así que ellos mismos vinieron a la mansión. Son muy amables. Y este es Lier, un testigo.

Asher fue especialmente cuidadoso con esto para que Aria no fuera dañada. Por supuesto, era ridículo divorciarse para salirse con la suya antes de una sentencia importante, pero fue posible gracias al permiso de Asher. Una persona bastante mayor revisó los papeles de divorcio completados con la firma del conde y finalmente los confirmó.

—¿No ha cambiado de opinión?

—Sí, por favor, termínelo lo antes posible.

A diferencia de la decidida condesa, el conde pareció vacilar un poco. Era tan extraño que tan pronto como mencionó la historia del divorcio, aparecieron todos los documentos, así como los abogados a cargo. Era como si hubiera estado haciendo esto durante mucho tiempo.

—Vamos, cariño, tienes que pensar en nuestro futuro. Yo también me siento mal. —La condesa tomó la mano del conde y dijo en voz baja para persuadirlo—: No hay otra manera.

Sabiéndolo, vaciló un poco, pero asintió y afirmó.

—Está bien, y terminaré el procedimiento de divorcio con esto. Ahora están legalmente separados a partir de este momento.

La condesa soltó la mano del conde sin vacilar tan pronto lo escuchó. Cambiando su rostro a una expresión fría, se despidió por última vez de su ex-esposo.

—He estado muy agradecida, económicamente, pero nunca me he sentido satisfecha con nada más.

Con el rostro frío de la condesa, que nunca antes había visto, sus ojos se abrieron y congelaron.

—Tú, Caín y Mielle siempre me habéis ignorado. He tratado de permanecer por el dinero, pero no te queda ni un centavo, así que ¿no es natural que nos divorciemos?

Su honestidad hizo que el conde quedara sin palabras, incapaz de controlar su cuerpo tembloroso.

—¿Qué quieres decir? No, ¿sin centavos? ¡Ha preparado una villa y algunas propiedades inmobiliarias para el futuro!

—Sí, bajo mi nombre. Es mi parte, ya no está relacionada contigo. No seas tan injusto. Incluso si quieres tenerlos, serán confiscados en el imperio. Puedes pensar en ello como una pensión alimenticia… para mi atribulada vida —dijo, y se levantó dispuesta a marcharse, como si no tuviera más negocios.

—¿Cómo…? ¿Cómo pudiste hacerme esto? —le gritó con todas sus fuerzas al ver su espalda. Luego de ser traicionado por su verdadera familia, ahora ella también lo dejaba atrás, y su grito lo hizo parecer un loco.

—Bueno, deberías haber sido bueno cuando tenías mucho, no después de quedar parcialmente paralizado. ¿Te arrepientes ahora de haber perdido a toda tu familia? —dijo la madre de Aria, mirándolo por encima del hombro.

Pensaba en él como el causante de todo. Era la raíz de todos los problemas. Si solo hubiera sido bueno con Aria y su madre cuando ingresaron por primera vez a la familia, esta terrible catástrofe no habría sucedido.

“Son de origen humilde, pero ahora son una familia, así que vamos a llevarnos bien”. Si hubiera dicho algo así y consolado a sus propios hijos, no habría enfrentado esta terrible catástrofe.

Pero había ignorado a la condesa de origen humilde sin darse cuenta y no había detenido la rudeza de Caín y Mielle, por lo que todos los miembros de la casa parecían pensar que era lo correcto. Era demasiado tarde para el conde, que se había sentido tan solo después de que su mujer se marchara.

—¡Espera, espera! ¡No vayas! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor, no me dejes! ¡Lo siento por todo!

En la habitación vacía donde no había nadie, solo permanecían los gritos del conde.

♦ ♦ ♦

El divorcio de la condesa había provocado la mudanza de Aria y su madre.

No había ninguna razón para vivir en la mansión del conde, donde habían todos esos recuerdos terribles. Era más pequeña que la del conde, pero la hermosa casa que compraron con el dinero de su ex-esposo era su nuevo hogar.

