Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 45: Un Mar y Cielo dorado

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya

---

—Haah…

Tiararose se frotó los ojos mientras su conciencia se despertaba lentamente. Sabía que era de mañana, pero su cansado cuerpo no se movía como quería. O eso pensaba…

Pero entonces se dio cuenta que tenía un brazo abrazado con fuerza a su alrededor, y se rio.

Aquasteed dormía profundamente a su lado.

Normalmente se despierta antes que yo. Qué extraño.

Se dio la vuelta para mirarlo de frente. Esos ojos que siempre la miraban ahora estaban cerrados.

Sus pestañas son tan largas…

Incluso ahora su hermoso rostro hacía a su corazón latir con fuerza.

Te amo, le dijo en su corazón, mientras se abrazaba a él, lista para dormir de nuevo… Pero entonces, saltó cuando escuchó la voz de Keith.

—Traje las flores.

— ¡K-Keith! ¡¿Por qué estás en nuestro cuarto? ¡Ahh! —le preguntó sorprendida, pero Aquasteed se despertó y la empujó hacia la cama.

—…

Él cubrió su cabeza con las sábanas, y ella ya no pudo ver nada más.

Se retorció intentando escapar, pero Aquasteed siguió bloqueándola y no pudo salir. Él ni siquiera intentó ocultar su descontento al observar a Keith.

— ¿Qué? ¿El Príncipe Heredero de este país no se inclina ante el Rey Hada?

—No cuando se trata de Tiararose.

—Hmph. No estoy sorprendido.

Keith rio y le tiró la bolsa que sostenía a Aquasteed.

Era lo suficientemente pequeña como para entrar en una mano, y estaba llena con el azúcar de las flores de Tiararose que Keith recolectó.

El azúcar suave era, sin lugar a dudas, de una calidad mayor a la de cualquier azúcar en este país… No, en este mundo.

—Podrías haber esperado en el otro cuarto hasta que estuviéramos vestidos. Soy el único que tiene permitido ver a Tiararose.

—En serio, eres un Príncipe terco. Bueno, está bien. Beberé algo de té mientras espero.

¡Simplemente se adelantó sin preguntar!

Tiararose escuchó la conversación bajo las sábanas y suspiró de alivio cuando nada sucedió… Además de sentir su rostro sonrojarse ante la posesividad de Aquasteed

—Tiara, tu cara está muy roja.

—Es tu culpa, Príncipe Aqua…

El rostro adorable de Tiararose apareció bajo las sábanas. Aquasteed rio y le dio un gentil beso de buenos días.

♦ ♦ ♦

—Ah, así que la persona por la que tienes sentimientos es la sirvienta de Tiara.

—Rey Keith, por favor no diga nada más…

Cuando los dos terminaron de prepararse y se acercaron a Keith, le vieron hablando con el ayudante de Aquasteed. Keith claramente lo había atrapado, y los ojos de Elliot estaban húmedos por haber sido molestado tanto.

Ambos estaban sentados en el sofá bebiendo té, pero Tiararose sentía curiosidad por el tema del que hablaban.

—Elliot, ¿estás enamorado de Philliane?

—…Lo mantendré en silencio.

—Um… Uh, lo lamento.

Escuchando su pesada respuesta, Tiararose supuso que fue rechazado.

Ahora que lo pienso, nunca escuché a Philliane decir que le gustaba alguien…

Elliot era un buen partido, además de que no lucía mal. En cuanto a su posición, tenía muy consciente que era un plebeyo, pero Tiararose no pensaba que un futuro donde ellos estuvieran juntos fuera imposible.

Si realmente le preocupaba su posición, podía obtener un puesto más alto por su trabajo como la mano derecha de Aquasteed.

Pero Tiararose no pensaba que Philliane le hubiera rechazado sólo por eso. Se preguntó por qué su sirvienta no le había hablado al respecto.

En otras palabras, fue rechazado por otra razón además de su posición.

—Por favor no te disculpes conmigo… Ahh, las flores que el Rey Keith trajo, fueron plantadas en su jardín privado. Asigné Caballeros para proteger el área también, así que nadie podrá entrar.

—No creo que sea necesario protegerlo… Pero gracias.

Tiararose le agradeció a Elliot y se sentó en el sofá a un lado de Aquasteed.

Después de unos minutos, Philliane entró con un desayuno simple, sin lucir diferente de lo usual.

Y sin mostrar signos de preocuparse, Keith comenzó a explicar sobre las flores.