Los preciosos adornos en las esquinas de la mansión mostraban lo rico que era el dueño. Aria, que había estado viviendo en el tercer piso, estaba apresurándose para salir por un trabajo importante.

—¿Cómo puedo agradecerte por traer a todos los sirvientes del conde? —le dijo Annie, emocionada, mientras la ayudaba a cambiarse.

—Así es. Están mejor pagados que antes y todos están muy felices —agregó Jessie.

—Todas las mansiones de los otros nobles que han cometido traición están en un lío, ¡y nosotros somos los únicos que estamos bien!

—Annie, si vuelves a hablar del tema, llegarás a la centena —respondió Aria, suspirando como si estuviera cansada de escucharla hablar de eso.

—¡Señorita, eso es porque estoy muy feliz! Permanecen callados frente a usted y al maestro, ¿pero sabe lo que dicen a sus espaldas? ¡Que usted y el maestro deben ser santos!

El título largo y sombrío de “la mujer malvada” se había cambiado perfectamente a “santa”, y la siguió a ella e incluso a su madre cuando se llevaron a los sirvientes.

La mirada de Aria se posó en el reloj de arena en el gabinete, que había sido usado por primera vez para reírse de Mielle. Había pasado tiempo desde la última vez que lo había usado. Fue entonces cuando empezó a sentirse feliz, cuando empezó a vivir una vida amada por Asher, reconocida por otros y respetada por alguien sin usar el reloj de arena para volver al pasado.

Si la vida dura para siempre sin el uso del reloj de arena… Con la esperanza de eso, le dijo a Annie:

—Mi madre estaría feliz de escuchar eso.

—¿Eso crees? ¿Le digo?

—Si lo haces cuando pasas a su lado, ella se sonrojará.

Nunca había escuchado eso antes.

Una prostituta se convierte en santa… Es una contradicción.

Mientras Aria se reía de la idea, escuchó una voz hablarle desde afuera del cuarto.

—Señorita, el carruaje está listo.

Era casi la hora de terminar los preparativos y peinarse, así que se levantó y miró a través de un gran espejo.

No se podía arreglar demasiado porque debería presenciar ejecuciones, pero al verse al espejo no pudo apagar su insatisfacción. Era la primera vez que vería a Asher en mucho tiempo, debido a su trabajo, y quería lucir bien.

Ahora no debía preocuparse tanto por su apariencia, pero habría sido divertido ver a Asher seguirla con los ojos sin poder contenerse, ya que no podía evitar sentirse atraído por su hermosa apariencia. Al final, pensó que sería mejor vestirse un poco más.

—¿Traigo el tocado?

—Sí.

Jessie, quien rápidamente captó su expresión, preparó una pequeña tiara, y aunque todavía no le gustó, terminó su vestido, diciendo que estaba mejor que antes.

—¿No es demasiado simple?

La condesa, no, Carin, la estaba esperando cuando bajó de las escaleras.

“Carin” era su nombre real, el cual había ocultado con el pseudónimo “Manzana” durante sus días de prostituta. Ahora que estaba sola, había recuperado su nombre original.

—Madre… ¿vas a ir a una fiesta en alguna parte? —la llamó al verla vestida como si fuera a una fiesta, y Carin rió a carcajadas.

—¿A dónde más iría?

—Tienes razón.

Sí, sí, voy al lugar donde Isis llorará con fuerza y desaparecerá, con quien tuve que girar el reloj de arena para poder hablar cuando me conoció. Isis será decapitada y mostrará su fealdad, como yo antes

Aria sonrió un poco y subió al carruaje con Carin. El vehículo espléndido y lujoso, que no podía pertenecer a un plebeyo, corrió rápidamente hacia su destino. .