—El azúcar que te di, fue cultivado de estas flores. Además, aunque es una cantidad pequeña, puedes conseguir algo de néctar de ellas.

—Ya veo.

—Los pétalos también son comestibles. Son algo dulces.

Eso es impresionante. Podré hacer una nueva clase de dulces.

Tiararose se sintió muy emocionada escuchando sus palabras. Sus ojos brillaron con tanta fuerza que era difícil imaginarse que acabase de despertar. Su mirada estaba pegada a las flores que Keith trajo.

Aquasteed tomó una y la colocó gentilmente en su cabello. La flor era tan linda que incluso podía usarse como un accesorio.

—Realmente es tu flor, Tiara. Al igual que tú, todo sobre ella es dulce.

—Sólo tú, Príncipe Aqua, diría que soy dulce…

Tiararose tocó la flor en su cabello y se sonrojó.

Keith los observó desde el sofá, y deseó que pudieran hacerlo en otro lugar, aunque al mismo tiempo, disfrutaba observar a Tiara, lo que lo dejaba en un conflicto interno.

Así que cambió el tema a la fuerza.

—Removí todos los árboles, así que lo que queda es limpiar la playa.

—Gracias, Keith.

—Tienes mi agradecimiento. Enviaré personas para que hagan el resto.

—Sí, eso estaría bien.

La playa que fue usada para detener el tsunami ahora estaba llena de agujeros, rocas grandes y corales que salieron del suelo oceánico.

Afortunadamente no había basura, así que no tomaría mucho arreglar todo.

—Iré a la playa. Tú espera en el Castillo, Tiara.

— ¿Huh?

Ella pretendía ir también, así que lo miró sorprendida por sus palabras. Estaba involucrada en este incidente desde el principio, no podía forzar a otros a limpiar por ella.

—No, Tiara, debes quedarte y hacer dulces con estas flores hasta que regrese.

—Pero cómo podría…

—Quiero ser el primero en probarlos. Si los haces, puedes traerlos a la playa.

Ah, pero no es tan sencillo hacer algo nuevo…

Aquasteed no quería que hiciera ningún trabajo físico. Pero más que nada, sabía que estaba cansada.

Por lo menos ahora sé que está preocupado por mí.

Por el contrario, si ella fuera, se metería en el camino debido a su falta de fuerza. Así que decidió que lo mejor sería esperar tranquilamente.

Podía hacer deliciosos dulces y llevarlos cuando terminara.

♦ ♦ ♦

Mientras Aquasteed juntaba a los Caballeros para irse, Tiararose estaba en su cocina privada preguntándose qué podía hacer.

Los ingredientes eran azúcar, néctar y pétalos de sus flores. Por supuesto, también tenía otros para usar.

Tiararose puso un pétalo en su boca para saborearlo.

En un instante, un dulzor suave y gentil se extendió por su boca. No era fuerte, pero el sabor gentil era algo adecuado para algún dulce.

— ¿Puedo hacer algún caramelo?

Entonces podría mantenerlo en la boca un tiempo y disfrutarlo.

Tiararose puso la flor de azúcar en un pequeño sartén. Le añadió agua y lo puso al fuego a continuación. En ese momento recordó la bendición del mar que recibió.

El poder del mar, en otras palabras, agua. Pensó en agua salada, pero también podía hacer agua normal.

Puso sus manos sobre la sartén y buscó por la energía mágica dentro de ella para usar magia de agua.

—Agua que sea adecuada para el azúcar más fino…

Como si respondiera a su petición, agua comenzó a llenar la sartén y a mezclarse con el azúcar.

— ¡Sí! ¡Lo hice!

Raramente usaba magia, así que se emocionó ante la escena. No le importaba porque nadie la estaba observando. O eso se dijo mientras encendía el fuego y removía el azúcar lentamente.

Al mismo tiempo introdujo algo de néctar, lo que hizo al azúcar brillar.

Es como si estuviera haciendo dulces mágicos.

Una vez que se tornó de un hermoso dorado, usó algunos pétalos de flor para envolverlos. Ahora sólo faltaba que se enfriara y estarían listos.

—Sí. Fue sencillo, pero creo que sabrán bien.

Tiararose asintió satisfecha. Philliane se acercó para ver cómo estaba.

—Lucen deliciosos —dijo con una gran sonrisa. —Casi es un desperdicio comerlos. Son muy hermosos, Princesa Tiararose.

—Gracias Philliane. Creo que todos siguen en la playa, vayamos a llevarlos.