La mansión estaba ubicada cerca de la concurrida calle, y no pasó mucho tiempo antes de que llegaran a la plaza. Todavía faltaba un poco de tiempo para el comienzo, pero una multitud de personas se abalanzó hacia adelante, buscando mirar el colorido carruaje sin sello.

—¡Oh, Dios mío, es la señorita Aria!

—¡Pensé que la vería cuando llegara aquí, pero no puedo creer que realmente viniera!

—¡Qué hermosa es!

—No puedo creer que sea una plebeya ahora.

—¿Qué quieres decir? ¡Será una plebeya solo por un tiempo, porque se lleva tan bien con el príncipe heredero! ¡Pronto será la princesa heredera!

Los transeúntes levantaron la voz y no pudieron ocultar su admiración al verla salir del carruaje. Aria los saludó con la mano y una gran sonrisa feliz, y sus voces se hicieron más fuertes.

—Eh…

Entonces Carin se echó a reír, tapándose la boca con su abanico, y estaba a punto de seguir a los caballeros que esperaban con anticipación.

—Estás aquí. Estaba esperando. ¿Cómo puedes hacer esperar a un rey de un país? —sonó una voz familiar, y Aria volvió la cabeza para encontrarse con Lohan.

—¿Señor Lohan? ¿No… regresó a Croa?

—No puedo evitar venir en un día tan importante —le respondió con una sonrisa leve que parecía transmitir que estaba planeando algo más.

—Chloe… —murmuró Carin con sorpresa a un lado de Aria, mirando a Lohan.

¿Chloe? He oído ese nombre en alguna parte… 

Así que Aria también se volvió, siguió a Carin y se endureció como si el tiempo se hubiera detenido.

Se veía tan hermoso como para admirarlo.

¿Por qué? ¿Por qué existe alguien que se parezca tanto a mí?

Era realmente extraño. Su género y edad eran diferentes, pero era como si se estuviera mirando en el espejo. Aria lo miró con sorpresa, y luego de perder sus palabras por un momento, preguntó con cuidado su identidad.

—¿Quién es?

—Bien…

Carin, que estaba a su lado, dudó en responder como si no hubiera sido planeado de antemano, y Chloe, la persona directamente involucrada, parecía un poco avergonzado.

—¿No vas a decirle? —le preguntó Lohan a Chloe, frunciendo el ceño.

—Te lo dije antes, pero no era mi intención hablar de eso en la calle.

Era un espacio donde se habían preparado para ayudar a Aria a estacionar su carromato, y habían dispuesto caballeros, pero era abierto, y la mirada de los espectadores los seguía.

A pesar de ser una mujer humilde, sería conocida en la historia por su éxito y el escándalo con los nobles, por lo tanto, los ciudadanos estaban prestando mucha atención a cada uno de us movimientos.

—Nunca quise apresurarme así.

—Eso es porque la señorita Aria apareció pero tú solo estabas mirando desde lejos.

—Su majestad, como dije, iba a pedir su comprensión y pasar a otro lugar —le dijo en un tono que expresaba que había arruinado la reunión, y el rey frunció las cejas.

—Sí, lo veo. Quieres decir que no me necesitas ahora que la has encontrado. ¡Eso es demasiado! ¡Yo la encontré! —se enfadó Lohan, pero ante la expresión incrédula de Chloe, no tuvo más opción que remitir su enojo por su cuenta.

—De… ninguna manera.

Aria no pudo ocultar su cara de sorpresa, como si lo hubiera adivinado después de escuchar su conversación. Acababa de recordar lo que Carin le había preguntado sobre su padre biológico hace un tiempo.

—¿Madre…? —la llamó, buscando obtener información. Aunque la respuesta era obvia, dudó en pronunciarla porque no quería decirlo de manera repentina. Al verla vacilar, Chloe tampoco se atrevió a hablar.

No hubo respuesta, pero tampoco lo negaron, así que Aria miró a los alrededores extrañamente silenciosos.

—Sí… eso es correcto… Si estoy en lo cierto, no es algo de lo que debamos hablar aquí.

Todos escuchaban, incluso los caballeros que esperaban a poca distancia. Debían estar pensando que Chloe y Aria se parecían demasiado.

—Bueno, tendrás que hablar sobre volver a Croa, así que es difícil contar la historia aquí.

—¿Volviendo a Croa? ¿Quién?

—¿Quién más podría ser, excepto vosotras dos?

—¿Mi madre y yo…? ¿Por qué?

Lohan, que había retrasado la respuesta, sonrió levemente y Aria frunció el ceño. Recordó que el rey vecino había llamado a Chloe heredero de algo.

¿Es un noble? Apareció con el rey de un país, ¿tiene un estatus bastante alto? Pero, ¿por qué se le llama heredero, no por su título? Es común heredar un título, después de cinco a diez años desde que alguien se convierte en adulto. Entonces, ¿por eso Carin me preguntó qué pasaría si tuviera a mi padre biológico que me ayudaría?

Parecía más complicado de lo que había pensado. Tenía la curiosidad suficiente como para querer posponer el fin de Isis.

—¿Señorita Aria? ¿Qué está haciendo aquí?

Asher se había acercado después de haber esperado mucho tiempo, porque a pesar ed que la protagonista de la jornada no era ella, la multitud no dejaba de mirarla. Él había estado esperando impaciente este día, así que se acercó con actitud agradable, pero su rostro se endureció rápidamente al encontrarse con Chloe y Lohan. En ese momento, Aria se dio cuenta que ya lo sabía.

—Señor Asher… también lo sabías.

Asher tragó, avergonzado por las frías palabras de Aria, y Carin lo defendió apresuradamente.

—Le pedí que fingiera no saberlo, como te diré. Creo que deberías escuchar este tipo de historia de mí.

—Supongo que sí.

Era mejor escuchar la historia secreta de la familia de su madre que de su pareja. Aria entendió que Carin había estado preocupada sobre cómo decirlo, pero Lohan, que no podía seguir soportando el silencio, había creado un gran alboroto. Su madre había estado ocupada con trabajo durante mucho tiempo, por lo que había pasado todo este tiempo preocupándose y pensando sus palabras con cuidado.

—Está bien, he terminado de adivinar, pero después de ver el final de los malos que he esperado durante años, hablaremos de ello. Creo que nuestra nueva mansión sería buena para eso.

El rostro de Chloe se iluminó con eso, por la alegría de visitar el lugar donde vivían la mujer y su hija que él había estado buscando.

—¿Puedo entrar contigo? —preguntó Asher con cautela, luciendo bastante preocupado.

Parecía estar molestarle qué haría Aria, que de repente tenía un padre biológico, luego de escuchar. Quizás se iría al Reino de Croa como lo deseaba Lohan.

—Sí, si tienes tiempo, siempre y cuando no te importe. Tú también estás involucrado en este asunto. Es posible que pronto seas una familia. 

Al escuchar su confirmación, la expresión de Asher se iluminó.

—Ahora la sentencia se ejecutará pronto, así que será mejor que nos movamos.

Como dijo Asher, pudieron ver carros que transportaban a los pecadores, a quienes la multitud le arrojaba piedras y maldecía. A pesar de esto, el interior parecía silencioso, como si hubieran sufrido demasiadas dificultades en la cárcel.

—Hay algunas personas que serán ejecutadas. ¿Te irás primero, o después de ver la sentencia? —le preguntó Asher, porque ver cabezas cayendo podría convertirse en un trauma más tarde. Entre los caballeros mismos hubo algunos que sufrieron heridas mentales después de ver morir a alguien.

—No, aprecio tu preocupación, pero estoy tan emocionada como tú por eso, así que no puedo irme primero.

Ya experimenté que me cortaran la cabeza, ¿qué tan diferente será verlo?

Después de la respuesta de Aria, se mudaron a un lugar donde podían ver bien la ejecución.

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