—Oh, ¿no esperará al regreso del Príncipe Aquasteed?

Philliane se rio mientras llamaba a un carruaje.

Salieron de inmediato hacia la playa, pero por supuesto, hablaron sobre Elliot en el camino.

—Creo que Elliot es un buen hombre…

—…Eso es… Bueno, sí…

Philliane asintió ante las palabras de Tiararose, pero ella se rio con una expresión preocupada.

—Es demasiado bueno para mí. Además, mi padre está hablando con alguien más sobre mi matrimonio.

—No sabía eso…

Entonces no es que no le guste Elliot.

Sin embargo, si sus padres ya estaban discutiendo, sería difícil corresponderle a Elliot.

El padre de Philliane era un Baron. Aunque ahora era la sirvienta de Tiararose, era posible que un día tuviera que casarse. Y no había muchos que regresaran a trabajar una vez que se casaran.

Un silencio pesado envolvió el carruaje, y antes de que lo supieran, ya habían llegado cerca de la Mansión de Aishira.

♦ ♦ ♦

— ¡Príncipe Aqua!

— ¡Tiara! No sabía que vendrías tan temprano.

La miró sorprendido mientras le daba órdenes a los Caballeros, pero rápidamente la saludó con gentileza. A su lado, Grail miraba la playa siendo limpiada.

Tiararose no le reconoció al principio, ya que no estaba vestido como mujer, pero la atmósfera a su alrededor inmediatamente le ayudó a reconocerlo como Rey Hada.

—Rey Grail.

—Está llena con rocas, pero sigue siendo hermosa, ¿verdad Tiararose?

—…Sí. Es el mar de Pearl después de todo. No va a ensuciarse.

Grail sonrió ante la rápida respuesta de Tiararose.

Sabía que no debía temer que Tiararose fuera a usar mal la bendición de Pearl. Asintió y estaba por preguntarle qué pasó con la creación de dulces, cuando…

Algo le sucedió al mar.

Un rayo de luz se disparó desde el océano como una fuente.

Los caballeros que trabajaban se detuvieron al verlo. La escena misteriosa había atrapado su atención. Sólo Grail entendió lo que sucedía.

—Nunca lo hubiera pensado…

Sus ojos se abrieron al ver la luz.

Se dispersó y llovió sobre la playa, envolviendo todo gentilmente.

—Grail, ¿qué es esto…?

Grail sacudió la cabeza en silencio ante la pregunta de Aquasteed.

—Estúpido. —murmuró, pero Tiararose le escuchó con claridad.

La luz brillante que llovió devolvió la hermosura a la playa. Las grandes rocas que se mezclaron con la arena desaparecieron, dejando la arena blanca y las piedras regresaron al mar.

Los corales que fueron empujados hacia la tierra se convirtieron en decoraciones que no lucían fuera de lugar en la superficie.

—La playa se está reformando… Rey Grail, ¿esto es de la Reina Pearl…?

—Sí. Es el poder de Pearl.

—Pero pensé que la Reina Hada del Mar había usado todo su poder cuando nos bendijo. —se preguntó Aquasteed en voz alta.

No había pensado en que Pearl pudiera hacer algo como esto después de perder su magia.

Sin embargo, ella había usado su propio poder.

—Es un regalo de despedida.

— ¡¡!!

La voz de Pearl sonó en sus oídos de repente.

Tiararose abrió la boca como si quisiera hacer una pregunta, pero Pearl no respondió. Cuando ellos se preocupaban sobre lo sucedido, Grail habló con una expresión triste.

—Pearl usó la magia que le quedaba. Maldición. Ahora no sé quién fue el castigado.

—Grail, ¿eso significa…?

—No, Aquasteed. No te permitiré decir nada más.

Esa fue la magia restante de Pearl.

Era lo que tenía mientras se recuperaba durante los próximos cien años. Ahora que la usó, ella no podría mantener su conciencia.

Pearl usó lo último de su poder para bendecir este mar.

Y ahora estaba en un sueño profundo. Como Rey Hada, Grail se dio cuenta de inmediato. Aquasteed llegó a la misma conclusión después de ver la reacción de Grail y calculando la cantidad de magia utilizada.

—Príncipe Aqua, ¿qué significa esto…?

—Tiararose, esto es algo que no debes escuchar.

— ¡Pero! L-Lo lamento, Rey Grail…

Quiso preguntar qué le sucedió a Pearl, sin embargo, Grail no iba a decírselo. Aquasteed rápidamente se acercó a ella y la acarició con gentileza.

Como el Rey Hada también decidió que no necesitaba saberlo, al ser un alma gentil, era probable que ella se sintiera herida y triste si supiera la verdad.

Grail miró el mar con tristeza antes de girarse hacia Tiararose.

—Lamento haber sido tan frío. ¿Podría tener alguno de los dulces que hiciste con tus flores?

—No te preocupes, Rey Grail. En cuanto a los dulces, tengo algunos caramelos.

Los sacó de su envoltorio, y ambos comentaron que se veían muy lindos.

—Tomaré uno entonces.

—Sí. Son muy buenos… ¿Huh?

Grail arrojó los dulces al mar.

—Pensé que podrían alcanzar a Pearl de este modo.

¿Mis dulces alcanzarán a la Reina Pearl?

Sabía que no le agradaba a Pearl, así que no estaba convencida. Pero, si de alguna forma la alcanzaban en su Palacio… Sería algo hermoso.

El caramelo se derritió en el mar, sus colores se mezclaron con el agua. El océano brilló dorado como si reflejara el color del cielo.

Es como si el cielo estuviera en el mar

Tiararose y los demás se mantuvieron en silencio mientras observaban la escena, orando para que el futuro esté igual de bendito.

♦ ♦ ♦

Cuando el asunto de la playa estuvo resuelto y regresaron al Castillo, Elliot estaba inclinándose frente a Philliane.

—Prometo hacerte feliz. ¡Así que, por favor, por favor dame algo más de tiempo!

— ¡¿Q-Qué…?!

Ya le había rechazado una vez, pero ahora estaba haciéndolo de nuevo frente a sus maestros. El rostro de Philliane se volvió rojo por un segundo y sacudió su cabeza en desaprobación.

—Debo obedecer la decisión de mi padre en este asunto…

—Lo entiendo. Pero, pero quiero estar contigo sin importar qué… Te prometo que mostraré resultados, así que por favor espera. Siempre estás trabajando duro, te amo por eso.

—…

… Esa es una confesión de amor muy apasionada.

Incluso Tiararose se sintió emocionada mientras observaba la escena desarrollarse. Entonces Aquasteed cubrió sus ojos.

— ¡Ah!

—No creo que debamos ver más. No debemos interferir en este asunto. Vamos, volvamos a nuestro cuarto.

—Uh, por supuesto.

— ¡Oh, Princesa Tiararose! Iré contigo…

— ¡Philliane, tú puedes hacerlo!

Philliane extendió una mano por ayuda, pero Tiararose le ofreció palabras de ánimo, así que cayó al suelo.

Ya fuera que esos dos se volvieran amantes o no, era algo que no sabrían por mucho tiempo.

—Príncipe Aqua.

— ¿Sí?

Mientras caminaban por el corredor camino hacia su habitación, Tiararose apretó su mano con fuerza. Se sentía tan bien mientras la sostenía, que él sintió de inmediato la urgencia por abrazarla.

Pero había aprendido que a ella no le gustaba que hiciera algo como eso en el corredor.

—Me gustas tanto… Te amo…

— ¡!

—…Gracias por elegirme. Yo, yo soy tan feliz de poder estar contigo.

Sus mejillas enrojecieron mientras expresaba sus sentimientos hacia Aquasteed.

Él siempre la bañaba con palabras… Diciéndole que era linda, que la quería, que la amaba.

Así que pensó que podría ser más sincera cuando expresaba sus sentimientos.

Para que él también pueda sentirse seguro. Quiero decirle yo misma.

Tiararose quería poder creer con fuerza que, a partir de ahora, no tenía necesidad de preocuparse, incluso si el próximo fuera Aquasteed quien bebiera la poción de amor.

—Ah, eres tan linda. También te amo.

—Oh, en el corredor… Mmmph.

Aquasteed no se iba a detener cuando Tiararose dijo algo tan lindo frente a él. La abrazó con fuerza, y sin esperar su permiso, la besó.

Después de que sus labios se presionaron gentilmente, Tiararose sintió su dulce aliento en su boca.

—Haah, oh, esto es tan vergonzoso…

—Pero eres tan linda que no pude contenerme. Ahora, vamos a apresurarnos al cuarto.

— ¡Ahh!

Aquasteed levantó a Tiararose y se movió por el corredor mucho más rápido que antes.

Las señoritas de la Corte y los Caballeros que pasaron, les dieron sonrisas cálidas como siempre.

Y así, la villana pasó su tiempo en nada más que felicidad.

---